Los que en la tierra fueron soberbios, en el Cielo serán, como así lo dijo Jesús, los últimos. El Infierno es la morada de los soberbios.
COMENTARIO: los nuevos Fariseos.
El Problema es que han surgido multitud de "reformadores", que se creen elegidos, y enviados por Dios, y pretenden estar en la Luz, y desprecian a todos los que no piensan como ellos.
Son en la Iglesia Católica, los que se creen iluminados y escogidos por Dios y que se toman por grandes teólogos del tipo Queiruga, Massiá, Hans Küng, y tantos más, son todos los partidarios de la teología de la secularización, de la democratización de la Iglesia, cuando Cristo fundó una Iglesia monárquica, dando plenos poderes a su Embajador en la Tierra, Pedro y a sus sucesores hasta el fin del mundo.
Y son también toda la multitud de sectas protestantes, frutos del renegado Lutero, que al no tener la promesa de invencibilidad dada por Jesús a su Santa Iglesia Católica: "Las puertas del Infierno no prevalecerán", ha producido un verdadero "puzzle" de iglesias, que al unirlas entre ellas, aparece el retrato del mismísimo Satanás, su padre, ya que todas se dicen depositarias de la Verdad, que es única, y no variopinta, apoyándose en su manera particular de entender la Biblia, ya que al carecer de la Gracia de Dios, nunca podrán llegar a entender su verdadero significado espiritual.
Y es que citan las palabras de la Biblia y de los Evangelios interpretándolas literalmente, sin entender el sentido espiritual de las mismas. Por ejemplo, las palabras de Jesús que dicen:
Yo soy la resurrección y la vida, el que cree en mí, aunque muera vivirá; y todo el que todavía está vivo y cree en mí, no morirá jamás. (Juan 11, 25-26)
Estas palabras interpretadas literalmente, como lo hacen la mayoría de los Protestantes, son heréticas, parecen decir: solo creyendo en mí, estáis salvados, y seréis inmortales, y entonces de ahí sale la falsa interpretación: tenéis "barra libre", si creéis en mí, hagáis lo que hagáis, estáis salvados.
Y recuerdo una anécdota de cuando estaba trabajando en Barcelona del año 1.965 al 1.970, mi empresa Puba S.A, donde trabajaba de Ingeniero, construyó una fábrica de papel para la Empresa Papelera Capdevila-Tambar S.A., y siendo la maquinaria finlandesa los directivos fueron a ese País, para firmar el contrato, y para celebrar el acontecimiento, se fueron a festejarlo en un prostíbulo, diciendo: "Nosotros, como somos luteranos nos lo podemos permitir, vosotros no podéis porque sois católicos" (sic)
La verdadera interpretación no mía, pero de los Santos Padres de la verdadera fe, avalada por la santa Iglesia Católica, es la siguiente:
Yo soy la resurrección y la vida, el que crea de verdad en mí, aunque muera vivirá:
Quiere decir, no solo el que crea que Jesús es el Hijo de Dios, ya que eso lo ha confesado abiertamente Satanás cuando Jesús exorcizaba, pero además, es el que cumple con sus enseñanzas, el que es como un niño, humilde y obediente, y el que cree en su Embajada en la Tierra, la Santa Iglesia Católica por Él fundada, el que se alimenta de su Carne y su Sangre en la Sagrada Eucaristía, eso es creer en Jesús.
Entonces, es cuando Jesús es la resurrección y la vida del alma que estaba herida por el pecado de Adán y Eva, y al creer en Él, si llega a cometer un pecado, Él lo sanará, gracias a su Sangre que derramó para perdonar los pecados, y al agua que salió de su costado para lavarlos, ya que al creer de verdad en Él y amarlo, es cuando uno se arrepiente sinceramente, y así se puede alcanzar la Salvación eterna.
Y todo el que todavía está vivo, y cree en mí, no morirá jamás.
Estas palabras interpretadas literalmente, como lo hacen la mayoría de los Protestantes, son heréticas, parecen decir: solo creyendo en mí, estáis salvados, y seréis inmortales, y entonces de ahí sale la falsa interpretación: tenéis "barra libre", si creéis en mí, hagáis lo que hagáis, estáis salvados.
