MENSAJE DE LA VIRGEN MARÍA

DIJO LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA:

“QUIERO QUE ASÍ COMO MI NOMBRE ES CONOCIDO POR TODO EL MUNDO, ASÍ TAMBIÉN CONOZCAN LA LLAMA DE AMOR DE MI CORAZÓN INMACULADO QUE NO PUEDO POR MÁS TIEMPO CONTENER EN MÍ, QUE SE DERRAMA CON FUERZA INVENCIBLE HACIA VOSOTROS. CON LA LLAMA DE MI CORAZÓN CEGARÉ A SATANÁS. LA LLAMA DE AMOR, EN UNIÓN CON VOSOTROS, VA A ABRASAR EL PECADO".

DIJO SAN JUAN DE LA CRUZ:

"Más quiere Dios de ti el menor grado de pureza de Conciencia que todas esas obras que quieres hacer"


A un compañero que le reprochaba su Penitencia:

"Si en algún tiempo, hermano mío, alguno sea Prelado o no, le persuadiere de Doctrina de anchura y más alivio, no lo crea ni le abrace, aunque se lo confirme con milagros, sino Penitencia y más Penitencia, y desasimiento de todas las cosas, y jamás, si quiere seguir a Cristo, lo busque sin la Cruz".

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domingo, 3 de septiembre de 2023

DURÍSIMA IMPRECACIÓN DE JESÚS EN CONTRA DE LA MENTALIDAD FEMINISTA ACTUAL. ESTREMECEDOR MILAGRO DE JESÚS QUE DA LA VISTA A UN NIÑO SIN OJOS.


                                       
                               La Sagrada Familia de Nazaret
       

La mentalidad feminista actual, que busca "desmontar" a la familia, quitando toda autoridad al padre, que Dios constituyó a ejemplo de la familia de Nazaret, donde San José era el Padre de Familia, a pesar de tener a la Virgen María, la más sublime Criatura del Universo, y al mismísimo hijo de Dios, que le estaban sometidos, y que además recibía las directrices del mismo Dios, como cuando se le advirtió de que huyera a Egipto por la persecución de Herodes.

Leyendo atentamente el escrito el Poema del Hombre Dios, de María Valtorta sobre un estremecedor milagro de Jesús, en la parte final de los comentarios, hechos por Jesús a la vidente, se describe perfectamente la causa de todos los desastres de la Sociedad actual: 200.000 abortos en España; 100.000 separaciones de parejas, lo que produce siempre los mismos efectos: las consecuencias de las separaciones las sufren siempre el miembro de la pareja más pobre, y sobre todo los hijos, todo por la mentalidad feminista actual, que quiere igualar completamente el hombre con la mujer, lo que es contrario a las Escrituras, a la Tradición de los Santos Padres, y a la naturaleza.

Dios hizo a la compañera para que el hombre no esté solo y para procrear; la mujer le debe obediencia al hombre y este tiene que darle amor a ella y sus hijos, como así lo explica tan bien San Pablo, en caso contrario no se cumple la Ley de Dios, y la sociedad entra en bancarrota, que es su decadencia moral y económica, que siempre van ligadas.

En el caso de la Sagrada Familia, Jesús Dios obedecía a sus padres, la Virgen a San José, que es el que recibía los oráculos del Señor, siendo este último muy inferior a la Virgen María e infinitamente inferior a Jesús.


DEL EVANGELIO COMO ME HA SIDO REVELADO DE MARÍA VALTORTA
      
           
15 de Agosto de 1.944.


Veo a Jesús saliendo de una sinagoga, rodeado de los Apóstoles y de gente. Comprendo que es una sinagoga porque por la puerta abierta de par en par veo el mismo mobiliario que vi en la de Nazaret, en una de las visiones preparadoras de la Pasión.

(…) En un ángulo de la plaza hay una mujer con niño o niña (van todos vestidos con una misma tuniquita de color claro). No parece del lugar. (…) La mujer tiene de la mano el niño o niña que he dicho. Es un bonito niño de unos siete años. Y es robusto, pero de vivaracho no tiene nada. Está muy quieto, cabizbajo de la mano de su mamá, sin prestar atención a lo que sucede a su alrededor.

La mujer mira, pero no se atreve a acercarse al grupo que se ha arremolinado en torno a Jesús. Parece indecisa, debatiéndose entre las ganas de ir y el temor de acercarse… Decide una cosa intermedia: atraer la atención de Jesús. Ve que él ha tomado en brazos a un angelote todo rosado y sonriente, que una madre le ha ofrecido. La madre ve que, mientras habla con un viejecillo, aprieta contra su pecho al niño meciéndolo. Entonces se agacha hacia su niño y le dice algo.

El niño levanta la cabeza. Veo entonces una carita triste, con los ojos cerrados. Es ciego. “¡Piedad de mí, Jesús!”, dice. La vocecita infantil hiende el aire quieto de la plaza y llega el lamento hacia el grupo. Jesús se vuelve, se mueve inmediatamente, con amorosa solicitud. Ni siquiera devuelve a su madre el niño que tiene en brazos. Va, alto y guapísimo, hacia el pobre cieguito, que tras su grito ha bajado de nuevo la cabeza, inútilmente instado por su madre a que repita el grito. Jesús está frente a la mujer. La mira. También ella le mira; luego, tímidamente, baja la mirada. Jesús la ayuda. Ha devuelto a la otra mujer el niño que llevaba en brazos.

“Mujer, ¿es tuyo este hijo?”
“Sí, Maestro, es mi primogénito”.

Jesús acaricia la cabecita - agachada - del niño, y parece no haber visto la ceguera del pequeño. Pero creo que lo hace conscientemente, para dar pie a la madre para formular su petición.

“Así, pues el Altísimo ha bendecido tu casa con numerosa prole, y dándote en primer lugar el varón consagrado al Señor”.
“Tengo solo un varón, este; y otras tres niñas. Y no voy a tener otros…”. Un sollozo.

“¿Por qué lloras, mujer?”
“¡Por qué mi hijo es ciego, Maestro!”.
“Y querías que viera, ¿Puedes creer?”.
“Creo, Maestro, me han dicho que abriste ojos que estaban cerrados. Pero mi niño ha nacido con los ojos secos. Mírale Jesús. Debajo de los párpados no hay nada…”.

Jesús alza hacia sí esa carita precozmente seria, y alzando con el pulgar los párpados, mira. Debajo hay un vacío. Vuelve a hablar, teniendo levantada con una mano hacia sí la carita.

“¿Por qué has venido entonces, mujer?”.
“Porque… sé que para mi niño es más difícil… pero si es verdad que eres el Esperado, lo puedes hacer. Tu Padre ha hecho los mundos… ¿No ibas a poder hacerle Tú dos pupilas a mi criatura?”.
“¿Crees que vengo del Padre, Señor Altísimo?”.

“Creo esto y que Tú todo lo puedes”.

Jesús la mira como para discernir cuanta fe hay en ella y de que pureza es esa fe. Sonríe. Luego dice: “Niño, ven a mí” y le lleva de la mano a un murete de medio metro de altura, y le pone encima. El murete se alza desde el camino hacia una casa: una especie de parapeto para proteger a ésta del camino, que tuerce en este punto.
Cuándo el niño está bien seguro encima de este realce, Jesús adquiere aspecto serio, imponente. La gente se agolpa entorno a Él, al niño y a la madre temblorosa. Yo veo a Jesús de lado, de perfil. Solemnemente cubierto con su manto azul oscurísimo encima de la túnica un poco más clara, muestra un rostro inspirado. Parece más alto, y hasta más fuerte, como siempre cuando emana potencia de milagro. 


Y esta vez es una de las que me parece más imponente. Pone las manos encima de la cabeza del niño, las manos abiertas, pero apoyando los dos pulgares en las órbitas vacías. Levanta la cabeza y ora intensamente, pero sin mover los labios. Luego dice: “¡Ve! ¡Lo quiero! ¡Y alaba al Señor!”, y a la mujer: “Sea premiada tu fe. Aquí tienes el hijo que será tu honor y tu paz. Muéstraselo a tu marido. Él volverá a tu amor y nuevos días felices conocerá tu casa”.

