MENSAJE DE LA VIRGEN MARÍA

DIJO LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA:

“QUIERO QUE ASÍ COMO MI NOMBRE ES CONOCIDO POR TODO EL MUNDO, ASÍ TAMBIÉN CONOZCAN LA LLAMA DE AMOR DE MI CORAZÓN INMACULADO QUE NO PUEDO POR MÁS TIEMPO CONTENER EN MÍ, QUE SE DERRAMA CON FUERZA INVENCIBLE HACIA VOSOTROS. CON LA LLAMA DE MI CORAZÓN CEGARÉ A SATANÁS. LA LLAMA DE AMOR, EN UNIÓN CON VOSOTROS, VA A ABRASAR EL PECADO".

DIJO SAN JUAN DE LA CRUZ:

"Más quiere Dios de ti el menor grado de pureza de Conciencia que todas esas obras que quieres hacer"


A un compañero que le reprochaba su Penitencia:

"Si en algún tiempo, hermano mío, alguno sea Prelado o no, le persuadiere de Doctrina de anchura y más alivio, no lo crea ni le abrace, aunque se lo confirme con milagros, sino Penitencia y más Penitencia, y desasimiento de todas las cosas, y jamás, si quiere seguir a Cristo, lo busque sin la Cruz".

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domingo, 4 de diciembre de 2016

MEDITACIÓN MÍSTICA SOBRE EL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, QUE SIGUE PRESENTE EN LA EUCARISTÍA


El sagrado corazón de Jesús, que se ha encarnado
para que nadie le pueda decir el día del Juicio:
"Tú no sabes lo que es ser hombre"




La oración de la Iglesia venera y honra al Corazón de Jesús, como invoca su Santísimo Nombre. Adora al Verbo encarnado y a su Corazón que, por amor a los hombres, se dejó traspasar por nuestros pecados.
(Catecismo de la Iglesia Católica, 2669)

Jesús, durante su vida, su agonía y su pasión nos ha conocido y amado a todos y a cada uno de nosotros y se ha entregado por cada uno de nosotros: "El Hijo de Dios me amó y se entregó a sí mismo por mí" (Ga 2, 20). Nos ha amado a todos con un corazón humano. Por esta razón, el sagrado Corazón de Jesús, traspasado por nuestros pecados y para nuestra salvación (cf. Jn 19, 34), "Es considerado como el principal indicador y símbolo...del amor con que el divino Redentor ama continuamente al eterno Padre y a todos los hombres (Pío XII, Enc."Haurietis aquas": DS 3924; cf. DS 3812).
(Catecismo de la Iglesia Católica, 478)


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JESÚS SIGUE PRESENTE EN MEDIO DE NOSOTROS

Escrito está, que Dios creó el hombre a su imagen y semejanza, y tiene pues que haber una correspondencia absoluta entre el hombre y su Creador, pero esa correspondencia entre un ser material y un Ente espiritual, no puede ser nunca una fotocopia perfecta, existe un significado místico en toda la creación y entre su Creador, de la misma manera que existe una relación entre un pintor y el cuadro que pintó, un experto en arte es capaz de ver de quien es un cuadro, y también en ese cuadro que es el universo, se puede analizar el carácter y la grandeza de Dios, el "Pintor" que lo creó.

Y así, toda la Creación es un libro abierto que, para el que sabe leerlo, que es por definición el contemplativo, puede entrever a Dios, por ese don de discernimiento que le infunde, que hace decir: “Bienaventurado el que ve a Dios en todo lo creado”, es un don que Dios mismo comunica al místico, palabra que quiere decir “enamorado”, y que se  da en el que cumple el primer mandamiento, que es amar a Dios sobre todas las cosas, ya que para amar hay que conocer, y ese conocimiento solo se adquiere por el amor, ya que como lo dice San Juan de la Cruz, 

“El Amor verdadero tiene por misión desear y profundizar en las cosas del Amado” 

Y el que ama de verdad, como lo promete Jesús, la Santísima Trinidad morará en él, y le infundirá la gracia infusa de las virtudes y del discernimiento. Pero sin embargo, el que carece de Amor verdadero, nunca podrá discernir, aunque estudie y tenga un doctorado, y sepa hebreo, griego o latín. Y por eso dijo Nuestro Señor: 

"Yo te alabo, Padre, Señor del Cielo y de la Tierra porque has escondido estas cosas a los sabios y prudentes, y se las has dado a conocer a los sencillos. Si, Padre así te ha parecido bien". (Mt 11-25,27).

Y este proceder de Dios es una cosa admirable y sorprendente, porque si hubiera que conocer lenguas y tener un doctorado para conocerle, le sería mucho más fácil acceder al Reino de los Cielos a los ricos y a los pudientes, mientras que los pobres podrían quedar marginados.

En lo que se refiere a la Eucaristía, que es uno de los misterios más grandes de nuestra Religión, y por ello, ya que como lo dijo San Pablo, las cosas más altas de Dios son las cosas más insensatas para el mundo, por eso se entiende lo que le ocurrió con Jesús, cuando dijo: 

“El que no come mi Cuerpo y no bebe mi Sangre, no puede ser discípulo Mío”.

fueron esas palabras las que hicieron abandonarle a la mayoría de sus discípulos, como así está escrito en el Evangelio.

Materialmente hablando, la sangre humana compuesta esencialmente por los glóbulos rojos que se multiplican en los huesos, tienen por misión llevar oxígeno a todo el cuerpo tomándolo de los pulmones y a su vez, eliminar el anhídrido carbónico. Los glóbulos blancos, que también se forman en los huesos, tienen igualmente por misión luchar contra toda clase de germenes nocivos que puedan infectar al cuerpo humano. Las plaquetas son las que tienen por misión coagular la sangre y taponar la herida que se pueda producir en los vasos sanguíneos.

Los alimentos se distribuyen en todo el cuerpo a través del plasma que se encuentra en la sangre en donde flotan todos los elementos que dan vida, eliminan las infecciones y previenen los accidentes.

Por fin, todo el torrente sanguíneo es impulsado en todos los rincones del cuerpo por el corazón que es el motor que da energía y vida al organismo, en donde no llega la sangre se produce una gangrena y el miembro afectado se corrompe y no solo muere, pero llega a gangrenar todos los otros miembros, transmitiéndole la muerte.



JESÚS SIGUE ALIMENTANDO A LAS ALMAS EN LA SAGRADA EUCARISTÍA


La analogía con la Sagrada Eucaristía, es ahora bien evidente: el Amor de Dios al hombre que es la respuesta a la entrega del alma a Dios, es el Sagrado Corazón que mueve en el alma la Sangre de Jesús, necesaria para su alimento, que es la que le da la vida, la nutre y elimina las impurezas del pecado, como lo hacen los glóbulos rojos y los leucocitos, que se reproducen en los huesos del esqueleto humano, huesos que simbolizan la Santa Fe del alma a su Creador, y también repara las heridas del pecado, como así lo hacen las plaquetas de la sangre humana.

Se ve pues claramente, la analogía entre el Cuerpo de Jesús: su Sagrado Corazón, y su Divina Sangre que es la condición necesaria para sustentar el alma en esta vida, hasta la entrada en el Reino de Dios, y se comprende igualmente el porque dijo Jesús: 

“Yo os aseguro que si no coméis la carne del Hijo del Hombre, y no bebéis su Sangre, no tendréis vida en vosotros. El que come mi Carne y bebe mi Sangre tiene vida eterna, y Yo lo resucitaré el último día. Mi Carne es verdadera comida y mi Sangre es verdadera bebida. El que come mi Carne y bebe mi Sangre, vive en Mí y Yo en él. 

