El Gran Rey se disfrazó de Pobreza y Misericordia para buscar gente digna de Él |
NAVIDAD AÑO 2.015
Hemos llegado a la cumbre más sublime y estremecedora de la historia de la Humanidad: ha bajado del Cielo el Ser más Omnipotente del Universo visible e invisible:
Nada menos que el Dios Todopoderoso, el que estaba esperado desde la caída Adán y Eva, la promesa de la descendencia a Abrahán, el Mesías, el que había sido profetizado desde los tiempos más remotos, el que estaban esperando con impaciencia las multitudes infinitas de seres muertos desde la Creación, para poder entrar en el Seno de Dios, a los cuales Jesús abrió las puertas del Cielo, después de su Resurrección.
Ha nacido en una Gruta en la suma Pobreza, escondido del mundo para que sus verdaderos hijos puedan reconocer su Voz, y así sean rescatados por su Padre.
El que fue, el que es y el que será in Saecula Saeculorum. Amen.
Hubiera podido aparecer en el Templo de Jerusalén, tirándose del pináculo del Templo, con sus ángeles transportándolo en Gloria hasta los pies del Sumo Sacerdote.
Pero entonces todo el mundo habría creído en Él, y se habrían apuntado todos los Fariseos y la escoria de los hundidos en el vicio.
Eso fue lo que le aconsejó Satanás a Jesús en las tentaciones del desierto, por eso se le dijo: "No tentarás al Señor tu Dios"..
Demos gracias a Dios porque nos ha dado el maravilloso don de la fe, y nos ha hecho nacer en la Iglesia fundada por Él, el tesoro más valioso.
Sabiendo lo falsa y “chaquetera” que es la gente, un gran Rey quería que todos los súbditos de su Reino fueran honrados, generosos, humildes, fieles servidores y que le amaran y reverenciaran de una manera profunda y sincera.
En lo que se refiere a gente “chaquetera”, me permito aportar una anécdota personal, en el año 1.965, vine desde Francia a trabajar como Ingeniero a Barcelona primero en la hidroeléctrica ENHER, y luego en una empresa constructora PUBA S.A. que fue pionera en edificaciones de Hormigón Armado, ya que fue ella que construyó el primitivo campo de fútbol del Barcelona.
Pues bien, cuando empecé a trabajar en Barcelona, criticaba el sistema social que había en aquel entonces de tiempo de Franco, ya que venía de un país en donde existían numerosas ayudas sobre todo a las familias con hijos.
Todo el mundo me decía que nunca España había estado mejor que con Franco, se disfrutaba de más de 25 años de paz. En una palabra casi todo el mundo era franquista, la única explicación que veo es que Franco tenía todos los medios de comunicación controlados, y así hacía creer a la gente lo que quería.
Vino la democracia, y también en cierta medida, los que gobiernan intentan controlar todos los medios de comunicación porque es la manera más segura de mantenerse en el poder, y ahora casi nadie ha sido franquista, y todo el mundo dice que ha sido demócrata de toda la vida.
Ese gran Rey, que conocía como era la gente y que quería gente verdaderamente sincera, como era inteligentísimo, se dijo: “Si aparezco como soy, un Rey Poderoso, dueño de un Reino fabuloso, se me irán juntando toda clase de gente que son los “chaqueteros” de turno, para intentar ocupar los puestos más relevantes de mi Reino, haré pues una cosa: Iré en busca de la gente disfrazando mi grandeza y apareceré a los ojos de la gente como un pobre Maestro que busco discípulos que tengan las calidades que necesito y quiero, para más tarde, entregarles los puestos más relevantes de mi Reino”.
Cuando encuentre esos auténticos discípulos, no se habrán aproximado a mí por mi riqueza, sino por la afinidad con mis enseñanzas, que Yo, Maestro he ido predicando, enseñanzas que hablaron de Misericordia, de amor a los enemigos, de perdón a las ofensas, y de apartarse de las riquezas, podré decir: “Los que han seguido mis enseñanzas no lo han hecho por interés, pero si por amor a mi doctrina”.
Pero además para mejor asegurarme de sus virtudes, permitiré que les sobrevengan pruebas de todas clases, y serán mayores las pruebas para los que quiero que ocupen los cargos más importantes en mi Reino, y si logran superarles, les entregaré todo el poder y la gloria, que serán cuanto más grandes cuando más estén en proporción con la dificultad de la prueba superada.
Por último, añadiré para mayor prueba de los que están acordes con mi proceder el Juicio Salomónico: Permitiré que mis enemigos, los “chaqueteros”, me prendan, me torturen y me crucifiquen para ver como reaccionen esos hombres:
Los que esperaban de mí gloria y riquezas en este mundo, y cuando se crean que estoy derrotado, los que me hayan tomado, por un charlatán e impostor, me venderán al enemigo por unas monedas como Judas, otros dirán, como el mal ladrón que estaba crucificado conmigo: Si eres un Rey poderoso, sal de la cruz y sálvate a ti mismo y a mí, entonces creeré en Ti. Otros, como el buen ladrón me dirán, increpando al mal ladrón: “acuérdate de mí cuando estés en Tu Reino”.
Estos, que tienen compasión de Mí en la cruz, son semejantes en el Juicio de Salomón a la verdadera madre que dijo a Salomón, porque quería a su hijo: no lo despedaces, dáselo a la otra mujer.
Pues con mi muerte en la Cruz, ocurre lo mismo: los que tienen compasión de mí, son mis hijos y mis herederos, los otros son los impostores y serán echados fuera de mi Santo Reino.
Todo eso ocurrirá en el Juicio final, al que todo el mundo asistirá, y que consistirá en abrir la puerta de mi Reino a los míos, y entregar a Satanás a los suyos: el infierno preparado por mí para Satán y para castigo de los pecadores, mis enemigos.
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