MENSAJE DE LA VIRGEN MARÍA

DIJO LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA:

“QUIERO QUE ASÍ COMO MI NOMBRE ES CONOCIDO POR TODO EL MUNDO, ASÍ TAMBIÉN CONOZCAN LA LLAMA DE AMOR DE MI CORAZÓN INMACULADO QUE NO PUEDO POR MÁS TIEMPO CONTENER EN MÍ, QUE SE DERRAMA CON FUERZA INVENCIBLE HACIA VOSOTROS. CON LA LLAMA DE MI CORAZÓN CEGARÉ A SATANÁS. LA LLAMA DE AMOR, EN UNIÓN CON VOSOTROS, VA A ABRASAR EL PECADO".

DIJO SAN JUAN DE LA CRUZ:

"Más quiere Dios de ti el menor grado de pureza de Conciencia que todas esas obras que quieres hacer"


A un compañero que le reprochaba su Penitencia:

"Si en algún tiempo, hermano mío, alguno sea Prelado o no, le persuadiere de Doctrina de anchura y más alivio, no lo crea ni le abrace, aunque se lo confirme con milagros, sino Penitencia y más Penitencia, y desasimiento de todas las cosas, y jamás, si quiere seguir a Cristo, lo busque sin la Cruz".

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sábado, 8 de febrero de 2025

REFLEXIONES SOBRE EL PRIMER MANDAMIENTO: AMAR A DIOS SOBRE TODAS LAS COSAS Y AL PRÓJIMO COMO A UNO MISMO


EL ALMA QUE DEJE LA TIERRA, SOLO  LLEVARA 
CON ELLA SUS VIRTUDES Y SUS DEFECTOS



En este mundo en donde, mientras haya vida, todo ser humano tiene la posibilidad de alcanzar la Salvación Eterna, cada individuo se desenvuelve con un grado de virtud, de perfección, o de pecado bien característicos.

Hasta los más grandes pecadores pueden alcanzar esta Salvación y Dios, sin duda alguna desea que se arrepientan y que vuelvan por el camino recto. 

Eso mismo es lo que afirma por el Profeta Ezequiel: Oráculo de Yahvé, ¿Acaso quiero Yo la muerte del malvado y no que se arrepienta de sus actos y vuelva a la Vida?. En este mundo, mientras haya vida, Dios no juzga a nadie, según lo afirma nuestro Salvador: “No he venido para condenar, pero si para que todos se salven”.

El Amor de Dios en este mundo, para los humanos, justos y pecadores es un Amor de entrega total y de gran paciencia, por eso da todo una vida, ya que la Santidad o la maldad no surgen  nunca de imprevisto, ya que necesitan una larga preparación y maduración para que los hombres se arrepientan y vuelvan por el camino recto, y aquí recuerdo el relato de Jesús:

“Un hombre plantó una higuera en un campo, y al ver que año tras año, no daba fruto, le dijo al hortelano: 

“Para que quiero yo esta higuera, arráncala y tírala al fuego", a lo cual el hortelano le contestó: “Ten aún paciencia, que yo la abonaré y la regaré, y entonces, si este año no da aún fruto, la arrancaré”. 

En este tiempo de paciencia y de misericordia, Dios trata por igual a justos y a pecadores, “Dios hace caer la lluvia sobre los buenos y los malos”, y nos ordena de hacer nosotros lo mismo, pero el grave error de muchos predicadores, es creer y hacer creer a los fieles, que en el otro mundo será igual, ese error, auspiciado por Satán y sus tenebrosos ministros, tiene como consecuencias la anestesia  de los fieles y la huida de todo sacrificio, que es precisamente lo que busca, y consigue el astuto tentador. 

Esta visión del Dios “relativista”, incapaz de condenar a nadie porque, todos somos “hijos suyos”, es un tremendo y herético error, que ha traído como consecuencia la falta de piedad de gran parte del Pueblo de Dios. ¿Por qué no quieren darse cuenta de que la filiación espiritual de los hijos de Dios, que es la que perdurará por toda la eternidad, se adquiere gracias a nuestro segundo nacimiento, como así lo explicó Jesús Dios a Nicodemo, que tiene lugar con la libre voluntad del ser humano, y por la acción del Espíritu Santo?

Y el Jesús que comparecerá al final de los tiempos, será un poderoso, justo y perfecto Juez, bien diferente de aquel Jesús, que en esta Tierra apareció como un Ser sin poder ni gloria. Muy al contrario será entonces un fabuloso y tremendo Juez, Rey del universo, y contemplaremos unos con asombro y admiración, y otros con terror, su infinita Majestad y su sublime Corte, con su ilimitado Poderío y Gloria. 

Y entonces “Escudriñará a Jerusalén con lámparas encendidas”Y, como lo dice San Juan de la Cruz, pedirá cuenta de toda palabra vana que hayamos pronunciado, examinándonos en el cumplimiento del primer mandamiento, según dijo en sus dichos de Luz y amor: "A la tarde te examinarán en el Amor, aprende a amar como Dios quiere ser amado, y deja tu condición".

Amor hacia Nuestro Creador y minucioso examen de nuestro comportamiento hacia nuestros hermanos, pagándonos con la misma moneda con la que hayamos empleado hacia los demás, lo que será la medida que inclinará la balanza o hacia la Salvación, en un Reino, que si lo pudiésemos contemplar, aunque fuera un instante, moriríamos de amor, o hacia la Condena, que si pudiéramos verla, nos haría morir de horror, según dice el mismo Jesús a María Valtorta.

Y aquí hay que subrayar un hecho importantísimo, que puede influir de una manera determinante, ya que puede hacer bascular el brazo de la balanza hacia un lado o hacia el otro, y es que dijo Jesús en su sermón de la montaña:

"Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán Misericordia" (Mat 5,7)






viernes, 7 de febrero de 2025

IMPRESIONANTE IMAGEN DE JESÚS CORONADO DE ESPINAS, POCO ANTES DE MORIR POR NOSOTROS EN LA CRUZ


Este retrato de Jesús me ha emocionado, es así como
lo describe María Valtorta en sus visiones: el cabello
color rubio oscuro; y los ojos azules.




María Valtorta era con la Biblia la lectura de la Madre Teresa de Calcuta, y la del Padre Pío de Pietrelcina que la recomendaba a sus fieles, diciéndoles que debían leer sus escritos.



De los cuadernos de María Valtorta
 (20-2-1.944)

Ahora - ya es de noche - dice Jesús:
Has visto cuanto cuesta ser Salvadores. Lo has visto en Mí y en María. Has tenido conocimiento de mis torturas. Has visto con que generosidad, heroísmo, paciencia, mansedumbre, constancia y fortaleza las hemos sufrido por la caridad de salvaros.

Todos aquellos que quieran, que pidan al Señor Dios hacer de ellos "salvadores" deben pensar que Yo y María son el modelo, y que estas son las torturas que hay que compartir para salvar.

La cruz, las espinas, los clavos, los azotes no serán materiales. Serán otros, con otra forma y naturaleza; pero igualmente dolorosos e inmoladores. Y solo inmolándose en medio de estos dolores se puede ser salvador.

Es misión austera, la más austera de todos. Una misión respeto a la cual una vida de monje, o de la religiosa de la más severa regla es como una flor comparada con un montón de espinas. Porque esta es una regla no de orden humana, sino Regla de un sacerdocio y un rito de ingreso en el estado monacal divinos, cuyo fundador soy Yo. Yo soy el que consagra y acoge - en mi Regla, en mi Orden - y los elegidos para ella. Y soy el que les impone el hábito (el mío): el dolor total, llevado hasta el sacrificio.

Has visto mis sufrimientos dirigidos a hacer reparación por vuestras culpas. Nada en mi Cuerpo ha estado exento de ellos, porque nada en el hombre ha estado exento de culpas, y todas las partes de vuestro yo -físico y moral - ese yo que Dios os ha dado con una perfección de obra divina y que vosotros habéis degradado con la culpa del progenitor y con vuestras tendencias al mal, con vuestra voluntad mala - son los instrumentos de los que os servís para cumplir el pecado.

Pero Yo he venido para cancelar los efectos del pecado con mi Sangre y mi dolor; lavando en ellos cada una de vuestras partes físicas y morales, para purificarlas y fortalecerlas contra las tendencias culpables.

Mis manos fueron heridas y aprisionadas, después de haberse cansado llevando la Cruz, para reparar por todos los delitos cometidos por la mano del hombre. Desde los verdaderos actos de sujetar y usar un arma contra un hermano, haciéndoos así Caínes, hasta los de robar o escribir acusaciones falsas o llevar actos contrarios al respeto de vuestro cuerpo o del cuerpo ajeno, o de estar ociosos en una holgazanería que es terreno propio para vuestros vicios. Por las ilícitas libertadas de vuestras manos, he dejado crucificar las mías clavándolas en el madero, privándolas de todo movimiento más que lícito y necesario.

Los pies de vuestro Salvador, después de haberse fatigado y herido en las piedras de mi camino de Pasión, fueron traspasados, inmolados, para hacer reparación de todo el mal que vosotros hacéis con los pies, haciendo de ellos el medio para ir a vuestros delitos, hurtos, fornicaciones. He marcado las calles, las plazas, las casas, las escaleras de Jerusalén, para purificar todas las calles, las plazas, las escaleras, las casas de la Tierra, de todo el mal que dentro y fuera de ellas había nacido, todo lo que había sido sembrado y sería sembrado, en los siglos pasados y en los futuros, por vuestra mala voluntad obediente a las instigaciones de Satanás.

Mi Carne se manchó, recibió contusiones y heridas, para castigar en mí todo el culto exagerado, la idolatría, que vosotros ofrecéis a vuestra carne y a la de quien amáis, por capricho sensual o incluso por afecto, que en sí no es reprobable, pero que lo hacéis reprobable al amar a un padre, a un cónyugue, a un hijo o a un hermano, más que a Dios.

No. Por encima de cualquier amor y vínculo terrenos está, debe estar el amor al Señor Dios vuestro. Ninguno, ningún otro afecto debe ser superior a este. Amad a los vuestros en Dios, no por encima de Dios. Amad con todo vuestro ser a Dios. Ello no absorberá vuestro amor hasta el punto de haceros independientes para con los vuestros; antes al contrario, la perfección tomada de Dios - quien ama a Dios tiene en sí a Dios y, teniendo a Dios, tiene la Perfección - alimentará vuestra perfección hacia ellos.

Yo hice de mi Carne una llaga para extraer de las vuestras el veneno de la sensualidad, del no pudor, del no respeto, de la ambición y admiración por la carne destinada a volver al polvo. No es dando culto a la carne como se lleva la carne a la belleza; antes bien, es con el desapego de ella con lo que se le da la Belleza eterna en el Cielo de Dios.

Mi cabeza fue torturada por mil torturas (golpes, sol, gritos, espinas) para hacer reparación por las culpas de vuestra mente. Soberbia, impaciencia, insoportabilidad, falta de aguante, pululan en vuestro cerebro como terreno baldío. Yo hice de él un órgano torturado, cerrado dentro de un arca decorada con sangre, para hacer reparación por todo lo que brota de vuestro pensamiento.

Has visto la única corona que Yo he querido: una corona que solo un loco o un torturado pueden llevar. Ninguno, que sea sano de mente (humanamente hablando) y que esté en posesión de la libertad, se la impone. Pero a mí me consideraban loco, y loco, sobrenaturalmente, divinamente loco lo era, queriendo morir por vosotros - que no me amáis o me amáis tan poco -, queriendo morir para vencer el mal en vosotros, sabiendo que lo amáis más que a Dios, y estuve a merced del hombre; y prisionero del hombre, condenado suyo, Yo, Dios condenado por el hombre.

Y en la cabeza, también los ojos tuvieron su parte, y la boca, y la nariz y la lengua. Por hacer reparación de vuestras miradas tan amantes de ver lo malo y tan olvidadas de buscar a Dios; para hacer reparación por las demasiadas y demasiado embusteras y sucias y lujuriosas palabras que decís, en vez de usar los labios para orar, para enseñar, para confortar. 

Y recibieron su tortura la nariz y la lengua para hacer reparación por vuestra avidez gustativa y por vuestra sensualidad olfativa, por las cuales cometéis imperfecciones que son terreno para más graves culpas y cometéis pecados con la avidez de alimentos superfluos sin tener piedad de los que tienen hambre de alimentos que os podéis permitir, muchas veces recurriendo a medios ilícitos de ganancia.

Mis entrañas no quedaron exentas de sufrimiento. Ninguna de ellas. Sofocación y tos para los pulmones, los cuales, por la bárbara flagelación recibida, estaban contusos, y edemáticos por la postura en la Cruz; congoja y dolor en el corazón, que había sido desplazado y estaba enfermo, por causa de la cruel flagelación, y del dolor moral que había precedido a esta, por el esfuerzo de la subida bajo la pesada carga del madero y por la anemia consiguiente a toda la sangre que ya había vertido. El hígado congestionado, el bazo congestionado y los riñones contusos y congestionados.

Has visto la corona de moratones que estaba alrededor de mis riñones. Vuestros científicos, para dar una prueba para vuestra incredulidad, respecto a esa prueba de mis padecimientos que es la Sábana Santa, explican que la Sangre, el sudor cadavérico y la urea de un cuerpo ultrafatigado pudieron, mezclándose con los ungüentos, producir esa pintura natural de mi Cuerpo extinto y torturado.

[...] La sed ¡Qué tortura la sed! Y, a pesar de todo, ya has visto que ni siquiera uno, de entre tantos, que supiera en aquellas horas darme una gota de agua. Desde después de la Cena no tuve ninguna confortación. Y la fiebre, el sol, el calor, el polvo, el desangramiento, producían mucha sed a vuestro Salvador.

[...] Esto respecto al sufrimiento de tu Jesús en su Cuerpo inocente. Y no te hablo de las torturas de mi sentimiento hacia mi Madre y hacia su dolor. Se requería ese dolor. Pero para mí fue la congoja más cruel. ¡Solo el Padre sabe lo que sufrió su Verbo en el espíritu, en lo moral y en lo físico! Y la presencia de mi Madre aunque fue la cosa más deseada de mi Corazón, que tenía necesidad de esa confortación en la soledad infinita que lo rodeaba, infinita, soledad procedente de Dios y de los hombres, fue tortura.

Ella debía estar ahí, ángel de carne, para impedir el asalto de la desesperación, de la misma forma que el ángel espiritual la había impedido en Getsemaní; debía estar ahí para recibir la investidura de Madre del Género humano. Pero verla morir a cada uno de mis estremecimientos fue mi mayor dolor. Ni siquiera la traición, ni siquiera saber que mi Sacrificio sería inútil para muchos - esos dos dolores que pocas horas antes me habían parecido tan grandes que me habían hecho sudar sangre -eran comparables a este.

Pero tú has visto lo grande que fue María en aquella hora. La congoja no le impidió ser más fuerte que Judit. Ésta mató.

María se dejó matar a través de su Hijo. Y ni imprecó, ni odió. Oró, amó, obedeció. Siempre Madre, hasta el punto de pensar, en medio de esas torturas, que Jesús tenía necesidad de su velo virginal para cubrir sus carnes inocentes, para defensa de su pudor, supo al mismo tiempo ser Hija del Padre de los Cielos y obedecer a la tremenda voluntad del Padre en aquella hora. No imprecó, no se rebeló; ni contra Dios, ni contra los hombres: a estos les perdonó, a Aquel le dijo: "Fiat" [...]








domingo, 2 de febrero de 2025

DISCURSO ECUMÉNICO, YO SOY EL RESUCITADOR,Y ANTE LAS LÁGRIMAS DE LOS QUE LLORAN POR LOS MUERTOS A LA GRACIA, YO EMANO MI POTENCIA INFINITA.


Extraordinario retablo de la Catedral de Toledo



           Este escrito es para algunos católicos de hoy, que se imaginan que la Religión consiste en la asistencia a las ceremonias y cumplir con los preceptos, como lo hacían los Fariseos, y que creen que todo consiste en el cumplimiento a raja tabla de los mandamientos de Dios y de la Iglesia, sin aplicar en ellos la caridad, que es el amor a los pecadores y la consideración de que sus numerosos pecados son como una enfermedad, que es posible curar con el amor hacia ellos y sobre todo con la oración de súplica y de misericordia a Dios, por la intercesión de la Santísima Virgen María.

            Ella dijo en Fátima a los pastorcillos: “¡Cuanta gente se condena porque no hay nadie que rece por ellos!”. Solo Dios puede resucitar un cuerpo muerto, y también puede resucitar a una alma muerta a la Gracia mientras esté en este mundo, en el otro mundo será imposible. 

               Los padres cuyos hijos se han alejado de la Iglesia y viven depravados, es decir muertos a la Gracia, y cuya alma está muerta por el pecado mortal, pueden implorar a Dios por ellos con  lágrimas en los ojos. Él es el eterno Resucitador, de una potencia infinita, y siempre actúa cuando una madre le lleva el cadáver espiritual de un hijo, implorando su Misericordia, sobre todo si pide ayuda a María la Madre de Dios. 



DE LOS CUADERNOS DE MARÍA VALTORTA
(14 DE JULIO de 1.943)

Dice Jesús:
“Quien cierra el corazón a la misericordia, cierra el corazón a Dios. Porque Dios está en vuestros hermanos y quien no es misericordioso hacia los hermanos, no es misericordioso hacia Dios. No se puede separar a Dios de sus hijos, y pensad bien que vosotros que vivís sois todos hijos del Eterno que os ha creado. También aquellos que en apariencia parece que no lo son, porque viven fuera de mi Iglesia, lo son. No creáis que es lícito ser duros, egoístas, porque uno no es de los vuestros. El origen es uno: el Padre. Sois hermanos aunque no viváis bajo el mismo techo paterno.

           ¿Y, como no pensáis en actuar para atraer a los alejados, a los perdidos, a los infelices, que por diversos motivos están fuera de mi morada? Dios no es exclusivo de los católicos, y mucho yerran aquellos católicos que no se afanan por los no católicos. No trabajan por el interés del Padre, son solo parásitos que viven del Padre sin darle ayuda filial. Dios no tiene necesidad de ayuda porque es potentísimo. Pero de todos modos la quiere de vosotros.

         Dios está también donde distinta fe o distinto espíritu hace pensar que no esté. Y en verdad os digo que no es lo que aparece lo que es verdadero. Muchos católicos están desprovistos de Dios más de cuanto lo esté un salvaje. Porque muchos católicos tienen de hijos de Dios solo el nombre, peor: escarnecen y hacen escarnecer este nombre con una vida hipócrita, cuyas manifestaciones son la antítesis de los dictámenes de mi Ley, cuando no llegan a la abierta rebelión que les hace enemigos de Dios.

         Mientras que en la fe de un no católico, equivocada en la esencia, pero corroborada por una vida recta, está más el signo del Padre. Estas son solo criaturas que tienen necesidad de conocer la Verdad. Los hijos falsos, en cambio, son criaturas que deben conocer además de la Verdad, el Respeto, y el Amor hacia Dios.
Las almas que quieren ser mías tienen que tener misericordia de estas otras pobres almas. Pero las almas-víctimas deben inmolarse también por ellas. ¿Hice Yo de otra forma? ¿No me inmolé por todos? Si es misericordia dar de comer, vestir, dar de beber, enterrar, instruir, consolar, qué no será obtener, a precio del propio sacrificio, la Vida verdadera para sus hermanos?

         ¡Si el mundo fuera misericordioso!--- el mundo poseería a Dios, y lo que os tortura caería como hoja muerta. Pero el mundo, y especialmente los cristianos, han sustituido el amor por el odio, la Verdad por la hipocresía, la Luz por las tinieblas, Dios por Satanás.

           Y Satanás allí donde Yo sembré Misericordia y la hice crecer con mi Sangre, esparce sus abrojos y los hace prosperar con su soplo de infierno. Vendrá su hora de derrota. Pero ahora viene él porque vosotros le ayudáis.

Pero bienaventurados los que saben permanecer en la Verdad y trabajar por la Verdad. Su misericordia tendrá el premio en el Cielo”.

Dice aún Jesús:

Extraordinarias palabras del Hombre-Dios que confirman de una manera sorprendente que es el Creador de todo el Universo, y que quiere la Salvación de toda la Humanidad, por eso sigue haciendo salir el sol y caer la lluvia sobre los buenos y los malos, y ejerce también su bondad sobre los malos, ya que el desprecio los espantaría,  para que así puedan de arrepentirse y volver por el buen camino.

Este episodio trae una enseñanza muy importante para todos los creyentes que tienen familiares que han muerto a la fe, y que están en pecado mortal, solo Jesús los puede resucitar, si estos Padres, madres o hermanos van a Él, con lágrimas en los ojos, suplicando insistentemente a Jesús, que los resucite.


         No tengas titubeos y dudas. Lo que te he dicho es cierto. Siendo el Creador, Dios está también donde parece que no está. ¿No es adorado en verdad o no es adorado de hecho? Pero el está allí de todas maneras.

        ¿Quién ha dado la vida al lejano patagonio, quien al chino, quien al africano idólatra? ¿Quién mantiene en vida al incrédulo para que tenga tiempo y manera de encontrar la fe? Aquel que es y que nada puede mermar. El ser que da vida a las criaturas, el que genera todas las cosas, el que es el testimonio ante el cual, aún queriéndole negar, debe inclinar la cabeza todo ser viviente.

          Ahora, al llevar a Dios las almas alejadas, que le sienten por instinto, pero que no lo conocen y no lo sirven en la Verdad, es la mayor de las misericordias. Yo he dicho: "Llevar el Evangelio a todas las criaturas". Pero ese mandamiento, ¿crees tú que Yo lo haya dado solo a aquellos doce y a sus directos descendientes en el sacerdocio? No. Quiero que toda alma verdaderamente cristiana sea alma apostólica.

         El traer las almas a Mí, aumenta mi Gloria, pero aumenta también la gloria del siervo bueno y fiel que con su sacrificio ha logrado aumentar mi rebaño. La Santa que tu amas (Santa Teresita) ha hecho más que cien misioneros, pero su gloria en el cielo es cien veces mayor porque conoció la perfección de la misericordia sobre la tierra y se consumió para dar la Vida verdadera a los idólatras y a los pecadores.

          Tú me dices: "Pero Señor, cuando uno ha pecado contra Tí, y permanece en el pecado, está muerto a la vida de la Gracia". Es cierto. Pero Yo soy el Resucitador, y ante las lágrimas de quien llora sobre los muertos a la Gracia, Yo emano mi Potencia infinita.