El Padre que me ha enviado posee la Vida y Yo vivo en Él. Así también el que me come vivirá por Mí. Este es el Pan que ha bajado del Cielo; no como el pan que comieron vuestros antepasados. Ellos murieron, pero el que coma de este Pan, vivirá para siempre "  (Jn 6, 53 - 58)

Este Cuerpo y Sangre de Jesús es el Sacrificio perpetuo que se rememora en la Santa Misa, y que sustenta no solo a las almas, y les asegura la Vida Eterna, permitiendo la Resurrección del último día, pero también es el que mantiene el Universo Entero. El día que no se pueda celebrar el Santo Sacrificio, será el fin del Mundo, como así lo dice el Profeta Daniel y el "Faro" de la Iglesia el gran San Pablo.



Bendito sea Dios.
Bendito sea su Santo Nombre.
Bendito sea Jesucristo, Dios y Hombre verdadero.
Bendito sea su Sacratísimo Corazón.
Bendita sea su Preciosísima Sangre.
Bendito sea Jesucristo en el Santísimo Sacramento del Altar.
Bendito sea el espíritu Santo Paráclito.
Bendita sea la excelsa Madre de Dios María Santísima.
Bendita sea su Santa e Inmaculada Concepción.
Bendita sea su Gloriosa Asunción.
Bendito sea el Nombre de María Virgen y Madre.
Bendito sea San José su castísimo Esposo.
Bendito sea Dios en sus Ángeles y en sus Santos.





viernes, 2 de diciembre de 2016

LA MUERTE ES UN DON CUANDO TOMA EL HOMBRE EN ESTADO DE GRACIA, MUCHAS VECES DIOS, LLAMA A UN ALMA A SU PRESENCIA ANTES DE QUE COMETA UN PECADO MORTAL, QUE VE INMINENTE.


Jesús no quiere volver a curar
 a un pecador reincidente




        Como dijo Jesús, cuando lo prendieron, "Este mundo no es mi Reino", es decir, por que por razones de Justicia, Dios no puede intervenir cuando el hombre que es libre,  reniega de los mandamientos de Dios, y por eso, Jesús tampoco puede siempre realizar milagros de sanación en el alma y el cuerpo, porque pudiendo leer los corazones, sabe que estas acciones son inútiles o perjudiciales para la Salvación de las almas.

       Si Jesús-Dios forzara la libertad humana, obligando a una persona a a seguir el camino trazado por sus enseñanzas, que esa alma no quiere seguir, tendría que dejar también a Satanás, por razones de equidad, constreñir igualmente la libertad del hombre, el cual se transformaría en réprobo, en contra de su voluntad.

         Es por esa razón que el Demonio tentó a Jesús de una manera muy astuta, al decirle que se tirara desde el alero del templo, y que sus ángeles evitarían que su pié tropezara en la piedra, haciendo una entrada triunfal en el Templo de Jerusalén. Porque entonces, todos los espectadores admirados estarían obligados a creer y seguir a Jesús, tanto los buenos como los malos, se apuntarían todos, y ya no se podría separar el trigo de la cizaña. 

          Por eso, Cristo nunca se manifestó con su Gloria, solo lo hizo a San Juan, Santiago y San Pedro en el monte Tabor en su Gloriosa Transfiguración, y mandó que no se hablara de ello a nadie hasta su Resurrección, y cuando hacía un milagro, siempre le decía al beneficiario: "No se lo digas a nadie" 

         En la Vida del Santo Cura de Ars, escrita por Monseñor Trochú, se cuenta que vino una Señora ciega desde muy lejos para que le devolviera la vista, el Santo le dijo que si Dios la curase, no tendría la salvación asegurada, pero que si permanecía ciega, se salvaría. La Señora volvió desde donde había venido muy triste, pero resignada.

              Cuando de pequeño, en Francia, estudié la historia, recuerdo que San Luis Rey de Francia, había recibido esa enseñanza de su madre Blanca de Castilla: "Prefiero verte muerto, antes que verte cometer un pecado mortal". 

        Y la explicación a esa mentalidad es la siguiente: La presencia de Dios en un alma Santa, le infunde el conocimiento y la certeza de la diferencia infinita que hay entre el pecado y la Virtud.

          Y Dios infunde de tal manera en el alma esta certeza, que prefiere morir antes que pecar mortalmente, ya que este pecado significa la muerte del alma, es decir el horror del Infierno, y la pérdida por toda la eternidad de la infinita felicidad: la Vida Eterna.Por esa razón, muchas personas, incomprensiblemente para nosotros, gozando de buena salud corporal, se mueren de repente, solo Dios sabe que si hubieran permanecido con vida, quizás se hubieran condenado.





DEL POEMA DEL HOMBRE-DIOS
DE MARÍA VALTORTA

      (...) Una mujer, llorando llama a Jesús entre la multitud, mientras suplica que le dejen pasar para ir donde el Maestro.
         "Es Arria, la gentil que se ha hecho hebrea por amor. Una vez curaste a tu marido, pero... ".
         "Me acuerdo, ¡dejadla pasar!".
         La mujer se acerca, se arroja a los pies de Jesús, llora.
         "¿Qué te pasa, mujer?".
         "¡Rabí, Rabí! ¡Piedad de mí!, Siméon...!"

       Uno de Guerguesa le ayuda a hablar: "Maestro, usa mal la salud que le diste. Se ha hecho duro de corazón, rapiñador; y ya ni siquiera parece israelita. La verdad es que la mujer es mucho mejor que él, a pesar de haber nacido en tierras paganas. Y su dureza y rapacidad le acarrean peleas y odios. Y por una pelea ahora está malherido en la cabeza, y el médico dice que casi es seguro que se quede ciego".

               "¿Y Yo, qué puedo hacer en ese caso?".
         "Tú...curas...Ella, ya lo ves se desespera... Tiene muchos hijos, y pequeños todavía. La ceguera de su marido significaría miseria para toda la casa... Es verdad que es dinero mal ganado... Pero la muerte sería una desventura, porque un marido es siempre un marido, y un padre es siempre un padre, aunque en vez de amor y pan, dé traiciones y palos... ".

         "Le curé una vez y le dije: "No peques más". Él ha pecado más. ¿No había acaso prometido que no iba a pecar más? ¿No había hecho voto de no volver a ser usurero y ladrón, si Yo le curara; es más, de devolver a quien pudiera lo mal adquirido, y de usar lo mal adquirido - para el caso de no poder devolverlo - en favor de los pobres?".

           "Maestro, es verdad. Yo estaba presente. Pero... el hombre no es firme en sus propósitos".

         "Es como dices. Y no solo Siméon. Muchos son los que, como dice Salomón, tienen dos pesos y balanza falsos, y no solo en el sentido material, sino también cuando juzgan y actúan en el comportamiento para con Dios. Y es también Salomón el que dice: "Desastroso para el hombre el fervor ligero por lo santo y, tras hacer un voto, volverse atrás". Y sin embargo, son demasiados los que esto hacen... Mujer, no llores. 

         Pero escucha y sé justa, ya que has elegido Religión de Justicia. ¿Qué elegirías si te propusiera dos cosas, estas: curar a tu marido y dejarlo vivir para que siga burlándose de Dios y acumulando pecados sobre su alma. o convertirle, perdonarle, y luego dejarle morir? Elige. Haré lo que elijas".

         La pobre mujer se encuentra en una lucha muy acerba. El amor natural, la necesidad de un hombre, que bien o mal gane para los hijos la moverían a pedir "vida"; su amor sobrenatural hacia su marido la mueve a pedir: "perdón y muerte". La gente calla, atenta, conmovida en espera de la decisión.

