ISRAEL EL ÁRBOL ARRANCADO PORQUE NO DA FRUTOS |
María Valtorta era con la Biblia la lectura de la Madre Teresa de Calcuta, y la del Padre Pío de Pietrelcina que la recomendaba a sus fieles, diciéndoles que debían leer sus escritos.
DEL EVANGELIO COMO ME HA SIDO REVELADO
(30 de Septiembre de 1.946)
Terrible discusión de Jesús en el Templo de Jerusalen con los Fariseos y miembros del Sanedrín, en donde tiene la valentía de proclamar su divinidad ante el grupo, que como lo afirma tajantemente el Salvador son hijos de Satanás. Ya que un Hijo de Dios reconoce su Voz que es la Voz de Dios Padre, a la cual ha obedecido ciegamente Abraham. Jesús predice la terrible persecución que van a tener los Judíos a lo largo de los siglos por no haber creído en su divinidad a pesar de los milagros portentosos, son los deicidas que solo se convertirán al final de los tiempos.
El argumento principal emitido por sus detractores, es que son hijos de Abraham y que son la crema del Pueblo Judío. Jesús recuerda que también Ismael es hijo de Abraham, los Judíos argumentan que su madre era Agar la esclava. a lo cual Jesús explica que la esclavitud no degrada la condición humana, ya que solo el pecado es el que esclaviza el alma. Explica de una manera Magistral la distinción entre el esclavo, el criado y el hijo, por lo cual se deduce que el pecador empedernido es hijo de Satanás, el criado está al servicio de Dios y puede dejar a su dueño cuando quiere, y el Hijo es el heredero del Padre.
Estas reflexiones explican de una manera clara los diferentes tipos de almas: Las que son hijos de Satanás, esclavos suyos; los que sirven a Dios y que son libres de abandonar a su dueño, que es la imagen de los creyentes, y los Hijos de Dios. que son los herederos de su Santo Reino.
Este razonamiento es completamente opuesto a la mentalidad actual de muchos clérigos y fieles, que afirman que todos somos hijos de Dios, son los relativistas que ha introducido Satanás en la Iglesia. En lo que se refiere a los Judíos que aún esperan el Mesías, estos personajes no quieren darse cuenta de como, han sido castigados a lo largo de la historia, y como no ven diferencia entre el vicio y la virtud, se atreven a decir que ¡los Judíos son nuestros hermanos mayores!
Dice Jesús:
[...] Oíd a Dios en las palabras y en los hechos, y, si no queréis creer en mis palabras porque el nuevo Israel os ahoga, creed por lo menos al viejo Israel. En él gritan los profetas los peligros y las calamidades de la Ciudad Santa y de toda nuestra Patria, si no se convierte al Señor su Dios y no sigue al Salvador. Ya pesó sobre este Pueblo la mano de Dios en los siglos pasados.
Pero el pasado y el presente no serán nada respeto al tremendo futuro que le espera por no haber querido acoger a Aquel que Dios ha enviado. Ni en rigor ni en duración es comparable lo que espera a Israel que repudia a Cristo. Yo os lo digo adelantando la mirada a través de los siglos. Como árbol tronchado y arrojado a un vertiginoso río, así será la raza hebraica alcanzada por el anatema divino. Tenaz, tratará de detenerse en las orillas en uno u otro punto; siendo exuberante, brotarán de él vástagos y raíces. Pero cuando ya crea que ha arraigado, volverá contra él la violencia de la riada y esta volverá a arrancarlo, romperá sus raíces y vástagos y el árbol irá más allá, a sufrir, para arraigar y ser de nuevo arrancado y vagar de nuevo. Y nada podrá darle paz, porque la riada que hostigará será la ira de Dios y el desprecio de los pueblos. Solo arrojándose a un mar de Sangre viva y santificante podría hallar paz. Mas evitará esa Sangre, porque, a pesar de las palabras de pacificación que este le dirigirá, le parecerá - Caín del Abel celeste - oír la voz de la sangre de Abel."
Pero el pasado y el presente no serán nada respeto al tremendo futuro que le espera por no haber querido acoger a Aquel que Dios ha enviado. Ni en rigor ni en duración es comparable lo que espera a Israel que repudia a Cristo. Yo os lo digo adelantando la mirada a través de los siglos. Como árbol tronchado y arrojado a un vertiginoso río, así será la raza hebraica alcanzada por el anatema divino. Tenaz, tratará de detenerse en las orillas en uno u otro punto; siendo exuberante, brotarán de él vástagos y raíces. Pero cuando ya crea que ha arraigado, volverá contra él la violencia de la riada y esta volverá a arrancarlo, romperá sus raíces y vástagos y el árbol irá más allá, a sufrir, para arraigar y ser de nuevo arrancado y vagar de nuevo. Y nada podrá darle paz, porque la riada que hostigará será la ira de Dios y el desprecio de los pueblos. Solo arrojándose a un mar de Sangre viva y santificante podría hallar paz. Mas evitará esa Sangre, porque, a pesar de las palabras de pacificación que este le dirigirá, le parecerá - Caín del Abel celeste - oír la voz de la sangre de Abel."
[...] "Maestro, es verdad que hemos dicho que estamos como atados por el pasado. pero este vínculo no es cautiverio ni esclavitud. Nosotros somos descendientes de Abraham en las cosas del espíritu. Porque con "descendencia de Abraham", si no nos equivocamos, se quiere significar descendencia espiritual contrapuesta a la de Agar, que es descendencia de esclavos. ¿Cómo es que dices entonces que seremos libres?".
--"Os hago la observación de que también era descendencia de Abraham Ismael y sus hijos. Porque Abraham fue padre de Isaac y de Ismael".
--"Pero impura, porque era hijo de una mujer esclava y egipcia".
--"En verdad, en verdad os digo que no hay más que una esclavitud: la del pecado. Sólo el que comete pecado es un esclavo, y esta esclavitud, hacia un amo implacable y cruel ninguna moneda la rescata. Una esclavitud que incluye la pérdida de todos los derechos a la libre soberanía en el Reino de los Cielos. El esclavo, el hombre hecho esclavo por una guerra o por desgracias, puede caer en manos de un buen amo, pero siempre es precaria su buena posición, porque el amo puede venderlo a otro amo cruel. El esclavo es una mercancía y nada más. A veces sirve como una moneda para saldar una deuda, y ni siquiera tiene el derecho a llorar... El criado sin embargo, vive en la casa de su señor, pero solo mientras éste no lo despide. Pero el hijo se queda siempre en la casa de su padre que no piensa en echarle. Solo puede salir por su libre voluntad.
Y en esto está la diferencia entre esclavitud y servidumbre y entre servidumbre y filiación.
La esclavitud encadena al hombre, la servidumbre lo pone al servicio de un señor, la filiación lo coloca para siempre, y con igualdad de vida en la casa de su padre. La esclavitud aniquila al hombre, la servidumbre lo somete, la filiación lo hace libre y feliz. El pecado hace al hombre esclavo del amo más cruel, por la eternidad: Satanás. La servidumbre, en este caso la antigua Ley hace al hombre temeroso de Dios, como un ser intransigente. La filiación, o sea el ir a Dios junto con su Primogénito, conmigo, hace del hombre un ser libre y feliz, que conoce la caridad de su Padre y en ella confía. Aceptar mi doctrina es ir a Dios conmigo, Primogénito de muchos hijos preferidos. Yo romperé vuestras cadenas - basta que vengáis a Mí para que las rompa -, y seréis realmente libres y coherederos conmigo del Reino de los Cielos. Sé que sois descendencia de Abraham. pero aquel de vosotros que trate de hacerme morir, ya no honra a Abraham sino a Satanás, y sirve a este como fiel esclavo. ¿Por qué? Porque rechaza mi Palabra, de forma que mi Palabra no puede penetrar en muchos de vosotros.
Dios no fuerza el hombre a creer; pero me envía para que os indique cual es su voluntad. Y Yo os refiero lo que he visto y oído al lado de mi Padre, y hago lo que Él quiere. Pero aquellos de vosotros que me persiguen hacen lo que han aprendido de su padre y lo que él sugiere.
[...] Gritan los Judíos llenos de ira y de odio:"¡El padre nuestro es Abraham. No tenemos ningún otro padre!".
---El Padre de los hombres es Dios. El mismo Abraham es hijo del Padre universal. pero muchos repudian al Padre verdadero a cambio de uno que no es padre, que eligen como tal porque parece más poderoso y dispuesto a contentarlos con sus deseos desordenados. Los hijos hacen las obras que ven hacer a su padre.
Si sois hijos de Abraham ¿Por qué no hacéis las obras de Abraham? ¿No las conocéis? ¿Os las debo enumerar como naturaleza y como símbolo? Abraham obedeció yendo al País que le fue indicado por Dios, y es figura del hombre que debe estar preparado para dejar todo e ir a donde Dios lo envía. Abraham fue condescendiente con el hijo de su hermano y le dejó elegir la región preferida, y es figura del respeto a la libertad de acción y a la caridad que debemos tener por nuestro prójimo. Abraham fue humilde después de la predilección de Dios y le honró en Mambré, y se sintió siempre un nada, comparado al Altísimo que le había hablado, es figura de la postura reverencial que el hombre tiene que tener siempre hacia su Dios. Abraham creyó siempre en Dios y le obedeció incluso en las cosas más difíciles de creer y penosas de cumplir, y por el hecho de sentirse seguro no se hizo egoísta, sino que oró por los de Sodoma. Abraham no buscó un pacto con el Señor queriendo un premio por sus múltiples obediencias, sino que al contrario, para honrarle hasta el fin, hasta el máximo límite, le sacrificó su amadísimo hijo...".
--"No lo sacrificó".
--"Sacrificó su amadísimo hijo, porque verdaderamente su corazón ya había sacrificado durante el trayecto, con su voluntad de obedecer, que fue detenida por el ángel cuando ya el corazón del padre se partía estando para partir el corazón de su hijo. Mataba al hijo para honrar a Dios. Vosotros le matáis a Dios al Hijo por honrar a Satanás. ¿Hacéis, pues, vosotros las obras de aquel a quien llamáis padre? No. No las hacéis. Tratáis de matarme a Mí porque os digo la verdad tal como la he oído de Dios, Abraham no hacía eso. No trataba de matar la voz que venía del Cielo, sino que la obedecía. No, vosotros no hacéis las obras de Abraham, sino las que os indica vuestro padre".
--"No hemos nacido de una prostituta. No somos espurios. has dicho, Tú mismo lo has dicho, que el Padre de los hombres es Dios, y nosotros además somos del Pueblo elegido, y pertenecemos a las castas distinguidas de este Pueblo. Por tanto, tenemos a Dios como único Padre".
--"Si conocierais a Dios como Padre en espíritu y verdad, me amaríais porque yo procedo y vengo de Dios; ciertamente no vengo de mi mismo, sino que es Él el que me ha enviado. Por eso, si verdaderamente conocierais al Padre, me conoceríais también a Mí como Hijo suyo y Hermano y Salvador vuestro. ¿Pueden los hermanos no reconocerse? ¿Pueden los hijos de Uno solo no conocer el lenguaje que se habla en la Casa del único Padre? ¿Por qué entonces no comprendéis mi lenguaje y no toleráis mis palabras? Porque Yo vengo de Dios y vosotros no. Vosotros habéis abandonado el hogar paterno y habéis olvidado el rostro y el lenguaje de Aquel que lo habita. Habéis ido voluntariamente a otras regiones, a otras moradas, donde reina otro que no es Dios, y donde se habla otro idioma. Y quien ahí reina impone que, para entrar, uno se haga hijo suyo y le obedezca. Y vosotros lo habéis hecho y seguís haciéndolo. Vosotros abjuráis, renegáis del Padre Dios para elegiros otro padre. Y este es Satanás. Vosotros tenéis como padre al demonio y queréis llevar a cabo lo que él os sugiere. y los deseos del demonio son el pecado y la violencia, y vosotros lo acogéis. Desde el principio era homicida, y no perseveró en la verdad porque él, que se rebeló contra la Verdad, no puede tener en sí amor a la Verdad, Cuando habla, habla como lo que es, o sea como mentiroso y tenebroso, porque verdaderamente es mentiroso y ha engendrado y ha dado nacimiento a la mentira tras haberse fecundado con la soberbia y nutrido con la rebelión. Toda la concupiscencia está en su seno, y la escupe e inocula para envenenar a las criaturas.
Es el tenebroso, el menospreciador, el rastrero reptil maldito, es el Oprobio y el Horror. Desde hace muchos siglos sus obras atormentan al hombre y las señales y frutos de ellas están entre las mentes de los hombres. Y no obstante a él que miente y destruye, le prestáis oídos, mientras que si hablo Yo y digo lo que es verdad y es bueno, no me creéis y me llamáis pecador.
¿Pero quien de entre los muchos que me han conocido con odio o amor puede decir que me ha visto pecar? ¿Quién puede decirlo con verdad? ¿Dónde las pruebas para convencernos a Mí y a los que creen en Mí de que soy pecador? ¿Contra cual de los diez mandamientos he faltado? ¿Quién ante el altar de Dios, puede jurar que me ha visto violar la Ley y las costumbres, los preceptos, las tradiciones, las oraciones? ¿Quién de entre todos los hombres podrá hacerme mudar el rostro por haber sido convencido con pruebas seguras de pecado? Ninguno puede hacerlo. Ningún hombre ni ningún ángel. Dios grita en el corazón de los hombres: "Es el Inocente". De esto estáis todos convencidos, y vosotros que me acusáis, más aún que estos otros, que vacilan acerca de quien entre Yo y vosotros tiene razón. Más solo el que es de Dios escucha las palabras de Dios. Vosotros no las aceptáis a pesar de que resuenen en vuestras almas día y noche, y no las escucháis porque no sois de Dios".
---"Nosotros, nosotros que vivimos para la Ley y en la más minuciosa observancia de los preceptos para honrar al Altísimo, no somos de Dios? ¿Y Tú osas decir esto? ¡¡¡Ahhh!!!" parecen ahogarse del horror como si fuera un dogal. "¿Y no hemos de decir que eres un endemoniado y un Samaritano?".
Y en esto está la diferencia entre esclavitud y servidumbre y entre servidumbre y filiación.
La esclavitud encadena al hombre, la servidumbre lo pone al servicio de un señor, la filiación lo coloca para siempre, y con igualdad de vida en la casa de su padre. La esclavitud aniquila al hombre, la servidumbre lo somete, la filiación lo hace libre y feliz. El pecado hace al hombre esclavo del amo más cruel, por la eternidad: Satanás. La servidumbre, en este caso la antigua Ley hace al hombre temeroso de Dios, como un ser intransigente. La filiación, o sea el ir a Dios junto con su Primogénito, conmigo, hace del hombre un ser libre y feliz, que conoce la caridad de su Padre y en ella confía. Aceptar mi doctrina es ir a Dios conmigo, Primogénito de muchos hijos preferidos. Yo romperé vuestras cadenas - basta que vengáis a Mí para que las rompa -, y seréis realmente libres y coherederos conmigo del Reino de los Cielos. Sé que sois descendencia de Abraham. pero aquel de vosotros que trate de hacerme morir, ya no honra a Abraham sino a Satanás, y sirve a este como fiel esclavo. ¿Por qué? Porque rechaza mi Palabra, de forma que mi Palabra no puede penetrar en muchos de vosotros.
Dios no fuerza el hombre a creer; pero me envía para que os indique cual es su voluntad. Y Yo os refiero lo que he visto y oído al lado de mi Padre, y hago lo que Él quiere. Pero aquellos de vosotros que me persiguen hacen lo que han aprendido de su padre y lo que él sugiere.
[...] Gritan los Judíos llenos de ira y de odio:"¡El padre nuestro es Abraham. No tenemos ningún otro padre!".
---El Padre de los hombres es Dios. El mismo Abraham es hijo del Padre universal. pero muchos repudian al Padre verdadero a cambio de uno que no es padre, que eligen como tal porque parece más poderoso y dispuesto a contentarlos con sus deseos desordenados. Los hijos hacen las obras que ven hacer a su padre.
Si sois hijos de Abraham ¿Por qué no hacéis las obras de Abraham? ¿No las conocéis? ¿Os las debo enumerar como naturaleza y como símbolo? Abraham obedeció yendo al País que le fue indicado por Dios, y es figura del hombre que debe estar preparado para dejar todo e ir a donde Dios lo envía. Abraham fue condescendiente con el hijo de su hermano y le dejó elegir la región preferida, y es figura del respeto a la libertad de acción y a la caridad que debemos tener por nuestro prójimo. Abraham fue humilde después de la predilección de Dios y le honró en Mambré, y se sintió siempre un nada, comparado al Altísimo que le había hablado, es figura de la postura reverencial que el hombre tiene que tener siempre hacia su Dios. Abraham creyó siempre en Dios y le obedeció incluso en las cosas más difíciles de creer y penosas de cumplir, y por el hecho de sentirse seguro no se hizo egoísta, sino que oró por los de Sodoma. Abraham no buscó un pacto con el Señor queriendo un premio por sus múltiples obediencias, sino que al contrario, para honrarle hasta el fin, hasta el máximo límite, le sacrificó su amadísimo hijo...".
--"No lo sacrificó".