La mujer – que ya ha lanzado un grito agudísimo de alegría al ver que, quitados los pulgares divinos, en las órbitas vacías dos espléndidos ojos azul oscuro como los del Maestro la miran, fijamente, asombrados y felices bajo el flequillo de los cabellos morenos oscuros – lanza otro grito y, a pesar de tener su hijo apretado contra su corazón, se arrodilla a los pies de Jesús diciendo: “¿También sabes esto? ¡Ah! Tú eres verdaderamente el Hijo de Dios” y le besa la túnica y las sandalias, y luego se levanta transfigurada de alegría y dice: “Oíd todos".

Vengo de la lejana tierra de Sidon, he venido porque otra madre me habló del Rabí de Nazaret. Mi marido, judío y mercader, tiene en esa ciudad el almacén para el comercio con Roma. Rico y fiel a la Ley, me dejó de amar desde que, después de haberle dado un varón desdichado, le di tres niñas y luego me quedé estéril. Él se alejó de su casa; yo, aunque no había sido repudiada, vivía como una de ellas, y ya sabía que quería separarse de mí para tener de otra mujer un heredero capaz de continuar el comercio y gozar de las riquezas paternas.  Antes de salir fui donde mi esposo y le dije: “Espera,. Espera a que vuelva. Si vuelvo con el hijo todavía ciego, repúdiame. Pero si no, no hieras a muerte mi corazón y no niegues un padre a tus hijos”. Y él me juró: "Por la gloria del Señor, mujer, te juro que si me traes a mi hijo sano, - no sé cómo vas a poder hacerlo, porque tu vientre no supo darle ojos – volveré a ti como en los días del primer amor”. El Maestro no podía saber nada de mi dolor de esposa, y a pesar de ello me ha consolado también en esto. Gloria a Dios, y a ti Maestro y Rey”. La mujer está de nuevo arrodillada y llora de alegría.


“Ve, dile a Daniel, tu marido, que el que creó los mundos, ha dado dos claras estrellas por pupilas al pequeño consagrado al Señor. Porque Dios es fiel a sus promesas y ha jurado que quien crea en Él verá todo tipo de prodigios. Sea ahora fiel al juramento que hizo y no cometa pecado de adulterio. Dile a Daniel. Ve. Sé feliz. Os bendigo a ti y a ese niño, y contigo a los que tú amas”.

Un coro de alabanzas y felicitaciones se eleva de la multitud, y Jesús entra en una casa La visión termina aquí, y juro que me he quedado impresionada.



17 de Agosto de 1.944.

Dice Jesús:
“Dios, para los que tienen fe en él, supera siempre las peticiones de sus hijos y da más todavía. Cree esto. Creedlo todos. A la mujer que, desde Sidón había venida Mí, con dos espadas clavadas en lo secreto del corazón y se atreve sólo a decirme el nombre de una de ellas - revelar siempre ciertas íntimas desdichas es más penoso que decir estoy enfermo, - le doy también este segundo milagro.

A los ojos del mundo habrá parecido y parecerá todavía, qué es mucho más fácil rehacer la concordia entre dos cónyuges separados por un motivo que ya está superado, y además felizmente, que no dar dos pupilas a dos ojos que nacieron sin ellas. Pero no, no es así. Hacer dos pupilas para el Señor y Creador, es una cosa sencillísima, como devolver a un cadáver el soplo de la vida. El Amo de la Vida y de la Muerte, el Amo de todo lo que hay en la creación, no carece ciertamente, de un soplo vital que infundir de nuevo en los muertos, ni de dos gotas de humor para un ojo seco. Le basta querer para poder. Porque esto depende sólo de su deseo. 


Pero, cuando se trata de concordia entre seres humanos, hace falta, juntamente con el deseo de Dios, la “voluntad de los hombres” Dios sólo raramente violenta la libertad humana. En general os deja libres de actuar como queréis.

Aquella mujer que vivía en tierra de idólatras y seguía creyendo, como su esposo, en el Dios de sus padres, ya por ello merece la benignidad de Dios. Llevando luego su fe más allá del límite de las medidas humanas, superando las dudas y la oposición de la mayoría de los creyentes judíos – esto lo prueban las palabras de su esposo: “Espera a que regrese”, seguro de que volvería con su hijo curado – merece un doble milagro. Merece también este difícil milagro de abrir los ojos del espíritu a su consorte, ojos que se habían apagado para el amor y el dolor de su esposa, y le echaba la culpa a ella de algo que no es culpa.

Quiero también – y esto es para las esposas – que se reflexione en la humildad respetuosa de esta hermana suya. “Fui donde mi esposo y le dije: Espera, señor”.
La razón estaba de su parte, porque echar la culpa a una madre de un defecto de nacimiento, es necedad y cosa cruel. Y su corazón está quebrantado ante la vista de su criatura desdichada. Doblemente la razón está de su parte, porque su marido la había marginado desde que había sabido que era estéril, y además tiene noticia de la intención de divorciarse de su esposo y, a pesar de ello, sigue siendo la “esposa”. O sea la compañera fiel y sujeta a su compañero, como Dios quiere que sea y la Escritura enseña. No hay rebelión ni sed de venganza o intención de hallar a otro hombre para no ser la “mujer sola”.

“Si no regreso con el hijo curado, repúdiame. Pero si, sí, no hieras mortalmente mi corazón ni niegues un padre a tus hijos”. ¿No parece estar oyendo a Sara y a las antiguas mujeres hebreas? ¡Qué distinto es, mujeres vuestro lenguaje de ahora! Más también: ¡Qué distinto es lo que obtenéis de Dios y de vuestro esposo! Y las familias se destruyen cada vez más.

Como siempre, cumpliendo el milagro, he tenido que poner un signo que lo hiciera aún más incisivo. Tenía ante mí todo un mundo para persuadirlo, un mundo cerrado en todas las barreras de una secular manera de pensar, y guiado por una secta enemiga mía. Se ve pues la necesidad de hacer resplandecer claramente mi poder sobrenatural. Más la enseñanza de la visión no está aquí. Está en la fe, en la humildad y, no obstante, fidelidad al cónyuge, en la elección del camino adecuado – oh esposas y madres donde habéis encontrado espinas donde esperabais rosas – para ver nacer donde os hirieron las espinas nuevas ramas florecidas.

Volved con vuestro marido Y, para volveros hacia Él con rostro y corazón seguros, sed honestas, buenas, respetuosas, fieles, verdaderas compañeras de vuestro esposo, no simples huéspedes de su casa o, peor todavía, advenedizas que una coincidencia reúne bajo un mismo techo, como dos que coinciden en un lugar de peregrinos.


Esto sucede ahora demasiadas veces. ¿El hombre falta? Hace mal. Pero esto no justifica la manera de actuar de demasiadas esposas. Y todavía menos la justifica cuando a un buen compañero no sabéis corresponderle con bien al bien y con amor al amor. Y no quiero ni detenerme en el caso, demasiado común de vuestras infidelidades carnales, que no os hacen distintas de las meretrices, con el agravante de practicar hipócritamente el vicio y de manchar el altar de la familia, a cuyo alrededor están las almas angélicas de vuestros inocentes. Pero estoy hablando de vuestra infidelidad moral al pacto de amor jurado ante mi altar.

Pues bien, Yo dije: “El que mira a una mujer con deseo comete adulterio en su corazón”; dije: “El que despide a su mujer con libelo de divorcio la dispone al adulterio”. Pero ahora, que demasiadas mujeres son advenedizas para su marido, digo: 


“Las que no aman en alma, mente y carne a su compañero, le impulsan al adulterio y, si bien le pediré a él explicación de su pecado, no menos lo haré con aquella que no fue la ejecutora del pecado pero sí su creadora”. 

