MENSAJE DE LA VIRGEN MARÍA

DIJO LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA:

“QUIERO QUE ASÍ COMO MI NOMBRE ES CONOCIDO POR TODO EL MUNDO, ASÍ TAMBIÉN CONOZCAN LA LLAMA DE AMOR DE MI CORAZÓN INMACULADO QUE NO PUEDO POR MÁS TIEMPO CONTENER EN MÍ, QUE SE DERRAMA CON FUERZA INVENCIBLE HACIA VOSOTROS. CON LA LLAMA DE MI CORAZÓN CEGARÉ A SATANÁS. LA LLAMA DE AMOR, EN UNIÓN CON VOSOTROS, VA A ABRASAR EL PECADO".

DIJO SAN JUAN DE LA CRUZ:

"Más quiere Dios de ti el menor grado de pureza de Conciencia que todas esas obras que quieres hacer"


A un compañero que le reprochaba su Penitencia:

"Si en algún tiempo, hermano mío, alguno sea Prelado o no, le persuadiere de Doctrina de anchura y más alivio, no lo crea ni le abrace, aunque se lo confirme con milagros, sino Penitencia y más Penitencia, y desasimiento de todas las cosas, y jamás, si quiere seguir a Cristo, lo busque sin la Cruz".

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sábado, 14 de julio de 2018

EL TELESCOPIO QUE CAPTÓ LAS MARAVILLAS DE LA CREACIÓN, Y QUE CONFIRMA LA ETERNIDAD E INFINITUD DE DIOS, YA QUE LOS SERES SE CONOCEN POR SUS OBRAS





Dios, que parece ser un Dios escondido, está para los que saben verlo, presente en todo el Universo visible e invisible, se puede contemplar en todo mineral, vegetal y en toda la gran variedad de animales, y de seres vivos, que existen en nuestro planeta, y en los millones de mundos de otras galaxias, en los cuales nunca podremos acceder por las distancias siderales que nos separan de ellos. Hace poco salió la noticia de que se vio por los telescopios un planeta, a una distancia de su sol parecida a la de la Tierra, lo que significa que habría agua en estado líquido, que es necesaria para la vida, ¡pero para llegar allí, una nave viajando a 300.000 km por segundo tardaría 60.000 años en llegar! 

Y es que toda la Creación tiene la huella de Dios para los contemplativos, es un don de Dios que solo tienen algunas personas, que son las que aman a Dios con un Amor especial, que solo se activa en la soledad. San Juan de la Cruz explica que ese tipo de amor contemplativo y solitario, es semejante al que tienen algunos humanos con su pareja, que aunque no tengan en este momento ninguna relación íntima, solo se encuentran a gusto en soledad, no queriendo que haya presencia alguna que les es molesta.

Siendo Prior de Granada en el Carmen de los Mártires, el Santo dispersaba a sus frailes por el campo, desde donde se divisa toda la magnífica vega de Granada, con sus impresionantes vistas a Sierra Nevada, apartando a los frailes de sus compañeros,  los llevaba en el campo y les decíales decía: "Alabad y contemplad a Dios aquí en soledad".

El día 4 de Enero de 2.017, ha aparecido una noticia que informa que los astrónomos han descubierto una nueva galaxia, de tipo poco común que está a ¡¡359 millones de años luz de la tierra!!, es decir que una nave circulando a 300.000 kilómetros por segundo, tardaría 359.000.000 de años en llegar. Este dato es una demostración tajante de que Dios es Todopoderoso, Infinito, y Eterno.



Del Evangelio tal como me ha sido revelado 
de María Valtorta


Dice Jesús:

[...] Justo es santificar las fiestas y alabar al Señor en los lugares de oración, más toda la Creación puede ser un lugar de oración si la criatura sabe convertirla en eso con su elevación hacia el Padre. Lugar de oración fue el arca de Noé, a la deriva sobre las olas; y el vientre de la ballena de Jonás; lugar de oración fue la casa del Faraón cuando José vivió en ella; y la tienda de Holofernes para la casta Judit. ¿Y no era, acaso, sagrado para el Señor el lugar corrompido en que, esclavo vivía el Profeta Daniel; sagrado por la santidad de su siervo, que santificaba el lugar, hasta el punto de merecer las altas profecías de Cristo y el Anticristo, clave de estos momentos y de los últimos tiempos? 

Pues con mayor razón será santo este lugar que, con los colores, los perfumes, la pureza del aire, la riqueza de los cereales, las perlas del rocío, habla de Dios Padre y Creador y dice: “Creo; quered creer vosotros, pues de Dios damos testimonio”. Sea, por tanto, la Sinagoga de este sábado; leamos en ellas las páginas eternas escritas sobre las corolas y las espigas, teniendo como sagrada lámpara el Sol.

He nombrado a Daniel. Os he dicho: “Sea este lugar nuestra sinagoga”. Esto trae a la memoria el gozoso “Benedicite” de los tres santos jóvenes entre las llamas del horno: “Cielos y aguas, rocío y escarcha, hielos y nieves, fuegos y colores, luces y tinieblas, relámpagos y nubes, montes y colinas, todo vegetal nacido, pájaros, peces, animales todos, alabad y bendecid al Señor, junto con los hombres de humilde y santo corazón”. Este es el resumen de este Canto que tanto enseña a los humildes y santos. Podemos orar y merecer el Cielo en cualquier lugar.

