MENSAJE DE LA VIRGEN MARÍA

DIJO LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA:

“QUIERO QUE ASÍ COMO MI NOMBRE ES CONOCIDO POR TODO EL MUNDO, ASÍ TAMBIÉN CONOZCAN LA LLAMA DE AMOR DE MI CORAZÓN INMACULADO QUE NO PUEDO POR MÁS TIEMPO CONTENER EN MÍ, QUE SE DERRAMA CON FUERZA INVENCIBLE HACIA VOSOTROS. CON LA LLAMA DE MI CORAZÓN CEGARÉ A SATANÁS. LA LLAMA DE AMOR, EN UNIÓN CON VOSOTROS, VA A ABRASAR EL PECADO".

DIJO SAN JUAN DE LA CRUZ:

"Más quiere Dios de ti el menor grado de pureza de Conciencia que todas esas obras que quieres hacer"


A un compañero que le reprochaba su Penitencia:

"Si en algún tiempo, hermano mío, alguno sea Prelado o no, le persuadiere de Doctrina de anchura y más alivio, no lo crea ni le abrace, aunque se lo confirme con milagros, sino Penitencia y más Penitencia, y desasimiento de todas las cosas, y jamás, si quiere seguir a Cristo, lo busque sin la Cruz".

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sábado, 23 de abril de 2016

¿COMO UNOS CONSAGRADOS PUEDEN PRONUNCIAR PALABRAS HERÉTICAS QUE OFENDEN A LA DIVINIDAD?


Señor, ¿Como es posible  que después de haber dado tu Vida por 
nosotros, y después de haberte dejado flagelar, escupir, insultar, 
después de haber cargado con todos los pecados de la humanidad, 
aún haya gente que blasfemen llamándote egoísta? 





Dios no es un Ser desinteresado, es el primer egoísta de la Creación


Fueron dos Sacerdotes de la Parroquia de los españoles en Toulouse (Francia), (q.e.p.d.), que invitados a comer en casa de mis padres, en el año 1.958 declararon, siendo yo aún adolescente y sin conocimientos religiosos profundos, esta frase:


“En el mundo todos los hombres y mujeres obran por egoísmo, ya que siempre en toda acción existe una parte de amor propio o de interés. Incluso una madre que va a dar a luz en un parto difícil, cuando dice: “Prefiero morir, para que mi hijo viva, también esta afirmación puede ocultar una parte de egoísmo, ya que puede decirlo, para que la gente piense bien de ella, y la vea como una madre perfecta…”.

Hasta aquí, creo que esta afirmación puede ser posible, y por eso puede encerrar una parte de verdad, ya que el hombre más perfecto, siempre tiene en sí, la huella del pecado original, que solo desaparece cuando el alma se ha purificado y eliminado las raíces del mal, que solo el lavacro con el agua del costado de Cristo puede producir. 

Este lavacro, que San Juan de la Cruz llama noche oscura del espíritu, es la que restablece en el hombre la inocencia perdida en el Jardín del Edén. Cuando el alma ha recobrado este estado después del paso por esa horrenda noche, verdadero Purgatorio de la Tierra, entonces el alma se vuelve de una inocencia tal que, aunque vea producirse un terrible crimen, no ve mal alguno.

Estará entonces en disposición de hablar con Dios como lo hacían Adán y Eva antes de comer del fruto que les inoculó a ellos y a todos sus descendientes, menos a María Santísima, el veneno de Satanás: El conocimiento del bien y del mal.

Pero cuando esos dos Sacerdotes pronunciaron las palabras heréticas, fue cuando afirmaron rotundamente:

“¡Y el primer egoísta de la Creación es el mismo Dios porque el catecismo indica que el hombre fue creado para conocer, amar y servir a Dios. (sic)”

Yo en aquella ocasión no supe refutar esa afirmación, pero mi hermano mayor, profundamente indignado le preguntó:

“¿Si Dios por voluntad propia, hiciera desaparecer en un momento toda la Creación, variaría en algo su esencia?, a lo cual sorprendidos por la contundencia de la persona y sin pararse a pensar, los sacerdotes contestaron: “Dios no puede sufrir variación alguna ni en más ni en menos, porque Él no puede ni crecer ni menguar, ya que es un ser infinito”.

Luego al darse cuenta de su error, desviaron la conversación.

Unos días después, me encontré con uno de ellos por la calle, y me dijo: “Estaba pensando en tu hermano, que contestó esas palabras", pero no dio su brazo a torcer, alegando que a pesar de todo, ellos tenía razón, es decir que en Dios había un interés egoísta”.

Es increíble el trabajo de Satanás en esas almas y como les conforma la mente de una manera tal, que las almas siguen “erre que erre”, sumidas en el error, y me pregunto: ¿Para qué les sirvieron tantos años de estudios teológicos?, me recuerda cuando los Fariseos veían a Jesús hacer milagros de misericordia, y decían que lo hacía con el poder de Belcebú, que por definición es el ser menos misericordioso, y padre de todas las desgracias.