Hay que saber comprender en toda su extensión y profundidad la Ley de Dios, y hay que saber vivirla en plena verdad.
Tú, que no tienes relación con esto, quédate con mi paz y ten tu corazón fijo en Mí”





sábado, 26 de agosto de 2023

EL CESE DE LAS PANDEMIAS Y TODAS LAS DESGRACIAS DE LA HUMANIDAD SOLO TENDRÁN LUGAR CUANDO RESUCITEN LOS DOS TESTIGOS DEL APOCALIPSIS




    El Juicio final de Miguel Ángel (Capilla Sixtina)
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         Dios Todopoderoso, has creado el género humano y también el universo a imagen y semejanza tuya, y has dotado solo al ser humano de una alma inmortal, y lo has hecho rey de todo lo que existe en la Tierra, lo que le diferencia de los animales, todo lo que está creado está unido por un lazo común que es el motor que mueve toda la creación.

       Todo está regido por las leyes que tu has creado: los animales por las leyes naturales que es el instinto que dirige todas sus acciones, que parece que es propio de su inteligencia y sabiduría, cuando en realidad son atributos tuyos, que están hechos para poder sobrevivir y que pueden evolucionar para adaptarse al medio cambiante en el que viven en este mundo, a diferencia del hombre que dispone de libertad para que además pueda alcanzar la Vida Eterna si escoge seguir las Leyes que son tus mandamientos, y procurar seguir el ejemplo de tu divino Hijo Jesucristo.

            Esas Leyes están virtualmente inscritas en su alma a través de la conciencia y de la razón, que le dicen que hay un mundo eterno y un Creador omnipotente, como lo canta continuamente todo lo creado en el Universo. Son los dos testigos del Apocalipsis. Pero llegará el momento, como  está profetizado en el Apocalipsis, que esos dos testigos serán muertos por la gran mayoría de los seres humanos, los cuales se regocijarán y se mandarán regalos entre ellos.

         Ellos tienen poder de cerrar el cielo para que la lluvia no caiga los días de su ministerio profético y tienen poder sobre las aguas para tornarlas en sangre y para herir la tierra con todo genero de plagas cuantas veces quisieran (Ap 11, 4-6).

           Estos testigos, cuando son menospreciados tienen poder de provocar en la Tierra sequías, y guerras que trasforman el agua en sangre, esto quiere decir la paz en guerra, como dijo la Santísima Virgen en Fátima que la primera guerra mundial era debida a los pecados de la humanidad, y que si la gente no se arrepentía que vendría otra peor, que es la horrible segunda guerra mundial. Y ahora estamos con la plaga de la pandemia del coronovirus.

        Cuando hubieren acabado su testimonio, la bestia que sube del abismo, les hará la guerra, y los vencerá y les quitará la vida. Su cuerpo yacerá en la plaza de la gran ciudad, que espiritualmente se llama Sodoma y Egipto, donde el Señor fue crucificado. Los pueblos, las tribus las lenguas y las naciones verán sus cuerpos durante tres días y medio y no permitirán que sus cuerpos sean puestos en el sepulcro. Los moradores de la Tierra se alegrarán a causa de ellos y se regocijarán, y mutuamente se mandarán regalos, porque esos dos profetas eran el tormento de los moradores de la Tierra (Ap 11- 7, 10)

Traducción de ese lenguaje espiritual del Apocalipsis

         Cuando la conciencia y la razón hayan dado su testimonio, Satanás que sube del Infierno, les atacará y los vencerá, y les quitará su poder que es quitarles la vida. La Verdad y la Razón que son los dos testigos, yacerán en  el centro de todos los países como ocurrió en Sodoma y Gomorra y el el Gólgota donde Cristo fue crucificado, todo el mundo verán sus cuerpos muertos durante tres días y medio, quiere decir que no podrán borrar de su memoria lo que representan, por eso no podrán sepultarlos. Todos los moradores de la Tierra que son los vividores y hedonistas, se alegrarán a causa de ello, pensando que han apagado sus enseñanzas, porque eran los que les decían la verdad que "muerde" y que les reprochaba su mala conducta, se mandarán regalos, que son las felicitaciones por haber desarraigado esas voces.
    
          Después de tres días y medio, un espíritu de vida que procede de Dios entró en ellos y los hizo levantar sobre sus pies, y un temor grande se apoderó de los que le contemplaban. Oí una gran voz del Cielo que les decía: "Subid acá". Subieron al cielo en una nube y viéronlos subir sus enemigos (Ap 11-11, 12).

       Solo la intervención de Dios puede que los dos testigos recuperen la vida, pero entonces, estando el mundo corrompido, Jesús no volverá ya nunca más a la Tierra, ya que solo ha habido una muerte y resurrección. Esa terrible pasión y muerte de Jesús, en vez de promover y renovar a la humanidad para la virtud y el bien, al no surgir efecto, provoca la ira de Dios y acelera el fin del mundo precedido por terribles castigos a la humanidad deicida.

          En aquella hora se produjo un gran terremoto, y vino al suelo la décima parte de la ciudad, y perecieron en el terremoto hasta siete mil seres humanos, y los restantes quedaron llenos de espanto y dieron gloria a Dios y al cielo. El segundo ¡ay ! ha pasado; he aquí que llega el tercer ¡ay! (Ap. 11- 13, 14)

          Está visto en este escrito que solo el castigo de Dios es el que hace recordar a los culpables que todos los castigos son debidos a los pecados, mucha gente se llena de espanto y da Gloria a Dios y al cielo por haber sobrevivido a la catástrofe, es los que está ocurriendo con la Pandemia actual,  pero ya no puede haber retorno, cuando el sacrificio de la Pasión y muerte de Jesús ya es inútil para cambiar a la humanidad sobreviene entonces el fin que es el tercer ¡ay!

      El séptimo ángel tocó la trompeta y oyéronse en el cielo grandes voces que decían: Ya llegó el Reino de nuestro Dios y de  su Cristo sobre el mundo y reinará por los siglos de los siglos. Los 24 ancianos que estaban sentados delante del trono de Dios, cayeron sobre sus rostros y adoraron a Dios diciendo: Dámoste gracias, Señor Dios todopoderoso, el que es, el que era, porque has cobrado tu gran poder y entrado en posesión de tu Reino. Las naciones se habían enfurecido, pero llegó tu ira, y el tiempo de que estén juzgados los muertos, y de dar la recompensa a tus siervos los profetas, a los santos y a los que temen tu nombre, a los pequeños y a los grandes, y destruir  a los que destruían la Tierra. (Ap 11- 15, 18)

           Bendito sea Dios que barrerá a todos los que quisieron destruir las leyes de Dios, imponiendo las leyes satánicas como el Aborto y la Eutanasia, así como toda la tradición cristiana que ha dado prosperidad material y espiritual a la humanidad. Bendito seas por dar entonces su castigo merecido a los malvados y su recompensa a los que han sabido guardar tus leyes, y que han sabido reconocer la diferencia infinita que hay entre el pecado y la Virtud, haciendo caso a los dos testigos que son su razón y su conciencia grabados por Dios en cada ser humano. 


 






 

 

jueves, 24 de agosto de 2023

REFLEXIONES PARA LOS NUEVOS FARISEOS QUE SE CREEN QUE FUERA DE "SU" IGLESIA NO HAY SALVACIÓN POSIBLE.




DICE LA CANCIÓN:
Todo aquello que entristezca y separa de Tí, no viene de Tí,
pues de Tí viene la Paz, de Tí viene la alegría.
Todo lo que acoge y abriga viene de Tí, todo lo que separa no 
viene de Tí, pues de Tí viene la Vida, de Tí viene el calor



Palabras de Jesús a los Apóstoles después de resucitado, que son más actuales que nunca y que rebaten la mentalidad actual de algunos creyentes y consagrados, que se dedican a criticar vehementemente la tradición Católica, como el Obispo de Amberes, y la conferencia episcopal austriaca que se han rebelado contra Roma, o los teólogos disidentes como Hans Küng, Queiruga o Massiá que quieren una mayor abertura al paganismo, queriendo secularizar a la Santa Iglesia Católica.

Otros critican abiertamente su aproximación a los fieles de otras confesiones, lo que es un intento de La Iglesia de Dios para por todos los medios posibles establecer la convivencia y la Paz entre los fieles partidarios de ideologías fanáticas, que predican odio y muerte en contra de los que no pertenecen a su religión.

