A mi querido amigo Eduardo:
Me has
remitido imágenes verdaderamente impactantes, terribles y pareciendo salidas de
una horrible pesadilla. Me refiero a las escenas del hambre y de la miseria de
los niños del Sahel y de la India. Sería largo comentar las causas de ese
estado de cosas, pero estoy seguro de que llegaríamos a la conclusión de que
provienen siempre del egoísmo humano, o lo que es lo mismo, de la falta
absoluta de caridad. Por esa razón, son completamente absurdas las reflexiones
de algunos, que quieren culpar a Dios de este estado de cosas, olvidando que
muy a pesar suyo, Dios no puede intervenir, ya que tiene las manos y los pies
clavados en la Cruz
y que de otra manera, sería coartar el libre albedrío, que es la ley que impera
en el mundo en que vivimos.
Como lo
sabemos por las Escrituras, el egoísmo humano es la consecuencia del pecado
Original, cuyo instigador es Satán, que transmitió a Adán y Eva el veneno de la
soberbia al querer ser semejantes a Dios, es decir estar por encima de los
demás y por eso, aprovecharse de los pobres e inocentes. Y los hombres actuales
siguen comiendo del fruto del árbol maldito y olvidan el fruto del árbol de la
Vida que es Jesús.
Pero el colmo
de ese estado de cosas, son los que saben que todas las desgracias son debidas
al egoísmo humano, creado por Satán y sus ángeles tenebrosos, que también están
viviendo entre nosotros: son los que dicen que Satán no existe y no lo ven
porqué lo tienen tras la retina muy dentro de ellos.
También
preguntan ¿Porqué Dios no interviene? :No lo hace por la sencilla razón de que
a pesar de que es Dueño y Señor del mundo, tiene que respetar ciertas reglas, y
tiene que dejar que el bien y el mal se manifiesten con todo su “esplendor” y
su “horror”, para así dar a cada cual en el día del Juicio su merecido, y para
que la gente vea cuales son las consecuencias que tienen los que practican el
bien: la ley de Dios y de los que practican el mal: la ley de Satán. Y para
avisar al mundo de las desgracias que les van a sobrevenir si no quieren
convertirse, lo que es una realidad ocultada por los que predican una doctrina
“descafeinada”, y al dios “caramelo”.
Esto es lo que
dijo Jesús en Lucas 13-1,5:
En aquel momento llegaron unos a contarle lo
de aquellos galileos, a quienes Pilatos había hecho matar, mezclando su sangre
con la de los sacrificios que ofrecían. Jesús les dijo:
-"¿Creéis
que aquellos galileos murieron así por ser más pecadores que los demás? Os digo
que no; más aún, si no os convertís, también vosotros pereceréis del mismo
modo. Y aquellos dieciocho que murieron al desplomarse sobre ellos la torre de
Siloé, ¿creéis que eran más culpables que los demás habitantes de Jerusalén? Os
digo que no; y si no os convertís, todos pereceréis igualmente".
Naturalmente,
para los Hijos de Dios, los que honran a su Padre y le piden sus gracias existe
la providencia divina, por eso para los católicos, la oración es y seguirá
siendo la fuente de todas las gracias, porqué los acontecimientos suelen
discurrir por sus cauces legales, pero en cualquier momento, cuando él quiere,
el sumo Creador, Dueño y Señor, puede intervenir e interviene, para arrancar de
las garras de Satanás a los que le imploran arrepentidos, porque los ha
rescatado con su muerte en la Cruz, y el Señor da su vida y la toma cuando
quiere, como así está escrito en el Evangelio, y aquí están los poderes
instituidos por Él a su Iglesia que son los santos Sacramentos, que pueden
hacer que una alma quede poseída por Dios, o liberada por el exorcismo del poder
de Satán.
Igualmente,
por razones de Justicia, los que invocan a Satanás, y siguen sus mandamientos
quedan poseídos por el maligno, y no me refiero solo a los que se contorsionan
y echan espumarajos por la boca, pero también los hijos suyos que siguen sus
mandamientos e incansablemente “tienen piel de cordero, pero son lobos
rapaces”.
Pero permíteme
hacer algunas consideraciones sobre las referidas imágenes: Lo primero te diré
que es absolutamente seguro que a la muerte de esos niños desgraciados, estos serán
llevados por los Ángeles al seno de Abrahán, como ocurrió con el pobre Lázaro.
También es absolutamente seguro que los culpables de esa situación, serán
sepultados en el Infierno, como el desalmado Epulón. Y ahora, dime ¿Quién es el
más desgraciado, los que han sufrido en una corta vida, o los que sufrirán de
una manera atroz, día y noche por toda la eternidad?
Por esa razón,
me he dado cuenta de que hay que rezar por los grandes pecadores ya que esos
son los verdaderos miserables, mucho más dignos de compasión que esos pobres
niños de las fotografías.
Déjame sin
embargo comentar esas imágenes de una manera espiritual.
En la primera imagen, se ve a un pobre niño
revolviendo en unos desperdicios para poder comer algo, ya que carece absolutamente
de todo. Pues esta imagen me recuerda los que están completamente sumidos en el
vicio, cuya alma completamente desnutrida está hambrienta de las cosas de Dios
para las cuales fue creada y al no tener el verdadero alimento: el Cuerpo de
Cristo, se dedican a comer las basuras de este mundo para poder subsistir, pero
su fin es la muerte, porque su alma no es capaz de nutrirse con ese inmundo alimento.
La segunda
imagen muestra otra fotografía horrible: un niño tratando, con relamidos de que
la vaca le suministre leche, es verdaderamente aterrador. Pero es igual o mucho
más aterrador, ver como los drogadictos, los borrachos, los lujuriosos y un
largo sinfín de humanos entregados a sus apetitos desordenados, intentan buscar
cada vez más satisfacción de las cosas que no les pueden colmar, y no teniendo
la libertad de los Hijos de Dios, son esclavos de sus pecados, como así lo dijo
Jesús.
La tercera
imagen es la terrorífica escena de un niño que, al no tener agua, recoge la orina que expele la vaca. Igual ocurre con
los que han despreciado las aguas vivas que nacen del costado del Salvador, su
alma bebe de las deposiciones de lo que le aporta el mundo en que vivimos:
todos los vicios y las aberraciones tanto materiales como espirituales con las
cuales quieren saciarse y no pueden, ya que como lo enseña San Juan de la Cruz , el vicio es como el
fuego que cuanto más leña se le echa, más arde, y aún peor que el fuego ya que,
como él también dice, el fuego cuando se deja de alimentar, se extingue
mientras que el apetito, cuando no se le alimenta, crece aún más.
Por fin,
quiero comentar la última imagen, que es la más aterradora, y es la que ha
obtenido el Premio Publisher: es la de un niño abandonado arrastrándose por un
lodazal, y un buitre esperando su muerte para comerse el cadáver. ¿Cómo el
fotógrafo grabó la imagen, se fue y no lo socorrió? ¡No me extraña que se haya
suicidado!
Imagen
terrible, pero mucho más terrible sería si pudiésemos ver el alma de muchos que
no carecen materialmente de nada, pero que están completamente desnutridos y
desfallecidos por la falta absoluta de la Gracia de Dios que ellos rechazaron y que están
agonizando, arrastrándose por los lodazales del vicio y de la corrupción.
Satanás los está observando como un buitre, para apoderarse de ellos a su
muerte y llevarlos a su reino.
Quiero también lamentarme de lo que enseñan
otras religiones: Que ese estado de cosas son debidas a una herencia pasada, es
decir que en una vida anterior, habían sido grandes pecadores y que por esa
razón, debido a su Karma, ahora están expiando sus culpas. Son los que
desprecian a su prójimo y veneran a las vacas y a las ratas.
Gloria al Padre; al Hijo y al Espíritu
Santo
Gloria a la excelsa Madre de Dios María
Santísima
Gloria a San José su castísimo esposo.
ET EXPECTO RESURRECTIONEM MORTUORUM ET VITAM VENTURI SAECULI, AMEN.
No hay comentarios:
Publicar un comentario