MENSAJE DE LA VIRGEN MARÍA

DIJO LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA:

“QUIERO QUE ASÍ COMO MI NOMBRE ES CONOCIDO POR TODO EL MUNDO, ASÍ TAMBIÉN CONOZCAN LA LLAMA DE AMOR DE MI CORAZÓN INMACULADO QUE NO PUEDO POR MÁS TIEMPO CONTENER EN MÍ, QUE SE DERRAMA CON FUERZA INVENCIBLE HACIA VOSOTROS. CON LA LLAMA DE MI CORAZÓN CEGARÉ A SATANÁS. LA LLAMA DE AMOR, EN UNIÓN CON VOSOTROS, VA A ABRASAR EL PECADO".

DIJO SAN JUAN DE LA CRUZ:

"Más quiere Dios de ti el menor grado de pureza de Conciencia que todas esas obras que quieres hacer"


A un compañero que le reprochaba su Penitencia:

"Si en algún tiempo, hermano mío, alguno sea Prelado o no, le persuadiere de Doctrina de anchura y más alivio, no lo crea ni le abrace, aunque se lo confirme con milagros, sino Penitencia y más Penitencia, y desasimiento de todas las cosas, y jamás, si quiere seguir a Cristo, lo busque sin la Cruz".

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sábado, 24 de noviembre de 2018

LOS DOS TESTIGOS DEL APOCALIPSIS Y LOS PRELUDIOS DE LA VENIDA DEL ANTICRISTO




LOS DOS TESTIGOS DEL APOCALIPSIS SON LOS QUE HAN SEGUIDO EN ESTE MUNDO
EL EJEMPLO DE CRISTO: POBREZA DE ESPÍRITU Y  AMOR A SUS SEMEJANTES
ESO ES LO QUE LES HA TRAÍDO  ESTAR  DESPRECIADOS  POR EL MUNDO



Extraordinario dictado de Jesús a María Valtorta, llamada por la Asociación francesa “les Amis de Maria Valtorta”, “la porte-plume de Dieu”, es decir "la escriba de Dios". Dictado en el cual aparece la explicación del significado de los dos testigos de Dios, que serán muertos por el Anticristo, que están citados en el Apocalipsis, y que muchos teólogos han querido atribuir a Enoc, el personaje del Antiguo Testamento que fue raptado al Cielo sin morir, por su gran Virtud, y al Profeta Elías que fue llevado al cielo vivo, en un carro de caballos.
Dios corre el telón que explica, lo que en ese momento del dictado, está ocurriendo en plena segunda guerra mundial, con toda la masacre, verdadera carnicería mundial, que muchos culpan a Dios por no intervenir, pero que por el libre albedrío, que permite a Satanás tentar a los hombres, hace que Dios no pueda impedirlo, no porque no lo pueda hacer, pero porque por razones de Justicia, tiene que permitirlo, ya que todas esas desgracias, han sido la consecuencia de la triple lujuria de los Pueblos. Y todo es la consecuencia de esos vicios. Ya la Santísima Virgen de Fátima advirtió a los pastorcillos que la primera guerra Mundial estaba a punto de terminar, pero que si la humanidad no se arrepentía de sus pecados, vendría otra peor, que fue esta espantosa guerra con más de 100 millones de muertos, con las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasakí.

La Santísima Virgen María vino a avisar al final de la primera guerra mundial de que si la humanidad no se arrepentía, vendría otra guerra aún peor, y recomendó que se consagrara a Rusia a su Inmaculado Corazón, para evitar esa catástrofe. La Iglesia con su inconmensurable burocracia, y sus eternas dudas sobre la santidad de los pastorcillos, no obedeció  esas recomendaciones, creo sinceramente que se hubiera podido evitar la guerra si se le hubiera hecho caso. 

Creo también que esos dos testigos que aparecen en la visión del Profeta Ezequiel, son nuestra conciencia y nuestra razón, que la gente ha olvidado y ha sofocado sus voces, morirán con el Anticristo, pero volverán a resucitar como dice el Apocalipsis ante el terror de los impíos antes del Juicio de Dios.