        Tres los muertos del Evangelio llamados a la vida, porque no supe resistir las lágrimas de un padre, de una madre, de una hermana. Las almas víctimas y apostólicas deben de ser hermanas, madres y padres de los pobres muertos a la Gracia y venir a Mí con el cadáver del desgraciado entre los brazos, sobre los brazos, como su cruz más pesada, y sufrir por él hasta que Yo diga las palabras de Vida".





viernes, 3 de enero de 2025

REFLEXIONES SOBRE EL PERDÓN DE LOS PECADOS QUE ES LA MISERICORDIA DE DIOS: EL EVANGELIO DE HOY 17-9-2.017

TODO EL QUE QUIERE, PUEDE ALCANZAR LA VIDA ETERNA
EN ESTE MUNDO



Mensaje de Misericordia de Jesucristo al mundo actual (Confiado a Santa Faustina)




965- Las almas mueren a pesar de Mi amarga Pasión. Les ofrezco la última tabla de salvación, es decir, la Fiesta de mi misericordia. Si no adoran a Mi misericordia, morirán para siempre. Secretaria de mi misericordia, escribe, habla a las almas de esta gran misericordia Mía, porque está cercano el día terrible, el día de Mí Justicia.


La Misericordia está compuesta de dos premisas:

-La Justicia: Perdono y es necesario, porque Cristo sabe que yo también soy pecador, y si yo no perdono no seré tampoco perdonado, porque cualquier pecado es una ofensa al prójimo y también a Dios.
-La bondad: Perdono, y es también necesario, porque Cristo sabe que si he sido misericordioso con los demás, Él también lo será conmigo.
En eso consiste el mensaje de Jesús a Santa Faustina: el que no quiere entrar por la Puerta de la Misericordia, es decir el que no se ha acogido a estos dos axiomas, será tratado como él mismo trató a los otros, con Justicia que exige que sea tratado como trató a los demás; y con maldad, que es como también trató a su prójimo, y a esos se aplica la maldición de Dios.
Y la mayor sorpresa el día del juicio, como  lo relata el Evangelio, será descubrir que todo el mal y el bien que hicieron las almas a sus semejantes, se lo hicieron a Dios mismo.

Quiero aquí aclarar una discusión con cierto individuo, al que yo citaba las palabras del Apocalipsis, en donde los Santos martirizados pedían a Dios Justicia.



Apocalipsis 6, 9-11

"Cuando el Cordero rompió el quinto sello, vi debajo del altar a los degollados por anunciar la palabra de Dios y por haber dado el testimonio debido. Y gritaban con potente voz diciendo:
-Señor Santo y veraz, ¿Cuándo nos harás justicia y vengarás la muerte sangrienta que nos dieron los habitantes de la Tierra?
Se les entregó entonces a cada uno un vestido blanco y se les dijo:
-Aguardad un poco todavía. Aguardad hasta que se complete el número de vuestros compañeros y de vuestros hermanos que, como vosotros van a ser martirizados".

Pues la reacción de este individuo fue negar que esto fuera posible, y argumentaba que todos los mártires murieron perdonando a sus verdugos. Y esto me recuerda también las palabras de cierto Profesor, cuando yo estudiaba en la Facultad de Teología de Granada para ser profesor de Religión, y que criticaba nada menos que a Santo Tomás de Aquino, porque ese Doctor de la Iglesia había afirmado que una de nuestras más grandes alegrías en el Paraíso, será ver como se cumplió la Justicia de Dios hacia los condenados y hacia los elegidos.

Estamos pues en presencia de dos comportamientos que a primera vista parecen contradictorios, pero que personalmente creo que son los más adecuados, y que reflejan perfectamente la mentalidad de los hombres, que es necesaria en este mundo, pero que no será así en el Santo Reino de Dios. Y este hecho resulta incomprensible para los modernos teólogos, que son los abanderados de la Teología del relativismo, como los "grandes teólogos" Hans Küng, Massiá o Queiruga, fieles seguidores de Satanás que les ha infundido la idea falsa de que no hay diferencia alguna entre el Pecado y la Virtud.


Dice Jesús en las obras de María Valtorta:

"No seas ilusos, en el día del Juicio mi cayado de Pastor se cambiará en un cetro Real, y mi Justicia será inexorable".
"Yo redimiré a todos los hombres que se arrepientan, los impenitentes no tendrán redención".

Basta también recordar las terribles palabras de Jesús dirigidas a los condenados en el Juicio final, relatadas en los Evangelios. En donde Jesús dice textualmente:


"...Apartaos de Mí, malditos, id al fuego eterno, preparado para el diablo y sus ángeles..." (Mt 25-41)

Y, a pesar de estas palabras tan claras, que no se prestan a confusión, muchos "Teólogos" no tienen ningún reparo en afirmar, ¡Que no es Dios el que castiga, que es el alma que se aparta de Él!

La explicación a este problema, creo sinceramente que es bien sencilla: Aún estamos en el tiempo en que el trigo y la cizaña están creciendo, y no vemos muy claro cual es el trigo y cual es la cizaña, esta última no se puede arrancar aún, ya que se puede confundir con la buena semilla plantada por Dios. Pero aquí subsiste otro problema de fondo: Mientras hay vida hay esperanza, lo que quiere decir que Dios y el hombre pueden hacer el milagro de transformar la cizaña en trigo por la Acción de la Gracia, que proviene de Dios, y el hombre con el perdón hacia su semejante, puede dar vía libre a la Misericordia, que proviene de la inmensa fuerza del Amor de Dios, que es el Espíritu Santo. 

De la misma manera, pero a la inversa, el trigo se puede transformar en cizaña por el veneno del Odio inoculado por Satanás gracias al pecado del orgullo, que abre la puerta a todos los pecados, que conducen a la muerte del alma.