--"Sacrificó su amadísimo hijo, porque verdaderamente su corazón ya había sacrificado durante el trayecto, con su voluntad de obedecer, que fue detenida por el ángel cuando ya el corazón del padre se partía estando para partir el corazón de su hijo. Mataba al hijo para honrar a Dios. Vosotros le matáis a Dios al Hijo por honrar a Satanás. ¿Hacéis, pues, vosotros las obras de aquel a quien llamáis padre? No. No las hacéis. Tratáis de matarme a Mí porque os digo la verdad tal como la he oído de Dios, Abraham no hacía eso. No trataba de matar la voz que venía del Cielo, sino que la obedecía. No, vosotros no hacéis las obras de Abraham, sino las que os indica vuestro padre".
--"No hemos nacido de una prostituta. No somos espurios. has dicho, Tú mismo lo has dicho, que el Padre de los hombres es Dios, y nosotros además somos del Pueblo elegido, y pertenecemos a las castas distinguidas de este Pueblo. Por tanto, tenemos a Dios como único Padre".
--"Si conocierais a Dios como Padre en espíritu y verdad, me amaríais porque yo procedo y vengo de Dios; ciertamente no vengo de mi mismo, sino que es Él el que me ha enviado. Por eso, si verdaderamente conocierais al Padre, me conoceríais también a Mí como Hijo suyo y Hermano y Salvador vuestro. ¿Pueden los hermanos no reconocerse? ¿Pueden los hijos de Uno solo no conocer el lenguaje que se habla en la Casa del único Padre? ¿Por qué entonces no comprendéis mi lenguaje y no toleráis mis palabras? Porque Yo vengo de Dios y vosotros no. Vosotros habéis abandonado el hogar paterno y habéis olvidado el rostro y el lenguaje de Aquel que lo habita. Habéis ido voluntariamente a otras regiones, a otras moradas, donde reina otro que no es Dios, y donde se habla otro idioma. Y quien ahí reina impone que, para entrar, uno se haga hijo suyo y le obedezca. Y vosotros lo habéis hecho y seguís haciéndolo. Vosotros abjuráis, renegáis del Padre Dios para elegiros otro padre. Y este es Satanás. Vosotros tenéis como padre al demonio y queréis llevar a cabo lo que él os sugiere. y los deseos del demonio son el pecado y la violencia, y vosotros lo acogéis. Desde el principio era homicida, y no perseveró en la verdad porque él, que se rebeló contra la Verdad, no puede tener en sí amor a la Verdad, Cuando habla, habla como lo que es, o sea como mentiroso y tenebroso, porque verdaderamente es mentiroso y ha engendrado y ha dado nacimiento a la mentira tras haberse fecundado con la soberbia y nutrido con la rebelión. Toda la concupiscencia está en su seno, y la escupe e inocula para envenenar a las criaturas.
Es el tenebroso, el menospreciador, el rastrero reptil maldito, es el Oprobio y el Horror. Desde hace muchos siglos sus obras atormentan al hombre y las señales y frutos de ellas están entre las mentes de los hombres. Y no obstante a él que miente y destruye, le prestáis oídos, mientras que si hablo Yo y digo lo que es verdad y es bueno, no me creéis y me llamáis pecador.
¿Pero quien de entre los muchos que me han conocido con odio o amor puede decir que me ha visto pecar? ¿Quién puede decirlo con verdad? ¿Dónde las pruebas para convencernos a Mí y a los que creen en Mí de que soy pecador? ¿Contra cual de los diez mandamientos he faltado? ¿Quién ante el altar de Dios, puede jurar que me ha visto violar la Ley y las costumbres, los preceptos, las tradiciones, las oraciones? ¿Quién de entre todos los hombres podrá hacerme mudar el rostro por haber sido convencido con pruebas seguras de pecado? Ninguno puede hacerlo. Ningún hombre ni ningún ángel. Dios grita en el corazón de los hombres: "Es el Inocente". De esto estáis todos convencidos, y vosotros que me acusáis, más aún que estos otros, que vacilan acerca de quien entre Yo y vosotros tiene razón. Más solo el que es de Dios escucha las palabras de Dios. Vosotros no las aceptáis a pesar de que resuenen en vuestras almas día y noche, y no las escucháis porque no sois de Dios".
---"Nosotros, nosotros que vivimos para la Ley y en la más minuciosa observancia de los preceptos para honrar al Altísimo, no somos de Dios? ¿Y Tú osas decir esto? ¡¡¡Ahhh!!!" parecen ahogarse del horror como si fuera un dogal. "¿Y no hemos de decir que eres un endemoniado y un Samaritano?".