         Al fin, la pobre mujer, arrojándose de nuevo al suelo, abrazándose a la túnica de Jesús como buscando fuerzas, gime: "La vida eterna... Pero, ayúdame, Señor... " Y tanto languidece, rostro en tierra, que parece que muere.
         "Has elegido la parte mejor. Bendita seas. Pocos en Israel te igualarían en temor de Dios y Justicia. Levántate, vamos a donde él".

         "¿Pero realmente le vas a hacer morir, Señor? ¿Y yo, que voy a hacer?". La criatura humana renace del fuego del espíritu como el ave fénix mitológico; y sufre y zozobra humanamente...
         "No temas, mujer. Yo, tú, todos confiamos al Padre de los Cielos todas las cosas, y Él obrará con su amor. ¿Eres capaz de creer eso?".
           "Sí, mi Señor...".
          "Entonces, vamos, diciendo la oración de todas las peticiones y de todos los consuelos".

         Y, mientras anda, rodeado de un enjambre de personas y seguido de un séquito de gente, dice lentamente el Pater. El grupo Apostólico hace lo mismo, y con un coro bien ordenado, las frases de la oración se elevan por encima del murmullo de la muchedumbre, la cual sintiendo el deseo de oír orar al Maestro, poco a poco, va guardando silencio, de forma que las últimas peticiones se oyen maravillosamente en medio de un silencio solemne.

         "El Padre te dará pan cotidiano. Lo aseguro en su Nombre" dice Jesús a la mujer y añade, dirigiéndose no solo a ella sino a todos: "Y os serán perdonadas las culpas si perdonáis al que os haya ofendido o perjudicado. Esa persona necesita vuestro perdón para obtener el de Dios. Y todos tienen necesidad de la protección de Dios para no caer en pecado como Siméon. Recordad esto".

         Ya han llegado a casa y Jesús entra en ella con la mujer, Pedro, Bartolomé y el Zelote.

         El hombre yace, echado en la yacija, en la cara vendas y paños mojados, gesticula desasosegado y delira. Pero la voz, o la voluntad de Jesús lo hacen volver en sí y grita: "¡Perdón! ¡Perdón! No volveré a caer en el pecado. ¡Tu perdón como la otra vez! Pero también la salud como la otra vez. ¡Arria! ¡Arria!, te juro que seré bueno. No volveré a ser ni violento ni ladrón, no..." el hombre está dispuesto a todas las promesas por miedo a morir...

         "¿Por qué quieres todo esto?", pregunta Jesús "¿Por expiar o porque temes el juicio de Dios?".
         "¡Eso, eso! ¡Morir ahora, no! ¡El Infierno!... ¡He robado, he robado el dinero del pobre! he usado la mentira. He sido violento con mi prójimo y he hecho sufrir a los familiares. ¡Oh!...".
         "No miedo, se requiere arrepentimiento, verdadero, firme".
      "¡La muerte o la ceguera! ¡Qué castigo! ¡No volver a ver! ¡Tinieblas! ¡Tinieblas! ¡No!...".

         "Si es adversa la tiniebla en los ojos, ¿no te es horrenda la del corazón? ¿Y no temes la del Infierno, eterna, horrenda? ¿la privación continua de Dios?, ¿los remordimientos continuos?, ¿la congoja de haberte matado a ti mismo, para siempre en tu espíritu?  ¿No amas a esta? ¿Y no quieres a tus hijos? ¿Y no quieres a tu padre, a tu madre y a tus hermanos? ¿Y no piensas que no los vas a tener nunca más contigo si mueres condenado?".

         "¡No!" ¡No! ¡Perdón! ¡Perdón! Expiar, aquí, sí, aquí... Incluso la ceguera, Señor... Pero el infierno no... ¡Que no me maldiga Dios! ¡Señor!¡Señor! Tú arrojas los demonios y perdonas las culpas. No alces tu mano para curarme, pero si para perdonarme y liberarme del demonio que me tiene sujeto... Pónme una mano en el corazón, en la cabeza... Libérame Señor...".

         "No puedo hacer dos milagros. Reflexiona. Si te libero del demonio te dejaré la enfermedad.... ".
            "¡No importa! Sé Salvador".
       "Sea como tú quieres. Te digo que sepas aprovechar mi milagro, que es el último que te hago. Adiós".
            "¡No me has tocado! ¿Tu mano! ¡Tu mano!".

         Jesús le complace y pone su mano sobre la cabeza y sobre el pecho del hombre, el cual, estando vendado, cegado por las vendas y la herida palpa convulsivamente para agarrar la mano de Jesús, y una vez que la encuentra, llora sobre ella, y no quiere separarse de ella; hasta que, como un niño cansado, se adormece, teniendo todavía la mano de Jesús apretada contra su carrillo febril.
         Jesús saca cautelosamente la mano y sale de la habitación sin hacer ruido, seguido por la mujer y los tres Apóstoles.
         "Que Dios te lo pague, Señor, Ora por tu sierva".
       "Sigue creciendo en la Justicia, mujer, y Dios estará siempre contigo. Alza la mano para bendecir la casa y a la mujer, y sale a la calle.

         (...) No queráis ser más que Dios, que no rechaza al pecador que se arrepiente y le perdona y le admite de nuevo junto a Él. Y aunque ese pecador os haya hecho un mal irreparable, no os venguéis ahora que ya no es un arrogante temido; antes bien, perdonad y tened una gran piedad, porque él fue pobre respeto a ese tesoro que todo hombre puede tener con solo quererlo: la bondad. Amadle, porque con el dolor que os ha causado, os ha dado un medio de merecer un premio más grande en el Cielo. Y no despreciéis a nadie, ni siquiera si es de otra raza. 

Veis que cuando Dios atrae junto a sí un espíritu, aunque sea de un pagano, lo transforma de tal modo que supera en justicia a muchos del pueblo elegido.

         Me marcho. Recordad ahora y siempre estas y mis otras palabras".
           (...) Pregunta Pedro, sin dejar el timón, después de un rato: "Maestro ¿Pero aquel hombre se va a curar o no? No he comprendido nada".
         Jesús no contesta. Pedro hace una señal a Juan, que está sentado en el fondo a los pies del Maestro, con la cabeza relajada a los pies de Jesús. Y Juan repite en voz baja la pregunta.
           "No se va a curar".
        "¿Por qué, Señor? Yo creía, por lo que he oído, que tuviera que curarse para expiar".

             "No, Juan, pecaría nuevamente porque es un espíritu débil".
           Juan vuelve a apoyar la cabeza en las rodillas y dice: "Pero Tú lo podías hacer fuerte... " y parece manifestar un débil reproche.
          Jesús sonríe, mientras introduce los dedos entre los cabellos de su Juan y, alzando la voz para que todos oigan, da la última lección del día:

         "En verdad os digo que en la concesión de Gracia hay que saber también tener en cuenta su oportunidad. No siempre la vida es un don, no siempre la prosperidad es un don, no siempre un hijo es un don, no siempre - sí, y también esto - no siempre una elección es un don. Vienen a ser dones y permanecen como tales cuando el que los recibe sabe hacer un buen uso de ellos y para fines sobrenaturales de santificación. 

       Pero cuando de la salud, prosperidad, afectos, misión, se hace la ruina del propio espíritu, mejor sería no tenerlos nunca. y a veces Dios ofrece el mayor don que podría dar no dando a los hombres lo que querrían o lo que considerarían justo tener como cosa buena. El padre de familia o el médico sabio saben qué es lo que hay que dar a los hijos o a los enfermos para no ponerlos más enfermos o para evitar que enfermen. Lo mismo, Dios sabe lo que conviene dar para el bien de un espíritu".

