MENSAJE DE LA VIRGEN MARÍA

DIJO LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA:

“QUIERO QUE ASÍ COMO MI NOMBRE ES CONOCIDO POR TODO EL MUNDO, ASÍ TAMBIÉN CONOZCAN LA LLAMA DE AMOR DE MI CORAZÓN INMACULADO QUE NO PUEDO POR MÁS TIEMPO CONTENER EN MÍ, QUE SE DERRAMA CON FUERZA INVENCIBLE HACIA VOSOTROS. CON LA LLAMA DE MI CORAZÓN CEGARÉ A SATANÁS. LA LLAMA DE AMOR, EN UNIÓN CON VOSOTROS, VA A ABRASAR EL PECADO".

DIJO SAN JUAN DE LA CRUZ:

"Más quiere Dios de ti el menor grado de pureza de Conciencia que todas esas obras que quieres hacer"


A un compañero que le reprochaba su Penitencia:

"Si en algún tiempo, hermano mío, alguno sea Prelado o no, le persuadiere de Doctrina de anchura y más alivio, no lo crea ni le abrace, aunque se lo confirme con milagros, sino Penitencia y más Penitencia, y desasimiento de todas las cosas, y jamás, si quiere seguir a Cristo, lo busque sin la Cruz".

**
****************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************************

rep

domingo, 16 de octubre de 2016

DESVELADA CUAL ES LA SEÑAL DE CAIN :LA RECREACIÓN DEL ALMA SOLO SE PUEDE REALIZAR GRACIAS A LA SEÑAL DE CAÍN


El crimen de Caín deformó su alma y su cuerpo, Yahveh
puso una señal para que no se reconozca.





Genesis 4, 13-15 



[...] Caín contestó al Señor:
- Mi culpa es demasiado grande para soportarla. Tu me echas de este suelo, y tengo que ocultarme de tu vista; seré un forajido que huye por la Tierra, y el que me encuentre me matará.
El Señor le dijo:
-El que mate a Caín será castigado siete veces.
Y el Señor puso una marca a Caín, para que no lo matara quien lo encontrase. 


Nunca llegaré a comprender como hay tanta gente atea, es decir los que no creen en la existencia de Dios, o los que se autodenominan agnósticos, que quiere decir que ni creen, ni dejan de creer, ya que como según ellos, no se puede demostrar la existencia de Dios, se despreocupan del asunto, y viven su vida a su antojo, sin obedecer a ninguna Ley Divina, y siguiendo solo lo que les dicta sus apetitos.

Para nosotros, creyentes, y para la verdadera Iglesia de Dios, puesta por Él para ayudar a alcanzar la Vida Eterna, estas actitudes son verdaderamente pecaminosas, ya que toda la creación tanto material como animal, está pregonando la grandeza, la belleza, la infinita majestad y la sublime inteligencia de Dios, que cuanto más se analiza, tanto a nivel microscópico como a nivel cósmico, más aparece incomprensible para la mente humana.

Con un análisis espiritual más profundo, es un pecado gravísimo contra Dios, porque es negar la evidencia de que tiene que existir un Ser Superior para crear, mantener y ordenar todo lo creado. Y así el ateo, que está disfrutando en este mundo hasta del aire que respira, no solo no es capaz de agradecer a su Creador su existencia, pero además le niega el deber de amarle, como en la naturaleza, lo hacen todas las cosas creadas, incluso los animales que en cierta manera alaban a su Creador.

Es igualmente un pecado contra el Sublime Redentor, Cristo Jesús, ya que toda su vida, su pasión y muerte que se realizó para nuestra Salvación, carece entonces de sentido. Y el que no cree en Dios sabiendo que cualquier padre quiere lo mejor para su hijo, y desea que le imite según el ejemplo que le da en su vida y sus consejos, comete un pecado gravísimo, porque espiritualmente hablando, no querer obedecer a las Leyes de Dios, es el tremendo pecado de Soberbia de Satanás, que decía “No serviré”, lo que le valió la maldición de Dios, y su caída en el abismo, transformado en demonio, acompañado por sus ángeles tenebrosos.

El día del Juicio particular que ocurrirá a la hora de la muerte de cada ser humano, cada alma en presencia de Dios, el Juez supremo, se verá entonces con el aspecto que refleja como ha sido su vida, que es la manera de comportarse que ha escogido libremente, su alma se desarrolló poco a poco en la Vida terrena de una manera tal, que, el que ha practicado la Virtud, siguiendo los mandamientos de la Ley de Dios, que corresponde con la ley de su Conciencia, se habrá transformado en un ser apto para entrar en el Cielo, será de una belleza y de un esplendor proporcional a la Virtud que haya practicado en su Vida, y será semejante a Dios.

De la misma manera, el que haya practicado el vicio, practicando las Leyes del padre de la mentira, y haya muerto en pecado mortal, se verá completamente inepto para poder entrar en el Reino de Dios, ya que se verá transformado en un ser de un aspecto espantoso, semejante a Satanás.

Esto lo explica muy bien San Juan de la Cruz cuando dice que el amor de un alma, se asemeja y se transforma en lo que ama, ya que es propiedad del amor igualar el amante con lo que ama. 

Y en este mundo, el más sádico criminal pasa desapercibido, ya que como se lo prometió Dios a Caín, se puso una señal para que no se vea su delito, y evitar que todo el mundo lo escudriñe, y lo desprecie, y no tenga la posibilidad de arrepentirte, mientras está aún en la Tierra, pero en el otro mundo cuando vuelva a nacer a la Eternidad, donde ya el alma no podrá progresar porque habrá perdido la libertad de obrar, Dios habrá sacado esa señal y el alma aparecerá tal cual es, es decir apta para el Purgatorio, el Cielo o el Infierno.




De las revelaciones de Jesús a María Valtorta



Dice Jesús:

[…] ¡Oh vida humana, tan fundida con lo sobrenatural que llega a anular las voces y las flaquezas de la naturaleza para asumir las voces y las perfecciones angélicas! ¡Vida que ha olvidado la concupiscencia y vive de amor y en el amor! Es el hombre que se vuelve ángel, o sea la criatura compuesta por dos substancias, que purifica la parte más baja con los fuegos de la Caridad, y en la Caridad están todas las virtudes, como si fueran muchas semillas encerradas en un solo fruto, hasta el punto que puede decirse que, de este modo se despoja, o mejor, la despoja de todo lo que es materialidad hasta hacer también que la materia sea digna de penetrar un día en el Reino del Espíritu. 

Posa en el sepulcro el atavío purificado a la espera de la orden final. Más entonces surgirá glorificada hasta provocar la admiración de los mismos ángeles, porque la belleza de los cuerpos resurgidos y glorificados causará reverente estupor aun a los ángeles de Dios, que admirarán a estos hermanos suyos en lo creado diciendo: “Nosotros supimos permanecer en la Gracia respecto a una sola substancia; ellos, los hombres, son vencedores de la prueba respecto al espíritu y respecto a la carne. Gloria a Dios por la doble victoria de los elegidos”.





De los cuadernos de Mª Valtorta del 14 de Julio de 1.944



[...] La semejanza con Dios está en este Espíritu eterno, incorpóreo, sobrenatural, que tenéis en vosotros. Está en este espíritu, en este átomo del Espíritu infinito que, encerrado en una cárcel angosta y precaria, espera y anhela a volver a reunirse con su Fuente y compartir con Ella libertad, alegría paz, luz, amor, eternidad.

La imagen persiste aún donde ya no hay semejanza, porque el hombre permanece tal cual a los ojos de los hombres, aunque a los ojos de Dios y a los sobrenaturales habitantes del Cielo y de pocos elegidos en la Tierra (son los que tienen discernimiento de los espíritus), aparezca ya con su nuevo aspecto de demonio, que es su verdadero aspecto a partir del momento en que al no tener ya vida en él el espíritu, la culpa mortal le priva de la semejanza con Dios.

El hombre, privado de la Gracia por obra de la culpa, es solo el espíritu en donde se pudre el espíritu muerto. He aquí porque aun que todos los seres humanos tienen una imagen física común, cuando se cumpla la resurrección de la carne, serán sumamente diferentes entre si. Los bienaventurados tendrán un aspecto semidivino, los condenados mostrarán un aspecto demoníaco. Entonces se traslucirá al exterior el misterio de las conciencias. ¡Qué terrible cognición! 




Reflexión personal



En esta vida, cualquier pecador, por muy grave que sea el pecado mortal, puede aún disfrutar de la Redención de Cristo Jesús, ya que, gracias a la señal de Caín, el aspecto de su alma muerta, queda oculta por su cuerpo mortal, si no fuera por esa ventaja, el alma no podría volver a la Vida con la Resurrección, que es el perdón de la culpa para el alma arrepentida.

Si el alma no quedase oculta, sin que su pecado haya transcendido a su cuerpo mortal, ello suscitaría para toda la gente solo odio y desprecio, hacia esa persona, lo que impediría su redención, por esa razón podemos amar al pecador, porque solo así se puede evitar el odio, y por eso puede aún convertirse, ya que una persona solo se puede convertir con amor, y nunca con desprecio. Esa conversión puede realizarse gracias a la Comunión de todos los Santos, es decir por las oraciones, los méritos y los sufrimientos de las almas Santas, que se ofrecen en holocausto por todos los pecadores.

Por eso dijo la Santísima Virgen de Fátima, a los pastorcillos: "¡Cuanta gente se condena porque no hay nadie que rece por ellos!".




sábado, 15 de octubre de 2016

HOMENAJE A SANTA TERESA DE JESÚS EN EL DIA DE SU ONOMÁSTICA

Fotografía de Santa Teresa tomada en la Iglesia de las
 Carmelitas descalzas de Granada,
 



Jesús se apareció a una vidente y le confesó que las mujeres que más le amaron, aparte de la Virgen María, fueron en su vida María Magdalena y después Santa Teresa de Jesús. Está demostrado que murió de Amor, alcanzando el último grado de la Escala mística de según San Bernardo Santo Tomás, como lo explica tan bien San Juan de la Cruz.
En el último de los diez peldaños de esta escala, la unión mística es tan fuerte que el alma tiene que ver a su divino Esposo o morir.

El décimo y último grado de esta escala secreta de amor hace al alma asimilarse totalmente a Dios, por razón de la clara visión de Dios que luego posee inmediatamente el alma que, habiendo llegado en esta vida al nono grado, sale de la carne. Porque estos (pocos que son), por cuanto ya por el amor están purgadísimos, no entran en el purgatorio. De donde San Mateo dice: "Bienaventurados los limpios de corazón porque ellos verán a Dios" (5, 8). Y, como decimos, esta visión es la causa de la similitud total del alma con Dios, porque así lo afirma San Juan diciendo. "Sabemos que seremos semejante a Él"; no porque el alma se hará tan capaz como Dios, porque esto es imposible, sino por todo lo que ella es, se hará semejante a Dios; por lo cual se llamará  y  será Dios por participación. 




Oración a Santa Teresa de Jesús
 de San Alfonso de Ligorio


Oh, Santa Teresa, Virgen seráfica, querida esposa de Tu Señor Crucificado, tú, quien en la tierra ardió con un amor tan intenso hacia tu Dios y mi Dios, y ahora iluminas como
 una llama resplandeciente en el paraíso, 
obtén para mi también, te lo ruego, un destello 
de ese mismo fuego ardiente y santo,
 que me ayude a olvidar el mundo, las cosas creadas,
aún yo mismo, porque tu ardiente deseo
 era verle adorado por todos los hombres.

Concédeme que todos mis pensamientos, deseos
 y afectos sean dirigidos siempre a hacer la voluntad 
de Dios, la Bondad suprema, aun estando en gozo o en dolor,
porque solo Él es digno de ser amado
 y obedecido por siempre.

Obtén para mí esta gracia, tú que eres tan poderosa con Dios,
que yo me llene de fuego, como tú, con el santo amor de Dios.
Amén.


viernes, 14 de octubre de 2016

LOS DESASTRES NATURALES SON DIRECTAMENTE PROPORCIONALES A LOS PECADOS DE LA HUMANIDAD

Los desastres naturales se están incrementando cada vez más





El día 13-10-2.016, apareció en las noticias de la T.V. española, en el canal 24 H, una noticia que decía textualmente:

"Los desastres naturales son ahora más intensos y mortales, según la ONU y CRED".

Naturalmente, todos los "Científicos" ateos,  encontrarán una explicación natural a este fenómeno, dirán que es debido al cambio climático, provocado por la emisión de CO2 a la atmósfera, o a la desviación del eje de rotación de la Tierra, y aparecerán como grandes científicos que todo lo explican, pero a pesar de las recomendaciones suyas para evitar esa catástrofe, serán incapaces de solucionar ese grave problema.

Estos científicos emiten un dictamen que es verídico, pero solo razonan observando los mecanismos materiales que provocan esos problemas, ya que en este mundo todo tiene una explicación, como así lo enseña la razón. Pero son incapaces de encontrar las verdaderas causas de todas esas catástrofes, ya que son espiritualmente ciegos.

Existe una simbiosis entre toda la Creación, por esa razón, la naturaleza que existía antes del pecado original, era perfecta, y nuestros primeros padres eran felices, ya que todo lo creado por Dios estaba al servicio del hombre, que era la criatura más importante de la Creación, porque estaba hecho a su imagen y semejanza, con un alma inmortal, y por eso no podía haber ni miseria, ni terremotos, ni desgracias naturales como huracanes, sequías, enfermedades, ni accidentes de ninguna clase.  Después de la Caída, que era una ofensa gravísima a Dios, ya que el hombre, inspirado por Satanás se quiso hacer semejante a Él y que, para colmo, no se quiso arrepentir, la naturaleza entonces se rebeló contra el hombre. 

En la vida del santo Cura de Ars, relatada por Monseñor Trochú, se lee que cuando llegó al pueblo, la Iglesia estaba llena de telarañas, y la práctica religiosa era inexistente. Cuando llegó a convertir y cambiar a los habitantes, de manera tal que ya no se oían palabrotas, se llenaba la Iglesia, y el confesionario, no solo con gente del pueblo, pero con personas venidas de toda Francia, en toda esa época no hubo nunca ni una mala cosecha debida a una sequía, ni una granizada en los campos, la naturaleza estaba en simbiosis con la buena conducta de los habitantes. 
Por culpa del pecado, Yahvé le dijo a la mujer: "Multiplicaré los trabajos de tus preñeces. parirás con dolor los hijos. Y buscarás con ardor a tu marido, que te dominará".

Al hombre le dijo:"Por haber escuchado a tu mujer, comiendo del árbol que te prohibí comer, diciéndote no comas de él, por ti será  maldita la Tierra; Con trabajo comerás de ella todo el tiempo de tu vida; te dará espinas y abrojos, Y comerás de las hierbas del campo. Con el sudor de tu rostro comerás el pan, hasta que vuelvas a la Tierra. Pues de ella has sido tomado; Ya que polvo eres, y al polvo volverás"(Gen 3, 16-19).

En este pasaje del Génesis, se ve claramente que el pecado, instigado por Satanás, y con la responsabilidad del hombre que es libre, es el causante de todos los males habidos y por haber. El pecado de Adán no tiene la gravedad del pecado de Lucifer, porque este último era un ángel más subido y con mayor conocimiento.

 Por eso Dios, que es Compasivo y Misericordioso, ha enviado a su Hijo único Jesús como víctima perfecta para borrar ese pecado a todos los hombres que nacieron con la tara del pecado original, y por consiguiente con inclinaciones hacia la Soberbia, que es  la fuente de todos los vicios, para que los que quisieran renacer a la vida de la Gracia, fueran preservados de la condenación eterna.

El Sublime Redentor, ha reinado  en la mayoría de los Reinos de Europa, durante muchos siglos. El Cristianismo se ha propagado en muchas partes, gracias a los misioneros, y ahora es conocido en el mundo entero gracias a los medios de comunicación que llegan a todas las partes. Pero en este mundo, donde existe la libertad, Satanás parece haber impuesto su doctrina en la mayoría de los hombres. Han crecido como malas hierbas las leyes y las modas que son contrarias a la doctrina del Evangelio, no solo en la gente del pueblo, pero también en muchos consagrados que son la tercera parte de las estrellas barridas y arrojadas al suelo por la cola del dragón del Apocalipsis.

Cuando viereis la abominable desolación instalada donde no debe - el que lea entienda - entonces los que estén en Judea, que huyan a los montes. El que esté en el terrado, no baje ni entre para tomar cosa alguna de su casa, y el que esté en el campo no vuelva atrás para recoger su manto.
¡Ay de aquellas que estén encintas y que críen en aquellos días! Orad para que no suceda esto en invierno (Mc 13, 14-18).

Los que estén en Judea que huyan a los montes, significa que la gente religiosa acreciente su fe, que es subir a los montes y el que esté en el terrado no baje ni entre para tomar cosa alguna de su casa, significa que el que esté elevado en la fe y haya renunciado a sus apetitos, no baje a recoger a lo que renunció; el que esté en el campo no vuelva atrás a recoger su manto significa, que el que haya empezado a trabajar fuera del mundo, no se detenga para abrigarse en la comodidad.
Las que estén encintas y que críen, son para San Juan de la Cruz los que estén repletos de pecados y alimentando sus apetitos.






miércoles, 12 de octubre de 2016

ESTE MUNDO ES UNA GESTACIÓN DEL ALMA QUE SE PREPARA PARA EL JUICIO FINAL, PARA SU NACIMIENTO EN EL CIELO, O PARA SU ABORTO EN LA GEHENA.



Nuestra Madre espiritual, Medianera de todas
 las Gracias de Dios, es la que nos ayuda
 a conseguir la Corona del triunfo


Este mundo en que vivimos, que está situado en  las entrañas de un Universo infinito, donde existen millones de mundos habitados, es el lugar donde ha nacido nuestra alma, para su gestación,  que nos prepara para nacer a una Vida nueva, que será una existencia sin comparación con la de este mundo, ya que como lo dice San Juan de la Cruz, toda la belleza, riqueza y gracia de este mundo, si se compara con el Reino eterno de Dios, es suma fealdad, pobreza y desgracia.

Este renacer del alma, exige una profunda conversión y renovación, ya que esta nació con la tara del pecado original, enfermedad hereditaria, transmitida por Adán y Eva. Esta transformación solo es posible gracias al desagravio hecho a Dios, por la Víctima perfecta que es Cristo Jesús, que al unirnos espiritualmente con Él por amor, borra este pecado, y nos suministra el alimento y la salud necesarios al alma, gracias a los Sacramentos suministrados por su santa Iglesia, con la ayuda de la Madre de Dios y nuestra Madre, la Santísima Virgen María, que es la medianera de todas las Gracias de Dios. 



De los cuadernos de María Valtorta  
(10-10-1.943)

Dice Jesús:
¡Oh, hombres que os afanáis por conquistar y conservar las riquezas que perecen! ¿Cómo no os afanáis por conservar en vosotros esta inmensa riqueza sobrenatural de la Gracia? De la Gracia que os mantiene en contacto con Dios y os nutre con sus luces como a recién nacidos en el seno de una madre, a través de las fibras que unen a ellas.

En efecto, vosotros sois los recién nacidos a la Gracia del Cielo. No es esta la Vida, esta que vivís en la Tierra en la jornada mortal. Esta es solamente formación de vuestro ser futuro de viviente eterno. La existencia humana la gestación que os forma para daros a la Luz. A la Luz verdadera, y no a la pobre luz sombría de esta tierra.

No os llevo en Mí como Madre que forma a su criatura. Yo mismo os rodeo y reparo, os nutro con mi alimento para haceros nacer inmortales en la hora que vosotras llamáis “muerte”, y que no es sino “pasaje”. Pasaje de una fase incompleta a una completa, de la segregación en espacio limitado a la libertad sin límites, de las tinieblas a la Luz, de las cohibidas caricias, al abrazo absoluto del alma con su Padre.

Esto es lo que vosotros llamáis “morir”. Vosotros, que con vuestro orgulloso saber, aún no sabéis dar el justo nombre a las cosas, y como niños de pocos años llamáis a las cosas con nombres equivocados. Yo quiero enseñaros lo que es la “muerte” y quienes son los “muertos”.

Muerte es separarse de Dios como el que está por nacer y antes de tiempo se separa del órgano materno y se pudre en el álveo que lo expulsa con dolor. Muertos están, quienes, habiendo sido expulsados así, no se diferencian del despojo de un animal que se descompone al sol y bajo la lluvia en una carretera de la tierra, motivo de repugnancia para el que lo ve. Esto es lo que es “muerte”. Esto es lo que significa estar “muertos”. 

El pecado es la causa que os separa de Dios y hace de vosotros una putrefacta carne corrompida, alimento de Satanás que os ha envenenado para devoraros, presa de su hambre de devorador de almas y de enemigo de Dios, Creador de las almas.

[…] ¡Oh! ¡día santo y feliz de vuestro nacer al Cielo! ¡Oh! ¡día que Dios Uno y Trino anhela que llegue para vosotros! ¡Oh! ¡beatitud que he preparado para los hombres!

¡Alzáos, dilectos míos! La vida de la Tierra es el tiempo que os dono para crecer a la Vida verdadera y, por cuanto pueda ser largo y penoso, es un instante fugaz respeto a mi eternidad, eternidad que os prometo y que os tengo reservada. Alegría que os he conquistado con mi dolor.

Vivid en Mí y de Mí, hijos que amo. La alegría que os espera es desmesurada como la Gloria de Dios.



martes, 11 de octubre de 2016

“YO SALVARÉ A LOS QUE SE ARREPIENTAN Y VUELVAN A DIOS. LOS IMPENITENTES NO TENDRÁN REDENCIÓN"

EL BANQUETE DE HERODES




Maravillosas palabras de Jesús en donde se ve claramente que María Valtorta está al final atacada físicamente por Satanás que conoce perfectamente la trascendencia de este relato. 



En efecto: Hoy día pintan y predican a Jesús como un dios "relativista", que perdona absolutamente a todos, sin que exista el correspondiente arrepentimiento proporcional a la culpa, y vemos que muy pocos conocen la transcendencia del arrepentimiento, que es la sublimación del amor, como así se ve tan claramente en las maravillosas palabras de Jesús, tampoco ven la gravedad de la culpa cuando no está acompañada de ese arrepentimiento, y digo gravedad porque desgraciadamente esas almas serán rechazadas eternamente por Dios, porque no puede aplicar su divina Misericordia. 



Aquí también se ve pues de una manera clara e irrefutable la existencia de los réprobos ya que “Los impenitentes no tendrán nunca perdón”, ya que es un pecado contra el Espíritu Santo, es decir un pecado contra la sublimación del amor, que es el arrepentimiento. 

Satanás ha sabido infundir en la sociedad actual e incluso en mucha jerarquía la "teoría de la relatividad", ha sabido inculcar a los fieles la idea de que a Dios le es indiferente el pecado, y que todos están salvados por su Pasión y muerte, aunque no exista arrepentimiento. ¡¡He conocido profesores de Teología, que sabían griego, hebreo y latín y que estaban convencidos de esa teoría, y lo que es peor, que despreciaban a los que no compartían esa idea!! 

Reconozco la sutileza e inteligencia de Satán, el cual, apoyándose en la gran Misericordia de Dios ya que siempre engaña bajo el aspecto del bien, porque sabe que el mal conocido, nunca será aceptado, como así lo dice San Juan de la Cruz , ha inducido a muchísimos a creer en el dios "relativista", que es incapaz de mandar a nadie al Infierno, porque todos somos hijos suyos, como me afirmó cierto Arzobispo, y sacerdotes. 

Vemos así la gran verdad del adagio que dice: “No hay pecados pero sí pecadores”; es decir que cualquier pecado por horroroso que sea puede ser perdonado, sin embargo, lo que no perdona Dios es la falta de arrepentimiento, es decir la complacencia en el vicio y el desprecio de la virtud. 
Dice Jesús: Quien ama totalmente tiene todo perdonado, Y esta es una verdad. 


Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.





DEL EVANGELIO COMO ME HA SIDO REVELADO DE MARÍA VALTORTA 





Dice Jesús:
Dios da a cada uno lo necesario. Eso es verdad. ¿Qué le es necesario al hombre?: ¿La fastuosidad?, ¿Un gran numero de criados?, ¿Tierras de incontables parcelas?, ¿Banquetes que de un ocaso vean surgir una aurora?...No. Al hombre le es necesario un techo, un pan, un vestido; lo indispensable para vivir. 



Mirad a vuestro alrededor: ¿Quiénes son los más alegres y los más sanos?, ¿Quién goza de una sana y serena ancianidad?... ¿Los que gozan de la vida?... No. Quienes honradamente viven y trabajan, y tienen deseos rectos. En ellos no hay veneno de lujuria y permanecen fuertes, ni veneno de gula y se conservan ágiles, ni de envidias y están alegres. Sin embargo quien ambiciona tener más cada vez, mata su paz y no goza; antes bien, envejece precozmente, consumido en la llama del odio y del abuso. 

Podría unir el mandamiento de no robar, al de no desear lo que a otros pertenece porque, efectivamente el excesivo deseo mueve al hurto: entre uno y otro no media sino un pequeño paso. ¿Qué todo deseo es ilícito? No digo esto. El padre de familia que, trabajando en el campo o en el taller, desea asegurar con ello el pan de la prole, ciertamente no peca; es más, obedece a su deseo de padre. Más aquel que, por el contrario, no desea sino gozar más y se apropia de lo ajeno para gozar más, peca. 

¡La envidia!... – Porque ¿qué es realmente el desear el bien ajeno, sino avaricia y envidia? – la envidia separa de Dios, hijos míos, y une a Satanás. 

¿No creéis que el primero que deseó lo ajeno fue Lucifer? Era el más hermoso de los Arcángeles. Gozaba de Dios. Debería haberse sentido contento de ello. Envidió a Dios y quiso ser él Dios y vino a ser el demonio, el primer demonio. 

Segundo ejemplo: Adán y Eva habían recibido todo, gozaban del Paraíso terrestre, gozaban de la amistad de Dios, vivían dichosos con los dones de Gracia que Dios les había dado. Deberían haberse conformado con eso; más, envidiaron de Dios su conocimiento del bien y del mal, y fueron expulsados del Edén, resultando proscritos, no gratos a Dios, los primeros pecadores. 

Tercer ejemplo: Caín tuvo envidia de Abel por su amistad con el Señor, y fue el primer asesino. María la hermana de Aarón y de Moisés, tuvo envidia de su hermano y fue la primera leprosa de la historia de Israel. 

Podría iros conduciendo a través de toda la historia del Pueblo de Dios, y veríais que el deseo inmoderado hizo de quien lo tuvo un pecador y fue causa de un castigo para el pueblo; porque los pecados de los particulares se acumulan y provocan los castigos de las Naciones, de la misma forma que unos granos y otros y otros, de arena acumulados durante siglos y siglos, provocan desprendimientos de tierra que sepultan centros habitados y aquellos en quien ellos viven. 

Frecuentemente os he puesto a niños como ejemplo, porque son sencillos y confiados. Hoy os digo: imitad a los pájaros en su libertad respecto a los deseos. 

Mirad: es invierno, poca comida hay en los pomares, ¿se preocupan acaso, de acumularla durante el verano?; no, sino que confían en el Señor, saben que siempre podrán hacerse con un pequeño gusanito, un grano, una miguita, o una araña o una mosquita posada sobre el agua, para su buche; saben que no les faltará una chimenea caliente, o una vedija de lana, para refugiarse durante el invierno; como sabe que, llegado el tiempo en que sea necesario disponer de heno para sus nidos y de mayor cantidad de alimento para la prole, habrá heno fragante en los prados, y jugoso alimento en los árboles frutales y en los surcos, y habrá riqueza de insectos en el aire y en la tierra; y cantan levemente: “Gracias, Creador por cuanto nos das y por cuanto nos darás”, preparados ya a entonar a pleno pulmón, cantos de alabanza cuando, llegada la época del celo, gocen de la esposa y se vean multiplicados en la prole. 

¿Existe criatura más alegre que un pájaro? Y, sin embargo, ¿que es su inteligencia comparada con la del hombre?: como un trozo de sílice comparado a un monte. Y a pesar de ello, os enseña. En verdad os digo que posee la alegría del pájaro, el que vive sin deseo impuro. Este se fía de Dios y le siente como Padre; sonríe al día naciente y a la noche que desciende, porque sabe que el sol es su amigo y que la noche le provee de alimento; mira sin rencor a los hombres y no teme sus venganzas, porque no les perjudica en modo alguno; no se inquieta ni por su salud ni por su sueño, porque sabe que una vida honesta mantiene lejos las enfermedades y proporciona dulce descanso; no teme en fin, la muerte, porque sabe que, habiendo actuado bien, no puede recibir sino la sonrisa de Dios. 

Mueren también los reyes, y los ricos. No es el cetro lo que aleja la muerte, no es el dinero el que compra la inmortalidad. Ante el Rey de los reyes y Señor de los señores, ¡que ridículas son las coronas y las monedas!; ante Él solo tiene valor una vida vivida en la Ley. 

¿Qué dicen aquellos hombres que están allí en el fondo? No tengáis miedo de hablar”. 
“Decíamos: Antipa ¿de que pecado es culpable, de hurto o de adulterio?” 
“No quisiera que mirarais a los demás, sino a vuestros corazones. Os digo no obstante, que Antipa es culpable de idolatría por adorar a la carne más que a Dios; es culpable de adulterio, de hurto, de deseos ilícitos, y pronto, de homicidio”. 
“¿Lo salvarás Tú, el Salvador?” 

“Yo salvaré a los que se arrepientan y vuelvan a Dios. Los impenitentes no tendrán Redención”. 

“Has dicho que es un ladrón, ¿Qué ha robado?”. 
“La mujer a su hermano. El hurto no es solo de dinero. Hurto es también, quitar el honor a un hombre, la virginidad a una joven, la mujer a su marido, de la misma forma que lo es el quitarle un buey o frutos de los árboles al vecino. Y el hurto. Agravado por la libídine o por el falso testimonio, se agrava con el adulterio, o con la fornicación, o con la mentira”. 

“Y una mujer que se prostituye, ¿que pecado comete?”. 
“Si está casada, de adulterio o de hurto respecto al marido. Si es núbil, de impureza y de hurto respecto a sí misma”. 

“¿Hurto a sí misma? ¡¡Pero si da algo que es suyo!!” 

“No. Nuestro cuerpo lo ha creado Dios para ser el templo del alma, que es templo de Dios. Por tanto, debe de ser conservado honesto; si no, el alma se ve despojada de la amistad con Dios y de la Vida Eterna”. 

“¿Entonces una meretriz ya no puede pertenecer sino a Satanás?”. 

“Todo pecado es prostitución con Satanás. El pecador, como la prostituta, se da a Satanás por amores ilícitos, esperando sucias ganancias de ello. Grande, grandísimo es el pecado de prostitución, que hace al que lo comete semejante a un animal inmundo. Pero creedme, no es menor cualquier otro pecado capital. ¿Qué diré de la idolatría?, ¿Qué del homicidio? Y, no obstante, Dios perdonó a los israelitas después de lo del becerro de oro; perdonó a David después de su pecado que era doble. 

Dios concede el perdón al que se arrepiente. Sea el arrepentimiento proporcional al número y a la magnitud de las culpas, y Yo os digo que a quien más se arrepiente, más le será perdonado; porque el arrepentimiento es forma de amor, de operante amor. 

Quien se arrepiente le dice a Dios con su arrepentimiento: “No puedo tolerar tu enojo, porque te amo y quiero ser amado”. Y Dios ama a quien le ama. Por tanto Yo digo: cuanto más ama uno, más es amado. 

Quien ama totalmente tiene todo perdonado, Y esta es una verdad. 

Podéis iros. Pero antes quiero que sepáis que a la entrada del pueblo hay una viuda, cargada de hijos, en la más absoluta de las hambres. La han echado de casa por deudas, y podría decirle “gracias” al patrón por haberla echado solamente. He hecho uso de vuestros donativos para proveerlos de pan, pero necesitan un lugar donde ampararse. La Misericordia es el sacrificio más grato al Señor. Sed buenos. En su nombre os garantizo el premio”. 

La gente cuchichea, pide consejo, coteja opiniones… 

Entretanto, Jesús cura a uno de los que estaba casi ciego y escucha a una ancianita que ha venido desde Doco para rogarle que vaya a ver a su nuera que estaba enferma. Una larga historia de lágrimas la cual yo, medio muerta como estoy hoy, no transcribo. 

Y, afortunadamente, todo termina, porque no estoy todavía en condiciones de mantenerme todavía, con una crisis cardíaca que lleva ya tres horas y que hasta me ciega los ojos. 







4.4.12

jueves, 6 de octubre de 2016

EMOCIONANTE RELATO DE LA ROSA DE JERICÓ, UNA MUJER REPUDIADA POR SU MARIDO, EL CUAL LE HABÍA TRANSMITIDO UNA ENFERMEDAD VENÉREA, PARA CASARSE CON OTRA


La rosa de Jericó, la misteriosa flor que parece muerta y revive 


Al hablar de la rosa, nos viene naturalmente a la mente la bella flor que sobresale de un tallo espinoso, pero no sólo la rosa tradicional se llama así. En los antiguos desiertos de Alejandría en Egipto y en los afluentes del Mar Rojo había una planta muy curiosa también llamada “rosa”: es la Rosa de Jericó.

completamente diferente a la rosa que conocemos, esta planta tiene una propiedad muy particular. Por largos periodos de tiempo la planta, que vive en regiones desérticas, crece y se reproduce hasta que el ambiente se vuelve desfavorable. En ese momento las flores y las hojas secas se caen, las raíces se desatan y las ramas secas se doblan, formando una “pelota” que permite que el viento la lleve a donde quiera.

En la Biblia se hacen varias referencias a la Rosa de Jericó, de las que entresacamos esta en las que se cita textualmente: “Crecí como palmera de Engadi y broté cual rosal de Jericó; como magnífico olivo en la llanura, y crecí como plátano junto a las aguas”. (Eclo 24, 18- 19)

Una leyenda hace referencia a cuando María y José huían de Belén con el niño Jesús para evitar que Herodes pudiera asesinarlo. Cuando estaban atravesando las llanuras de Jericó, María se bajó del burro y al tocar el suelo brotó una rosa de Jericó, para saludar al niño. Dicen que cuando Jesús murió en la cruz, todas las rosas se marchitaron, y tres días después, coincidiendo con la resurrección, volvieron a la vida de nuevo. Otra versión dice que la rosa surgió como símbolo de la energía que se difundió especialmente en esa zona al morir el Cristo y derramar su sangre por nosotros.


LA ROSA DE JERICÓ Y LA VIRGEN MARÍA

"Cuando el dragón se vio precipitado en la tierra, se dio a perseguir a la mujer que había parido al Hijo varón. Pero fueron dadas a la mujer dos alas de águila grande para que volase al desierto, a su lugar, donde se alimentará por un tiempo, y dos tiempos, y medio tiempo lejos de la vista de la serpiente" (Ap. 12, 13-14)

La Santísima Virgen María, retirada por un tiempo, por dos tiempos y medio tiempo, que son el tiempo del desarrollo del Cristianismo, los dos tiempos del reinado del cristianismo, y el  medio tiempo de la decadencia que estamos viviendo, por el auge del relativismo y del hedonismo.
Como la Rosa de Jericó, la Santísima Virgen María ha vuelto del desierto, ha arraigado, y en Fátima ha anunciado que por fin, su Inmaculado Corazón triunfará.

Una de las armas más potentes de María es el rezo del santo Rosario, el terror de Satanás, ya que para él, el rosario es como una terrible "bomba de racimos", que dicen que  hoy día es la más potente y destructiva. Cada misterio, y avemaría, es para el demonio un estallido que lo pone en fuga. La Letanía, le recuerda su derrota ante una mujer, la nueva Eva que es el remordimiento más atroz, y vergonzoso: Lucifer el ángel más sublime, el portador de la Luz de Dios, el que era la veneración de los ángeles, derrotado estrepitosamente por una humilde Mujer.



**********************************************************************************************************************





Del Evangelio como me ha sido revelado de María Valtorta



  [...] Andrés y los dos hijos de Alfeo van delante de todos. Llegados a un punto del camino, se inclinan, miran y rápidamente vuelven. “¡Hay una mujer! ¡Parece muerta! Tapa el sendero”.
“¡Que lata! Ya empezamos mal. ¿Cómo es posible? ¡Ahora vamos a tener que purificarnos incluso!”. Las primeras quejas del día.
“Vamos a ver nosotros si está muerta” dice Tomás a Judas Iscariote.

“Voy yo contigo, Tomás” dice el Zelote, y va adelante.
Llegan donde la mujer, se agachan, y Tomás regresa corriendo y gritando.
“Quizás la han asesinado” dice Santiago de Zebedeo.
“O ha muerto de frío” responde Felipe.
Pero Tomás se llega a ellos y grita: “Lleva la túnica descosida de los leprosos…” (Está tan desconcertado, que parece como si hubiera visto el diablo).
“¿Pero está muerta?” preguntan.
“¿Yo que sé?, he salido corriendo”.
El Zelote se levanta y, a buen paso, viene hacia Jesús. Dice: “Maestro, una hermana leprosa. No sé si está muerta. Creo que no. Creo que el corazón todavía late”.

“¿La has tocado?” gritan bastantes separándose.
“Sí. Desde que soy de Jesús, no tengo miedo de la lepra. Y siento compasión, porque sé lo que es ser leproso, Quizás le han dado un golpe, porque está sangrando por la cabeza. Quizás había bajado buscando algo que comer. Es tremendo, ¿sabéis?, morirse de hambre y tener que hacer frente a los hombres para conseguir un pan”.
“¿Está muy maltrecha?”
“No. Es más, no sé como está con los leprosos. No tiene ni escamas, ni llagas ni gangrenas. Quizás es leprosa desde hace poco. Ven, Maestro. Te lo ruego. ¡Como de mí, ten piedad de esta hermana leprosa!”.

“Vamos, dadme pan, queso y un poco de vino que tenemos todavía”.
“¿No le irás a dar de beber de donde bebemos nosotros?” grita aterrorizado Judas Iscariote.
“No temas, Beberá en mi mano. Ven, Simón”.
Van hacia delante… pero la curiosidad manda también adelante a los demás. Sin sentir ya molestias por el agua de las ramas (Que cae de los árboles encima de las cabezas cuando las menean) ni por el musgo empapado, suben por la ladera para ver a la mujer sin acercarse, sin acercarse. Y ven que Jesús se agacha, la toma por las axilas, la arrastra sentada y la apoya contra una roca. La cabeza pende como si estuviera muerta.

“Simón, vuelvele la cabeza, para que pueda echarle en la garganta un poco de vino”.
El Zelote obedece sin miedo, y Jesús, manteniendo en alto el calabacino, deja caer unas gotas de vino dentro de los labios entreabiertos y lívidos. Y dice: “¡Está helada esta infeliz, y empapada!”.
“Si no fuera leprosa, la podíamos llevar adonde hemos estado nosotros” dice Andrés compadecido.
“¡Sí! Responde Judas “¡Lo que faltaba!”.
“¡Pero si no está leprosa! No tiene señales de lepra”.
“Tiene la túnica y es suficiente”.

Mientras tanto el vino ha actuado. La mujer emite un suspiro de cansancio. Jesús, viendo que traga, le vierte un chorro en la boca. La mujer abre los ojos obnubilados y asustados. Ve a algunos hombres. Trata de alzarse y de huir, mientras grita: “¡Estoy contaminada! ¡Estoy contaminada!”. Pero las fuerzas no la ayudan. Se tapa el rostro con las manos y gime: “¡No me apedreéis! He bajado porque tengo hambre… Hace tres días que nadie me echaba nada de comer…”.
“Aquí hay pan y queso. Come. No tengas miedo. Bebe un poco de vino en mi mano” dice Jesús, echando en el cuenco de su mano un poco de vino y dándoselo.
“¿Pero no tienes miedo?” dice, asombrada, la infeliz.

“No tengo miedo” responde Jesús. Y, poniéndose en pié, sonríe; se queda, de todas formas con la mujer, que come con avidez el pan y el queso.
Parece una fiera hambrienta. Incluso jadea, por el ansia de alimentarse. Luego, sedada el hambre del estómago vacío, mira alrededor suyo… cuenta en voz alta: “Uno… dos… tres… trece… ¿Pero entonces?... ¿Quién es el Nazareno? ¿Tú, no? ¡Solo Tú puedes tener compasión como has tenido de una leprosa!...”.
La mujer se pone de rodillas con dificultad por la debilidad.
“Soy Yo, sí. ¿Qué quieres? ¿Curarte?”.

“Eso también… Pero antes debo decirte una cosa… Yo tenía noticias de Ti. Me habían hablado hace mucho unos que pasaban… ¿Mucho? No. El otoño pasado. Pero para un leproso… cada día es un año… Hubiera deseado verte. Pero ¿cómo podía ir a Judea o a Galilea? Me llaman “leprosa”.

 Pero lo único que tengo es una llaga en el pecho, que me ha transmitido mi marido, que me tomó virgen y sana, y él no estaba sano. Pero es una persona importante… y puede todo. Incluso decir que le había traicionado yendo a él ya enferma, y así repudiarme, para tomar a otra mujer de la que estaba prendado. Me denunció como leprosa. Por pretender justificarme, empezaron a pedradas conmigo. ¿Era justo, Señor? Ayer tarde, un hombre ha pasado de Bet-Yaboc, avisando que venías, y exhortando a salir a tu encuentro para echarte de aquí. Yo estaba… Había bajado hasta las casas porque tenía hambre. Habría hurgado incluso en los estercoleros para matar mi hambre… Yo, que era la “señora”, había querido quitarles a los pollos un poco de su frangollo agriado…”.

Llora… Luego continúa: “La ansiedad por encontrarte – por Ti, para decirte: “¡Huye!”; por mí para decirte: “¡Piedad!” – me ha hecho olvidarme de que, infringiendo nuestra Ley, perros, cerdos y pollos viven junto a las casas de Israel, pero que el leproso no puede bajar a pedir un pan, ni siquiera cuando es una que de leprosa sólo tiene el nombre. Y he venido, preguntando dónde estabas. No me vieron en ese momento, por la oscuridad, y me dijeron: “Sube por el ribazo del río”. Pero luego, me vieron, y en vez de pan me dieron piedras. Salí corriendo en la noche para ir a tu encuentro, para evitar los perros. Tenía hambre, tenía frío, tenía miedo. Caí donde me has encontrado. 

Aquí. Creía que moría. Sin embargo, te he encontrado a Ti. Señor, no estoy leprosa. Pero esta llaga que tengo aquí, en el pecho me impide volver con los vivos. No pido volver a ser la Rosa de Jericó de los tiempos de mi padre; pero por lo menos vivir con los demás hombres y seguirte a Ti. Los que me hablaron en Octubre me dijeron que tenías discípulas y que estabas con ellas… Pero primero, sálvate Tú. ¡No mueras, Tú que eres bueno!”.

“No moriré hasta que no llegue mi hora. Ve allí, a aquella peña, hay una gruta segura. Descansa, luego ve al sacerdote”.
“¿Para qué, Señor?”. La mujer tiembla de ansiedad.
Jesús sonríe: “Vuelve a ser la Rosa de Jericó que florece en el desierto y que siempre está viva aunque parezca muerta. Tu fe te ha curado”.
La mujer alza ligeramente la parte de su vestido que cubre el pecho, mira… y grita: “¡Ya no hay nada! ¡Oh, Señor, mi Dios!” y cae rostro en tierra.

“Dadle pan y otras cosas de comer. Y tú, Mateo, dale un par de sandalias tuyas. Yo doy un manto. Para que pueda ir, después de reponer fuerzas, al sacerdote. Dale también el óbolo, Judas. Para los gastos de purificación. La esperamos en Getsemaní para dársela a Elisa, que me pidió una hija”.
“No, Señor, no descanso, me pongo en marcha ya. En seguida, en seguida”.
“Baja entonces al río, lávate, ponte encima el manto…”.
“Señor, se lo doy yo a una hermana leprosa. Deja que lo haga. Yo la guío adonde Elisa. Me curo otra vez, viéndome a mí en ella, así, dichosa” dice el Zelote.

“Sea como quieras. Dale todo lo necesario. Mujer, escucha bien. Iras a purificarte. Luego irás a Betania y preguntarás por Lázaro. Le dices que te de hospedaje hasta que llegue Yo. Ve en paz”.
“¡Señor! ¿Cuándo voy a poder besarte los pies?”.
“Pronto. Ve. Más has de saber que solo el pecado me produce horror. Y perdona a tu marido, porque por medio suyo, me has encontrado a Mí”.
“Es verdad. Le perdono. Me voy… ¡Oh, Señor! No te detengas aquí, que te odian. Piensa que he caminado exhausta, durante una noche, para venir a decírtelo, y que si en vez de encontrarte a ti hubiera encontrado a otros, me podían haber matado a pedradas como a una serpiente”.

“Lo recordaré. Vete, mujer. Quema la túnica. Acompáñala, Simón. Nosotros os seguiremos. En el puente os alcanzaremos”.
Se separan.
“Pero ahora tenemos que purificarnos. Todos estamos contaminados”.
“No era lepra, Judas de Simón. Yo te lo digo”.

“Bueno, pues de todas formas me voy a purificar. No quiero cargar con impurezas”.
“¡Qué cándida azucena!” exclama Pedro. “¡No se siente impuro el Señor, y tú te sientes impuro!”.
“¿Y por una que Él dice que no está leprosa? Pero, ¿qué tenía Maestro? ¿Has visto la llaga?”.

“Si. Un fruto de la lujuria masculina. Pero no era lepra. Y si el hombre hubiera sido honesto no la habría repudiado, porque estaba más enfermo que ella. Pero todo les sirve a los lujuriosos para saciar su alma. Tú, Judas, si quieres, vete también. Nos encontraremos en el Getsemaní. ¡Y purifícate, purifícate! Pero la primera purificación es la sinceridad. Tú, eres hipócrita. No lo olvides. Vete, vete, si quieres”.

¡No, no, que me quedo! Si Tú lo dices, creo. No estoy, por tanto contaminado y me quedo contigo. Tú quieres decir que soy lujurioso y que aprovechaba la ocasión para… Te demuestro que mi amor eres Tú”.
Y caminan raudo hasta abajo... 




miércoles, 5 de octubre de 2016

SOLO EL ESPÍRITU SANTO QUE ES LA FUERZA Y EL AMOR DE DIOS PADRE, QUE ESTÁ PRESENTE EN EL ARREPENTIMIENTO PROFUNDO Y SINCERO, PUEDE BORRAR EL PECADO Y "VENCER" LA JUSTICIA DE DIOS

El arrepentimiento es la única fuerza que vence a Dios


      
En mi larga vida, he asistido a una transformación asombrosa de la religiosidad de los fieles y de los sacerdotes. Esta transformación ha logrado cambiar por completo no solo la mentalidad de los laicos, pero lo que bajo mi punto de vista es mucho más grave, la del clero y de la jerarquía católica.
Ha sido una labor muy larga y afanosa,  orquestada por Satanás que ya no se disfraza de oveja, para atacar al rebaño, pero se disfraza de pastor, para llegar a convencerlo más fácilmente; ha movido poco a poco a los otros dos enemigos del alma que son la sexualidad y el hedonismo del disfrute del mundo para apartar ese rebaño del camino que conduce a Dios.
 




        El arrepentimiento sincero, sobre todo si está confirmado por las lágrimas, que se produce únicamente en las almas humildes, es lo único que consigue el perdón de Dios, y puede aplacar su Justicia, a condición de ir acompañado por el perdón a los que las han ofendido.

Y es que Dios paga a cada cual con la misma moneda que él empleó en su vida con sus semejantes. Por eso, una persona que cumple con los mandamientos de Dios, todos los cuales se resumen en uno solo: Amar a Dios sobre todas las cosas, un Dios que está escondido en nuestro prójimo necesitado, esa persona tiene la Salvación eterna asegurada.

Es por eso que, en el día del Juicio, Dios no puede condenar a una persona que ha perdonado del fondo del corazón al que le ha ofendido. Por eso dijo Jesús: "Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia". No vale la celebre frase "Perdono, pero no olvido". Solo el humilde puede amar a Dios y a su prójimo, y ponerse en el lugar del necesitado. El humilde tiene el corazón blando, y por eso sufre con el que es desgraciado, al contrario del Soberbio, que es completamente indiferente ante la desgracia ajena, ya que tiene un corazón de piedra y que se toma por el centro del mundo, por eso no puede amar ni a Dios ni a su prójimo. 

Eso es lo que les ocurría a los que no creían en Jesús, a pesar de los milagros que hacía a los desgraciados, como curar a los leprosos, devolver la vista a los ciegos,  el oído a los sordos, el movimiento a los paralíticos, y hasta resucitar a los muertos, no podían creer que era el Mesías, porque nunca se pusieron en el lugar de los que sufren, ni compadecerse por sus dolencias, es el pecado contra el Espíritu Santo, es decir contra el Amor compasivo hacia el que sufre que como lo dijo Jesús, no tendrá nunca perdón ni en esta vida ni en la otra.

Es el caso del Fariseo del Evangelio, que hace sonar la trompeta cuando practica la caridad, al revés del verdadero humilde, que no quiere que se sepan sus buenas obras, y que las seguiría haciendo, aunque crea que esas obras no sean conocidas ni por Dios, como así lo dice San Juan de la Cruz.  

  

martes, 4 de octubre de 2016

MARTA Y MARÍA; LECCIONES DE JESÚS DESPUÉS DE LA RESURRECCIÓN DE LÁZARO: LOS IMPENITENTES NO TENDRÁN REDENCIÓN.


JESÚS EN CASA DE MARTA Y MARÍA


Sublime discurso de Jesús, En el Evangelio como me ha sido revelado de María Valtorta, que demuestra de una manera clara la preponderancia de la vida contemplativa sobre la vida activa, confirmando la doctrina de San Juan de la Cruz, que dice que cuando un alma ha llegado a lo alto de la escala mística, se da entonces perfectamente cuenta de que en un intercambio de Amor con Dios, el alma ha hecho más para la Iglesia en ese momento, que en toda una vida de trabajo, de predicaciones y de sacrificios.

Como dice el Santo, nosotros y el mundo han sido creados, para conocer y amar a Dios, quiero aquí contestar a muchos creyentes, incluso consagrados, que declaran que la Religión es esencialmente comunitaria, y que un alma aislada no cumple con los requisitos para cumplir con los mandamientos de Dios, esta reflexión de un Obispo que leí en internet, es completamente absurda, cuando un alma ama de verdad a Dios, siempre implora por sus hermanos que están alejados de Él . Esto es lo que dijo Jesús a Marta que se quejaba de que su hermana María no le ayudaba en las tareas de la casa: María ha escogido la parte mejor y no le será arrebatada.

Aquí está perfectamente explicado por Jesús la superioridad del alma enamorada que obra y confía incansablemente, movida por el Espíritu Santo que es la fuerza del amor, El que no ama, tiene siempre impedimentos para obrar, confiar y perseverar porque carece de esa fuerza. Por eso el primer mandamiento de la Ley de Dios es el más importante.




PALABRAS DE JESÚS DESPUÉS DE LA RESURRECCIÓN DE LÁZARO. JESÚS NO PUEDE RESUCITAR A LOS PECADORES QUE NO SE ARREPIENTEN



          (…) Jesús mira a su alrededor. Ve humo y rojo de fuego en el fondo del jardín, en la parte del sepulcro (se trata de las vendas que envolvían a Lázaro cuando estaba en la tumba). Jesús solo, erguido en medio de un sendero dice: “La podredumbre que es aniquilada por el fuego… La podredumbre de la muerte… Pero, la de los corazones… la de esos corazones, ningún fuego las aniquilará… Ni siquiera el fuego del Infierno. Será eterna… ¡Qué horror!... Más que la muerte… Más que la corrupción… 


        Y… Pero, ¿quién te salvará, oh, Humanidad, si tanto estimas estar corrompida? Quieres estar corrompida. Y Yo… Yo he arrebatado al sepulcro a un hombre con una palabra… Y con un mar de palabras… y uno de dolores… no podré arrebatar al pecado el hombre, a los hombres, a millones de hombres”. Se sienta y se tapa la cara con las manos, abatido…





PREEMINENCIA DE LA VIDA CONTEMPLATIVA
SOBRE LA VIDA ACTIVA

Dice Jesús:

        (…) “¿Y tú, Marta? ¿Tú has aprendido? No. Todavía no. Eres mi Marta, pero no eres todavía mi perfecta adoradora. ¿Por qué obras y no contemplas? Es más santo. ¿No lo ves? tu fuerza, estando dirigida a cosas terrenas, ha cedido ante la constatación de esos hechos terrenos que pueden parecer algunas veces sin remedio, si Dios no interviene.

 La criatura necesita por eso saber creer y contemplar; necesita amar hasta el extremo de las fuerzas de todo hombre, con el pensamiento, el alma, la carne, la sangre, con todas las fuerzas del hombre, repito. 

     Te quiero fuerte, Marta, te quiero perfecta. No has sabido obedecer porque no has sabido creer y esperar completamente, y no has sabido creer y esperar porque no has sabido amar totalmente. Pero Yo te absuelvo de ello, te perdono, Marta. He resucitado a Lázaro hoy. Ahora te doy un corazón más fuerte. A él le devuelvo la vida, a ti, te infundo la fuerza de amar, creer y esperar perfectamente. Ahora estad contentas y en paz, perdonad a quien os han ofendido en estos días…”.

       “Señor, en esto yo he pecado, hace poco, al viejo Cananías, que te había tomado a burla los otros días, le he dicho: “¿Quién ha triunfado, tú o yo? ¿Tú o Dios? ¿Tu burla o mi fe? Cristo es el Viviente y es la Verdad. Yo sabía que su Gloria refulgirá con mayor fuerza. Y tú, viejo, reconstrúyete el alma, si no quieres conocer la muerte”.

      “Está bien lo que has dicho. Pero no disputes con los malvados, María. Y perdona. Perdona si me quieres imitar… Ahí está Lázaro. Oigo su voz”...