---No soy ni lo uno ni lo otro, sino que honro a mi Padre aunque vosotros lo neguéis para vilipendiarme. Pero vuestro vilipendio no me aflige. No busco mi Gloria. Hay quien se ocupa de ella y juzga. Esto os digo a vosotros que me queréis denigrar. Pero a los que tienen buena voluntad les digo que quien acoja a mi Palabra, o ya la haya acogido, y la sepa custodiar, no verá la muerte por los siglos de los siglos".
---¡Ah! ¡Ahora vemos claro que por tus labios habla el demonio que te posee! Tú mismo lo has dicho: "Habla como mentiroso" Lo que acabas de decir es palabra mentirosa, por tanto es palabra demoníaca. Abraham murió, y murieron los Profetas. Y dices que el que guarda tus palabras no verá la muerte por los siglos de los siglos. ¿Entonces Tú no vas a morir?".
---"Moriré solo como Hombre, para resucitar en el tiempo de Gracia, pero como Verbo no moriré. La Palabra es vida y no muere. Y quien acoge en sí la Palabra, tiene en sí la Vida y no muere para siempre, sino que resucita en Dios porque Yo lo resucitaré".
...¡Blasfemo! ¡Loco! ¡Demonio! ¿Eres más que nuestro Padre Abraham, que murió, y que los profetas? ¿Quién te crees que eres?
---"El Principio que os habla!"
[...]Cuando Jesús está bien arrimado al muro y tiene delante de si la protección de los más fieles, y cuando se calma un poco el tumulto en el patio, dice con su hermosa e incisiva voz, tranquila incluso en los momentos más agitados:
[...]Cuando Jesús está bien arrimado al muro y tiene delante de si la protección de los más fieles, y cuando se calma un poco el tumulto en el patio, dice con su hermosa e incisiva voz, tranquila incluso en los momentos más agitados:
---"Si me glorifico a Mí mismo, mi Gloria no tiene valor. Todos pueden decir de si mismo todo lo que quieren. pero el que me glorifica es mi Padre, el que decía que es vuestro Dios, a pesar de que es tan poco vuestro que no lo conocéis y no lo habéis conocido nunca, ni lo queréis conocer a través de Mí, que os hablo de Él porque lo conozco. Y si dijera que no lo conozco para calmar vuestro odio hacia Mí, sería un embustero como vosotros que decís conocerlo. Yo sé que no puedo mentir por ningún motivo. El Hijo del hombre no debe mentir, a pesar que decir la verdad será causa de Mi Muerte. Porque si el Hijo de Dios mintiera ya no sería verdaderamente Hijo de la Verdad y la Verdad le alejaría de sí. Yo conozco a Dios, como Dios y como Hombre, conservo sus palabras y las acato.
---¡Israel, reflexiona! Aquí se cumple la Promesa. En Mí se cumple ¡Reconóceme en lo que soy! Vuestro Padre Abraham suspiró por ver mi día. Lo vio proféticamente por una Gracia de Dios, y exultó. Y vosotros en verdad lo vivís..."
---¡Cállate! ¿No tienes todavía cincuenta años y pretendes decir que Abraham te ha visto y que Tú lo has visto?" Y su carcajada de burla se propaga como una ola de veneno o de ácido corrosivo.
---En verdad, en verdad os digo que antes de que Abraham naciera, Yo soy".
---¿"Yo soy? solo Dios puede decir que es, porque es eterno. ¡No Tú! ¡Blasfemo! ¡"Yo soy!" ¡Anatema! ¿Eres acaso Dios para decirlo?", le grita uno que debe de ser un alto personaje porque acaba de llegar y ya está cerca de Jesús, dado que todos se han apartado con terror cuando ha venido.
---"Tú lo has dicho" responde Jesús con voz de trueno.
Todo se hace arma en las manos de los que odian. Mientras el último que ha preguntado al Maestro se entrega a una mímica de escandalizado horror y se quita violentamente la prenda que cubre su cabeza, y se alborota el pelo y la barba y se desata las hebillas que sujetan el manto al cuello, como si se sintiera desfallecer del horror, puñados de tierra y piedras usadas por los vendedores de palomas y otros animales, para tener tensas las cuerdas de los cercados, y para los cambistas para... prudente custodia de sus arquetas, (de las que se muestran más celosos que de su propia vida), vuelan contra el Maestro y naturalmente caen sobre la propia gente, porque Jesús está demasiado dentro, bajo el pórtico, como para ser alcanzado, y la gente increpa y se queja...
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