         "¿Entonces aquel hombre morirá?" ¡Qué casa más desgraciada!".
               "¿Sería acaso, más feliz viviendo en ella un réprobo? ¿Y él sería más feliz si, viviendo, siguiera pecando? En verdad os digo que la muerte es un don, cuando sirve para impedir nuevos pecados y coge al hombre mientras está reconciliado con su Señor".

                La quilla roza ya el fondo del lago, en Cafarnaúm.
               (...) A fuerza de brazos empujan la barca hacia arriba, a la playa, mientras ya las primeras olas fuertes vienen a azotarlos miembros semi-desnudos y los guíjarros de la orilla. Y luego... alejarse rapidamente, a casa, mientras las primeras gotazas alzan el polvo de la tierra ardiente haciendo emanar fuerte olor. Y los relámpagos ya están encima del lago, mientras los truenos llenan de fragor las copas formadas por las colinas de las orillas



sábado, 26 de noviembre de 2016

YO SOY EL QUE SOY: RESUMEN DETALLADO SOBRE LA NATURALEZA DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD Y LA NATURALEZA DELOS HIJOS DE DIOS.

Vidriera representando a la Santísima Trinidad





CURIOSIDADES MATEMÁTICAS SOBRE
LA SANTÍSIMA TRINIDAD

Dios está en todas partes, y su poder es infinito, si se puede explicar matemáticamente, habría que aplicar la teoría de la realidad de Dios que sería una fórmula muy sencilla, que explica que Dios está en toda la Creación "intergaláctica":
                                    
                                                V= e/T

Siendo V, la velocidad
eel espacio
Tel tiempo.

Es una fórmula  elementaria, que dice que  la velocidad es la distancia recorrida dividida por el tiempo, pero si para Dios, el tiempo es nulo ya que dijo textualmente: "Yo soy el que soy", lo que quiere decir, que para Él no existe el tiempo, entonces T=0, y por consiguiente la velocidad V es infinita, ya que sabemos que un número dividido por cero, da un resultado infinito.

Se argumentará que la distancia también es nula, ya que en el Cielo, no hay distancias y Dios no tiene tamaño alguno, y las leyes matemáticas dicen que el número 0, dividido 0, da un número indeterminado, por eso se puede decir igualmente que no se puede afirmar que Dios tenga una velocidad infinita, sino que está en todos los sitios del Universo visible e invisible, en la cual las reglas matemáticas, aún que de cierta manera pueden aclararlo, son impropias para el mundo espiritual, que sin embargo también está regido por Leyes puestas por ese Ser Fabuloso que es infinito, y que por eso está en todas partes..

Lo que sí se puede saber, para demostrar esa teoría, es que muchos Santos, han tenido el don de la bilocación, que es estar en varios sitios a la vez, es decir que se han sustraído a las leyes de la naturaleza, y Dios les ha permitido aplicar unas leyes espirituales que nada tienen que ver con las leyes naturales. Por esa razón aludida, Dios puede estar en todas partes, y Satanás que también es un Espíritu puede encontrarse en todas partes, si Dios se lo permite.

Otra ley matemática que explica de cierta manera el poder infinito de Dios es la fórmula de la energía:

                                               E = 1/2. m. v2

Siendo E la energía cinética; la masa  y la velocidad.

Pero como (2.g.h) 0,5
(siendo g la aceleración de la gravedad terrestre, y h la altura)

Sustituyendo, tenemos pues:        E = m. g. h

    Y por eso, a Dios a quien se le denomina en la Biblia el Altísimo, por ser más alto en todos sus atributos que todo lo creado, por esa razón el término h, que es la altura en la fórmula matemática, tiene un valor infinito; la masa espiritual m que representa la suma de todas sus virtudes y perfecciones; y la fuerza de la gravedad g, que espiritualmente hablando es el Amor o sea el Espíritu Santo,  la energía E, o sea la Fuerza de Dios, también es infinita por tres razones que simbolizan las tres personas de la Santísima Trinidad: El Padre: la altura h; el Hijo la masa m, que es su infinita perfección, y la gravedad g que simboliza la fuerza infinita de atracción del Amor, que es el que mueve todas las cosas creadas por Dios.



De los cuadernos de María Valtorta

(De Septiembre a Octubre de 1.950)


   Este relato da igualmente una explicación precisa y contundente sobre la recreación del alma, que nos transforma en hijos de Dios, que es el volver a renacer con su Gracia, para poder entrar en su Reino, según así lo explicó Jesús a Nicodemo, y según se relata en el mensaje a María Valtorta.

   Aquí, en este dictado, que transcribimos a continuación, queda perfectamente retratado lo que predica la Iglesia Católica, desde el principio de su fundación hasta la hora actual, esta perspectiva solo puede ser definida y explicada por el mismo Dios, el cual ve con meridiana claridad todos los acontecimientos pasados, presentes y futuros, porque para Dios no existe nada oculto, ni pasado, ni presente ni futuro, todo es conocido, y para Él, ya ha ocurrido.

       Dice Jesús:
       Apocalipsis. (Ap 1, 4)

    "Aquel que es" es el antiguo Nombre de Dios, el nombre con el que Dios se presentó a Moisés en el monte, el nombre que Moisés le enseñó a su pueblo para que de ese modo pudiera invocar a Dios. En ese nombre se refleja toda la eternidad, la Potencia, la Sabiduría de Dios.

     Aquel que es: la eternidad. 

     Dios no tuvo un pasado. No tendrá un futuro. El es: el presente eterno. [...] Y entonces, nace la humildad, nace la adoración adecuada al Ser Divino que debe de ser adorado, nace la confianza, porque el hombre, la nada, el granito de polvo respeto al Todo y a todo lo creado por el Todo, se siente bajo el rayo de la protección de el que, perteneciendo a la eternidad, quiso que los hombres existieran para darles su infinito amor.

     Aquel que es: la Potencia infinita.

     ¿Cuál es la persona o cosa que podría existir por sí misma? Ninguna: sin combustiones o fusión de partículas esparcidas por el firmamento no se forma un nuevo astro. [...]
Él existe por Sí mismo. No debe su existencia a cosa o persona alguna. Él existe. No tuvo necesidad de otro ser para existir [...] y si todo lo que existe - en el Cielo espiritual, en la Creación sensible, en los Infiernos - ya es testimonio de su inmenso poder, su ser que no tuvo principio de otro ser o cosa, es el inmenso testimonio de su inmenso poder.

     Aquel que es: la Sabiduría perfectísima.

     No creada, es decir, no tuvo necesidad de autoformacion ni de la formación de los maestros. Es esa Sabiduría que, cuando creó el todo, que no existía, no cometió ni siquiera un error, creando y queriendo hacerlo perfectamente. (...)

Más El que es, y que es la Sabiduría perfectísima, no cometió errores ni los comete y no debe decirse nunca que el mal y el dolor que han vuelto imperfecto lo que fue creado de modo perfecto proviene del Omnisciente, sino de los que quisieron y quieren salir de esa Ley de orden que Dios les dio a todas las cosas y a los seres vivientes. Es un orden perfecto espiritual, moral y físico, y que, si hubiera sido respetado, habría mantenido en la Tierra el estado de Paraíso terrestre y habría mantenido a los hombres que la habitan en la feliz condición de Adán y Eva antes de la culpa.

      Aquel que es:

     (...) Y para aquel que sabe leer y comprender, hay un eco de ese nombre en el nombre del Hijo de Dios hecho Hombre, en el nombre que Dios mismo impuso a su Hijo encarnado, y que el Ángel del anuncio feliz había comunicado a la Virgen Inmaculada. Y la Palabra que llevó ese Nombre a los suyos, enseñó de nuevo la Palabra verdadera: Jehová, para nombrar a Dios, para nombrar a su Santísimo Padre del cual es generado el Hijo y de los cuales procede el Espíritu Santo, que procede para generar, en el momento debido, al Cristo Salvador en el seno de la Virgen.