Si hubiera tenido los conocimientos teológicos actuales, la refutación a esas palabras sacrílegas (¡Dios les haya perdonado, hace ya unos 60 años por esas palabras sacrílegas!), habría sido bien sencilla y evidente:

Dios es Amor, Amor verdadero, que es auténtico, como lo explica San Juan de la Cruz, cuando afirma: “Quiero lo malo y dificultoso para mí, y lo bueno y dichoso para ti”.

Y una de las características principales de ese Amor, lo que demuestra su autenticidad, es que el Amor, cuando es verdadero tiene que darse a los otros, ninguna persona ama de verdad si no se entrega a los demás, es una obligación imperiosa, que es una característica del Amor, por esa razón el primer mandamiento de amar a Dios sobre todas las cosas no puede desligarse del amor al prójimo, y un amor sin el otro es una pura falacia, por eso el que dice que ama a Dios y no ama al prójimo, o que ama al prójimo, como lo afirman los políticos, y no aman a Dios, son unos embusteros.

Y de la misma manera que está reflejado en el proverbio castellano que dice: “Obras son amores y no buenas razones”, Dios todopoderoso para demostrar que su amor es infinito, nos dio a su Divino Hijo que es la perfección infinita también, para redimirnos y arrancarnos de las garras de Satanás.

Y esto es una de las características del Amor verdadero, que da a la persona amada todo lo que tiene, y no guarda nada para sí, por eso el Sagrado matrimonio Cristiano es así, los esposos dan el uno al otro todo lo que poseen y ponen todos sus bienes en común, y por esa razón está escrito en la Biblia que en el Reino de Dios seremos dioses por participación, no por naturaleza pero sí por herencia.

Los que guardan algo para ellos, no tienen el verdadero Amor, por eso leemos en los Actos de los Apóstoles, que cuando los primeros cristianos ponían en común todas sus pertenencias, el matrimonio que había guardado algo para sí, cayó fulminado por Dios ante todos.

Y me pregunto: ¿Que enseñan en los Seminarios a los Sacerdotes para que prediquen esas doctrinas heréticas? ¿para qué les han servido tantos años de seminario, si no han comprendido lo más importante: como es el amor de Dios que es la fuerza gratuita y el motor de la vida material y espiritual?





Del Evangelio como me ha sido revelado de Mª Valtorta
(18 de Julio de 1.944)


Dice Jesús:


"Hay levadura y levadura. Está la levadura del Bien y está la del Mal. La levadura del Mal, veneno satánico, fermenta con mayor facilidad que la del Bien, porque encuentra la materia más adecuada para su fermentación en el corazón del hombre, en el pensamiento del hombre, en la carne del hombre, seducidos los tres por una voluntad egoísta, contraria, por tanto, a la Voluntad universal que es la de Dios.

La voluntad de Dios es universal porque no se limita nunca a un pensamiento personal, sino que tiene presente el bien de todo el universo. A Dios nada puede aumentarle ninguna perfección, habiendo poseído todo de forma perfecta. Por tanto, no puede haber en Él un pensamiento propio de ganancia en la base de ninguna acción suya.

Cuando se dice: "Se hace esto para mayor gloria de Dios, en el interés de Dios", no es porque la gloria divina sea susceptible en si misma de aumento, sino porque toda cosa que es en la Creación lleva una impronta de bien y toda persona que haga el bien - y por tanto merezca poseerle -, se adorna con el signo de la Gloria divina y da así gloria a la Gloria misma, que ha creado gloriosamente todas las cosas. Es un testimonio, en definitiva, dado a Dios por las personas y las cosas: testificando con hechos acerca del origen perfecto del que proceden.

Por eso, Dios cuando os manda, os aconseja u os inspira una acción, no lo hace por interés egoísta, sino por un pensamiento altruista, caritativo, de bienestar vuestro. Por eso la voluntad de Dios no es nunca egoísta; antes bien, es una voluntad enteramente abierta al altruismo, a la universalidad; la única y verdadera fuerza en el mundo universo que tenga pensamiento de fuerza universal".












viernes, 22 de abril de 2016

DICEN LOS ATEOS:DIOS ES UN DIOS INJUSTO PORQUE HA PREFERIDO LA OFRENDA DE ABEL A LA DE CAÍN


LA OFRENDA DE ABEL ERA UNA OFRENDA DE AMOR
LA OFRENDA DE CAÍN ERA EGOÍSTA



      Este razonamiento perverso, es muy común sobre todo en los individuos ateos o agnósticos, los cuales tienen una excusa, o mejor dicho un razonamiento, que les ayuda a poner en duda la Bondad de Dios, y así poder justificar las acciones de Caín y por tanto despreciar todos los mandamientos de Dios.

En realidad, aquí está otra vez un ataque indirecto a Dios, semejante al ataque de Lucifer que quería ser como Dios, y lo odió porque a pesar de ser el más subido de los ángeles, no podía soportar que hubiera alguien superior a él, lo que le valió la maldición de Dios, y se transformó en demonio, y al no venerar a Jesús impidió la única salvación posible, ya que solo Jesús es el sublime Redentor, nadie más puede ser la víctima perfecta y pura para obtener el perdón de Dios.

    La ofrenda de Abel era una ofrenda de amor, porque ofrecía lo mejor de sus rebaños, la de Caín era sin duda alguna una ofrenda hecha con egoísmo, ofrecía los frutos peores de su cosecha. Como lo dice San Juan de la Cruz, el verdadero amor dice: Quiero lo bueno para tí, y lo malo para mí, y el egoísmo dice: Quiero lo bueno para mí y lo malo para tí.

