MENSAJE DE LA VIRGEN MARÍA

DIJO LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA:

“QUIERO QUE ASÍ COMO MI NOMBRE ES CONOCIDO POR TODO EL MUNDO, ASÍ TAMBIÉN CONOZCAN LA LLAMA DE AMOR DE MI CORAZÓN INMACULADO QUE NO PUEDO POR MÁS TIEMPO CONTENER EN MÍ, QUE SE DERRAMA CON FUERZA INVENCIBLE HACIA VOSOTROS. CON LA LLAMA DE MI CORAZÓN CEGARÉ A SATANÁS. LA LLAMA DE AMOR, EN UNIÓN CON VOSOTROS, VA A ABRASAR EL PECADO".

DIJO SAN JUAN DE LA CRUZ:

"Más quiere Dios de ti el menor grado de pureza de Conciencia que todas esas obras que quieres hacer"


A un compañero que le reprochaba su Penitencia:

"Si en algún tiempo, hermano mío, alguno sea Prelado o no, le persuadiere de Doctrina de anchura y más alivio, no lo crea ni le abrace, aunque se lo confirme con milagros, sino Penitencia y más Penitencia, y desasimiento de todas las cosas, y jamás, si quiere seguir a Cristo, lo busque sin la Cruz".

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domingo, 25 de junio de 2023

MARÍA ES LA QUE NOS DA EL ÁRBOL DE LA VIDA ETERNA DE LA TIERRA, QUE NOS OFRECE SU FRUTO: JESUCRISTO. TERRIBLES PALABRAS DE JESÚS A LOS QUE BUSCAN SOLO LA SEXUALIDAD.

María y el Árbol de la Vida Eterna del Edén


En este relato queda demostrado de una manera clara, como gracias a María, que es el árbol de la Vida del Edén, los hombres que libremente comen de su fruto, que es Jesús, el fruto de su Vientre, recobran la Vida Eterna, y gracias a la purificación del fuego de los Querubines que guardan las puertas del Edén, que es el renacimiento espiritual del alma, que solo se produce abrazando la Doctrina de Jesús, y tomando su Cruz, logrando así anular los efectos del veneno de Lucifer, inoculado por el fruto del conocimiento del Bien y del mal, inherentes a la naturaleza humana, y pueden así transformarse en hijos de Dios, recobrando la inocencia perdida, para así lograr entrar en el Reino del Cielo.




Del Evangelio como me ha sido revelado de María Valtorta
(8 de Marzo de 1.944)


Dice la Virgen María:


Yo recorrí en sentido inverso el camino de los dos pecadores, ObedecíObedecí en todos los modos. Dios me había pedido ser virgen, Obedecí. Habiendo amado la virginidad, que me hacía pura como la primera de las mujeres antes de conocer a Satanás, Dios me pidió ser esposa. Obedecí, llevando el matrimonio a la pureza que tuvo, a ese grado de pureza que Dios tenía en su pensamiento cuando creó a los dos Primeros. 

Convencida de mi destino de soledad en el matrimonio y de desprecio del prójimo por mi esterilidad santa, ahora Dios me pedía ser Madre. Obedecí. Creí que ello era posible y que esa palabra venía de Dios, porque la Paz iba entrando en Mí al oírla. No pensé: "Lo he merecido". No me dije a mí misma: "Ahora el mundo me admirará, porque soy semejante a Dios dando ser a la carne de Dios". No. Me anonadé en la humildad.


La alegría brotó de mi corazón como un tallo de rosa florecida. Pero enseguida se adornó de punzantes espinas y quedó abrazada por la maraña del dolor, como esas ramas envueltas en campanillas de enredadera. El dolor del dolor de mi esposo, esa era la angustia dentro de mi gozo. El dolor del dolor de mi Hijo: estas eran las espinas de mi gozo.