Luego existen toda una colección de Sacerdotes y laicos, que se creen los escogidos y enviados por Dios, para corregir las directrices tradicionales, establecido por Dios para dirigir a su Santa Iglesia, al cual le dotó de plenos poderes, y le prometió que las puertas del Infierno no prevalecerían en su Iglesia.

Querer ahora demostrar que la Iglesia va por el camino errado, no solo es una falta de fe, ya que es dar a entender que Dios, después del tremendo Sacrificio suyo y de todos los Santos, va a permitir que perezca su Iglesia, es decir que su misión ha sido inútil, pero es también la consecuencia de un grave pecado de soberbia, parecido al de Lucifer, que dijo: "No serviré", y que se rebeló contra los planes de Dios, lo que lo transformó de un Ángel de Luz en un ángel tenebroso.




DEL EVANGELIO TAL COMO ME HA SIDO REVELADO DE MARÍA VALTORTA 
(Diálogo de Jesús con los Apóstoles después 
de su Gloriosa Resurrección)


[...] "Es verdad... Si... tenemos preguntas que hacerte..." dice Pedro.

"Pues preguntad"

"Si... Ayer, al despertar el día, cuando nos dejaste, estuvimos hablando entre nosotros sobre lo que habías dicho. Ahora otras palabras se acumulan en nosotros por lo que acabas de decir. Ayer, y también hoy, si lo pensamos bien, has hablado como si fueran a surgir herejías y divisiones, y pronto además. esto nos hace pensar que tendremos que ser muy prudentes con los que se quieran incorporar a nosotros. Porque está claro que en ellos estará la semilla de la herejía y la división".

"¿Lo crees? ¿Y no está ya dividido Israel respeto a venir a Mí? Tú quieres decir que el Israel que me ha querido, nunca será hereje y nunca estará dividido. ¿No? Pero, ¿acaso ha estado unido alguna vez, desde hace siglos?, ¿acaso estuvo unido, incluso en los momentos  de su antigua formación? ¿Y ha estado unido en seguirme? en verdad os digo que está en él la raíz de la herejía".

"Pero...".

"Pero es idólatra y vive en la herejía, desde hace siglos, bajo apariencia externa de fidelidad. Ya conocéis sus ídolos y sus herejías. Los gentiles serán mejores. Por eso, Yo no los he excluido, y os digo que hagáis lo que Yo he hecho.
Esto será para vosotros unas de las cosas más difíciles. Lo sé. Pero traed a vuestra memoria a los profetas. profetizan la vocación de los gentiles y la dureza de los judíos. ¿Qué razón tendríais para cerrar las puertas del Reino a los que me aman y se acercan a la Luz que su alma buscaba? ¿Los creéis más pecadores que vosotros porque hasta el momento no han conocido a Dios; porque han seguido su religión y la seguirán hasta que no se vean atraídos por la nuestra? No debéis hacerlo. Y os digo que muchas veces son mejores  que vosotros porque, teniendo una religión  no santa, saben ser justos.

No faltan los justos en ninguna nación ni religión. Dios observa las obras de los hombres, no sus palabras. Y si ve que un gentil, por justicia del corazón, hace naturalmente lo que la Ley del Sinaí manda, ¿Por qué debería considerarlo abyecto? ¿No es aún más meritorio el que un hombre que no conoce el mandato de Dios de no hacer esto o aquello porque está mal, se imponga a si mismo un imperativo de no hacer lo que su razón le dice que no es bueno y lo siga fielmente?... ¿No es esto mayor respeto al mérito relativo de aquel que, conociendo a Dios, fin del hombre, y conociendo la Ley, que permite conseguir este fin, haga continuos compromisos y cálculos para adecuar el imperativo precepto a la voluntad corrompida? ¿Qué os parece? ¿creéis que Dios aprecia las escapatorias que Israel ha puesto a la obediencia, para no tener que sacrificar mucho su concupiscencia?

Y me permito aquí añadir una reflexión personal adaptada a la situación actual. la mentalidad de los quietistas y relativistas del tipo Queiruga, Massía, Hans Küng, y tantos otros seguidores, que se han inventado una religión "descafeínada", en donde ya nada es pecado, y por consiguiente no puede haber castigo, solo premio para todos, son los "populistas" de la religión, que prometen bienes para todos, poniendo en plan de igualdad al trabajador y honrado ciudadano, con el perezoso, el vicioso y el ladrón.

¿Qué os parece? ¿Creéis que cuando salga de este mundo un gentil, justo ante Dios por haber seguido la recta Ley que su conciencia se impuso, Dios le va a juzgar como demonio? Os digo que Dios juzgará las acciones de los hombres, y el Cristo, Juez de todas las gentes premiará a aquellos en quienes el deseo del alma tuvo voz de íntima ley para llegar al fin último del hombre, que es unirse de nuevo con su Creador, con el Dios desconocido por los paganos, pero sentido como verdadero y santo, más allá del escenario pintado de los falsos Olimpos.

Es más, tened mucho cuidado de no ser vosotros escándalo para los gentiles. Ya demasiadas veces ha sido mancillado el nombre  de Dios entre los gentiles  por las obras de los hijos del pueblo de Dios. No intentéis creeros tesoreros absolutos de mis dones y méritos. Yo he muerto por Judíos y gentiles. Mi Reino será de todas las gentes. No abuséis de la paciencia con que Dios os ha tratado hasta este momento, diciéndoos a vosotros mismos: "A nosotros todo nos está permitido". No. Os lo digo. Ya no existe este o aquel pueblo. Existe mi Pueblo. Y en él tienen el mismo valor los vasos que se han gastado en el servicio del Templo, pero no de Dios, serán arrinconados, y en vez de ellos, sobre el altar, serán colocados los que ahora no conocen ni incienso, ni aceite ni vino ni bálsamo, pero que están deseosos de llenarse de esto y de ser usados para la gloria de Dios.

Y aquí está "retratada", de una manera sorprendente la mentalidad de muchos que se llaman cristianos, y que lo son solo de nombre, siendo perezosos y relajados para cumplir con los mandamientos de la Ley de Dios, al contrario de los que practican otra religión, que cumplen a rajatabla con todos los preceptos de su ley, y que obedecen sin "rechistar" a todas las obligaciones inherentes a su confesión religiosa.

Después de esto, miré y vi una muchedumbre grande, que nadie podía contar, de toda nación, tribu, pueblo y lengua, que estaban delante del trono y del Cordero, vestidos de túnicas blancas y con palmas en sus manos. Clamaban con grandes voces diciendo: "Salud a nuestro Dios, al que está sentado en el trono, y al Cordero. Y todos los ángeles estaban en pie alrededor del trono y de los ancianos y de los cuatro vivientes, y cayeron sobre sus rostros delante del trono y adoraron diciendo: Amen. Bendición, gloria y sabiduría, acción de gracias, honor, poder y fortaleza a nuestro Dios por los siglos de los siglos, amen. (Ap. 7, 9-17)








sábado, 5 de agosto de 2023

EL ESPÍRITU SANTO ESTÁ DISEÑANDO CON NUESTRA COLABORACIÓN EL FUTURO ASPECTO DE NUESTRA ALMA PARA LA VIDA ETERNA

 ESTE MUNDO FUE CREADO PARA DISEÑAR  NUESTRO ASPECTO ETERNO 




               En  este mundo mortal, todos los hombres y mujeres tienen apariencias físicas muy determinadas, y pertenecen a razas muy diversas. Dentro de esas mismas razas hay una variedad de aspectos que es infinita, siendo raro encontrar dos seres iguales en su aspecto corporal, salvo naturalmente en el caso de los hermanos gemelos. Pero hay una cosa que me llamó siempre la atención, y me refiero al aspecto de cada persona: hay individuos sanos, otros enfermizos, otros de una apariencia hermosa, y muchos otros seres humanos  desafortunados en cuanto a su aspecto. Los hay enanos y gigantes, gordos y flacos, y un abanico interminable de aspectos.
                
        Lo extraño e increíble, que siempre me ha parecido una injusticia, es que cada persona ha heredado su aspecto sin que haya contribuido en nada a su apariencia, por lo cual siempre he pensado, que esto que parece injusto, proviene de un designio misterioso de Dios, que da a cada uno el aspecto que tiene, en orden a que así pueda alcanzar mejor la finalidad para la que fue creado, que es la salvación eterna.

          A este respeto, he oído hace ya mucho tiempo que habían cuatro hermanas, que se reunieron ya ancianas para dialogar sobre como había transcurrido su vida. Una de ellas era inválida, en una silla de ruedas, y permaneció soltera, las otras se habían casado y habían tenido hijos. Después de un largo y detallado relato de todos los pormenores de lo que había transcurrido en su vida, llegaron a la conclusión de que la más feliz había sido la hermana inválida, ya que las otras como era natural, habían tenido que solucionar problemas no solo suyos, pero también referentes a sus maridos, y sobre todo a sus hijos, sus nueros y sus consuegros.

           Pero lo que pasa en este mundo, no tiene absolutamente nada que ver con lo que ocurre u ocurrirá en el otro: en el más allá, las almas tendrán el aspecto que se han forjado ellas mismas aquí en la Tierra. Es decir el grado de belleza es y será directamente proporcional al grado de virtud que han tenido; y el grado de fealdad será también proporcional al grado de pecado que han cometido en la Tierra.

         El día del Juicio, el alma presentará ese aspecto, ya que la señal de Caín, que Yahvé había puesto en la Tierra, para disimular su fealdad o su belleza, consecuencia de su vicio o de su virtud, ya no existirá, y su aspecto será el fiel reflejo de lo que ha sido su vida en la Tierra.

         Por esa razón, los grandes Santos serán de una belleza sublime, y los grandes pecadores, de una horrible fealdad. Y me viene a la mente lo que me decía mi madre que era terciaria de la Virgen del Carmen, cuando era pequeño y le preguntaba como unas almas pueden ir al Cielo, y otras al Infierno, ella me contestaba diciéndome. "Ellas mismas se verán de una manera tal, que se dirigirán a un lugar o a otro por sí solas." 

         Esta reflexión concuerda con la visión de María Valtorta sobre la Resurrección final, en donde los cuerpos mortales salían de la Tierra unos con un aspecto espantoso y otros de una extrema belleza, unos con una mirada agresiva y amenazante, y otros con una alegría y una paz, que se separaban de los condenados y cantaban alegremente para ir al Juicio final.






viernes, 4 de agosto de 2023

EL PADRE-NUESTRO ES UNA ORACIÓN A LA SANTÍSIMA TRINIDAD CUYOS SIETE ESPÍRITUS ESTÁN ENVIADOS EN MISIÓN POR TODA LA TIERRA.


JESÚS ENSEÑA LA ORACIÓN DEL PADRE NUESTRO

(Publicado el 10 oct 2018)



A Dios Padre

1º/ Padre Nuestro que estás en los Cielos (Pureza),

2º/ Santificado sea tu Nombre (Verdad),

3º/ Venga a nosotros tu Reino (Justicia),

4º/ Hágase tu Voluntad así en la Tierra como en el Cielo (Bondad).


A Dios Hijo

5º/ Danos hoy nuestro Pan de cada día. 
Pureza+Verdad=Pobreza de Belén, (que es necesaria para alcanzar la Abundancia en la eternidad). Es decir que hay que vaciar los atractivos de este mundo para poder recibir los abundantes dones de Dios, ya que son incompatibles entre ellos.

6º/ Y perdona nuestras ofensas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores. 
Justicia+Bondad=Misericordia de la Cruz. Es justo que el que perdona a los demás sea perdonado por Dios, y el que odia a su hermano sea odiado por Dios.


A Dios Espíritu Santo

7º/Y no nos dejes caer en la tentación, más líbranos del Maligno. 
Siendo el Espíritu Santo el Amor, la Fuerza y el descanso de Dios y de las almas santas.
Estas siete peticiones corresponden a los siete Espíritus de Dios en misión por toda la Tierra relatada en el libro del Apocalipsis de San Juan.

Amén


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¡Oh!, Sublime Hijo de Dios, gracias a Ti, hemos  comprendido por fin como hay que pedirte en nuestras necesidades. Teniendo en cuenta que el 90 % de la gente cuando reza es para pedirte algo, tenemos que procurar no pedir nada material para nosotros.

Te pediremos para que tu Santo Reino advenga, como nos lo has enseñado en el Padre Nuestro, y el pan nuestro de cada día, será el Pan que necesita nuestra alma, cuyo alimento es tu Divino Cuerpo y tu Sangre Santísima, sabemos por las palabras de Jesús que si buscamos el Reino de Dios, comprometiéndonos con los medios adecuados para conseguirlo, tenemos asegurado el comer y el vivir, para que no podamos decir a Dios: "No hemos podido dedicarnos a conseguir tu Reino por culpa de todas las dificultades e impedimentos para poder conseguir y conservar nuestro puesto de trabajo,

He leído en alguna parte que una mujer decía que no tenía ningún reparo en rezar el rosario en donde se encontraba: en medio de la gente, en el autobús, en una sala de espera del médico. ¡Cuantas personas no lo hacen porque se avergüenzan de Dios, olvidando las Palabras de Jesús: El que se avergüence de Mí, Yo me avergonzaré de él en el día del Juicio! Decía esta persona que desde que rezaba así el Santo Rosario, nunca le faltó de nada, porque Dios le premió su valentía, y aconsejaba a la gente a hacer lo mismo que ella, ¡Que enseñanza tan sublime!

Si rezamos para que se cumpla el Reino de Dios y nos dé su Cuerpo y su Sangre, el Señor nos dará además nuestras necesidades materiales con mayor seguridad, ya que El dijo: "Buscad primero el Reino de Dios, y todo lo demás se os dará por añadidura".

También dijo: "No os preocupéis por lo que vestiréis, lo que comeréis, esto son preocupaciones de paganos". Será una oración sublime porque solo buscaremos el Reino de Dios, en nosotros y en nuestros hermanos, y este es el modo más inteligente de pedir, ya que cumplimos con la voluntad de Dios.







¿POR QUÉ EL PECADO CONTRA EL ESPÍRITU SANTO NO PODRÁ NUNCA SER PERDONADO ?


EL ALMA DE UN PECADOR ARREPENTIDO AMA MÁS A DIOS
QUE UN ALMA MENOS PECADORA




Esta afirmación, es lo que dijo Jesús al fariseo que se escandalizaba porque la pecadora arrepentida vino a lavar sus pies con sus lágrimas, y a secarles con sus cabellos. Esa actitud del Fariseo es la prueba de un corazón duro e impiadoso porque no siente compasión alguna ante el arrepentimiento profundo y sincero, como buen hijo de Satanás, que no conoce lo que es el Amor a Dios.<

Y es que Jesús es tan Misericordioso que se deja convencer por todas las almas que se arrepienten y que lloran, como esta pecadora de la imagen, en la cual se puede observar un rostro que refleja humildad, arrepentimiento y Amor. En el Evangelio se puede leer en muchas ocasiones, ante un enfermo, un leproso, y un pecador arrepentido, la palabra: "y Dios se compadeció de él", ya que esa actitud denota que Dios que es Amor, escucha siempre el alma enamorada y humilde, unas virtudes que nunca tendrán los soberbios.

Y es que ese llanto le recuerda a su Madre la Virgen Santísima, cuando estaba al pie de la Cruz, allí no podía hacer nada por ella, ya que ambos eran víctimas expiatorias, pero ahora, tanto Él como su Madre, nuestros Padres Espirituales, tienen plenos poderes para favorecer a los que les invocan con esos sentimientos. Esto quiere decir que los pecados por horrendos que sean, serán siempre perdonados si hay arrepentimiento proporcional a la culpa, ya que el arrepentimiento es la sublimación del Amor, y ese arrepentimiento nunca lo tendrán los que pecan contra el Espíritu Santo que es el Amor y la fuerza de Dios.