Lo merecemos cuando hacemos la voluntad del Padre, que es cumplir con el primer mandamiento de amar a Dios con todo nuestro ser, ya que amar al prójimo como a uno mismo es un corolario del amor verdadero a Dios. 





EL COSMOS ES LA IMAGEN DE DIOS



            La visión del Cosmos de María Valtorta, relatada de una manera humana, es por eso algo siempre imperfecta, a pesar de la ciencia infusa que le comunica Jesús. A ese efecto, la vidente relata la trayectoria de algunos astros o cometas, que tienen trayectorias rectas, que se deslizan como serpientes, o que tienen recorridos sinuosos. Esto parece contradecirse con la Ciencia, que dice que la trayectoria de los astros sigue siempre una trayectoria de una curva cónica como puede ser una parábola, una elipse o una hipérbola.

           Por esa razón, interviene ahora Jesús, explicando de una manera racional y exacta, sin que la Ciencia humana pueda contradecir alguna de sus palabras, lo que demuestra de una manera inequívoca que es realmente Él el que habla, y que es el autor de todo lo que existe en el Universo, además, explica de una manera clarísima, la diferencia tan abismal que existe entre la Creación material, perecedera, y en contigua agonía por el gasto y la depreciación de la materia, y el mundo espiritual, indegradable y eterno.

          Esto es lo que explica tan bien S, Juan de la Cruz, cuando dice: toda la belleza del mundo, comparada con la belleza de Dios es suma fealdad, toda la Ciencia, suma ignorancia, toda la riqueza, suma pobreza, y toda la gracia suma desgracia. El mundo pues al ser la imagen de Dios, es como un espejismo, que refleja de cierta manera al Creador, pero es como un mundo virtual, que está pero que no existe, ya que un día desaparecerá, mientras que Dios y la Creación espiritual permanecerán para siempre. Está escrito en la Epístola: Nadie vio, nadie oyó, ni cayó en mente humana lo que Dios tiene reservado para sus elegidos”

        El mundo es pues un sueño de Dios, que se produce el séptimo día de la Creación, que es cuando Dios descansó, y digo que es un sueño, porque cuando soñamos, se producen acontecimientos en los cuales no interviene nuestra voluntad.

        En cierta manera el mundo es también una mentira, porque el reloj, indicando la hora miente continuamente, mientras que en la Eternidad, que es el “Medio día”, como lo dice S. Juan de la Cruz, citando el Cantar de los Cantares de la Biblia, el reloj está parado y por eso no miente nunca. Esta mentira del mundo, que es el tiempo, necesario para la recreación del alma, permite por eso la presencia de Satanás, que es el Padre de la mentira, y que es necesario para esa recreación, ya que es el catalizador que separa los dos componentes que son el bien y el mal presentes en cada ser humano.



ACLARACIÓN DE JESÚS SOBRE LA VISIÓN
 DEL COSMOS

De los cuadernos de María Valtorta (19-12-1.944)



Dice Jesús:
“Y ahora Yo te hablo:
Te he mostrado solamente un ángel, un simple ángel. No era un serafín, un querubín, ni un arcángel. Era solo un ángel, diría que era el más pequeño, y te lo he mostrado para hacerte comprender que es un ángel común en las filas que exultan en el Cielo. Y has visto cómo su luz, que otorga un cuerpo etéreo a su esencia hecha solo de espíritu, ha ofuscado la luz de todos los astros juntos.

Con el deseo de mi Pensamiento, he llamado a un ángel y ha venido desde el más lejano Empíreo, y entre mi llamado y el momento en que se ha postrado a mis pies, no ha pasado ni siquiera una fracción de tiempo que llamáis segundo.

He querido esto para demostrarte cómo, los que creen ser sabios porque conocen los dogmas de la ciencia humana, no siempre exactos y nunca completos, y se creen dueños de un océano de luz, de verdad y de belleza, en realidad, poseen solo una partícula de los mismos, y para colmo, unida a muchas escorias.

Has dicho: “¡Cuántos misterios hay aquí arriba!”. Es así, ¡oh estrellita de tu Maestro! La vida no se detiene en esta creación. No se detiene en ninguna parte de ella. Y no se detendrá hasta que Yo haya dicho: “¡Basta!” y cambie, como está establecido en mi Pensamiento, los aspectos y las leyes que hace miles de siglos he dado a la Vida.

Vida es la del éter, que con su ligera solidez facilita la carrera de los astros y sostiene su peso y que con su composición y frigidez permite la perfección cada vez mejor de los mismos hacia ese límite máximo que he establecido para cada vida. Aquí se obedece mi voluntad. Vida es la de los astros y planetas que, partiendo de nebulosas que podíamos llamar fetos de astros formados en el amplio seno del éter, van solidificándose lentamente, se nutren como voraces bocas del mismo modo que un niño arrebata alimento y zumo del seno de la nodriza. 

La misma insomne carrera de todas estas vidas estelares permite al fluir de ellas de moléculas – gases y metales – que encienden las nebulosas y en el fuego se funden con el núcleo primitivo y se hacen cada vez más concretas y, al final, la llama se convierte en fuego y el fuego en astro. Se suceden esponsales y nacimientos, nacimientos y esponsales, y muerte de astros longevos que, al disgregarse en la última convulsión vital, se hacen núcleos de otras vidas, latentes en el gran río de la Galatea. No hay una siquiera que no tenga una misión de amor también para vosotros, que estáis lejos, a distancias de miles de millones de kilómetros; para vosotros que estáis aún más lejos, porque ya no sabéis “ver” con los ojos de hijos de Dios.

Te he mostrado ese polvo de astros, que es polvo respeto al fulgor de mi ángel. Más, ¡oh pequeña hija a quien alzo los velos del misterio para hacer olvidar la Tierra y enamorarse de cada vez más de mi Patria!, ¿Cómo hemos de llamar el polvo de los que son grandes solo en cuanto al orgullo, de los que llevan el nombre de hombre?

¿A esos podría decirles: “Mirad”? No, pues no verían. Y no creerían aunque les hiciera ver por un milagro de Mi Potencia. Han masticado el pan y el fruto de su soberbia y de la ciencia humana. Y se han enloquecido. Di y doy páginas de verdad y de santidad. Más, para muchos, caen por los suelos como briznas de mísera paja. Los “hombres” – démosles el título de nobleza de acuerdo con el concepto que ellos tienen – no se cuidan de estas palabras.

“Hombre” debería querer decir: “hijo de Dios, hecho a imagen y semejanza del Padre en los pensamientos, en los afectos, en los actos, en los impulsos, en los deseos”. Los hijos son así. En cambio, actualmente “hombre” significa “el animal más soberbio, más vacuo, más cruel, más fútil, más contrario a Dios”. Cree serlo todo. Es una nada. Lo es porque es solamente “hombre” y ya no es más “Hijo de Dios”.

¿Dónde está el espíritu del hombre? ¿Quién lo posee aún?

Hija, dejemos a estos infelices librados a su triste suerte, a la que intentamos arrebatares con el Amor. Solo el Amor puede lo que ninguna otra cosa puede. Más, aún que sea “potente”, a menudo queda impotente porque choca contra una soberbia que permanece impertérrita ante todos los ataques del Bien. 

Se creen dioses porque tienen en los labios el agresivo fruto del saber humano. Adán que se perdió por querer conocer, por querer conocer para convertirse en “dios” (Gn 3, 1-7), no muere. Sus tendencias renacen en cada uno de los hombres.

Ven. Que a los Hijos de la Luz, a los Hijos de Dios, sea dado el pan y el fruto de la Verdad y la Sabiduría, que no se refieren solo a lo que es inherente a Dios, sino también a todo lo que existe en el Universo, puesto que todo vino de Dios.

Aspira al Cielo. Aquí ya no habrá disonancias entre ti y los que estén a tu lado. Aquí, ya no habrá contrastes entre tu desear y tu tener. Aquí descansarás feliz y regocijada. Aquí me tendrás… Si el tenerme en medio de las constricciones de tu condición de ser viviente en la Tierra te proporciona el gozo que te exalta, considera qué significará tenerme ya sin más límites.

La vida pasa. El Cielo llega. El dolor muere. La bienaventuranza permanece. Los que me amaron y me sirvieron serán las estrellas eternas cuando todos los astros hayan muerto en el final de la Creación. Serán mis estrellas…”.




lunes, 9 de julio de 2018

ESTE MUNDO EN DONDE ESTÁN MEZCLADOS EL MAL Y EL BIEN, SE HA CREADO POR DIOS PARA SEPARAR ESOS DOS COMPONENTES,





Solo el pecado mortal, cuya denominación se ha cambiado hoy día por "pecado grave", para querer aparecer como muy tolerantes, borra el nombre del que lo comete del libro de la Vida. Es la peor desgracia que le puede sobrevenir a un ser humano, ya que estar fuera de Dios, es vivir en las tinieblas eternas, siendo esclavo de Satanás, al recibir la maldición de Dios Todopoderoso.

Blanca de Castilla, madre de San Luis Rey de Francia, le decía: "Prefiero verte muerto, antes que verte cometer un pecado mortal".
El santo Cura de Ars, como lo relata monseñor Trochú en el libro sobre su vida, hablaba a menudo en sus predicaciones del Infierno, cuando hoy día la gran mayoría de los predicadores lo ignoran, o si no lo niegan porque saben que es un dogma, dicen que ¡está vacío, por la gran misericordia de Dios! El Santo Cura de Ars, en sus prédicas dejaba a la asamblea espantada, cuando hablaba del Infierno clamando a lágrima viva: "¡ser malditos de Dios por toda la eternidad! ¡ser malditos de Dios! ¡qué horror!".

Y ese es el gran drama actual que no han sabido, ni querido evitar muchos miembros de la Iglesia que siempre han querido adaptarse a la mentalidad de la sociedad, cuando es la sociedad que tiene que adaptarse a la Iglesia. Así, como lo relata Daniel Rops en su extensa obra titulada "Histoire de l´Eglise", en la Edad Media los que querían quemar vivos a los herejes, eran los ciudadanos, que quemaban las barbas de los condenados por la Inquisición, cuando iban en procesión por las calles con los sambenitos.  

Naturalmente, la Sociedad actual que pone en plan de igualdad al pecado y a la virtud, o incluso, coloca por delante al pecado como es el caso de la homosexualidad o la transexualidad, ahora pinta a la Iglesia como la gran culpable de las barbaries de esa Inquisición. Pero esos "maestros" de la Iglesia no escarmientan, como esta sociedad no puede comprender el Infierno, dicen que no existe o que está vacío, como me dijo el Señor arzobispo, ya que según él un Padre no puede mandar a un hijo suyo al Infierno, ignorando lo más elemental de la doctrina cristiana, que la filiación divina se adquiere en este mundo volviendo a renacer, y matando y enterrando el hombre viejo, como así lo dijo Jesús a Nicodemo.