Eva quiso el disfrute, el triunfo, la libertad: Yo acepté el dolor, el anonadamiento, la esclavitud. Renuncié a mi vida tranquila, a la estima de mi esposo, a la propia libertad. No me quedé con nada. Me hice la esclava de Dios en la carne, en la parte moral, en la parte espiritual, confiándome a Él, no solo respeto a la Concepción virginal, sinó también en la defensa de mi honor, a la consolación de mi esposo, al medio con que conducirle también a él a la sublimación del matrimonio, de manera que los dos fuéramos quienes devolvieran al hombre y a la mujer la dignidad perdida.

Abracé la Voluntad del Señor por mí, por mi esposo, por mi Hijo. Dije "Sí" a los tres, segura como estaba de que Dios no faltaría a su promesa de socorrerme en mi dolor de Esposa que se ve juzgada culpable, en mi dolor de Madre que ve que engendra para entregar a su Hijo al dolor.

"Sí" dije. , y basta. Ese "Sí" ha anulado el "no", que Eva opuso al mandato divino. "Sí, Señor, como Tu quieras. Conoceré lo que Tú quieras. Viviré como Tú quieras. Estaré gozosa si Tú lo quieres. Sufriré por lo que Tú quieras. , siempre , mi Señor, desde el momento en que tu rayo me hizo Madre hasta el momento que me llamaste a Ti. , siempre Sí. Todas las voces de la carne, todas las pasiones de lo moral, bajo el peso de este Sí mío perpetuo. 

Y encima, como encima de un pedestal de diamante, mi espíritu, al cual le faltan las alas para volar a Ti, pero es Señor de todo el yo, domado y siervo tuyo, siervo en la alegría, siervo en el dolor. ¡Sonríe, oh Dios! ¡Alégrate! La culpa ha sido vencida, cancelada, destruida; yace bajo mi talón, ha sido lavada en mi llanto, destruida por mi obediencia. De mi seno nacerá el Árbol nuevo que dará el Fruto que conocerá todo el Mal por haberlo padecido en sí, y dará todo el Bien. A este, sí podrán acercarse los hombres, y yo me sentiré feliz de que cojan de él, aunque no piensen que de Mí nace. Con tal de que el hombre se salve y Dios sea amado, hágase de su esclava lo mismo que de la base de terreno en que un árbol crece: escalón para subir.

María (Valtorta), hay que saber ser siempre escalón para que los demás suban a Dios. Si nos pisan, no importa, con tal de que logren ir a la Cruz. Es el nuevo árbol que posee el fruto del conocimiento del Bien y del Mal, porque le dice al hombre lo que está mal y lo que está bien, para que sepa elegir y vivir; y sabe, al mismo tiempo, hacer de sí elixir para curar a los que se han intoxicado con el mal que quisieron gustar. Nuestro corazón bajo el pié de los hombres, con tal de que el número de los redimidos crezca y que la Sangre de mi Jesús no sea derramada sin fruto.

Este es el destino de las esclavas de Dios. Mas luego mereceremos recibir en nuestro seno la Hostia Santa y, a los pies de la Cruz, embebida en su sangre y en nuestro llanto decir: "He aquí, oh Padre, la Hostia inmaculada que te ofrecemos  para la salud del mundo. Míranos, oh Padre, fundidas con Ella y por sus méritos infinitos danos tu bendición.
Y yo te doy una caricia. Descansa, hija. El Señor está contigo".


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Terribles y verdaderas palabras de Jesús, que reflejan perfectamente el mundo en que vivimos, en donde todo gira alrededor de la sexualidad, que es lo más importante para la multitud que dice: "A disfrutar que son dos días"; a través de horribles leyes satánicas se ensalzan y permiten el Aborto, la homosexualidad, la píldora abortiva  "del día después", el divorcio exprés, que hoy día todo el mundo encuentra normal, y anormal, anticuado o propio de la Edad Media, las opiniones contrarias a esa mentalidad.
Así un Cardenal emérito español, después del nombramiento del Papa Francisco, lo único que le importó decir es "¡A ver cuando el Papa va a hablar del preservativo!".

Dice Jesús:

"Las palabras de mi Madre deberían disolver cualquier vacilación de pensamiento, incluso en los más atrapados por las fórmulas.
Había dicho: "metafórico árbol"; ahora diré: "Simbólico árbol". Quizás así entenderéis mejor. Su símbolo es claro: de como los dos hijos de Dios actuasen respeto a él, se comprendería la medida de su tendencia al Bien y al Mal. Cual agua regia que prueba el oro, cual balanza del orfebre que pesa los quilates del oro, ese árbol que vino a ser una "misión" a causa del mandato divino respeto a él, dio la medida de la pureza del metal de Adán y Eva.
Llega a mis oídos vuestra objeción: "¿No fue excesiva la condena y pueril el medio que condujo a ella?".

No lo fue. Una desobediencia actualmente en vosotros, que sois sus herederos, es menos grave de lo que fue en ellos. Vosotros estáis redimidos por Mí, pero el veneno de Satanás, como ciertos morbos que no desaparecen nunca totalmente de la sangre, está siempre lista para reanimarse. Ellos, los dos progenitores, eran poseedores de la Gracia sin haber tenido nunca el más mínimo contacto con la desgracia. Por tanto, eran más fuertes, estaban más respaldados por esa Gracia que generaba inocencia y amor. Infinito era el don que Dios les había dado; mucho más grave, por tanto, su caída poseyendo ese don.

También el fruto ofrecido y comido, era simbólico. Era el fruto de una experiencia voluntariamente llevada a cabo por instigación satánica contra el imperativo de Dios. Y no les había prohibido a los hombres el amor. Quería únicamente que se amaran sin malicia; de la misma forma que Yo les amaba con mi santidad, ellos habrían de amarse en santidad de afectos, de afectos libres de toda libídine.

No se debe olvidar que la Gracia es foco de Luz y, que quien la posee conoce aquello que es útil y bueno conocer. La llena de Gracia conoció todo, porque la Sabiduría la instruía (La Sabiduría que es Gracia), y supo guiarse a sí misma santamente. Eva conocía por tanto, aquello que le era bueno conocer, no más de eso. Porque es inútil conocer lo que no es bueno. No tuvo fe en las palabras de Dios y no fue fiel a su promesa de obediencia. 

Prestó fe a Satanás, infringió la promesa, quiso conocer lo no bueno, lo amó sin remordimiento, transformó en cosa corrompida, envilecida, ese amor que Yo había otorgado tan santo. 

Ángel caído se revolcó en barro y paja, mientras que podría haber corrido dichosa entre las flores del Paraíso Terrenal y ver florecer a su alrededor la prole, de la misma forma que un árbol se cubre de flores sin combar su copa y meterla en el pantano.

No seáis como esos hijos estúpidos de que hablo en el Evangelio, los cuales oían cantar y se tapaban los oídos, oían tocar y no bailaban, oían llorar y querían reír. No seáis mezquinos y negadores. Aceptad la Luz, aceptadla sin malicia, sin testarudez, sin ironía o incredulidad. Y ya basta sobre esto.

Para que entendáis cuanto debéis sentiros agradecidos a Aquel que murió para levantaros y orientaros de nuevo al Cielo y para vencer la concupiscencia de Satanás, he querido hablaros, en este tiempo de preparación a la Pascua, de este primer eslabón de la cadena con que el Verbo del Padre, el Cordero Divino, fue llevado a la muerte, al matadero. 

Os he querido hablar de ello porque al presente el noventa por ciento de vosotros está, como Eva, intoxicado por el hálito y la palabra de Lucifer, y no vivís para amaros, sino para saciaros de sensualidad, no vivís para el Cielo sino para el barro; ya no sois criaturas dotadas de alma y razón, sino perros sin alma y sin razón. Habéis matado el alma, habéis depravado la razón. 
En verdad os digo que las bestias, en sus amores, son más honestas que vosotros".








1 comentario:

La Palmera dijo...

Mas claro, el Papa dice de ka santidad.."Se necesita mucha paciencia para esto, para ser buenos padres, buenos abuelos es necesaria la paciencia, ahí viene la santidad: ejercitando la paciencia.....
VER> > https://www.aciprensa.com/noticias/las-claves-del-papa-francisco-para-ser-santo-en-lo-cotidiano-16477/