El gato progresista |
(Blog publicado el 13-9-2.012) tenemos la imagen auténtica del perfecto
progresista tipo Cardenal Martini, Queiruga, Masiás; Castillo & Cia:
-Dios te quiere como eres, el pecado, el demonio
y el infierno no existen, recuerdo y recordaré siempre las palabras que dijo cierto sacerdote hace muchos años en una misa de Navidad, afirmaciones que me dejaron atónito: "Os tenemos que pedir perdón, porque el Infierno lo hemos inventado nosotros los curas".(SIC)
Estas afirmaciones, cayendo en el oído de un alma que está en pecado mortal, consiguen que el individuo permanezca para siempre en las tinieblas, y nunca más vea la Luz para la cual fue creado, ¡menuda responsabilidad para el sacerdote que las ha pronunciado, quiera Dios que se arrepienta sinceramente y que se dé cuenta de la gravedad de esa afirmación, para el bien de su alma!
-Hagas lo que hagas, como eres hijo de Dios,
tienes pues el paraíso asegurado, la renuncia, el sacrificio, el esfuerzo, la puerta angosta, el camino estrecho, ¿para qué sirven?.
Y las palabras de Jesús, que tantos santos han escuchado, son pues una pura invención, ya que carecen entonces de sentido.
Estas afirmaciones me recuerdan a un celebrante franciscano
en una misa celebrada en Andalucía:
En el coro, había un grupo de jóvenes sentados
en el suelo a la izquierda mirando al altar. Una de las chicas, la más próxima
al público, iba con todo el pecho descubierto, me di cuenta de ello al ir a
comulgar.
El Franciscano celebraba con una desenvoltura
extraordinaria: a la hora de dar el abrazo de la paz, se abrazó efusivamente a
una muchacha diciendo:
"¡Qué sería de nosotros sin vosotras las
mujeres!"(SIC)
Se sentaba en el asiento casi con una postura
similar a la del gato de la foto.
¡Solo le faltaba la tumbona y fumarse un puro!
Lo más notable era el sermón: la mayor parte del
discurso se componía de la frase: "Porque yo...":Porque yo viajo siempre en transporte público
para hacer apostolado, Porque yo..., Porque yo..."
Me recuerdan igualmente lo que ocurrió en una parroquia de un pueblo andaluz: Una catequista estaba preocupada porque su hija convivía con un hombre sin estar casada por la Iglesia, fue a la consulta de psicología, ¡Cuya psicóloga una monja, de cuya orden monástica no quiero revelar!
Esta le dijo que no tenía ninguna importancia que tuvieran relaciones si se amaban de verdad, la catequista se marchó aliviada y tranquila.
Pero poco después la chica quedó embarazada y tuvo un hijo, fruto de esa unión, pero el padre abandonó a su querida y a su hijo.
La monja ascendió y fue nombrada Provincial de la Compañía, relatado el hecho a mi hija, que estuvo de alumna en la escuela de esta congregación religiosa, esta me dijo que no le extrañaba lo más mínimo, ¡Porque en su época, esa monja iba vestida con pantalones vaquero!.
Relata el libro de la vida del Santo cura de Ars, patrón de todos los sacerdotes del mundo, que un ateo convencido se
convirtió solo al verlo celebrar la misa con esa santa devoción.
Otro
descreído, que había venido a Ars solo para acompañar a un alma devota, se convirtió estando en la Sacristía con él, al enseñarle el Santo un crucifijo, llorando
con abundantes lágrimas.
1 comentario:
Sin duda es muy triste que aún conociendo las verdades de la fe se aconseja todo lo contrario, o sea Satanás.
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