El pecado gravísimo de los predicadores que niegan el Infierno o que dicen que está vacío, es que nunca se pueden preocupar y sufrir amargamente por ver a sus prójimos hundidos en el pecado y el vicio, y pensar que pueden condenarse y para intentar evitarlo, luchar con la oración, el sacrificio y sobre todo con el ejemplo para salvarlos de tan espantoso destino. 

Además, lo más grave es que hacen completamente inútil el Sacrificio Redentor de Jesús, ya que si todos somos hijos de Dios por haber sido creados por Él, la terrible Pasión de Jesús y la de tantos mártires que murieron para salvar su fe al no querer renegar de ella, ha sido completamente inútil. 





sábado, 7 de julio de 2018

PALABRAS DEL PAPA BENEDICTO XVI EN 2.015: LA MARCA DEL DIABLO


El gran Teólogo Papa Benedicto XVI  




Muchísimas veces, me pregunté cual hubiera sido mi fe y mi comportamiento, si hubiera sido Judío, y si hubiera vivido en los tiempos de la aparición de Jesús en mi Patria, Israel.

Si hubiera sido un Judío practicante, habría conocido los libros del Pentateuco, en donde se relata no solo la Creación, pero toda la historia de Israel, desde los Jueces, hasta los Reyes, y los Profetas. Y hubiera leído como mi Patria, había sido muchas veces fiel a los mandamientos de Yahveh, por lo cual gozaba de paz y prosperidad, y muchas otras veces, se había olvidado de sus leyes, y había caído en la aberración, y en la idolatría, por lo cual Yahveh la había castigado con la Invasión de los pueblos paganos, que los masacraban y deportaban.

También estaría enterado de que todos los Profetas y los Fariseos, los Escribas y los Sacerdotes actuales pregonaban, que era la Venida de un Mesías que iba a restablecer la supremacía de Israel, como en los tiempos de Salomón, y que iba a vencer a todos sus enemigos, y proclamar un Reino invencible y soberano, que sometería bajo su poder a todas las otras Naciones. 

Esa creencia era no solo conocida, ya que estaba anunciada por todos los Profetas, pero también estaba deseada, debida a la cruenta y despreciada ocupación romana, pueblo pagano por excelencia que creía y adoraba a una multitud de dioses del Olimpo, todo eso era una  dificultad añadida para creer en Jesús, ya que Él no era partidario de oponerse a los invasores por la fuerza, como así había ocurrido en la historia de Israel. 


En estos comentarios de Benedicto XVI, hallamos explicada esa dificultad para poder entender las palabras espirituales que los Fariseos no podían comprender, porque eran seres puramente "animales", y sobre todo soberbios, porque no poseían el don de Dios que ilumina a las almas.


Aquí está pues demostrado que las Sagradas Escrituras no se pueden entender sin una gracia especial de Dios, lo que hace que el que no tenga virtud, en especial la humildad, no pueda comprender el lenguaje espiritual, aunque conozca perfectamente la Biblia. Este es el drama de los Protestantes, y de muchos teólogos Católicos modernos, que saben hebreo, griego y latín, del tipo de Hans Kung. pero que por su soberbia nunca podrán interpretar y comprender el lenguaje espiritual de las Sagradas Escrituras.


Otra cosa que impedía a los Fariseos y a los Doctores de la Ley Judía, creer en Jesús, era su nacionalismo exacerbado, así hemos visto en el país Vasco español, ciertos Obispos, negar ceremonias de funerales a las víctimas del terrorismo, y celebrarlas para los asesinos. Era el caso de un cierto Obispo vasco llamado Monseñor Setién.


Se puede pues afirmar que Jesús fue condenado por los nacionalistas Judíos, que no soportaban un Mesías que toleraba la ocupación romana en Israel. Desgraciadamente para ellos, fueron duramente castigados, esto les costó la destrucción de Jerusalén y del Templo, la masacre de gran parte del Pueblo y la diáspora. Dios paga a los pecadores con la misma manera, al no querer reconocer a Jesús por su nacionalismo exacerbado, les fue quitada su Nación de la cual estaban tan orgullosos.




La marca del Diablo
(Del Papa Emérito Benedicto XVI)


"Los domingos pasados meditamos el discurso sobre el “Pan de Vida” que Jesús pronunció en la sinagoga de Cafarnaúm después de alimentar a miles de personas con cinco panes y dos peces. Hoy, el Evangelio nos presenta la reacción de los discípulos a ese discurso, una reacción que Cristo mismo, de manera consciente, provocó. Ante todo, el evangelista Juan – que se hallaba presente junto a los demás Apóstoles – refiere que “muchos de sus discípulos se echaron atrás y no volvieron a ir con Él” (Jn 6, 66) ¿por qué? porque no creyeron en las palabras de Jesús que decía: “Yo soy el pan vivo bajado del Cielo, el que coma mi carne y beba mi sangre vivirá para siempre "(Jn 6, 51-54); ciertamente, palabras en ese momento difícilmente aceptables, muy difícilmente compresibles. 

Esta revelación – como he dicho – les resultaba incomprensible, porque la entendían en sentido material, mientras que en esas palabras se anunciaba el misterio Pascual de Jesús, en la que Él se entregarí­a para la salvación del mundo. La nueva presencia en la sagrada Eucaristía.