De los cuadernos de María Valtorta
(21 de Agosto de 1.943)


Dice Jesús:
“En mis dos testigos están simbolizados todos los maestros en la fe: pontífices, obispos, inspirados, doctores de la Iglesia, almas invadidas por la Luz y por la Voz. Ellos con voz pura de toda veta humana, han proclamado a Mí y la verdad de mi doctrina y han puesto sello de santidad, de dolor, y también de sangre, para confirmación de su voz.
Odiados como Yo, Maestro de los maestros, Santo de los santos, han sido más o menos atormentados siempre por el mundo y por el poder, porque encuentran en ellos los que con su propia conducta dicen al mundo y a los grandes del mundo: “Lo que hacéis no es lícito”. Y cuando llegue la hora del hijo de Satanás, el Infierno, subiendo desde el abismo, abierto por el Anticristo, promoverá guerra despiadada contra ellos y, desde el punto de vista humano, les vencerá y matará.
Pero, no será muerte verdadera. Será más bien Vida de las vidas, Vida verdadera y gloriosa. Porque sí tendrán vida los que siguen mi Ley en los mandamientos, ¿qué infinita plenitud de Vida tendrán quienes siguen  también mis consejos evangélicos de perfección e impulsan su ser conmigo hasta el sacrificio total, por amor a su Jesús, el eterno Inmolado, de quien se hacen imitadores hasta el sacrificio de la Vida?
Llamados a una resurrección fulgidísima, serán estos quienes se despojan de lo más querido para el hombre: la vida, con tal de seguirme por Amor a Mí y a los hermanos. Nunca me cansaré de repetir esto: que no hay cosa mayor que el Amor en el Cielo y sobre la Tierra, y no hay amor más grande que el de dar la vida por sus hermanos.

Dice aún Jesús:
Te dije un día que en esta tragedia actual están ya en movimiento las fuerzas de Satanás, el cual ha mandado sus ángeles negros a mover los reinos de la Tierra el uno contra el otro. La Batalla sobrenatural se ha iniciado ya. Ésa es. Está detrás de los bastidores de la pequeña batalla humana.
Pequeña, no por extensión de terreno, sino de motivo. No es, el origen el pequeño motivo humano. No lo es. Es otro el motivo verdadero que hace de los hermanos tantas fieras homicidas que se muerden y matan recíprocamente.
Os batís con vuestros cuerpos. Pero en realidad son las almas las que se baten. Os batís por orden de cuatro o cinco poderosos. Creéis que es así. No. Uno es el ejecutor de esta ruina. Uno que está sobre la Tierra, porque vosotros lo queréis, pero que no es de esta Tierra. Satanás es quien mueve los hilos de esta carnicería en la que, más que los cuerpos, son las almas las que mueren.
Ésta es una de las batallas iniciales. El reino del Anticristo tiene necesidad de una base hecha de sangre y de odio para consolidarse.
Y vosotros, que ya no sabéis amar, os tomáis la obligación de servirlo y os matáis recíprocamente, y maldecís a quien no tiene culpa de vuestro mal: a Dios, quien lucha con sus ángeles para defender lo que es suyo: La Fe en el corazón de los cristianos, la Bondad en el corazón de los buenos.

Yo no soy quien hace la selección, por ahora. Sois vosotros quienes os seleccionáis espontáneamente. Quienes, a pesar del horror saben entender que Dios es siempre Dios, o sea Bondad y Justicia, y que la salvación está en seguir la Ley de Dios, se separan así de los que niegan estas verdades. Los primeros ascienden al encuentro de la Luz, los otros se hunden en las Tinieblas.
Verdaderamente, Satanás tiende, con sus demonios, a hacer una segunda escalada en el Cielo. Pero, rechazado por mi Arcángel, lo precipita sobre la Tierra, lo que aprovecha para tratar de vencer a Dios en el corazón de sus hijos. Porque cada alma que se pierde es una derrota para Dios. Y Satanás lo logra fácilmente, porque el corazón de los hombres, ya no tiene más llama de espíritu. Ya no tiene vida de espíritu. Es un nudo de pecado en el que prospera la triple lujuria que mata al espíritu.

Bienaventurados los que han vencido en virtud de la Sangre del Cordero y han permanecido y permanecerán siempre fieles. Bienaventurados los que hayan rechazado a Satanás y a sus halagos y no se hayan preocupado de sus triunfos aparentes, de sus esfuerzos desatados en esta hora, que él sabe que es breve, para su reino de maldición, y que permanezcan fieles a Cristo y a su iglesia, desmembrada por la persecución anticristiana, mártir invicta, como su esposo, el gran Mártir, Cristo Crucificado, pero resucitada más hermosa, tras su aparente muerte, para entrar glorificada en el Cielo, donde el verdadero Pontífice la espera para celebrar las bodas”.






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