"Pasado algún tiempo, Caín presentó al Señor una ofrenda de los frutos de la tierra. Abel le ofreció también los primogénitos de sus rebaños y hasta su grasa. El Señor se fijó en Abel y su ofrenda, más que en Caín y la suya. Entonces Caín se enfureció mucho y andaba cabizbajo..."(Gen 4-3,5)

        La ofrenda de Caín era una ofrenda adulterada, con toda seguridad, si hubiera ofrecido lo mejor de sus frutos, el Señor se lo hubiera agradecido de la misma manera que a Abel, porque Dios es Justicia perfecta, y ve el fondo de los corazones.

       Y esa es la única razón por la cual el Señor prefería la ofrenda de Abel a la de Caín, porque el primer razonamiento simboliza el Amor verdadero, que es el que tiene Dios hacia la Humanidad, porque entregó lo mejor que tenía: Jesucristo, su Hijo para su rescate, es el Amor que tiene Dios de una manera desinteresada, y el segundo razonamiento simboliza el amor propio, que es el que tiene Satanás, de una manera interesada, hasta envidiar a su Creador y querer ser como Él, terrible pecado que inoculó a Adán y Eva y a toda su descendencia.



De los cuadernos de Mª  Valtorta 10 - 1.950 

[...] En cambio, el amor propio es búsqueda de si mismos, es sucesivo amor hacia sí mismos, es una acción cumplida para glorificarse a sí mismos ante los ojos del mundo. Por lo tanto, es concupiscencia de la carne, concupiscencia de los ojos y orgullo de la vida y, de esta planta de tres ramas, derivan luego la vanagloria, la dureza de corazón, la soberbia, las ansias de alabanzas humanas, la hipocresía, el espíritu de dominio, la convicción de saberse guiar por sí mismos, sacudiéndose de encima todas las disposiciones o consejos del Amor y de quien habla en nombre del Amor.

Se creen libres, se creen reyes porque, según ellos, nadie es mejor que ellos; porque siempre, según ellos, ya están instalados en la cumbre del saber y del poder. En cambio, son esclavos de sí mismos, del enemigo de Dios. Son esclavos, siervos, desnudos, ciegos.

Son esclavos de sí mismos, y siervos o esclavos del enemigo y de los enemigos de Dios. Están privados de las vestiduras ornadas, de las vestiduras de las bodas con la Sabiduría, de las vestiduras cándidas para el convite en los Cielos y para seguir cantando hosannas al Cordero. 

Están ciegos o, por lo menos miopes, porque han arruinado su vista espiritual con inútiles investigaciones humanas..






jueves, 21 de abril de 2016

PARA CONVENCER DE ALGO A LOS DEMÁS, QUIEN LO INTENTA DEBE SER EL PRIMERO CONVENCIDO, DEL LIBRO PIENSA ES GRATIS (De Joaquín Lorente)


Los evangelizadores predican la fe en Jesús que es un don gratuito y perfecto
en todos sus atributos, y que es la llave para tener acceso al
Reino eterno de la Felicidad


Ha caído en mis manos este libro editado por el Círculo de Lectores, que habla de 84 principios para triunfar en la vida como vendedor, pero no es un libro religioso, trataré de ver como se pueden aplicar los consejos y los atributos que tienen que tener los vendedores, ya que existe una perfecta analogía con los que se dedican a la Evangelización. 

No importa que se trate de ideas o de cosas: cuando queremos convencer a alguien, lo que en realidad estamos haciendo es vender. Y vender es, por encima de todo una transmisión de convicción. Si comprar es un acto de fe.. ¿Cómo es posible transmitirla al futuro cliente si somos unos agnósticos de nuestro propio discurso?

En realidad la palabra vender solo se puede aplicar en el caso de un negocio material, en el caso del negocio espiritual, habría que sustituir esta palabra por evangelizar, que en este mundo es la única manera de alcanzar nuestra Salvación eterna, y la de nuestros prójimos, que es el primer mandamiento de la Ley de Dios.

Quiere esto decir, que de la misma manera que para vender hay que estar convencido del valor de la mercancía, ya que en caso contrario, el cliente no la compraría, igualmente para trasmitir la fe, hay que estar convencido de su inmenso valor, ya que nadie puede transmitir algo que no tiene, y como además la fe es un don de Dios, que se trasmite por la palabra y sobre todo por el ejemplo, la palabra sola no puede convertir a nadie, si no se tiene la verdadera fe, y no se predica con el ejemplo.

Además de toda la capacidad teatral que en positivo se le quiere atribuir a un vendedor, creo firmemente que es imposible vender aquello en lo que no se cree. Cuando esto sucede, la venta no se produce porque el vendedor es bueno; ocurre porque la marca produce un gran deseo y el cliente quiere comprarla, a pesar de la desidia de quien la vende. El bueno es el cliente; el vendedor es un cero a sueldo, a comisión e incluso, a veces con incentivos.

Existe una similitud increíble entre este discurso y la evangelización  de las almas: el que predica la palabra de Dios, puede llevar a convertir a un alma, pero no es por su mérito, aunque el predicador lo crea así, es por la Santidad de Dios, a través de la encarnación de Jesús, relatada en las Escrituras, que es el artífice de la Conversión.

 El problema aquí es más grave que en los negocios materiales, ya que se quiere transmitir la fe en Dios y en la práctica de las virtudes cristianas, lo que es una “compra”, que es para toda la eternidad, compra que si no se lleva a cabo, puede llevar al alma a la desgracia eterna, que es la segunda muerte, si no se realiza esa “venta”, si  el que quiere transmitir la fe, lleva una vida depravada, y que por eso, la persona no se convierte.

La responsabilidad es entonces del Predicador al cual Dios le pedirá cuentas, ya que como lo dice el autor del libro, es una persona a sueldo, a comisión, y a veces con incentivos del enemigo de Dios, que es Satanás.

Cada venta personalizada requiere, por parte del vendedor una conexión con el producto basada en componentes físicos y químicos, que crecen en efectividad proporcionalmente al grado de convicción con lo que se está vendiendo. 

(Esa conexión se llama Santidad)

Un gran vendedor es un gran amante de su producto: lo conoce, lo valora, se enamora y trata de contagiar su fe a los demás. Piensa en él, trata de encontrarle matices, quiebros y sensaciones que conserva como su arsenal personal de bolsillo para utilizar en el momento adecuado y ante el posible cliente.

Ese vendedor ama a Dios, y lo busca en todas las cosas, tratando de santificarse en cada momento, que es encontrar matices, quiebros y sensaciones para transmitir a sus prójimos. El amor a Dios, cuando es auténtico, tiene que trasmitirse a todos los que nos rodean, si no es así el amor no es auténtico, sería egoísmo, que es guardar para sí el don recibido, que por eso no es fe verdadera.

Ha escuchado y aprendido de carrerilla los instrumentos de venta que le han dado instructores y manuales, pero los ha perfilado y redondeado porque cree que nadie como él, solo ante el peligro, los va a usar para conseguir el éxito. Es por eso que entre él y su producto se establece un invisible y potente reacción química; algo similar a la que se crea entre los grandes amantes.

 Eso se llama Gracia de Dios, y santo Temor de ofenderle, viendo el peligro, por la posible pérdida de un alma, es sentirse humilde, que es cuando se produce esa reacción química que se llama la Gracia de Dios, que también es la que crea el Amor verdadero a Dios.

Pero también se produce una reacción física. La expresión y el envoltorio del vendedor – su forma de hablar, estar y vestir – deben de ser la continuidad viva de la personalidad y el entorno ambiental que proyecta su marca. Porque ante cada cliente, él es la marca y la marca es él. En este terreno, en décimas de segundo, las disonancias revientan todo el trabajo de construcción de imagen formada durante años.

Es increíble lo que puede hacer la actitud de un predicador: una persona santa, que por definición es humilde, tiene siempre una compostura y un comportamiento hacia los demás, que para los que saben ver - es decir los que siendo espirituales, buscan a Dios, el cual se sirve de esos “instrumentos”, para convertir a las almas – tiene una actitud que atrae a las almas por su manera de ser.

Esos verdaderos predicadores, tienen un reflejo de la divinidad tal que se transmite espiritualmente, diciendo San Juan de la Cruz que tienen un grado de humildad, que no se puede disimular aunque lo quieran. Es la presencia de Dios en estas almas que las ennoblece y las hacen atractivas para los fieles.

Para acabar, bajo ningún concepto un vendedor puede sufrir frigidez cerebral, que es la apatía de proa plana y sin calado de un velero sin velas llamado “mediocridad”.

Extraordinaria descripción de unos predicadores que han perdido la fe, los que se llaman hoy día quietistas y relativistas, para los cuales todas las religiones (que son los productos del vendedor) son iguales, son los que ofrecen a Yahveh víctimas taradas, sarnosas, cojas y ciegas, los eunucos espirituales, condenados en la Biblia desde tiempos inmemoriales.

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miércoles, 20 de abril de 2016

LA DESTRUCCIÓN DE MÁS DE DOS TERCIOS DEL MUNDO CRISTIANO DICTADO DE JESÚS EN 1.943



¿COMO ES POSIBLE QUE LA MAYORÍA DE LA GENTE
NO SEPA VER A DIOS EN LA CREACIÓN?




Este mensaje de Jesús a María Valtorta, es de fecha de 1.943, hace 73 años, indica que más de los dos tercios de la humanidad, estaban destruidos por los hijos de la mentira, cuando aún estaba en germen el progresismo, cuando aún no habían aparecido los teólogos de la liberación, de la secularización; los contestatarios, los rebeldes a  las directrices del Santo Padre, los predicadores de la doctrina católica “descafeinada”, los que creen ser los descubridores de un supuesto error de Dios, que no ha sabido ver las “señales de los tiempos”, ya que según ellos, y gracias a ellos, Dios se ha dado cuenta ahora de su equivocación: su Espíritu de Justicia era un espíritu de Venganza.

Eso mismo es lo que escribió el profesor de Teología Ricardo Franco, ya fallecido, que se atrevió a escribir en una revista que San Pablo tenía una visión "vetero-testamentaria" en sus enseñanzas, le escribí una carta preguntándole: Entre la Visión de S. Pablo, puesto por Dios como faro de la Iglesia pasada, presente y futura, y la interpretación personal suya, fruto de la moda relativista de nuestros días, ¿Con cual hay que quedarse? 

 Y ahora, según predican, Dios se ha transformado en el "dios caramelo”, el dios de la “barba blanca”, que nos quiere a todos por igual, según ellos, Dios quiere por igual al asesino que mata a sus propios hijos, al pederasta, al blasfemador, al violador, al explotador, al esclavajista, los quiere de la misma manera que al que se sacrifica por sus hijos, al que alaba a Dios, al que respeta a los más débiles, al que sacrifica su vida y su salud por los pobres, los miserables, los desahuciados, a los abandonados.

Y así, se ha llegado a esa mentalidad del relativismo más absoluto, en donde ya nada es pecado, en donde Dios es indiferente a las más horribles aberraciones, para llegar a este estado de cosas, Satán ha empleado la perpetua astucia: introducir la aguja de la verdad, para después colar el hilo de la mentira:

-TODOS SOMOS HIJOS DE DIOS: por consiguiente, Él nos quiere a todos por igual, el infierno no existe ,y el Demonio es una invención de la Iglesia para mantener a sus fieles sujetos: ¿Cómo un padre puede mandar ahí a sus hijos?, como así me decía cierto Arzobispo.

-DIOS ES AMOR: por consiguiente, hagas lo que hagas, siempre te amará: y tus pecados, por horribles que sean, los comprenderá; Él nunca te condenará, porque el amor, nunca castiga.

-EL MAL ES LA CONSECUENCIA DEL MAL: por consiguiente, todos los actos malvados, provienen de que el individuo ha obrado mal, porque nadie le dio cariño, y tuvo una infancia desgraciada.

-Y VOLVEMOS A UN NUEVO LUTERANISMO: por consiguiente, estamos todos los hombres predestinados, y siendo hijos de Dios, hagamos lo que hagamos estamos todos salvados, no necesitamos pues ni el sacrificio, ni la entrega, ni el temor de Dios. El sacrificio de Cristo no tiene el sentido de Redención, como dijo el Presidente de la Confederación Episcopal alemana, ¡¡Jesús no murió para redimirnos, lo hizo para enseñarnos como hay que comportarse ante el sufrimiento!!

En vista de todos esos argumentos, todas las enseñanzas de las Escrituras, ya que son inamovibles, tienen que estar sujetas a revisión y nueva interpretación, Y el mismísimo S. Pablo, puesto por Dios como faro de la Iglesia pasada presente y futura, tiene una visión vetero-testamentaria, como lo indicaba ese teólogo que sabía griego, hebreo y latín.

Y el hombre, criatura encolumna, y perfecta, es el nuevo dios: su percepción de la Verdad, está por encima de la del Creador, de sus mandamientos y de su Justicia, fue y es el razonamiento de Lucifer, que obtuvo la maldición de Dios y su condena, a pesar de ser el ángel más subido de la Creación.

Está pues por encima de Dios y de sus leyes, y tiene que establecer él sus leyes y su doctrina, y es él que tiene que volver a reinterpretar las escrituras.

Y ahí vienen todas las elucubraciones religiosas, las nuevas interpretaciones, los nuevos silogismos, y la nueva religión, y es Dios que tendrá que doblegarse a esta nueva visión antropológica. Porque es Él que tiene que adaptarse a los tiempos, y no los tiempos a Él.

Y llegamos al razonamiento teológico del borracho: “El que bebe duerme, el que duerme no peca, el que no peca va al cielo; ¡Bebamos hermanos, si queremos alcanzar la Gloria!”.

Y también su razonamiento que parece lógico y que dice: “¡Si el agua estropea los caminos, ¿Qué no hará con los intestinos?!

¿QUÉ QUEDARÁ PUES AHORA EN EL 2.016, DE ESE TERCIO DE LA HUMANIDAD EL AÑO 1.943?





DE LOS CUADERNOS DE María VALTORTA  24-8-1943

Dice Jesús:

Ánimo, María. Piensa que sufres los dolores de mi agonía. También Yo tenía muy mal los pulmones y el diafragma, y cada respiro, cada movimiento, cada latido, era un dolor añadido al dolor. Y no estaba como tú sobre una cama, sino cargado de un peso y por calles en cuesta. Y después suspendido, bajo el sol, con tanta fiebre que me golpeaba en las venas como si fueran infinitos martillos.

Pero no eran estos los dolores más graves. Lo que me eran más espantosos era la agonía del corazón y del Espíritu. Y mucho más tormentosa después, la certeza de que para millones de hombres, mi sufrimiento era inútil. No obstante, esa certeza no ha disminuido en un átomo mi voluntad de sufrir por vosotros.

¡Oh! ¡Dulce sufrir, María porque ofrecido para reparación del Padre y por vuestra salvación! Saber que aquel signo que había quedado sobre vosotros, ofensa que hubiera sido eterna, de la raza humana a Dios, era lavada con mi Sangre, y que por morir os daba de nuevo la Vida. Saber que, pasada la hora de la Justicia, el Amor os hubiera mirado a través de Mí, inmolado con Amor. Todo esto injertaba una vena de bálsamo en el océano de la amargura tal que a su lado es poco menos que nada la mayor de las amarguras padecidas sobre la tierra desde que el hombre existe, porque sobre Mí, pesaban las culpas de toda una humanidad y la ira divina.

He dicho: “Sed semejantes a Mi que soy manso y humilde de corazón”. Lo he dicho a todos porque sabía que en esta imitación estaba la llave de vuestra felicidad sobre esta Tierra y en el Cielo.

Tenéis todas las calamidades que tenéis, porque no sois mansos y no sois humildes. Ni en las familias, ni en vuestras ocupaciones y profesiones, ni en el ámbito más grande de las Naciones. La soberbia y la ira os dominan y generan tantos de vuestros delitos.

El tercer agente de delitos es vuestra lujuria; esto os parece individual, pero este y los dos primeros implican a muchos, muchos y muchos individuos, continentes enteros, tales que trastocan la Tierra, solo con haber alcanzado la perfección del mal en el alma en unos pocos hijos de Satanás, que le obedecen para colmar de mieses malditas los graneros de su padre.

Y en verdad, os digo que ahora es un momento en el que, por orden del padre de la mentira, sus hijos siembran entre las almas, que estaban creadas por Mí y que inútilmente he fertilizado con mi Sangre. Mieses más abundantes de cuanto pudiera concebir toda diabólica esperanza, y los Cielos se estremecen por el llanto del Redentor que ve la destrucción de los dos tercios del mundo de los cristianos. Y decir dos tercios es todavía poco.

He dicho a todos: “Sed mansos y humildes de corazón para ser semejantes a Mí”. Pero a mis benditos, amadísimos hijos, a los predilectos de mi corazón, a mis pequeños redentores, cuyo sacrificio que mana gota a gota da continuidad al fluir del manantial redentor que brota de mi Cuerpo desangrado, Yo digo, y lo digo estrechándoles al Corazón y besándolos en la frente: “Sed semejantes a Mí que fui generoso en el sufrimiento por el gran amor que todo me infundía”.

Más se ama y más se es generoso, María. Sube. Toca la cumbre. Yo te espero en la cima para llevarte conmigo al Reino del Amor.





martes, 19 de abril de 2016

MELQUISEDEC PROFETA E IMÁGEN DE JESÚS, SACERDOTE Y REY; ABRAHÁN, IMAGEN DEL PUEBLO DE DIOS


 Melquisedec, Sacerdote y Rey, prefigura de Jesús 



Estas Palabras de Jesús en el Templo, solo pueden haber sido pronunciadas por Dios, es imposible para un humano, por Santo que sea, como San Pablo o San Juan de la Cruz, que estuvieron en contacto íntimo con la Divinidad, pronunciar unas palabras tan sublimes.

No llego a comprender, como hay gente que duda de la autenticidad de estas palabras, la única explicación que vislumbro, es que al no ser ovejas del rebaño de Jesús, no conocen su voz y son incapaces de saborear intelectualmente este discurso teológico, que nunca había escuchado aún ningún oído humano.

Este Discurso de Jesús, que no modifica en nada las Escrituras, confirma plenamente toda la Revelación, es como un zoom que permite observar de más cerca los Evangelios, nos permite admirar de cerca y con más detalles al Redentor, y confirmar todo lo que la Santa Iglesia Católica habí­a afirmado desde siempre, por enseñanzas de la Tradición y de la Doctrina de los Santos Padres.

Espiritualmente hablando, se explica de la gran diferencia que existe entre crear y engendrar: la creación es imperfecta porque es incompleta, y necesita una recreación, que es el volver a nacer otra vez, como lo dijo Jesús a Nicodemo, y el engendrar es crear sin la necesidad de esa nueva creación, ¿Acaso podemos decir que la Virgen María, el tabernáculo de Dios, fue “engendrada” ya que nació y vivió sin pecado?

"Tú eres mi Hijo, y Hoy te he engendrado", estas palabras del Padre, están intrínsecamente ligadas a la definición que hizo Dios a Moisés en la zarza ardiente: "Yo soy el que soy", teniendo tanto la palabra "Hoy", como la frase "Yo Soy el que soy", el mismo significado, que quiere decir: "YO SOY EL ETERNO".




DISCURSO DE JESÚS EN EL TEMPLO
SUBLIME EXPLICACIÓN DE SU DIVINIDAD
(DEL POEMA DEL HOMBRE-DIOS DE MARÍA VALTORTA)


Dice Jesús:

Los Ángeles, criaturas espirituales siervas del Altísimo y mensajeras suyos, han sido creados por Él como el hombre, como los animales, como todo lo que fue creado. Pero no han sido engendrados por Él. Porque Dios engendra únicamente a otro Sí­ mismo, pues no puede el Perfecto engendrar sino a un Perfecto, a otro Ser parecido a Sí­ mismo, para no rebajar su perfección engendrando a una criatura inferior a Él. Ahora bien, Dios no puede engendrar a los Ángeles, y ni siquiera elevarlos a la dignidad de Hijos suyos, ¿cómo será el Hijo al que dice: “Tú eres mi Hijo. Hoy te he engendrado? 