Al ver que muchos de sus discí­pulos se iban, Jesús se dirigió a los Apóstoles diciendo: "¿También vosotros queréis marcharos?”. Como en otros casos, es Pedro quien responde en nombre de los otros: “Señor, ¿a quién iremos? – también nosotros podemos reflexionar. ¿a quién iremos? – Tú tienes palabras de vida eterna: nosotros hemos creí­do y sabemos que tú eres el Santo de Dios” (Jn 6, 68- 69) (…)

Por último, Jesús sabí­a que incluso entre los doce Apóstoles, habí­a uno que no creí­a: Judas. También Judas pudo haberse ido, como lo hicieron muchos discí­pulos; es más también tenía que haberse ido si hubiera sido honrado. En cambio, se quedó con Jesús. Se quedó, no por fe, no por amor, sino con la secreta intención de vengarse del Maestro.

¿Por qué? porque Judas se sentía traicionado por Jesús, y decidió que a su vez lo iba a traicionar. Judas era un Zelote, y querí­a un Mesías triunfante, que guiase una revuelta contra los romanos. Jesús había defraudado esas expectativas. El problema es que Judas no se fue, y su culpa más grande fue la falsedad, que es la marca del Diablo. Por eso Jesús dijo a los Doce: “Uno de vosotros es un Diablo” (Jn 6, 70).

Pidamos a la Virgen María que nos ayude a creer en Jesús, como San Pedro, y a ser siempre sinceros con Él y con todos".





martes, 3 de julio de 2018

MISA DEL PADRE WILLIE DEL 3/7/2.018, ALABANDO AL MISTICISMO MUSULMÁN, Y A LOS QUE REZAN PÚBLICAMENTE EN EL AEROPUERTO


Ma Angeles CarrerasEl misticismo, dice San Juan de la Cruz significa amor a Cristo, los mahometanos no son mi


Ma Angeles Carrerasno son místicos, su religión no considera el Amor a Dios, son solo sumisión a los mandatos del Corán que en todos sus escritos no habla del amor, como he leído, son solo obligaciones.

Ma Angeles CarrerasRezar en una alfombra en medio de la gente es farisaico, dijo Jesús cuando reces enciérrate en tu cuarto en donde Dios solo te ve,. las oraciones públicas son casi siempre soberbias.


Ma Angeles CarrerasLos musulmanes han degollado miles de personas por el hecho de ser cristianos, arrodillados en el borde del mar, dejando viudas y huérfanos, según precepto del Corán.

Ma Angeles CarrerasSi un cristiano hubiera matado a un musulmán, el mundo entero y los Sacerdotes hubieran clamado, es la doble vara de medir.

lunes, 2 de julio de 2018

ESTE MUNDO ES UN VALLE DE LÁGRIMAS, YA QUE TODO LO QUE MÁS QUEREMOS ESTÁ EN PERPETUA AGONÍA, Y TERMINA CON LA MUERTE.

POR ESTA PUERTA SOLO ENTRAN LOS QUE HAN
 VENIDO DE LA GRAN TRIBULACIÓN



Cuentan que una persona llamó por error a una empresa mortuoria, preguntado si había llegado un tal D. Juan Sánchez. El enterrador le dijo: "¡No ha llegado todavía, pero no tenga cuidado, ya llegará tarde o temprano!".
Existe también una analogía entre el mundo material y el mundo espiritual, esta analogía que puede ser de muy diversas maneras, trataremos aquí de verla con lo que ocurre en el mundo vegetal, sometido a las acciones de la naturaleza. 
Los árboles y las plantas fueron creadas por Dios en el tercer día de la creación, para servir de sustento a los hombres, y así ser la imagen perfecta de los atributos del Creador, que son la Justicia y la Misericordia, ya que los árboles dan fruto según su semilla, y los vegetales sirven para alimento de toda criatura animal y humana. 

Ahora bien, para que los árboles y los vegetales puedan desarrollarse, necesitan unas condiciones climáticas adecuadas: la lluvia y el sol, en caso contrario, no pueden llegar a término, y si logran sobrevivir, sería en unas condiciones raquíticas y miserables. De la misma manera, el alma necesita unas condiciones adecuadas para desarrollarse, la similitud con el reino vegetal, es evidente: la lluvia, representa las pruebas que manda Dios a cada alma que quiere salvar, pruebas que como dice el San Juan de la Cruz, son proporcionales a su grado de imperfección, y también al grado de gloria hacia donde Dios la quiere llevar. 

Pero esas pruebas, que son necesarias para la salud del alma, y para que esta nunca se olvide de su Creador, tienen también que ser complementadas por las alegrías, que están simbolizadas por el sol, que son la Sagrada Eucaristía, y la divina Gracia, que le infunde calor y alegría. En efecto, las plantas, sometidas a una lluvia constante, y a un frío prolongado, acabarán por ahogarse y pudrirse, de la misma manera las almas sometidas a pruebas y sufrimientos constantes, acabarían por decaer y alejarse del camino trazado por Dios. 

Por otra parte, una planta sometida a una exposición continua de un sol implacable, acabaría marchitándose, quemándose y muriendo. Igualmente el alma sometida a un placer constante acabaría engolfándose en el vicio y la perdición, y huyendo de todo sacrificio, se olvidaría de su Creador y de sus hermanos, pecando contra el primer mandamiento del Amor. 