El pecado de Lucifer, que dijo: "¡No serviré!", es el pecado contra el Espíritu Santo, que no será nunca perdonado, ni en esta Tierra ni en la otra, por la sencilla razón de que va en contra de ese Amor, que es el único que puede lavar la culpa, Dios no puede ni quiere por eso ejercer su Misericordia. 

En otras palabras, el principio de la Filosofía, que dice que dos contrarios no pueden caber en un mismo sujeto, quiere decir que no pueden subsistir juntos el Odio y el Amor, porque son dos contrarios, como la Luz y las tinieblas, por eso Dios los separó el primer día de la Creación.

"Al principio creó Dios los cielos y la tierra. La tierra estaba confusa y vacía y las tinieblas cubrían la haz del abismo, pero el Espíritu de Dios se cernía sobre la superficie de las aguas. Dijo Dios: "Haya Luz, y hubo Luz. Y vio Dios ser buena la Luz, y la separó de las tinieblas, y a la Luz llamó día y a las tinieblas noche. (Gen 1, 1-5)

Y por eso se puede luego decir, que la Luz es el símbolo del Amor, y las tinieblas el del odio, es decir el símbolo de Dios y de Satanás, por eso dijo Jesús:

"Yo soy la luz del mundo, el que me sigue no anda en tinieblas, sino que tendrá Luz de vida" (Jn. 7,12)






sábado, 29 de julio de 2023

RECUERDOS DE UNA MONJA, QUE VIVIÓ CON HUMILDAD Y AMANDO A SU PRÓJIMO, Y QUE MURIÓ SIN AGONÍA.


HISTORIA DE UNA SANTA ANÓNIMA



En el dorso de la fotografía, están escritas estas palabras:
En souvenir de celle qui nous aima tellement.
(En recuerdo de la que tanto nos amó)



Esta monja de las Religiosas de la Compañía de María, fundada por Sta. Juana de Lestonnac fue mi compañía en mis ratos de recreo, durante muchos años cuando de niño, vivía con mis padres y mis cuatro hermanos en Toulouse (Francia).

Era Sacristana y portera de la Institución Notre Dame, de una comunidad de hermanas, que impartía educación a alumnas de esa ciudad, donde mi madre daba clases de solfeo y piano, de dibujo y de español.

En aquella época (hablo de los años 1.945), cuando acababa de terminar la segunda guerra mundial, vivía en un inmenso convento esa monja que, según me contó, había sido ocupado por los alemanes como cárcel. Tenía todos los altísimos muros del inmenso jardín coronados por una alambrada electrificada. En el año 1.945, los inmensos sótanos estaban repletos de cascos de soldados, de máscaras anti-gas, y de bayonetas de fusiles.

La portería tenía una ventana que daba a la entrada del convento-cárcel, con un enrejado, cuya parte superior había sido forzada, por un soldado que se escapó por ahí, según me contó la monja. 

En aquella época, las monjas de importancia se llamaban Madame (Señora), las de menos importancia, Mademoiselle (Señorita), y las hermanas legas Soeurs (Hermanas), ella se llamaba Mademoiselle Berthe.

Yo compañaba a Mlle. Berthe a la Sacristía, para preparar lo necesario para que el Sacerdote pueda decir misa diaria, en la cual servía algunas veces como monaguillo, iba con ella cuando llevaba su gran regadera para regar todas las plantas del patio interior, estaba con ella cuando estaba sentada en la portería, pelando las habichuelas, o los guisantes de la grandísima huerta del convento, como niño, a veces, sin querer le tiraba las fuentes de los guisantes, los recogía sin protestar ni reñir, nunca la vi enfadarse o decir palabras malsonantes. 

Tenía una estatuilla de la Stma Virgen, ante la cual reponía flores del jardín, me decía que había que ponerlas sin olerlas, ya que así la ofrenda era de más valor para Ella. Debajo de una vela de la estatua, siempre escondía su postre que me ofrecía diciendo. "Mira debajo de la vela", allí hay algo para ti.

Contaba muchas cosas de la guerra, decía que los soldados alemanes la trataban con cortesía, mi padre que tenía una hermana monja de la misma compañía en España, era el hombre de confianza de las monjas, lo llamaban Monsieur Jesus (Jesús era su nombre).

Decía que se había hecho religiosa, porque tenía un hermano muy malo que hacía sufrir mucho a su madre, y que prometió que si se volvía bueno, entraría en el convento, y lo que cumplió cuando su hermano se convirtió.

También me contaba que era muy feliz en el convento, decía que al lo mejor se hubiera casado con un marido que podía haber sido borracho o maltratador.


Después de muchos años, un día fue a confesarse con un Sacerdote que estimaba mucho y que vivía en un pueblo cercano, era el Padre Gabaldón, se arregló para la ocasión, y la llevaron en coche, a la vuelta, al llegar el coche  a su convento, la encontraron muerta en el coche: Una santa muerte, ya que se presentó ante Dios limpia de alma y de cuerpo, después de una vida de Santa paciencia, y habiendo cumplido con sus promesas ante Dios.

Cuando fui al cementerio donde estaba enterrada con las monjas de su Comunidad, leí un epitafio en la tumba de un Sacerdote que decía unas palabras, que luego supe que eran nada menos que de San Pablo en la segunda carta a Timoteo:

4:6 Yo ya estoy a punto de ser derramado como una libación, y el momento de mi partida se aproxima:

4:7 he peleado hasta el fin el buen combate, concluí mi carrera, conservé la fe.

4:8 Y ya está preparada para mí la corona de justicia, que el Señor, como justo Juez, me dará en ese día, y no solamente a mí, sino a todos los que hayan aguardado con amor su manifestación.







sábado, 22 de julio de 2023

SALMO 94: LA JUSTICIA DE DIOS SERÁ IMPLACABLE; DURA ADVERTENCIA A LOS CONSAGRADOS QUE SE APARTAN DE LA VERDADERA DOCTRINA DEL EVANGELIO, PREDICANDO UNA DOCTRINA ADULTERADA


CADA OBRA DE CARIDAD AL PRÓJIMO, SERÁ LA MONEDA QUE
SERVIRÁ PARA PAGAR LA ENTRADA EN EL REINO CELESTIAL



SALMO 94


¡Dios vengador. Señor, Dios vengador manifiéstate!
¡Levántate, juez de la Tierra, y da su merecido a los soberbios!
¿Hasta cuándo, Señor, triunfarán los malvados?
¿Hasta cuándo alardearán, hablarán con insolencia,
Y se jactarán todos los malhechores?
Aplastan a tu Pueblo, Señor, oprimen a tu heredad.
Asesinan a la viuda y al emigrante, matan al huérfano.
“El Señor no ve nada –andan diciendo-,
El Dios de Jacob no se da cuenta”.

           Llamada para que Dios intervenga ante la insolencia, la prepotencia y el orgullo de los enemigos de Cristo-Jesús, de la Santísima Virgen María, y de su Santa Iglesia: Los políticos marxistas, Los blasfemadores, los progresistas, los “Queiruganos, los Massiánicos, los Hans Künganos & Cia," ,que se  mofan de los auténticos representantes de Dios en la Tierra que son los consagrados y de los fieles que siguen los preceptos del Evangelio. 

Naturalmente, esos enemigos, que no siguen los mandamientos tradicionales de la Iglesia como los renegados, y los contestatarios al sumo Pontífice, serán admirados por todas las hordas de hedonistas y de vividores, que son en Europa la gran mayoría de los ciudadanos que no quieren ni oír hablar de renuncia y de sacrificio, y que quieren a toda costa destruir a la Iglesia, embajadora de Dios en la Tierra, ya que su presencia es como una luz que alumbra todas los acciones perversas y blasfemas de los auténticos hijos de las tinieblas.