¿Y de que naturaleza será, si engendrándole, y señalándole a sus Ángeles, dice: “Y le adoren todos los Ángeles de Dios”? Y como será ese Hijo, para merecer oír que el Padre – Aquel a cuya gracia se debe a que los hombres le puedan nombrar con el corazón anonadado en adoración – le dice: “Siéntate a mi derecha hasta que haga de tus enemigos escabel de tus pies”? Ese Hijo no podrá ser sino Dios como el Padre, con quien comparte atributos y poderes y con quien goza de la Caridad que los letifica en los inefables e incognoscibles amores de la Perfección hacia sí­ misma.

Pero, si Dios no ha juzgado conveniente elevar al grado de Hijo a un Ángel, ¿habría podido decir a un hombre lo que al final de este hará tres años, dijo a quién os habla en el valle de Betabara? (y muchos de vosotros que os oponéis a Mí, estabais presentes cuando lo dijo). Vosotros lo oísteis y temblasteis. Porque la Voz de Dios es inconfundible, y sin una especial gracia suya abate a quien la oye, y estremece su corazón.

¿Quién es entonces el Hombre que os habla? ¿Es acaso uno que ha nacido de origen y de voluntad de hombre, como todos vosotros? ¿Habrá podido poner el Altí­simo a su Espí­ritu a vivir en una carne carente de Gracia, como es la de los hombres nacidos de por voluntad carnal? ¿Y podrá el Altí­simo, como satisfacción de la gran Culpa, aplacarse con el sacrificio de un hombre?

Pensad. ¿Podrá entonces designar a un hombre para serlo? ¿Y podrá el Redentor ser solo Hijo del Padre, sin asumir naturaleza humana; ser el Redentor con medios y poderes que superaran las humanas deducciones? ¿Y el Primogénito de Dios, podrá acaso tener padres, si es el Primogénito eterno? ¿No se os trastoca el soberbio pensamiento ante estos interrogantes, que suben hasta los reinos de la Verdad, acercándose cada vez más a ella, y que hayan solo respuestas en un corazón humilde y lleno de fe?

¿Quién debe ser el Cristo? ¿Un Ángel? Más que un Ángel. ¿Un hombre? Más que un hombre. ¿Un Dios? Si, un Dios, pero con una carne unida a Él, para que ésta pueda cumplir la expiación de la carne culpable. Todas las cosas pueden ser redimidas a través de la materia con que pecaron. Dios, por tanto habrí­a debido enviar a un Ángel para expiar la culpa de los Ángeles caí­dos, y que expiara por Lucifer y sus Ángeles caí­dos.

Porque ya sabéis que Lucifer también pecó. Pero Dios no envía a un espí­ritu angélico a redimir a los Ángeles tenebrosos. Ellos no han adorado al Hijo de Dios, y Dios no perdona el pecado contra su Verbo engendrado por su Amor. Pero Dios ama al hombre y enví­a al Hombre, al único Perfecto, a redimir al hombre y obtener Paz con Dios. Y es justo que solo un Hombre-Dios pueda cumplir la Redención del hombre y aplacar a Dios.

El Padre y el Hijo se han amado y se han comprendido. Y el Padre ha dicho: “Quiero”. Y el Hijo ha dicho: “Quiero”. Y luego el Hijo ha dicho: “Dame”. Y el Padre ha dicho: “Toma”, y el Verbo tuvo una Carne, cuya formación es misteriosa, y esta carne se llama Jesucristo, Mesí­as, aquel que debe redimir a los hombres, llevarlos al Reino, vencer al Demonio, quebrar las esclavitudes.

¡Vencer al Demonio! No podí­a un Ángel, no puede cumplir lo que el Hijo del hombre puede. Y por esto, Dios no llama a los Ángeles a la gran obra, sino al Hombre. Aquí tenéis el Hombre cuyo origen os parece incierto, o es negado por vosotros u os pone pensativos. 

Aquí­ tenéis al Hombre. Al Hombre aceptable para Dios. Al Hombre representante de todos sus hermanos. Al Hombre que es como vosotros en la semejanza; al Hombre superior y distinto de vosotros por la proveniencia; el cual – que no por un hombre sino por Dios ha sido engendrado y consagrado para su Ministerio – está ante el excelso altar para ser Sacerdote y Víctima por los pecados del Mundo, eterno y supremo Pontí­fice, sumo Sacerdote según el orden de Melquisedec.

¡No temáis! No tiendo mis manos hacia la tiara pontifical. Otra corona me espera. ¡No temáis! No os voy a quitar el racional. Otro está ya preparado para Mí­. Temed solo, más bien, el que para vosotros no sirva al sacrificio del Hombre y la Misericordia de Cristo.

Os he amado tanto, tanto os amo, que he pedido asimilar todo el dolor del mundo para daros la salud eterna.