Por esa razón, Dios alterna las penas con las alegrías, en la dosis que su soberana inteligencia cree conveniente, y así, el alma, que siempre es libre, si acepta todas esas pruebas sin acritud, viendo en todo la mano de Dios, que solo llaga para curar, y alegra para reconfortar, podrá crecer en la Virtud, hasta alcanzar la purificación y el renacer a la vida de Dios, y ser heredera de su fabuloso Reino Eterno, como así lo explica tan bien San Juan de la Cruz en sus escritos místicos. 

Sabiendo esto, Satán y sus siniestros ministros, los enemigos de Dios, intentan por todos los medios, o bien aumentar las penas, infundiéndole rencor y odio, para que el alma caiga en la desesperación y se aleje definitivamente de Dios, o bien que se engolfe en los placeres del mundo, para olvidar a su Sublime Redentor y a su prójimo, incumpliendo así el primer mandamiento de la Ley de Dios, para que se le cierren las puertas del Cielo. 

DICE EL QUE ATESTIGUA TODO ESTO: SI, ESTOY A PUNTO DE LLEGAR ¡AMÉN! ¡VEN, SEÑOR JESÚS! QUE LA GRACIA DE JESÚS EL SEÑOR, ESTÉ CON TODOS. (Ap. 22-20,21).





sábado, 30 de junio de 2018

VII/ JESÚS NOS ENSEÑA A MORIR: TODO SE HA CUMPLIDO, EL HOMBRE HA LLEGADO A SU DESTINO ETERNO


CRISTO MUERTO HA TERMINADO SU MISIÓN EN LA TIERRA.
AHORA SE ESTÁ CUMPLIENDO LA NUESTRA


A la hora de la muerte, el hombre ha perdido su libertad para siempre, ya no puede ni merecer más, ni pecar más, solo puede aumentar su Amor y su felicidad si pertenece a Dios o aumentar su odio y su desgracia si pertenece a Satanás.

"Todo se ha cumplido", palabras pronunciadas por Jesús en la Cruz, poco antes de expirar, y después de haber cumplido con la misión que de toda la eternidad Dios Padre le había encomendado, y que había sido anunciada por todos los Profetas desde Moisés, que era la de traer su Espíritu de Pobreza en esta Tierra, que es el que abre la abundancia en el Cielo, está simbolizado por el humilde nacimiento de Jesús en el Portal de Belén. 

Y también el Espíritu de Misericordia, que es el perdón, fruto del Amor, solicitado a Dios para los que nos han ofendido, es lo que ocurrió en la Cruz, cuando Jesús dijo "Padre, perdónales porque no saben lo que hacen" esa Justicia hace que se nos perdone a nosotros nuestros numerosisimos pecados. Son las dos llaves que nos transforman por fin en Hijos de Dios, y que abren de par en par las puertas del Cielo.

Estos dos Espíritus, son opuestos y contrarios a los espíritus de Satanás: El hedonismo, que es el disfrute desenfrenado de todos los bienes de la Tierra, que trae la pobreza en el más allá, y el resentimiento, fruto del odio que hace que Dios no nos pueda perdonar, ya que decimos en el Padre nuestro: “Perdónanos nuestras deudas como nosotros perdonamos a nuestros deudores”. Estos, el hedonismo y el odio también, son las dos llaves que a su vez transforman a estas almas en hijos de Satanás, Y abren de par en par las puertas del Infierno 

 Y aquí, reproduzco la sorprenda frase de San Juan de la Cruz. Jesús al morir en la cruz, torturado y vilipendiado, abandonado por casi todos sus Apóstoles, hizo muchísimo más que en toda su vida pública durante 3 años de predicaciones, de fabulosos milagros. Y es porque en ese momento, fue cuando reconcilió el Genero humano con Dios.  


            VII/ “Todo está cumplido”.
           (De los cuadernos de María Valtorta)

          Se han cumplido todas las renuncias todos los sufrimientos, todas las pruebas, las luchas, las ofrendas, las pruebas, todo. No queda más que presentarse a Dios. El tiempo concedido a la criatura para convertirse en un dios, y a Satanás para tentarla, se ha cumplido. Cesa el dolor, cesan las pruebas, cesa la lucha. Quedan solamente el Juicio, la amorosa purificación o llega, con la suprema felicidad, la inmediata morada del Cielo. Pero todo lo que es Tierra, lo que es voluntad humana, termina.

           ¡Todo se ha cumplido! Se ha cumplido la palabra de la total resignación del jubiloso reconocimiento de haber terminado la prueba, y consumado el holocausto. No contemplo a los que mueren en pecado mortal, los que me dicen: “todo se ha cumplido”, aunque lo dicen porque eso les parece a ellos, y va acompañado con un grito de victoria y un llanto de dolor, el victorioso ángel de las tinieblas y el vencido ángel custodio.

         Yo hablo a los pecadores arrepentidos, a los buenos cristianos o a los héroes de la Virtud. Ellos, cuyo espíritu es cada vez más vivo a medida que la muerte se apodera de la carne, murmuran o gritan, resignados o jubilosos: “Todo se ha cumplido”. Termina el sacrificio. ¡Tómalo para mi expiación! ¡Tómalo para mi ofrenda de amor!” Así dicen su penúltima palabra los espíritus, ya sufriendo la muerte por ley natural o bien ofreciéndola como voluntario sacrificio como almas víctimas. Más, tanto las unas como las otras, una vez que llegan a liberarse de la materia, reclinan el espíritu en el pecho de Dios, y dicen: “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu”.