     Es Jesús el hijo de Dios y de la Mujer; El que, además de ser el Mesías prometido, el Redentor, es el testimonio más verdadero del Padre y de su voluntad, el testimonio de la Verdad, de la Caridad, del Reino de Dios. (...)

     El Hijo por su parte, revela al Padre; se lo revela al mundo que lo ignora y también al pequeño mundo de Israel que, aunque no le ignoraba, no conocía la verdad de amor, de misericordia, de Justicia mitigada por la caridad, que constituía su Naturaleza. Quien me ve a Mí, ve al Padre, mi Doctrina no es Mía sino del que me ha enviado, no conocéis su Palabra, más la conozco Yo, porque me ha generado. El Padre que me ha enviado no ha dejado solo a su Hijo; Él está Conmigo. Yo y el Padre somos una sola cosa".

El Hijo revela también al Espíritu Santo, mutuo Amor, beso y abrazo eterno del Padre y del Hijo, Espíritu del Espíritu de Dios. Espíritu de Verdad, Espíritu de Consuelo, Espíritu de Sabiduría, que confirmará en la fe a los creyentes y les enseñará la Sabiduría porque Él es el Teólogo de los teólogos, la Luz de los místicos, el Ojo de los contempladores, el Fuego de los que aman a Dios.

   Todas las enseñanzas y todas las obras de Cristo son testimonios del Padre y revelación del incomprensible Misterio de la Santísima Trinidad, de esa Santísima Trinidad, que hizo posible la Creación, la Redención, la Santificación del hombre, de esa Santísima Trinidad por la cual fue posible - sin destruir la primera creación, que se había corrompido - lograr recreación o nueva creación de una pareja sin mancha, de una nueva Eva, de un nuevo Adán, como medio para recrear para la Gracia y para restablecer por lo tanto, el orden violado y el fin último entre los hombres y para los hombres provenientes de Adán.

     Por voluntad del Padre, en consideración de los méritos del Hijo, y por obra del Espíritu Santo, el Hijo pudo asumir una carne humana en la Mujer Inmaculada, nueva y fiel Eva, pues el Espíritu de Dios cubrió con su sombra el Arca no realizada por manos humanas, y así se tuvo el nuevo Adán, el Vencedor, el Redentor, el Rey del Reino de los Cielos, el Reino al que son llamados los que merecen convertirse en Hijos de Dios y Co-herederos del Cielo, por haberle acogido con amor y haberle seguido en la Doctrina.

     Y aquí quiero subrayar una falsa doctrina, inspirada por Satanás, que se está predicando insistentemente: "Todos somos hijos de Dios", cuando habría que decir: "Todos estamos llamados a ser hijos de Dios". Error grave que anula toda la tradición Cristiana, le quita el significado al Nacimiento, Vida, Doctrina, Pasión y Muerte de Jesús, favorece la muerte por inanición del alma, que se está desarrollando y deificando en su vida mortal, y que es necesario que se regenere de las secuelas del pecado Original, renaciendo a la Vida Nueva, el Reino eterno, como lo explica Jesús más arriba: 

"El Reino al que son llamados los que merecen convertirse en Hijos de Dios y Co-herederos del Cielo, por haberle acogido con amor y haberle seguido en la Doctrina" .






jueves, 24 de noviembre de 2016

JESÚS, NOMBRE SANTO CUYO SONIDO ATERRA A LOS DEMONIOS. NOMBRE DE VIDA QUE DA VIDA, LUZ, FUERZA A QUIEN LE AMA Y LE INVOCA





La decadencia de los valores tradicionales que permanecían aún en los albores del siglo XX, donde aún existía en el mundo Cristiano, el sentido del sacrificio, en el trabajo, en la vida cotidiana, de la familia; en donde eran admirados los que practicaban la Virtud, y en donde el hombre, tenía una cierta noción acerca de la diferencia que existía entre el pecado y la virtud, diferencia que es de una inmensidad tan profunda, que para nosotros, simples mortales solo podemos entrever con la ayuda de la Gracia. A ese respeto dice San Juan de la Cruz en sus dichos de luz y amor: 

"No sabe el hombre gozarse bien ni dolerse bien, porque no entiende la distancia entre el bien y el mal".

Y así, poco a poco, con su tremenda astucia e inteligencia angelical, que no ha perdido cuando se transformó de Ángel de Luz en Demonio, Lucifer ha logrado introducir en este mundo no solo en la gente del pueblo, pero lo que es peor, en muchos Pastores que tienen que guiar y aconsejar a sus ovejas, la teoría del relativismo. Y para eso, ha empleado su vieja táctica, explicada tan bien por San Juan de la Cruz: El Demonio, nunca tienta ofreciendo directamente la alternativa del mal y del pecado: Se disfraza de Ángel de luz, o coloca la piel de cordero, ocultando su verdadera naturaleza de lobo sanguinario.

Para poder así acercarse a las ovejas, y con la premisa primera del Relativismo, con el consenso de cierta Jerarquía, que olvidándose de su deber de Pastores, dejan a sus ovejas a merced de la fiera. Explica San Juan de la Cruz, que el demonio introduce primero la aguja de la Verdad, para luego poder meter el hilo de la mentira, y su discurso es en resumen el siguiente: ¿Como Dios, vuestro Padre, puede mandar a uno de sus hijos al Infierno?, ¿Ud. que es padre, mandaría a uno de sus hijos allí?, como me dijo un día cierto Arzobispo.

Y el hedonismo - que es darse a todos los placeres del mundo, sin ningún temor de Dios, ya que este se ha transformado en un dios bonachón e insensible al pecado - es el que ha propiciado el olvido del Dios verdadero, ya que hagas lo que hagas, como se predica hoy día, Dios te querrá siempre, y hay que estar a gusto con sus pecados, otro "mantra" que se repite sin cesar en muchas Iglesias Católicas.

¡Cuantas veces me he preguntado por qué no se hace caso a los Evangelios, a las Epístolas, a la Doctrina de los Santos, a las apariciones de la Virgen de Fátima y otras reconocidas por la Iglesia, y en una palabra, todo lo que está enseñado en la Tradición! Muy al contrario, no solo se han olvidado todos estas enseñanzas, pero además se intenta por todos los medios posibles e inimaginables, escoger en las Escrituras y en las enseñanzas de los Santos, solo la parte que les es agradable y conforme a sus ideas, y desechar lo que les es molesto para su manera de ser.

Y se oculta, y se mutila sin ningún pudor, todo lo que se refiere a la Justicia de Dios, adulterando las Escrituras, lo que está claramente condenado en el Apocalipsis, porque esta actitud, significa tapar la imagen de Dios en lo que se refiere al Juicio final, perfectamente descrito por Jesús en los Evangelios, o buscar nuevas interpretaciones a todas las enseñanzas tan claras del Evangelio, que es palabra de Dios. 


De los cuadernos de Mª Valtorta (22-8-1.943)


[...] María, ahora te cojo de la mano para conducirte al punto más oscuro del libro de Juan. Los comentaristas del mismo han agotado su capacidad en muchas deducciones para explicar a sí mismos y a la muchedumbre quien sea la "gran Babilonia". Con visión humana, a la que las sacudidas producidas por acontecimientos deseados o por acontecimientos sucedidos no es ajena, han dado el nombre de Babilonia a muchas cosas.

¿Pero como no han pensado nunca que la "gran Babilonia" sea toda la Tierra? ¡Sería un Dios Creador muy pequeño y limitado si solo hubiera creado la Tierra como mundo habitado! Con un latido de mi querer he suscitado mundos y mundos de la nada y los he proyectado, polvillo luminoso, en la inmensidad del firmamento.

La Tierra, de la que estáis tan orgullosos y tan feroces, no es más que uno de los polvillos rotantes en el infinito, y no es el más grande. Pero ciertamente es el más corrompido. Vidas y vidas pululan en los millones de mundos que son la alegría de vuestra mirada en las noches serenas, y la perfección de Dios os aparecerá cuando podáis ver, con la visión intelectual del espíritu unido nuevamente a Dios, las maravillas de esos mundos.

¿No es acaso la Tierra la gran meretriz que ha fornicado con todas las potencias de la Tierra y del infierno, y los habitantes de la Tierra no se han prostituido a si mismos: cuerpos y almas, con tal de triunfar en el día de la Tierra?

Sí que es así. los delitos de la tierra tienen todos los nombres de blasfemia, como los tiene la Bestia con la cual se han aliado la Tierra y sus habitantes con tal de triunfar. Los siete pecados están como ornamento horrible sobre la cabeza de la Bestia que transporta Tierra y terrestres a los pastos del Mal, y los diez cuernos, número metafórico están para demostrar las infinitas infamias cumplidas, con tal de obtener, a cualquier precio su feroz codicia.

¿Acaso no está la Tierra empapada de las sangre de los mártires, ebria por este licor santo, que bebido por su boca sacrílega se ha transformado en filtro de embriaguez maldita? La Bestia que la lleva, compendio síntesis y compendio de todo el mal cumplido desde Adán en adelante con tal de triunfar en el mundo y en la carne, trae detrás de sí a quienes, adorándola, se harán reyes de una hora y de un reino maldito. Sois reyes como hijos de Dios, y es Reino eterno. Pero os hacéis reyes de una hora y de un reino maldito cuando adoráis a Satanás, el cual solo os puede dar un efímero triunfo pagado a precio de una eternidad de horror.

La Bestia - dice Juan- fue y no es. Así será al final del mundo. Fue porque realmente ha existido, no es, porque Yo, Cristo, la habré vencido y sepultado, es porque entonces, ya no será necesaria para el triunfo del mundo. (de mis elegidos)

¿No está la Tierra sentada sobre las aguas de sus mares y no se ha servido de estos para dañar? ¿De qué no se ha servido? Pueblos, naciones, razas, confines, intereses, alimentos, expansiones, todo le ha servido para fornicar y cumplir desaforados homicidios e iscarioticas traiciones. Sus propios hijos, nutridos por ellos con sangre de pecado, cumplirán la venganza de Dios sobre ella, destruyéndola, destruyéndose, llevando la suma de los delitos contra Dios y contra el hombre al número perfecto que exige el retumbar de mi "¡Basta!".

La sangre de mis mártires y de los profetas hervirá en esa hora, perfumando mi trono con agradable y grato olor, y los terrones de la Tierra que han recogido los gemidos de los asesinados por odio hacia Mí, recibiendo sus últimas sacudidas, lanzarán un gran grito hecho de todos esos santos gemidos y temblarán de convulsión de angustia, sacudiendo las ciudades y las casas de los hombres en las que se peca y mata, y llenando la bóveda de los Cielos de voces que claman justicia.

Y habrá Justicia. Yo vendré porque soy fiel y veraz. Vendré a dar paz a los fieles y juicio santo a los vivientes. Vendré con mi nombre cuyo sentido tan solo es conocido por Mí y en cuyas letras están los atributos principales de Dios de quien soy Parte y Todo.

- Escribe: Jesús: Grandeza, Eternidad, Santidad, Unidad. 
- Escribe: Cristo: Caridad, Redención, Inmensidad, Sabiduría, Trinidad, Omnipotencia (de Dios condensada en el nombre del Verbo humanado). 

Y si te parece que falta algún atributo, piensa que la Justicia está comprendida en la Santidad, porque quien es santo es justo, la Realeza en la Grandeza, la Creación en la Omnipotencia. Por eso en mi Nombre están proclamadas las alabanzas de Dios.

Nombre santo cuyo sonido aterra a los demonios. Nombre de Vida que das Vida, Luz, Fuerza a quien te ama y te invoca.

Nombre que es corona sobre mi cabeza de Vencedor de la Bestia y de su profeta, que serán presos, clavados, sumergidos, sepultados en el fuego líquido y eterno cuya mordaz crueldad es inconcebible para el sentido humano.

Entonces será el tiempo de mi Reino en la Tierra. Por ello habrá una tregua en los delitos demoníacos para dar tiempo al hombre de volver a oír las voces del Cielo. Quitada de en medio la fuerza que desencadena el horror, descenderán como cascadas de Gracia, como ríos de agua celestes, de las grandes corrientes espirituales, para decir palabras de Luz.

Pero del mismo modo que a lo largo de los siglos no recogieron las Voces aisladas, comenzando por las del Verbo, que hablan del Bien, los hombres serán sordos, siempre sordos, - menos los señalados por mi signo, mis amigos dilectísimos dispuestos a seguirme - sordos a las voces de muchos espíritus, a las voces semejantes al rumor de muchas aguas que cantarán el cántico nuevo para guiar a los Pueblos al encuentro de la Luz y sobre todo a Mí: Palabra eterna. Cuando se haya cumplido la última tentativa, Satanás vendrá por última vez y encontrará seguidores en los cuatro rincones de la Tierra, y serán más numerosos que las arenas del mar.

¡Oh! ¡Cristo! ¡Oh! ¡Jesús que has muerto para salvar a los hombres! Solo la paciencia de un Dios puede haber esperado tanto, haber hecho tanto, y haber obtenido tan poco sin retirar a los hombres su don y hacerles perecer mucho antes de la hora señalada. Sólo mi paciencia que es Amor podía esperaros, sabiendo que, como arena que se filtra por una sutilísima criba, escasamente, alguna alma llegará a la gloria respecto a la masa, que no sabe, que no quiere filtrarse a través de la criba de la Ley, del Amor, del Sacrificio para alcanzarme.

Pero en la hora de la venida, cuando, como Dios, Rey y Juez, Yo venga para reunir a los elegidos y maldecir a los réprobos, arrojándoles allí donde el Anticristo, la Bestia y Satanás ya estarán para siempre, tras la suprema victoria de Jesucristo, Hijo de Dios, vencedor de la Muerte y del Mal, a estos elegidos que han sabido permanecer "vivos" en la vida, vivos en el espíritu, esperando nuestra hora de triunfo, les daré la posesión de la morada celeste, les daré a Mí mismo sin pausas y sin medida.

Aspira a esta hora, María. Llámala y llámame con todas las fuerzas de tu espíritu. He aquí, Yo vengo cuando un alma me llama. Junto al Amado que vio desde la Tierra la Gloria del Cordero, Hijo de Dios, la gloria de su y de tu Jesús, di, con cada latido de tu corazón: "Ven, Señor Jesús".


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Aclaraciones de la Vidente

[...] Al dictarme, Jesús me hace entender que cuando dice Tierra quiere decir mundo, tomado no como globo de polvo y de aguas, sino más bien, como unión de personas. No sé si lo sé explicar bien. Cuando dice Tierra quiere decir, diré así: ente moral, y cuando dice tierra quiere decir simplemente planeta compuesto de terrenos, de montes, de aguas. Culpable la primera, inocente la segunda.