Y esto es lo que explicó el Ángel Azarías 

a María Valtorta:

[...] Nosotros queremos de ti este completo conocimiento (el don del discernimiento de los espíritus) a fin de que produzca un mar de misericordia dulcísima en el que tu puedas purificar los ánimos de tus hermanos absolviendolos, en lo que está de tu parte, de toda culpa y pidiéndole al Dios de la Misericordia que les absuelva. 
Recuerda siempre que tu Señor y mío, te enseñó que la fuerza que consigue el perdón de Dios para un pecador, es el perdón del ofendido. 
Es un trastrueque en la petición de la Oración de Jesús Santísimo: "Padre perdónanos nuestras deudas como nosotros se las perdonamos a nuestros deudores" dice el Padrenuestro. Es la misericordia de su corazón que todo y a todos absuelve diciendo: "No son unos malvados sino unos infelices" y grita asimismo: "Padre, perdona a nuestros deudores puesto que nosotros ya les hemos perdonado todo". 

[...] Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo."

Y esa es la verdadera explicación del porque los Mártires perdonan a sus verdugos en esta Tierra, y en el Cielo, donde se ha recolectado el trigo y la cizaña, claman Justicia. 
En este mundo, y desgraciadamente en muchos católicos, en donde se ha implantado el relativismo y en donde casi nadie se da cuenta de la gravedad del pecado, que es una ofensa grave a Dios, y un sufrimiento añadido a su cruenta Pasión, esta postura es incompresible.


Dice San Juan de la Cruz en los 
Dichos de luz y amor:

"No sabe el hombre gozarse bien ni dolerse bien, porque no entiende la distancia de el bien y de el mal".

Esto, dicho hace más de 500 años, en donde se admiraba la Virtud, y se despreciaba el pecado, es en nuestros días, más verdadero que nunca, ya que como lo hemos dicho, el Demonio ha impuesto el relativismo y ha "anestesiado" a la Sociedad, y para muchos, el pecado es mejor que la Virtud. Y además, se predica también un Dios relativista que quiere igual a un Santo asceta que a un sádico pecador.

Y muchos no saben la diferencia que existe entre el Amor unitivo de Dios hacia las almas santas y el Amor de compasión hacia los pecadores, ya que en este mundo pueden aún volver a Dios, y solo pueden hacerlo con Amor, y nunca con desprecio y odio, por eso Jesús estaba con los publicanos, hecho incomprensible para los Fariseos.







martes, 31 de diciembre de 2024

NO HAY PALABRAS HUMANAS PARA DESCRIBIR LA SUBLIMIDAD DEL AMOR DE DIOS A LOS ELEGIDOS.




El Amor de Dios a las almas puras, es mucho
más grande que el de una madre a su hijo.




El amor de Dios es inimaginable para las almas que no lo hayan catado en este mundo, porque siendo Dios infinito en todos sus atributos, inmensamente rico y poderoso, el alma en esta tierra está encerrada en un cuerpo mortal,  por eso solo un místico que se ha desprendido de todos los atractivos del mundo, puede dar noticias de ello porque ha logrado vaciar completamente las tres potencias de su alma que son Memoria, Entendimiento y Voluntad, para así dejarla preparado, completamente limpia y libre de cualquier otro deseo que no sea Dios. Esta unión mística es mucho más grande que el amor de una madre o que el amor entre esposos, que son, como lo dice San Pablo, una imagen de lo que será para las almas la unión con su divino Esposo en el Paraíso de Dios. 

El místico por excelencia como San Juan de la Cruz, que está venerado hasta por los Luteranos y las Anglicanos, fue el que afirmó en sus escritos que el milagro de la Transverberación, que tuvo Santa Teresa de Jesús, y que esculpió el gran artista italiano Bernini, es un hecho que ocurre a menudo cuando el alma mística está en contacto con la Divinidad. Fue él que pudo afirmar por experiencia propia que "Cuando Dios se comunica místicamente con el alma, ¡A esta le parece ser la única criatura de la Creación y que Él no tiene otra cosa que hacer que ocuparse de ella!".


DEL CÁNTICO ESPIRITUAL DE SAN JUAN DE LA CRUZ
Canción 27

     Se comunica Dios al alma en esta unión interior, con tantas cuantías de amor, que no hay afición de madre que  acaricie a su hijo con tanta ternura, ni amor de hermano ni amistad de amigo que se le compare, porque aún llega a tanto la ternura y verdad de amor con que el inmenso Padre regala y engrandece a esta humilde y amorosa alma, ¡oh cosa maravillosa y digna de todo pavor y admiración!, que se sujeta a ella verdaderamente para engrandecerla, como si Él fuese su siervo y ella fuese su señor. Y está tan solícito en regalar, como si Él fuese su esclavo y ella fuese su Dios, hecho que leemos en los Evangelios cuando Jesús lavó los pies a sus discípulos ¡Tan profunda es la humildad y dulzura de Dios! 

Porque Él en esta comunicación de Amor, en alguna manera ejercita aquél servicio que se dice en el Evangelio, que hará a sus elegidos en el Cielo, que, ciñéndose, pasando de uno a otro. los servirá (Luc 12, 37), Y así, aquí está empleado en regalar y acariciar al alma como la madre en servir y regalar a su niño, nutriéndolo en sus mismos pechos. En lo cual conoce el alma la verdad del dicho de Isaías, que dice: A los pechos de Dios seréis llevados y sobre sus rodillas seréis regalados (66, 12).

Qué sentirá pues el alma aquí, entre tan soberanas mercedes? ¡Cómo se derretirá el amor! ¡Cómo agradecerá ella viendo estos pechos de Dios abiertos para sí con tan soberano y gran amor! Sintiéndose puesta entre tantos deleites, se entrega toda a sí mismo a Él, y le da también los pechos de su voluntad y amor, y sintiéndolo, y sucediendo en su alma como la esposa lo sentía en los cantares, hablará con su Esposo de esta manera: Yo para mi Amado, y la transformación de Él para mí. Ven, Amado mío; salgamos al campo, moremos junto en las granjas; levantémonos por las mañanas a  las viñas y veamos si ha florecido la viña y si las flores dan sus frutos, si florecieron las granadas. Allí te daré mis pechos (7, 10-12); esto es los deleites y fuerza de mi voluntad emplearé en servicio de tu Amor; y por pasar así estas dos entregas del alma y Dios en esta unión, lo refiere ella en esta canción, diciendo:

Allí me dio su pecho,
allí me enseñó ciencia muy sabrosa
y yo le dí de hecho
a mí, sin dejar cosa;
allí le prometí ser su esposa.



lunes, 30 de diciembre de 2024

1 DE ENERO DE 2.023 FIESTA DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA, LA OBRA MAESTRA DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD.


MARÍA REINA DE LOS ÁNGELES Y REINA DE LA HUMANIDAD



Hace algún tiempo publiqué la imagen de María obra maestra de la Santísima. Trinidad, hojeando los cuadernos de María Valtorta, he leído estas palabras de Jesús que confirman plenamente este atributo, lo que me causó una gran alegría, y que transmití aquí el día de hoy 1 de Enero de 2.021, fiesta de María la Madre de Dios.

Dios suele pagar con la misma moneda todos nuestras acciones buenas o malas, como así está escrito en el Evangelio, y como lo decimos en la oración del Padrenuestro: "Perdona nuestras ofensas, como nosotros perdonamos a nuestros deudores". Eso es lo que ocurrió con Lucifer, que engañó a nuestra madre Eva, lo que trajo la muerte y los sufrimientos a toda la humanidad. 

De la misma manera, Dios Todopoderoso puso otra mujer, la Santísima Virgen María, para derrotarlo, y así recobrar la Vida, y anular los sufrimientos de la humanidad. Si por una mujer heredamos el pecado Original, comiendo el fruto prohibido, lo que provocó la muerte del cuerpo, por otra mujer heredamos la Vida eterna, comiendo del fruto de su vientre Jesús, lo que se realizará hasta el fin del mundo, ella es el árbol de la Vida que también estaba en el jardín del Edén, lo que en lenguaje espiritual quiere decir, que comer de su fruto es asimilar la voluntad de Dios lo que nos hace hijos suyos, gracias a María cuya fiesta celebramos hoy.

Lucifer, a pesar de su gran inteligencia de Arcángel, nunca llegó a sospechar que al haber degradado a Eva y a toda su descendencia, otra Mujer, mandada por Dios iba a aplastarle la cabeza, y derrotarlo por toda la eternidad, devolviendo la dignidad perdida. 





DE LOS CUADERNOS DE MARÍA VALTORTA
(25 de Noviembre de 1.943)


Dice Jesús:



Todas las almas son creadas por el pensamiento del Padre que manda a estas hijas suyas para animar los cuerpos generados en la Tierra. Pero el alma de la Purísima no salió solo del pensamiento del Padre.

Del vórtice de ardores que es nuestra Trinidad Santa parten los tres amores que convergen en el centro, allí donde nuestra divinidad se unifica y resplandece. Allí está el vértice del Amor, fruto de los tres amores unidos, y para hacer una comparación, humana, podría decir que allí está el corazón de nuestra Santa Trinidad.

De este corazón ha venido el alma de María. Como una chispa despedida de nuestra voluntad de amor, Ella se generó de nuestros tres amores y de nuestros tres deseos de tenerla como Hija, como Madre, como Esposa, y hemos puesto toda nuestra perfección en crearla porque ella estaba destinada a ser la piedra del edificio del Templo verdadero, el Arca del nuevo pacto, el inicio de la Redención que, como todas las cosas de Dios, lleva el tres, signo simbólico del Dios Trino.

El primer tiempo de la Redención es la creación – obra más específica del Padre – del alma sin mancha, destinada a descender para habitar una carne que tendría que ser Sagrario de Dios, y el amor del Hijo y de Espíritu Santo beatificamente cuidaron su formación. 

El segundo tiempo es cuando, por obra del Espíritu, Aquella sin mancha, toda bella y pura, fundió su ardor de Virgen enamorada de Dios con el ardor del Amor de Dios, y por obra del Espíritu Santo generó a Cristo para las gentes.

El tercer tiempo, cuando Cristo cumplió su misión de Redentor muriendo en la Cruz. También entonces María estaba unida a la obra de Dios, y por obra del Hijo, se hizo Corredentora y Víctima con Él. Indisolublemente unida a Dios y a su voluntad. Ella está presente en cada momento del camino de las etapas de la Redención, y sin María, no habríais tenido al Redentor.

La Madre es la flor completamente abierta de toda la púrpura de su vestidura real. Pero la Madre para ser tal, no solo tuvo que iniciarse en el capullo inviolado de la Virgen candidísima, sino en la semilla aún no nacida de la que después brotó el tallo, el capullo, la flor.

Al celebrar la fecha de la Concepción inmaculada de María, suave fruto de nuestro amor y portadora del fruto del amor infinito, consagrado a vuestra salvación, que soy Yo, tened presente no solo a María tal como ha sido concebida, sino su origen – tres veces Santa porque para crearla concurrieron nuestros tres amores – y su especial dignidad como iniciadora del perdón del Eterno hacia el hombre.

Aurora serena del día de la Redención. Ella vino a vosotros con su casto fulgor de estrella matutina y de Alma paradisíaca. Su cuna, que se prepara para recibirla precede en poco a la mía, y su sonrisa vos enseña el Gloria, para cantar al Eterno que, en su caridad perfectísima, ha cumplido para vosotros los dos amores, prodigios de la Concepción inmaculada de María y de mi Encarnación”.







INTERCAMBIO DE OPINIONES SOBRE LAS ALEGACIONES DE UN ENEMIGO JUDÍO Y OTRO PROTESTANTE EN CONTRA LA IGLESIA CATÓLICA




Publicado en Septiembre de 2.022

VIRGEN SANTÍSIMA, SÁLVANOS; INUNDA A TODA LA HUMANIDAD CON LA LLAMA DE AMOR DE TU INMACULADO CORAZÓN QUE CIEGA A SATANÁS, AHORA Y EN LA HORA DE NUESTRA MUERTE.AMEN.