       ¿Sabes, María lo que significa expirar con esta elevación, verdaderamente viva en el corazón? Es expirar en el beso de Dios. Hay muchas preparaciones para la muerte. Más, cree en mis palabras, ésta en su simplicidad, es la más santa”.

        Jesús me dictó esto a las 12 cuando, una vez terminada la visión que se me presentó en las primeras horas de la mañana, yo creía haber terminado de escribir y, con gran esfuerzo, pero también por necesidad, me había puesto a coser para preparar la ropa de la casa. Dejé de lado el dedal y la aguja y volví a tomar la pluma. Y, dada la suma gravedad de mi estado, recibí como un verdadero y precioso don esta preparación para la muerte.

         

viernes, 29 de junio de 2018

VI/ JESÚS NOS ENSEÑA A MORIR: ¡DIOS MÍO, DIOS MÍO! ¿POR QUÉ ME HAS ABANDONADO?




"¡Eloi, Eloi, lamma sebacteni!"


Grito desgarrador de Jesús en la Cruz, para enseñarnos como y por qué tenemos que llamar al Padre a la hora de la agonía. Es la llamada de un hijo de Dios, angustiado en la hora tremenda, que Dios permite para que el alma, estando ya vacía de todas las ataduras del mundo, y perfectamente limpia de todos los apetitos que le impedían la divina unión, sea ahora capaz de recibir en sus “profundas cavernas del sentido”, hechas para contener a Dios, y que nunca estarán colmadas y por tanto satisfechas, hasta que estén llenas de Dios, como así lo explica San Juan de la Cruz, esa inmensidad de Dios, solo puede entrar, cuando esas cavernas están limpias, ya que Dios no se une nunca cuando hay suciedad en ellas.

El pecado original de Adán, había sido cometido por un hombre, que había desobedecido la orden dada por Dios, y por eso atrajo las consecuencias desastrosas para toda la humanidad. Ese pecado, por razones de Justicia solo podía ser reparado por otro hombre; Jesús que es Dios y hombre verdadero, tenía que ser abandonado por Dios para que en el momento de la Redención sea solo hombre, La Pasión desde la oración en el jardín de los olivos, hasta la Cruz fueron los momentos que escogió Satanás para tentarlo, como hizo con Adán en el Edén, si Jesús caía bajo sus insidias que trataban de convencerle de que su Sacrificio sería vano para salvar a esa Humanidad, entonces la Rebelión de la humanidad no hubiera tenido perdón de Dios y todas las hordas Satánicas serían redimidas de su horrible pecado que se produjo cuando dijeron a Dios "¡Non serviam!".

Fue ese abandono del Padre lo que colocó en ese momento a Jesús con solo su naturaleza humana y también fue el momento más importante de la Redención ya que derrotó completamente a Satanás, y sentenció para siempre su derrota, lo que provocó la alegría desbordante de todos los santos del Limbo y el grito de horror y desesperación de todos los demonios en el Infierno.  

          

            Dice Jesús:

           A veces nos parece que el Padre nos ha abandonado. Solo se ha escondido para aumentar la expiación y otorgar un perdón mayor. El hombre, que infinitas veces abandonó a Dios, ¿puede lamentarse airadamente por ello? ¿Y debe desesperarse porque Dios le somete a una prueba?

        ¡Cuántas cosas, diferentes de Dios, habéis puesto en vuestro corazón! ¡Cuántas veces habéis sido indiferentes hacia Él! ¡Con cuántos medios le habéis rechazado y apartado bruscamente de vosotros! Habéis colmado vuestro corazón con toda clase de cosas. Luego, lo habéis guarnecido con rejas y cerrojos porque temíais que si entrara Dios, habría podido molestar vuestra apática inmovilidad y purificar a su templo, echando de él a los usurpadores. Mientras fuisteis felices, ¿Qué os importaba tener a Dios? Decíais: “Ya lo poseo todo porque me lo merecí”. ¿Y acaso, cuándo erais felices, no huisteis de Dios, echándole la culpa de todos vuestros males?

            ¡Oh, hijos injustos que bebéis el veneno, que entráis en los laberintos, que os precipitáis en los abismos o en los nidos de serpientes y otras fieras, y luego decís: “Dios tiene la culpa”!, si Dios no fuera Padre, si no fuera un Padre Santo, ¿Qué tendría que responder a vuestros lamentos en las horas dolorosas, si en las horas felices le habéis olvidado? ¡Oh, hijos injustos que, aun teniendo infinitas culpas, queríais ser tratados como no fue tratado el Hijo de Dios en la hora del holocausto!, decid, ¿Quien fue el más abandonado? ¿Acaso no fue Cristo, el Inocente. El que para salvar, aceptó el abandono absoluto de Dios, tras haberle amado activamente siempre? ¿Acaso no tenéis también vosotros el nombre de cristianos? ¿Acaso no tenéis el deber de salvaros a vosotros mismos?

             No hay salvación en la sombría apatía que se complace en sí misma y teme ser molestada acogiendo al Activo. Entonces, imitad a Cristo profiriendo este grito en el momento de mayor angustia. Más, haced que el grito tenga el acento de la mansedumbre y de la humildad, sin tener tonos de blasfemia o de reproche.