Enteraos los más necios del Pueblo.
¿Cuándo comprenderéis, insensatos?
El que hizo el oído ¿no va a oír?
El que formó los ojos ¿no va a ver?
El que educa a los Pueblos ¿no va a castigar?
El que instruye al hombre, ¿no va a saber?
El Señor sabe que los proyectos del hombre son puro viento.
Dichoso el hombre a quien tú educas, Señor,
aquel a quien instruyes con tu ley,
y le das reposo tras los días adversos,
mientras cavan una fosa para el malvado.
Porque el Señor no rechaza a su Pueblo,
no abandona a su heredad.
Volverá a haber justicia en el juicio
y la apoyarán todos los hombres honestos.


         Advertencia contra los insensatos y los necios, por querer enfrentarse a Dios Todopoderoso, Creador y Director del Universo, que se creen que no ve, ni oye, y que no va a castigar, y que además no tiene sabiduría, porqué según ellos no ha hecho ni el mundo ni su Iglesia a su propio capricho, como así dijo cierto ex Jesuita D. Vicente Ferrer, renegado y casado, que vive en la india y que preguntado sobre las miserias humanas dijo: ¡Yo hubiera hecho el mundo de una manera distinta a como lo que hizo Dios!" (sic).

       Confianza absoluta en el Dios justiciero que pondrá a cada cual en su sitio, y un día vendrá, en que resplandecerá su Gloria y su Justicia, y dará a cada cual según su merecido. 



¿Quién se pondrá de mi parte frente a los malvados?
¿Quién se colocará a mi lado frente a los malhechores?
Si el Señor no me hubiese ayudado,
yo estaría en el país del silencio.
Cuando pienso que voy a tropezar, tu amor me sostiene, Señor;
Aunque tenga mil preocupaciones, me alegran tus consuelos.
¿Podrás aliarte con un tribunal corrompido,
Que dicta sentencias injustas valiéndose de la ley?
Atentan contra la vida del justo, condenan al inocente.
Pero el Señor es mi fortaleza. Dios es mi refugio.
Volverá contra ellos mismos su propia iniquidad.
Los destruirá por sus maldades. El Señor, nuestro Dios.


             Palabras llenas de humildad y de amor a Dios, en donde el hombre de recta conducta agradece a su Creador su intervención y su Providencia para conducirlo por el camino recto, y ayudarlo en sus tropiezos y en las persecuciones de sus enemigos que son los hombres malvados, que serán debidamente castigados. A este respeto, dijo San Juan de la Cruz en los dichos de luz y amor:

82. "Tenga ordinaria memoria de la vida eterna, y que los más abatidos y pobres y en menos se tienen, gozarán del más alto señorío y gloria de Dios".



Palabras de Jesús resucitado a los Apóstoles, en el Poema del Hombre-Dios de María Valtorta

[...] Yo estoy en los mendigos y en los moribundos, en los peregrinos, en los huérfanos, en las viudas, en los prisioneros, en los que tienen hambre, sed o frío, en los que están afligidos o cansados. Yo estoy en todos los miembros de mi Cuerpo místico, que es la unión de mis fieles. Amadme en ellos y ofreceréis reparación por vuestro desamor de tantas veces, y me daréis gran alegría a Mí, y a vosotros os daréis mucha gloria.

y considerad que contra vosotros conspiran el mundo, la edad, las enfermedades, el tiempo, las persecuciones. Evitad pues, el ser avaros de lo que habéis recibido, y evitad la imprudencia. Transmitid por esto, en mi Nombre, el Sacerdocio a los mejores de entre los discípulos, para que la Tierra no se quede sin Sacerdotes. Y que sea un carácter sagrado, concedido después de un profundo examen, no verbal sino de acciones de aquel que pide ser Sacerdote, o de aquel a quien juzguéis apto para serlo.

Pensad en lo que es el Sacerdote; en el bien que puede hacer y en el mal que puede hacer. Habéis visto una muestra de lo que puede hacer un sacerdote venido a menos en su carácter sagrado. En verdad, os digo que por las culpas del Templo esta nación será dispersada. Pero también os digo en verdad, será destruida la Tierra cuando el abominio de la desolación entre en el nuevo sacerdocio, conduciendo a los hombres a la apostasía  para abrazar las doctrinas infernales.
Entonces surgirá el hijo de Satanás, y los pueblos tremendamente horrorizados, gemirán, y pocos permanecerán fieles al Señor; entonces, entre convulsiones de horror, vendrá el final, tras la victoria de Dios y de sus pocos elegidos, y descenderá la ira de Dios sobre todos los malditos.

¡Desventura, tres veces desventura si para confortar a los últimos cristianos, no hay verdaderos Sacerdotes como los hubo para los primeros! [...]

Pero el bien y el mal futuros tienen raíz en el presente. Los aludes empiezan por un copo de nieve. Un sacerdote indigno, impuro, hereje, infiel, incrédulo, tibio o frío, apagado, insípido, lujurioso, hace un daño diez veces superior al que provoca un fiel culpable de los mismos pecados; y arrastra a muchos otros hacia el pecado. La relajación en el Sacerdocio, al acoger doctrinas impuras, el egoísmo, la codicia, la concupiscencia en el sacerdocio, ya sabéis en donde desembocan: en el deicidio. Y en los siglos futuros ya no se podrá matar al Hijo de Dios, pero si se podrá matar la fe en Dios, la idea de Dios. Por lo cual se llevará a cabo un deicidio aún más irreparable, porque carecerá de Resurrección. Sí, se podrá llevar a cabo; lo veo... Podrá ser llevado a cabo, por los demasiados Judas de Keriot de los siglos futuros. ¡Un horror!...


      GLORIA AL PADRE; AL HIJO Y AL ESPÍRITU SANTO, EL CONSOLADOR, EL SANADOR, LA GLORIA DE DIOS; EL QUE INFUNDE EN LOS HOMBRES LA FORTALEZA, LA SABIDURÍA, EL QUE LOS DIVINIZA Y LOS INMUNIZA CONTRA LAS FUERZAS DEL MAL.

      AL DIOS UNO Y TRINO, EL ALFA Y EL OMEGA, EL QUE HA VENIDO, EL QUE VIENE Y EL QUE VENDRÁ. EL OMNIPRESENTE, LA ALEGRÍA DE LOS ÁNGELES Y DE LOS HIJOS DE DIOS Y EL TERROR DE LOS HIJOS DE LAS TINIEBLAS.




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viernes, 21 de julio de 2023

DESVELADAS LAS TÁCTICAS DE SATANÁS PARA APODERARSE DE LAS ALMAS

LA IGLESIA MILITANTE
(AHORA LLAMADA IGLESIA PEREGRINA)

Sed, Oh Jesús presente en la Eucaristía,
la alegría, la felicidad, de toda mi vida
(Padre Lerreyve)




El mejor seguro contra las asechanzas de Satanás: la Sagrada Eucaristía


        En el mundo actual, he encontrado toda una serie de personas, y lo más grave, consagrados, que no creen ni en las posesiones, (que dicen que son enfermedades mentales), ni en los exorcismos (que dicen que ¡son debidos al efecto placebo!). No hay duda alguna de que estos individuos nunca sufrieron persecuciones como son ataques indirectos,  situaciones en las cuales, el demonio aterroriza a los que aman a Dios, porque son las voces que predican su Doctrina con Santo temor, sin hablar de los ataques directos como los que sufrieron los grandes Santos como S. Pablo, S. Juan de la Cruz, Santa Teresa de Jesús, el Santo cura de Ars, el Padre San Pío de Pietrelcino, y tantos más.

       Son individuos pues, sin emitir juicio alguno, solo por pura lógica, que no solo no han recibido ningún ataque indirecto, ni directo, pero que además, tampoco han estado sometidos a grandes tentaciones, ya que para ser Santos, hay que sufrir la persecución de Satanás, y aún así, mantenerse fieles. Como está escrito al final de este escrito de los Cuadernos de Mª Valtorta de 1.944.

            Lo que sí es de sobra conocido, es que el enemigo ataca a los Santos porque no los tiene a su alcance, queriendo apoderarse de ellos para apenar a Dios, y deja tranquilo a los mediocres porque los tiene a su merced, por eso los primeros creen firmemente en la acción del demonio, y los otros no.