Y recuerdo una anécdota de cuando estaba trabajando en Barcelona del año 1.965 al 1.970, mi empresa Puba S.A, donde trabajaba de Ingeniero, construyó una fábrica de papel para la Empresa Papelera Capdevila-Tambar S.A., y siendo la maquinaria finlandesa los directivos fueron a ese País, para firmar el contrato, y para celebrar el acontecimiento, se fueron a festejarlo en un prostíbulo, diciendo: "Nosotros, como somos luteranos nos lo podemos permitir, vosotros no podéis porque sois católicos" (sic)
La verdadera interpretación no mía, pero de los Santos Padres de la verdadera fe, avalada por la santa Iglesia Católica, es la siguiente:
Yo soy la resurrección y la vida, el que crea de verdad en mí, aunque muera vivirá:
Quiere decir, no solo el que crea que Jesús es el Hijo de Dios, ya que eso lo ha confesado abiertamente Satanás cuando Jesús exorcizaba, pero además, es el que cumple con sus enseñanzas, el que es como un niño, humilde y obediente, y el que cree en su Embajada en la Tierra, la Santa Iglesia Católica por Él fundada, el que se alimenta de su Carne y su Sangre en la Sagrada Eucaristía, eso es creer en Jesús.
Entonces, es cuando Jesús es la resurrección y la vida del alma que estaba herida por el pecado de Adán y Eva, y al creer en Él, si llega a cometer un pecado, Él lo sanará, gracias a su Sangre que derramó para perdonar los pecados, y al agua que salió de su costado para lavarlos, ya que al creer de verdad en Él y amarlo, es cuando uno se arrepiente sinceramente, y así se puede alcanzar la Salvación eterna.
Y todo el que todavía está vivo, y cree en mí, no morirá jamás.
Quiere decir: el que no ha cometido ningún pecado mortal, que es la muerte del alma, al creer en Mí, y seguir mis mandamientos, ya no volverá a pecar mortalmente, ya que Dios hará su morada en su corazón, y al estar poseído la Divinidad, será ya inmortal e invencible. El Evangelio, viene a confirmar todos esos razonamientos, creer en Jesucristo significa cumplir con todos sus mandamientos, el que dice que cree en Él, y no los cumple es un embustero, uno no se puede burlar de Jesús.
Jesús dijo a sus discípulos:
"No son los que me dicen: 'Señor, Señor', los que entrarán en el Reino de los Cielos, sino los que cumplen la voluntad de mi Padre que está en el Cielo".
"Así, todo el que escucha las palabras que acabo de decir y las pone en práctica, puede compararse a un hombre sensato que edificó su casa sobre roca. Cayeron las lluvias, se precipitaron los torrentes, soplaron los vientos y sacudieron la casa; pero esta no se derrumbó porque estaba construida sobre roca"
Al contrario, el que escucha mis palabras y no las practica, puede compararse a un hombre insensato, que edificó su casa sobre arena. Cayeron las lluvias, se precipitaron los torrentes, soplaron los vientos y sacudieron la casa: esta se derrumbó, y su ruina fue grande". (Mateo 7,21.24-27).
Lo mismo ocurre con todos los Sacramentos, mucha gente se cree que son una verdadera "vacuna" contra el pecado y que hagan lo que hagan serán salvados. Todos los Sacramentos de la Iglesia Católica tienen sus dones que es la Santa Gracia de Dios, pero también y sobre todo tienen sus obligaciones. Esas obligaciones consisten en cumplir la voluntad de Dios, y si por debilidad o imprudencia no se cumple, tiene que haber un profundo arrepentimiento proporcional a la culpa y un deseo para no volver a caer en el pecado.
El bautizo: exige una renovación de la persona que es pasar de ser una persona egoísta y viciosa a ser todo lo contrario, lo que trae consigo si no se cumple la muerte del alma y anula la condición de hijos de Dios, eso ocurrió por ejemplo con Hitler que fue bautizado.
La Confirmación: el Espíritu Santo dará sus dones a los que aman de verdad a Dios, si aman el pecado, dejará de obrar y sus efectos que son sus dones no se cumplirán,
El matrimonio: Es un Sacramento que tiene sus Gracias de Dios, para que se cumplan, hay que ser fieles a las promesas que se hicieron ante Dios el día de la boda, la infidelidad de los conyugues anula las gracias entonces al acabarse el vino como en las bodas de Caná y al no estar ni María ni Jesús, no se podrá cambiar el agua en ese vino más excelente que el del principio.
El Sacramento de la Penitencia: Si no hay arrepentimiento, deseo y lucha para no volver a caer la absolución no sirve para nada.
El Orden Sacerdotal: Si no se cumplen los votos de Pobreza, Obediencia y Castidad, no estará la Gracia de Dios para ayudar a combatir las tentaciones del astuto Satanás.
La Extrema Unción: Exige del que la recibe el Santo Temor de Dios y la pena de haberle ofendido, cuando no existen esas premisas, ¿Para que sirve ese Sacramento?
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