          ¿Por qué me has abandonado, si sabes que sin Ti, no puedo hacer nada? Ven, ¡oh Padre!, ven a salvarme, a darme fuerzas para salvarme a mí mismo, porque los estrujones de la muerte son terribles y el Adversario aumenta a propósito su intensidad y silba en mis oídos que Tú ya no me amas. Hazte oír, ¡oh Padre!, no por mis méritos, sino precisamente porque soy un ser insignificante y sin méritos que no sabe vencer si está solo, y que ahora comprende que la vida era trabajo para el Cielo”.
Ha sido dicho: “¡Ay de los que están solos!”. ¡Ay del que está solo a la hora de la muerte, solo consigo mismo, contra Satanás y la carne!

       Más no temáis si llamáis al Padre, Él vendrá. Y esa humilde invocación expiará vuestras culpables indiferencias hacia Dios, las falsas piedades, los desordenados amores del yo que os transforman en apáticos.




V/ JESÚS NOS ENSEÑA A MORIR: "TENGO SED"




SEÑOR, TENGO SED DE TI, NO QUIERO SER COMO EL CUERVO QUE SOLTÓ NOÉ Y QUE NO VOLVIÓ,
SOY  LA PALOMA QUE VOLVIÓ A TU MORADA CON LA RAMA ´DE OLIVO
QUE SIMBOLIZA MI TRIUNFO SOBRE LAS INSIDIAS DE SATANÁS



Jesús simboliza aquí el estado de las almas santas, después de haberse purificado de sus pecados que la ensuciaban y le impedían la divina unión, y después de haber pedido a Dios su deseo de perdón para sus deudores, para que, si Dios lo estima oportuno se aplique a todos los que le han ofendido.

          Entonces, cuando esas almas se encuentran desnudadas de todos sus apetitos materiales, libres de todo rencor, de toda soberbia y egoísmo, después de haberse visto desposeída de todo, y de haberse presentado como hija de Dios; después de haber sentido el abandono propiciado por su Hacedor, no teniendo el alma ningún rastro de soberbia, lo que le permite ser inmune a los ataques de Satanás, entonces lanza el grito previo al encuentro con el Juez Supremo: “Tengo sed”, que fue el lamento de Jesús en la Cruz.

           Esa sed, es una sed que solo puede apagar Dios, lo que se le ofrece de parte del mundo es como la esponja de vinagre que fue la que le presentaron a Jesús y que probó y rechazó. Jesús tiene sobre todo sed de almas santas que sean fieles seguidoras de su Doctrina y eternamente agradecidas por su sublime Redención, pero solo le dan vinagre que son las almas mediocres y desagradecidas, para las cuales su Sacrificio habrá sido inútil.




DE LOS CUADERNOS DE MARÍA VALTORTA


           VI/ “Tengo sed”

          Sí, es verdad. Cuando se ha entendido el verdadero valor de la Vida Eterna respeto al falso metal de la vida terrena; cuando la purificación del dolor y de la muerte es aceptada como santa obediencia, cuanto, junto a Dios se ha crecido en sabiduría y en gracia en pocas horas – a veces en poco minutos- más de lo que se ha crecido en muchos años de vida, acomete una sed profunda de aguas celestiales, de cosas celestes. 

       
Quedan vencidas las lujurias de toda sed humana. Y llega la sed sobrenatural de poseer a Dios. Es la sed del amor. El alma aspira a beber el amor y a ser bebida por él. Como el agua caída en el terreno y que no quiere convertirse en barro, que quiere convertirse en nube, el alma siente ahora la sed de subir al lugar de donde ha descendido. Están casi rotas las barreras carnales, la prisionera siente las auras del Lugar de Origen y anhela a él con todas sus fuerzas.

           ¿Cuál es el peregrino exhausto que advertir que, tras muchos años, ahora está cerca del lugar natal, no reúne sus fuerzas y prosigue rápidamente, tenazmente, despreocupado de todo lo que no sea llegar allí, de donde partió un día dejando su absoluto y verdadero bien, que está seguro de volver a encontrar y de apreciar aún mejor, ahora que ha experimentado el pobre bien, el que no sacia, el que encontró en el lugar del exilio?

          “Tengo sed”, tengo sed de Ti, Dios mío. Tengo sed de tenerte, sed de poseerte, sed de darte, porque en los umbrales que separan el Cielo y la Tierra ya se entiende como hay que interpretar el amor hacia el prójimo y acomete el deseo de obrar para que, por nuestra obra, el prójimo que dejamos reciba a Dios.

          
Es la santa laboriosidad de los santos que, como semillas muertas que se vuelven espigas, se difunden en amor para dar amor y hacer amar a Dios por los que aún están empeñados en las luchas de la Tierra. “Tengo sed”. Cuando el alma llega a los umbrales de la Vida, solo hay un agua capaz de saciar: El Agua Viva. Dios mismo.

          El Amor verdadero es Dios mismo. Es un amor opuesto al egoísmo. En los justos, el egoísmo muere antes que la carne y reina el amor. Y el amor grita: “Tengo sed de Ti, y de almas: salvar, amar, morir, para ser libres de amar y de salvar. Morir para nacer; dejar para poseer; rechazar toda dulzura, todo consuelo, porque aquí abajo todo es vanidad y, en cambio, el alma solo quiere arrojarse en el río, en el océano de la Divinidad, beber de Ella, estar en Ella, sin tener ya sed, porque la Fuente del Agua de la Vida la habrá acogido”.

      Hay que tener esta sed para reparar el desamor y la lujuria.