De  los cuadernos de Mª Valtorta
(Dictado del 19-9-1.944)


                 Dice Jesús respondiendo a ciertas reflexiones mías:

              “Lucifer es inteligentísimo, además de ser astuto, emplea la astucia para urdir asechanzas, pero emplea la inteligencia para pensar si puede arruinar a una criatura y cuándo y cómo puede hacerlo y por lo tanto apenarme. Puedes estar segura que jamás derrocha su tiempo.

               Y como tiene mucho que hacer en la numerosa población del globo, por más que sea omnipresente en la Tierra y por más que la exigua atención del hombre y su escasa voluntad hacia el bien conviertan la ya enorme potencia de Lucifer en casi omnipotencia sobre las criaturas, tiene que calcular bien su tiempo, y no perder un minuto para trabajar con provecho. Con el nefasto provecho de colmar sus cofres infernales con los tesoros que le roba a Dios, es decir, las almas.

              En verdad, es un incansable trabajador. En lo alto, el Incansable obra el bien para vosotros. En las profundidades, el incansable obra el mal para vosotros. Y en verdad te digo que este es más afortunado que Dios. Sus conquistas son más numerosas que las mías. Más como puedes comprender bien por la premisa, aun siendo astuto e inteligente, estando tan atareado no puede concederse el lujo de ocuparse de todos en igual medida. Y no se lo concede.

             ¡Oh, aunque lo sea en el ámbito del mal, es un asceta de la idea que persigue, está entregado por completo a ella, no se distrae, no se aviene a transacciones ni a desfallecimientos ni a postergaciones! ¡Oh, hombres, si vosotros fuerais en cuanto al  bien lo que es Satanás en cuanto al  mal! Más no lo sois.

              Cuando una criatura nace a la inteligencia, Lucifer se ocupa poco de ella; se limita a observarla escudriñándola como a un probable chivo de su rebaño infernal en el futuro. Pero a medida que la criatura comienza a saber pensar, a saber emplear su voluntad, es decir cuando ya ha pasado los siete años, Lucifer aumenta sus atenciones y empieza su adoctrinamiento.

             El  ministerio angélico instruye y conduce a los espíritus con palabras de luz. El ministerio satánico instruye e instiga a los espíritus con palabras de tinieblas. Es una lucha interminable. Que venza o pierda el uno, que venza o pierda el otro, el ángel de la luz y el ángel de las tinieblas combaten en torno a un espíritu hasta el último minuto de su vida mortal, para arrebatarse recíprocamente la presa, el uno para devolvérsela a su Señor, en la Luz, luego de haberla tutelado por todo su día terrena; el otro para arrastrarla en las tinieblas si, por último la victoria fue suya.

              Mas entre esos dos que combaten, hay otro ser que, en el fondo es el personaje más importante: está el hombre por el cual los dos combaten. Está  el hombre libre de seguir su voluntad y dotado de inteligencia y razón, munido de la fuerza incalculable de la Gracia, que le han concedido en el Bautismo y que los Sacramentos le mantienen y le aumentan.

             Como tú sabes, la Gracia es la unión del alma con Dios. Por este motivo tendría que daros una fuerza tal que os hiciera inaferrables e incorruptibles ante las insidias y corrupciones satánicas, puesto que la unión con Dios tendría que convertiros en semidioses. Más para permanecer siendo tales hay que quererlo; hay que decirle a Satanás y a sí mismos: “Yo pertenezco a Dios y quiero ser solo de Dios”. Por eso es necesario obedecer los preceptos y consejos; por eso es necesario un esfuerzo continuo para seguir, perseguir, conquistar el bien, un bien cada vez mayor; por eso es necesario observar absoluta fidelidad y constante vigilancia; por eso es necesario heroísmo para vencerse a sí  mismos y vencer lo exterior, frente a las seducciones de la concupiscencia trina y en sus múltiples aspectos.

              Pocos, muy pocos, excesivamente pocos, saben hacer estas cosas. Entonces, ¿qué pasa? Entonces, Satanás se ocupa poco de ellos, que pueden ser capturados fácilmente, cuando él lo quiera y que, una vez capturados, se encuentran inertes, sin intentar huir. Actúa con ellos como el gato con el ratón. Les coge,  les aprieta un poco, les aturde y luego los deja, limitándose a propinarles un nuevo zarpazo, un nuevo mordisco, si advierte la señal de una tímida fuga. Pero hace sólo eso. Sabe que son “suyos” y no pierde mucho tiempo por ellos ni usa mucha inteligencia.

             ¡En cambio con los “míos”, con los “míos” es otra cosa! Los “míos” son la presa que aguijonea sobremanera su hambre maligna. Son los “inaferrables”. Y Satanás, como un cazador experto, sabe que es meritorio capturar la presa difícil. Son la “dicha” de Dios y Satanás festeja mucho cuando puede darle un dolor a Dios, cuando puede ofenderle y desilusionarle. Vive de odio. Del mismo modo que Dios vive de Amor. Él es el Odio así como Dios es el Amor  El odio es su sangre así como el Amor es la mía. He aquí por qué multiplica los cuidados y la vigilancia en torno a uno que es “mío”.

             Entrar en una fortaleza desmantelada es un juego de niños. No le interesa al cruel  rey del Infierno. Le interesan las fortalezas de Dios, las rocas puras y lisas, límpidas como el cristal, resistentes como el acero, que llevan esculpido en todas partes, aún en las honduras más profundas, el Nombre más Santo: el nombre de Dios. Es más propio de esas profundidades, el nombre filtra como un fluido que emana desde lo íntimo hacia el exterior. Es el nombre que aman, que sirven, que pronuncian, con el espíritu en adoración, a cada latido de su corazón. Por eso el gozo de Satanás consiste en cogerles, en cogeros, en arrebataros a Mí, en borrar ese Nombre de vuestro ser Trino, hecho de espíritu, carne y razón, y hacer de vosotros que sois las flores de mi jardín, inmundicia para su infierno y luego reír, arrojando su risa blasfema contra el  trono divino, reír por su victoria sobre el hombre y sobre Dios.

              Cuanto más sois “míos”, más se empecina en haceros suyos. Y como en vosotros existe una voluntad y una vigilancia asiduas, él, el Astuto, no os sigue y persigue con el método que emplea para los demás. Por el contrario, os ataca a traición, manteniendo distancias cada vez más largas, en los momentos más imprevisibles y con los motivos más inesperados. Se aprovecha del dolor, de la necesidad, del abandono, de las desilusiones y se abalanza como una pantera sobre vuestra desconsolada debilidad, sobre vuestra atónita debilidad de ese momento, con la esperanza de venceros esta vez, para rehacerse de todas las veces que le habéis vencido.

           ¿Cuáles son sus medios? Son infinitos. ¿Cuál es su método? Es uno solo: la dulzura benévola, engañosa, la palabra meditada y calma, la apariencia de un amigo que ayuda, que está dispuesto a ayudar.

              ¿Ya has sufrido estos asaltos? Los sufrirás aún, serán numerosos y cada vez más astutos. ¡Oh, qué rencor hacia Mí y hacia ti! Cada vez más sufrirás estos asaltos y serán tan sutiles que lograrán engañar hasta el más listo. Quiero decir “listo” desde un punto de vista humano pues, ¡sonríe, oh alma que amo!, la sencillez que está impregnada totalmente de Dios, y que así se conserva, es impenetrable a cualquier sutileza.

              Los asaltos herirán tu carne. Mas la cicatriz que marca la carne representa el  honor del soldado y afirma: “Esta señal es la prueba de una batalla viril”. Y cuanto más la carne del soldado está marcada por estas señales, tanto mas el mundo se inclina ante ese valiente. En las batallas espirituales sucede lo mismo. Y vuestras heridas, que no dañan el espíritu sino que cubren de livor solamente la envoltura del espíritu-rey, constituyen vuestro honor. Y por ellas seréis honrados en el Cielo.

              En verdad te digo que llamáis “mártires” sólo a los que perecieron por obra de los tiranos. Pero lo son todos mis santos, porque para ser santos debieron sufrir la persecución de Satanás y aún así, mantenerse fieles. ¡Gloria a los que vencen! Las palmas celestes son para vosotros”.