Preguntó la piadosa viuda húngara, que tenía 6 hijos: ¿Qué es la llama de Amor?
El Señor Jesús contestó:

"La llama de Amor de mi Madre Santísima es para vosotros lo que fue la barca para Noé".
La Virgen María contestó:
"La llama de Amor de mi Inmaculado Corazón, es el mismo Jesucristo".


sábado, 28 de diciembre de 2024

EL NACIMIENTO DEL HIJO DE DIOS, EL ACONTECIMIENTO MÁS IMPORTANTE DE LA HISTORIA DE LA HUMANIDAD

María Valtorta era con la Biblia la lectura de la Madre Teresa de Calcuta, y la del Padre Pío de Pietrelcina que la recomendaba a sus fieles, diciéndoles que debían leer sus escritos.



Y LE PUSIERON DE NOMBRE JESÚS, QUE SIGNIFICA DIOS CON NOSOTROS. ES EL PRÍNCIPE DE LA PAZ, EL QUE HA CREADO EL UNIVERSO ENTERO CON MILLONES DE GALAXIAS Y DE PLANETAS HABITADOS MAYORES Y MEJORES QUE EL NUESTRO, SU PODER ES INFINITO, SE "DESPLAZA" EN TODO EL UNIVERSO A UNA "VELOCIDAD" INFINITA, QUE ES LA VELOCIDAD DEL PENSAMIENTO, DECIR QUE SE DESPLAZA A ESA VELOCIDAD QUIERE DECIR QUE ESTÁ EN TODAS PARTES, SU TRONO Y SU DESLUMBRANTE GLORIA DURARÁN TODA LA ETERNIDAD. ESTAMOS EN LA TIERRA PARA LOGRAR MERECER ESTÁR JUNTO A ÉL.

Uno de las mayores sufrimientos de las almas del Purgatorio, es darse cuenta de que si hubieran seguido las leyes de Dios en la Tierra, hubieran sido mucho más felices, y el saber que por ignorar a Dios han tenido toda una serie de desgracias que les hicieron vivir con odio, envidias, deseos impuros que les ocasionaron disgustos, desprecios y preocupaciones de toda índole.

Y es ahora cuando ven con toda claridad que el hecho de haber deseado más dinero, más alcohol, más sexo, y cuando lo consiguieron en parte, nunca quedaron satisfechos plenamente ya que los vicios nunca pueden llenar el alma, porque el hombre ha sido creado para Dios que es infinito, y por eso Él y solo Él es lo único que los puede satisfacer.Todas l 

LOS SIETE DONES DEL ESPÍRITU SANTO







ESTA IMAGEN INFANTIL, ES UN ESQUEMA QUE EXPLICA PERFECTAMENTE EN QUE CONSISTEN LOS SIETE DONES DEL ESPÍRITU SANTO.

LA MAYORÍA DE LOS FIELES NO ENTIENDEN EN QUE CONSISTEN ESOS DONES, EN ESPECIAL EL SANTO TEMOR DE DIOS, ESTA IMÁGEN ACLARA SENCILLAMENTE ESOS DONES, EL SANTO TEMOR NO ES TENERLE MIEDO A DIOS, COMO MUCHOS CREEN, SINO ES TENER TEMOR DE OFENDERLE. LA OFENSA A DIOS ES EL PECADO, MUY BIEN REPRESENTADO POR LA SERPIENTE DEL EDÉN QUE OFRECE A LA NIÑA LA MANZANA QUE SEGÚN SATANÁS LA HARÁ SEMEJANTE A DIOS.

LA SABIDURÍA: Es la posesión de la divina Gracia, que obtiene la Santa Fe y abre la puerta del Cielo, Dios concede estos dones a los que le aman sobre todas las cosas.

EL ENTENDIMIENTO: Es poseer la comprensión espiritual de las escrituras. Los que no tienen la Santa Fe, nunca podrán entender el significado espiritual de la palabra de Dios aunque hayan estudiado muchos años de Teología y hayan obtenido Doctorados.

EL CONSEJO: Es saber explicar a los ignorantes cuales son los caminos que llevan a Dios que es la Vida eterna y cuales son los caminos que llevan a la perdición.

LA FORTALEZA: Es tener la fuerza y el conocimiento necesarios para llevar nuestra cruz que es la condición necesaria para lograr la Salvación y poder seguir a Jesucristo.

LA CIENCIA: Es poder ver en el conocimiento de las leyes del mundo la obra de Dios y su poder y majestad infinitos al contemplar todo el universo creado por Él.

LA PIEDAD: Es adorar a Jesús, obedecer sus mandamientos y saber verlo en los necesitados.
Es cumplir con el primer mandamiento de las Leyes de Dios que nos hace tener misericordia de los que sufren y que pasan necesidades materiales y sobre todo espirituales.

El Santo temor de Dios, que es tener miedo de ofenderle o temer que no le guste nuestro comportamiento, solo lo tienen las almas humildes, los soberbios no lo pueden tener, porque creen firmemente que son maestros de la Ley y iluminados por Dios mismo, como los Fariseos del tiempo de Jesús, y hoy día muchos predicadores que se han alejado de la tradición de la Santa Iglesia Católica y Romana..

Estos enseñan una doctrina adulterada diciendo que Dios te querrá siempre de la misma manera, hagas lo que hagas, lo que induce a la gente a entregarse al pecado creyendo que no se ofende a Dios que es un anciano bonachón, asomado detrás de una nube, con una calva pronunciada y una hermosa barba blanca, con los dos brazos abiertos y una sonrisa beata en su mirada.

¡EL PECADO ES UNA OFENSA A DIOS Y EXIGE ARREPENTIMIENTO Y REPARACIÓN, SI NO ES EN ESTE MUNDO, SERÁ EN EL MÁS ALLÁ!