DISCURSO DE JESÚS A SUS OVEJAS PARA ALCANZAR LA SALVACIÓN ETERNA:
Yo soy el Buen Pastor que os conducirá a los Prados Eternos. Os doy toda una vida para lograrlo. Para alcanzar ese fabuloso premio, tendréis que ser niños como Yo, y andar por el camino, siguiendo mi bandera donde está pintada la Cruz, que fue el doloroso rescate que tuve que pagar, para arrancaros del poder del lobo que quería vuestra perdición.
Esta Paloma es el Espíritu Santo, que nace de Mí, y de mi Padre eterno, que como en el tiempo de Moisés, cuando conducía al pueblo de Dios a la Tierra Prometida, era la columna de humo de día y de fuego por la noche. Ella os guiará por el camino que lleva al Cielo, y os avisará de todos los peligros, para que nadie se desvíe del camino recto, donde estaréis protegidos por mis ángeles y por mis pastores.
Si alguna de vosotros, en el largo y duro camino, cae herida, enferma, o cansada, he dado poderes a mi santa Madre la Virgen María, Reina del Cielo y de la Tierra, para que, por medio de mi Santa Iglesia Católica, os conforte y cure por medio de los santos Sacramentos, que son el hospital y los medicamentos necesarios para vuestra curación.
Yo os espero al final del camino con los laureles de la Victoria, que llevo en la mano, si os apartáis del camino, encontraréis el lobo sanguinario, que quiere vuestra desgracia y vuestra perdición.
Sois libres, podéis escoger entre su Reino y el Mío.
DICE JESÚS A LAS OVEJAS QUE, DESPUÉS DE MUCHAS TRIBULACIONES HAN LLEGADO AL CIELO:
Tomad los laureles de los vencedores, las palmas del triunfo, y la corona de la Vida, entrad en mi Paraíso Eterno, porque habéis cumplido con mis mandamientos, habéis sido fieles a mis enseñanzas, siendo humildes y obedientes, no os habéis apartado del camino recto, como otras de vuestras compañeras que se han transformado en cabritos; se terminaron para vosotras las penas y los sufrimientos, las enfermedades y la vejez, que habéis soportado con paciencia y sin acritud, sabiendo que era el precio que teníais que pagar para ser dignas de Mí.
Entrad a gozar con los Ángeles y los Santos que os aguardan para cantar sus alabanzas, y disfrutar eternamente conmigo que os quiero, ya que entregado mi vida por vosotras, de todas las maravillas inefables e infinitas de Dios Todopoderoso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario