La Sagrada Eucaristía es Jesús, la Luz de Dios que permite la vida de las almas en la Tierra y la de los Espíritus celestiales en el Cielo. |
El famoso fenómeno que se llama fotosíntesis que se produce por la acción del sol sobre la clorofila de los vegetales es lo que da vida, ya que permite la formación de las plantas que alimentan a los herviboros y a los hombres y que permite la continuidad de las especies vegetales, animales y seres humanos ya que esta reacción química libera además el oxígeno necesario para la vida sobre la Tierra. Es lo que aparece en el Génesis el tercer día de la Creación, antes de la Creación de los seres vivos:
Dijo Dios:"Haga brotar la tierra hierba verde, hierba con semilla, y árboles frutales cada uno según su fruto, según su especie, y con su simiente sobre la tierra". Y así fue. Y produjo la tierra hierba verde, hierba con semillas y árboles de fruto con semilla cada uno. Vio Dios ser bueno; hubo tarde y mañana, día tercero. (Gen 1. 11-13)
Y después de la Creación de los vivientes el sexto día:
También a todos los animales de la tierra y a todas las aves del cielo, y a todos los vivientes que sobre toda la tierra están y se mueven les doy para comida cuanto de verde hierba la tierra produce". Y así fue. Y vio Dios ser muy bueno cuanto había hecho, y hubo tarde y mañana, día sexto. (Gen 1, 30, 31)
Vemos pues que Dios creó la hierba y los árboles frutales después de crear el sol, antes y después de la creación de todos los vivientes, y se los ofreció después de darle vida para su alimento material, lo que espiritualmente hablando es mandar su divina Gracia que es Jesús, la Luz del mundo para servir con su mismo Cuerpo y Sangre de alimento a los hombres.
Existe pues una analogía entre la creación del mundo material y la Recreación del mundo espiritual, la hierba y los árboles que dan frutos frutos con semilla, son el don de la fe que da Dios Padre a los que quiere, la Divina Luz, que es su Hijo Jesucristo realiza la "fotosíntesis espiritual" que permite al alma renacer, crecer y dar fruto para poder ser alimento espiritual de Dios, que es la fusión del alma con su divino Hacedor.
JESÚS REALIZA LA RECREACIÓN DEL ALMA PARA VOLVER A REUNIRSE CON LA DIVINIDAD
Juan 6: 52 - 59
52 Discutían entre sí los judíos y decían: «¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?»
53 Jesús les dijo: «En verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros.
54 El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo le resucitaré el último día.
55 Porque mi carne es verdadera comida y mi sangre verdadera bebida.
56 El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí, y yo en él.
57 Lo mismo que el Padre, que vive, me ha enviado y yo vivo por el Padre, también el que me coma vivirá por mí.
58 Este es el pan bajado del cielo; no como el que comieron vuestros padres, y murieron; el que coma este pan vivirá para siempre.»
59 Esto lo dijo enseñando en la sinagoga, en Cafarnaúm,
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