Por eso puedo decir sin contradecirme que la sangre de los mártires ha llegado a ser veneno para la Tierra que la ha bebido (en sus habitantes) con ira sacrílega y la ha derramado (en sus potencias estatales) con abuso blasfemo de poder temporal; mientras que la tierra-globo, rotante en el espacio del éter, ha bebido con respeto y acogido con amor la sangre de los mártires y sus convulsiones agónicas, y las presenta, la una y las otras, al Eterno, pidiendo materna y piadosa, que no hayan sido derramadas y sufridas en vano y que se haga justicia de ellas.






martes, 22 de noviembre de 2016

MISA DE JESUCRISTO REY DEL UNIVERSO, OFICIADA POR MONSEÑOR WILLIE PEÑA EN LA PARROQUIA DE SANTA BERNARDITA DE PUERTO RICO


Monseñor Willie Peña, Párroco de la parroquia de
Santa Bernardita en Puerto Rico



MANDO AQUÍ EL LINK DE LA MISA DE CRISTO REY DEL 20 DE NOVIEMBRE DE  2.016 EN LA PARROQUIA DE SANTA BERNARDITA DE PUERTO RICO.

El sermón que se puede oír PULSANDO EL ENLACE DIRECTO AQUÍ ABAJO, ya que es una misa muy larga, es algo verdaderamente sobrecogedor, solo el Espíritu Santo puede hacer que un Sacerdote pueda hablar de esa manera. Creo sinceramente que este discurso sería censurado en Europa, donde ha penetrado el relativismo, por "osmosis inversa" hasta dentro de las Conferencias episcopales de cada País.

SI EN EUROPA HUBIESE SACERDOTES ASÍ, SE ACABARÍA LA TREMENDA CRISIS DE FE ACTUAL.










LA DESTRUCCIÓN DEL TEMPLO DE JERUSALÉN, ES LA CONSECUENCIA DEL RECHAZO Y DE LA MUERTE DEL MESÍAS POR CULPA DE LA JERARQUÍA RELIGIOSA DE ISRAEL



La destrucción del Templo Jerusalén por los romanos que provocó
la diáspora del Pueblo Judío


Cuando la aberración del Pueblo ha colmado la santa Paciencia de Dios, se produce entonces su intervención directa: es lo que ocurrió con el diluvio, con Sodoma y Gomorra, con la destrucción del Templo de Jerusalén, que ha desgajado la rama muerta del Pueblo Judío, que no ha querido reconocer a Jesús como el Mesías.

Ya se están vislumbrando las señales precursoras del fin del mundo con la venida del Anticristo, basta ver todas las guerras y persecuciones contra los Cristianos, el hambre y las enfermedades, la aprobación de leyes criminales como el aborto, o abominables como el matrimonio homosexual, la aparición de falsos profetas que predican un nuevo evangelio, intentando con el relativismo anular toda la tradición cristiana. 


¡Cayó la gran Babilonia!

Lectura del libro del Apocalipsis 18, 1-2. 21-23; 19, 1-3. 9ª



Yo, Juan, vi un ángel que bajaba del cielo; venía con gran autoridad y su resplandor iluminó la tierra. Gritó a pleno pulmón:

-«¡Cayó, cayó la gran Babilonia! Se ha convertido en morada de demonios, en guarida de todo espíritu impuro, en guarida de todo pájaro inmundo y repugnante! »

Un ángel vigoroso levantó una piedra grande como una rueda de molino y la tiró al mar, diciendo:

-«Así, de golpe, precipitarán a Babilonia, la gran metrópoli, y desaparecerá. El son de arpistas y músicos, de flautas y trompetas, no se oirá más en ti. Artífices de ningún arte habrá más en ti, ni murmullo de molino se oirá más en ti; ni luz de lámpara brillará más en ti, ni voz de novio y novia se oirá más en ti, porque tus mercaderes eran los magnates de la tierra, y con tus brujerías embaucaste a todas las naciones. »

Oí después en el cielo algo que recordaba el vocerío de una gran muchedumbre; cantaban:

-«Aleluya. La salvación y la gloria y el poder son de nuestro Dios, porque sus juicios son verdaderos y justos. Él ha condenado a la gran prostituta que corrompía a la tierra con sus fornicaciones, y le ha pedido cuenta de la sangre de sus siervos.» 
"Dichosos los invitados al banquete de bodas del Cordero." »
 Y repitieron:
-«Aleluya. El humo de su incendio sube por los siglos de los siglos.»
Luego me dice: 
-«Escribe:

 La gran Babilonia, simboliza a toda la Tierra, que se ha corrompido por todos los pecados de la humanidad, primero por la desobediencia a las leyes de Dios, poniendo las leyes y los apetitos desordenados del hombre, que están viciados por la herencia de Adán, en lugar de sus Mandamientos, que son perfectos y que son la fuente de felicidad en esta Tierra y en la Vida Eterna.

Estas leyes divinas están marcadas a fuego en la conciencia de cada ser humano, y también en la razón natural que nos indica que el egoísmo, y la falta de amor a nuestros semejantes, son la causa de las injusticias, son los dos testigos, que la Gran Babilonia ha matado, para satisfacer todos los vicios del hombre: Es la ley del más fuerte, la de “Quítate tú para que me meta yo”, produciendo el triunfo del más fuerte y la miseria del más débil.

La gran prostituta simboliza a toda la humanidad corrupta, que perseguía a los que son fieles a Dios, porque su santa obediencia denuncian sus malas obras, es la lucha encarnizada desde la derrota de Lucifer por el Arcángel San Miguel, que lo precipitó del Cielo a la Tierra, en donde actúa, como un depredador carroñero, para limpiar este mundo de las almas putrefactas, que no quieren volver al camino de Dios.

Su misión en esta Tierra, es parecida a la de las fieras salvajes es como los buitres y las hienas cuya misión es limpiar este mundo cada vez más corrompido de todas las almas contaminadas, que en la naturaleza material, son los animales enfermos, tarados o muertos, para dejar la tierra limpia de impurezas. En la naturaleza espiritual, ocurre una cosa similar, Satán y sus ángeles está encargados de limpiar este mundo sobrenatural de todas las almas impías que son las que tienen el alma putrefacta, enferma, tarada, o infectada por una enfermedad incurable.

Y de la misma manera que se entabló una lucha en el Cielo, y Lucifer y sus ángeles fueron precipitados a la Tierra para cumplir la misión de apartar a las almas corrompidas e insalvables, Dios intervendrá al final de los tiempos, cuando la humanidad entera esté ya corrompida, como ocurrió con El Diluvio y con Sodoma y Gomorra, para aniquilar lo que está podrido, y Salvar a los pocos justos que quedarán como ocurrió con Lot y Noé y su familia.

De la misma manera que en el Cielo intervino Miguel para apartar a los ángeles buenos de los malos, volverá a la Tierra para derrotar a la gran Ramera, hija de Lucifer, para precipitarla con los corruptos, idolatras, asesinos y todos sus seguidores al Infierno, y así quedará por fin toda la Creación terminada, Santa y limpia de todo pecado para disfrutar en el Reino eterno de Dios. Quedarán también por fin prisioneros en la Gehena, tanto los ángeles caídos, como sus hijos, los condenados para toda la Eternidad.


SALMO RESPONSORIAL 99, 2. 3. 4. 5 
  
R. Dichosos los invitados al banquete de bodas del Cordero.

Aclama al Señor, tierra entera,
servid al Señor con alegría,
entrad en su presencia con vítores. R.

Sabed que el Señor es Dios:
que él nos hizo y somos suyos,
su pueblo y ovejas de su rebaño. R.
Entrad por sus puertas con acción de gracias,
por sus atrios con himnos, dándole gracias
y bendiciendo su nombre. R.

«El Señor es bueno,
su misericordia es eterna,
su fidelidad por todas las edades.» R.

Este es el himno de alegría, de agradecimiento y de alabanza al Dios Todopoderoso, vencedor de las terribles fuerzas del mal, que han sido derrotadas para toda la eternidad. Se acabó para siempre el hambre, la sed, el sufrimiento, las envidias, los celos, la concupiscencia, los abusos, la mentira, será un Reino de perfección y de alegría inmensa, reino imperecedero, ante el cual, el mundo y todos sus atractivos aparecerán como pobreza y miseria.


EVANGELIO

Jerusalén será pisoteada por los gentiles, hasta que a los gentiles les llegue su hora.

Lectura del santo Evangelio según san Lucas 21, 20-28

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

-«Cuando veáis a Jerusalén sitiada por ejércitos, sabed que está cerca su destrucción. Entonces, los que estén en Judea, que huyan a la sierra; los que estén en la ciudad, que se alejen; los que estén en el campo, que no entren en la ciudad; porque serán días de venganza en que se cumplirá todo lo que está escrito.

¡Ay de las que estén encintas o criando en aquellos días! 
Porque habrá angustia tremenda en esta tierra y un castigo para este pueblo. 

Caerán a filo de espada, los llevarán cautivos a todas las naciones, Jerusalén será pisoteada por los gentiles, hasta que a los gentiles les llegue su hora. 

Habrá signos en el sol y la luna y las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, enloquecidas por el estruendo del mar y el oleaje. Los hombres quedarán sin aliento por el miedo y la ansiedad ante lo que se le viene encima al mundo, pues los astros se tambalearán.

Entonces verán al Hijo del hombre venir en una nube, con gran poder y majestad.

Cuando empiece a suceder esto, levantaos, alzad la cabeza: se acerca vuestra liberación.»


Esta es la descripción de la destrucción de Jerusalén, que Jesús describe con detalle, pero que también es una prefigura del fin del mundo, la primera parte parece referirse a la destrucción de Jerusalén por los romanos, tremendo castigo por no reconocer al Mesías, lo que ocasionó la diáspora de Israel.

El ¡Ay de las que estén encintas o criando!, se refiere, según San Juan de la Cruz a las almas que alberguen pecados o que estén practicándolos.

La segunda parte parece referirse al fin de los tiempos, con señales terribles en la naturaleza como cataclismos en el cielo, y estruendos en el mar, eso es la Señal del fin del mundo, cuando la naturaleza hecha por Dios para los hombres, en vista de su corrupción, se rebelará contra los impíos.

Para los elegidos será la señal de la venida inminente del Reino de Dios, y su liberación definitiva.




lunes, 21 de noviembre de 2016

CONTESTACIÓN A LAS ALMAS QUE SE CREEN ELEGIDAS POR DIOS, PARA REFORMAR LA DOCTRINA TRADICIONAL DE LA SANTA IGLESIA CATÓLICA.


Un soberbio nunca podrá comprender las Escrituras


Mensaje enviado a los soberbios, que como muchos protestantes, y algunos católicos se creen que al leer la Biblia, sin comprender su significado espiritual, van a alcanzar la Vida Eterna. Cuando estuve en Barcelona, trabajando de ingeniero, construimos en Cataluña una fábrica de papel llamada Capdevila-Tambar, cuya maquinaria estaba suministrada por Finlandia y los directores de mi Empresa, se trasladaron a ese País para firmar el contrato, los finlandeses fueron a celebrarlo en un Prostíbulo, y dijeron: vosotros como sois católicos, no podéis permitíroslo, nosotros Luteranos sí. ¡Y es que esos Protestantes se creen que diciendo que creen en Jesús, pueden permitirse todos los vicios porque tienen la Salvación asegurada!

Estos son los razonamientos típicos de los Soberbios, uno de ellos me preguntó en el Blog de una comunidad, lleno de desprecio a la Santísima Virgen María:


¿DÓNDE ESTÁ MARÍA LA QUE LE DICEN: “AVE MARÍA PURÍSIMA SIN PECADO CONCEBIDO” ? ¿POR QUÉ LA REINA DEL CIELO NO SE ENCONTRÓ DIGNA DE TOMAR EL LIBRO, CON LOS SIETE SELLOS DEL APOCALIPSIS, NI DE ABRIRLO, NI DE LEERLO, NI DE MIRARLO? 


Apocalipsis 5:1-13.


1. Y vi en la mano derecha del que estaba sentado en el trono un libro escrito por dentro y por fuera, sellado con siete sellos.

2. Y vi a un ángel fuerte que pregonaba a gran voz: ¿Quién es digno de abrir el libro y desatar sus sellos?

3. Y ninguno, ni en el Cielo, ni en la tierra ni debajo de la Tierra, podía abrir el libro ni verlo.

4. Y, lloraba mucho, porque no se había hallado a ninguno digno de abrir el libro, ni abrirlo, ni verlo.

5. Pero uno de los ancianos me dijo: no llores, mira que ha vencido el león de la tribu de Judá, la raíz de David, para abrir el libro y sus siete sellos.




CONTESTACIÓN AL HERMANASTRO DESCARRIADO,

que no admite que se venere a la Santísima Virgen María 



Pregunta infundada, digna de un soberbio, que siempre es un ciego espiritual, porque Dios no se comunica nunca con los soberbios. Son semejantes al proverbio que dice:"Eres como el maestro Ciruelo, que no sabía escribir y que fundo una escuela", lo que es lo opuesto a un alma humilde que tiene una visión perfecta de las cosas espirituales, ya que Jesús dijo: "Te agradezco Padre que hayas ocultado esas cosas a los sabios, que simbolizan a los sabios, que son los soberbios, y se las has revelado a los humildes, que son los pobres de espíritu".

Soberbios, que se toman por elegidos y enviados, y que quieren desmontar con su sola palabra, toda las enseñanzas de la Iglesia, predicada por los Apóstoles, avalada por los Santos Padres, y los Mártires que han sido confirmadas por su martirio, la tradición y el dictamen del todos los Doctores de la Iglesia, y aceptada por los Papas, depositarios de la Verdad, por las promesas de Jesús a Pedro y sus sucesores.

Esa pregunta está relatada en el Apocalipsis, donde se puede leer:

5- Pero uno de los ancianos me dijo: no llores, mira que ha vencido el león de la tribu de Judá, la raíz de David, para abrir el libro y sus siete sellos (Ap 5, 5).

Y es que solo Cristo podía abrir el libro escrito por dentro y por fuera, que contiene el conocimiento de los siete Espíritus de Dios enviados en misión por toda la Tierra, es decir de la esencia de la divinidad, escrito por fuera del libro, y cerrado por los siete sellos, libro que al estar escrito también por dentro, significa que la naturaleza de Dios, sus siete Espíritus, están escritos ocultos, por eso no se podía abrir lo que había dentro del libro, además de que por fuera ya están visibles en toda la Creación, hecha a imagen y semejanza de Dios.

Esos siete sellos que cierran el libro, ocultaban el conocimiento espiritual de la esencia de Dios, por eso, solo Jesús podía abrirlo, porque la llave de esos sellos, solo la poseía Él, para dárnosla a conocer por su Muerte y su Rescate, llave que abrió las puertas del Limbo y del libro del conocimiento místico de Dios, que estaba escrito por dentro, y que por eso no se no se podía leer.

Es una manera mística y por lo tanto oculta del conocimiento de Dios, que solo Jesús con su Pasión y Muerte podía abrir, y comunicar su contenido a los redimidos por Él, ya que permanecía cerrado desde el pecado de Adán y Eva.

María fue la Corredentora, porque fue ella que le dio a Jesús su carne y su Sangre. Fue también ella, muy a pesar de todas las sectas protestantes, que al dar a luz a su Hijo Jesús, también contribuyó indirectamente a poder leer el libro de los siete sellos que abrieron las puertas al conocimiento de la divina Misericordia de Dios, es decir a la Redención de la Humanidad y a la Vida Eterna.