¿Por qué no me queréis creer? ¿No podéis creer todavía? ¿No está escrito de Cristo: “Tú eres Sacerdote para siempre según el orden de Melquisedec”? ¿Y cuándo empezó el Sacerdocio? ¿Quizás en tiempo de Abraham? No. Y vosotros lo sabéis. El rey de Justicia y de Paz que viene a anunciarme, con figura profética, en la aurora de nuestro pueblo, ¿No os apercibe acerca de la existencia de un Sacerdocio más perfecto, que viene directamente de Dios?; como Melquisedec, de quien nadie pudo jamás señalar sus orí­genes y que es llamado “el Sacerdote” y Sacerdote será para siempre

¿No creéis ya en las palabras inspiradas? Y si creéis, ¿Cómo es que vosotros, doctores, no sabéis dar una explicación aceptable a las palabras que dicen – y de Mí­ hablan - : “Tú eres Sacerdote para siempre según el orden de Melquisedec”? Hay pues, otro sacerdocio más allá, antes del de Aarón. Y de este está escrito: “eres”; no “fuiste” no “serás”. Eres Sacerdote para siempre. He aquí­ pues que esta frase anticipa que el eterno Sacerdote no será de la estirpe, conocida, de Aarón, no será de ninguna estirpe sacerdotal. No; será de proveniencia nueva, misteriosa, como Melquisedec. Es de esta proveniencia. Y si el Poder de Dios la manda, es señal de que quiere renovar el Sacerdocio y el rito para que sea provechoso.

¿Conocéis vosotros mi origen? No. ¿Conocéis mis obras? No. Intuí­s mis frutos? No. Nada sabéis de Mí­. Podéis ver, pues, que también en esto soy el “Cristo”, cuyo origen y naturaleza y misión deben permanecer desconocidos hasta que a Dios le plazca revelarlos a los hombres. Bienaventurados los que sepan, los que saben creer antes de que la tremenda Revelación de Dios los aplaste contra el suelo con su peso y ahí­ los clave y triture bajo la fulgurante, poderosa verdad pronunciada: como trueno desde los Cielos; como grito desde la Tierra: “Este era el Cristo de Dios”.

Vosotros decís “Es de Nazaret. Su padre era José. Su Madre es María”. No. Yo no tengo padre que me haya engendrado hombre; no tengo Madre que me haya engendrado Dios. Y, no obstante, tengo una carne, y la he asumido por misteriosa obra del Espíritu, y he venido a vosotros pasando por un tabernáculo Santo. Y os salvaré después de haberme formado a Mí mismo por voluntad de Dios; os salvaré haciendo salir a mi verdadero Yo mismo del tabernáculo de mi Cuerpo, para consumar el gran Sacrificio de un Dios que se inmola para la salvación del hombre ¡Padre! ¡Padre mío! Te lo dije al principio de los días: “Aquí­ estoy, para hacer tu voluntad”.

 Te lo dije en la hora de gracia antes de dejarte para revestirme de carne, y así­ padecer: “Aquí­ estoy, para hacer tu voluntad”. Te lo digo una vez más para santificar a aquellos por quien he venido: “Aquí­ estoy para hacer tu voluntad”. Te lo digo una vez más, para santificar a aquellos por quienes he venido: “Aquí­ estoy para hacer Tu voluntad”. 

Y volveré a decí­rtelo, siempre te lo diré, hasta que Tu voluntad sea cumplida…”

Jesús baja los brazos - los tenía levantados hasta el Cielo, orando - , los recoge en su pecho y agacha la cabeza, cierra los ojos y se sume en una oración secreta.

La gente bisbisea. No todos han comprendido, o no han querido comprender, sonriendo malévolamente dicen. "¡Este delira!”. Pero no se atreven a decir más y se apartan o se encaminan hacia las puertas meneando la cabeza. Tanta prudencia creo que es fruto de las dagas y las lanzas de los romanos que brillan al sol contra la muralla externa





lunes, 18 de abril de 2016

LA DOBLE VARA DE MEDIR DE MUCHOS QUE SE LLAMAN CATÓLICOS, ¿POR QUÉ NO SE EXPULSAN DE LA IGLESIA CATÓLICA A LOS MIEMBROS GANGRENADOS QUE ESTÁN PREDICANDO DOCTRINA ADULTERADA?

María ha sido el instrumento escogido por Dios
 para derrotar a Satanás



A muchos que se llaman católicos, en materia de Doctrina, les ocurre lo que les pasa a los Políticos: Todos los escándalos y corrupciones de los otros les parecen intolerables, y los condenan, y los escándalos de sus propios partidos pasan desapercibidos.

He escrito a un amigo mío, en Enero de 2.012, acerca de una opinión en un artículo suyo, que trataba con sumo desprecio a los Lefebvristas, que disentían sobre la mentalidad que había surgido por la interpretación errónea del Concilio Vaticano II, en donde los Progresistas, creían que tenían barra libre para abandonar la doctrina tradicional de la Iglesia Católica, fundada sobre las Escrituras y la doctrina de los Santos Padres.

La crítica de mi amigo se refería a unas declaraciones de los Lefebvristas en donde afirmaban que la Salvación de las almas era una tarea difícil, cuando en realidad según mi opinión, y en contra de la de mi amigo, eran unas declaraciones acertadas, porque estaban en consonancia con la doctrina tradicional, y lo que declara Jesús en el Evangelio.
  


Jueves, 5 de enero de 2012

Querido amigo.... :

Desde tu punto de vista "Progresista", dices que amas la tradición, pero esto no es verdad: tu tienes desprecio a los Lefrebvistas, primero excomulgados por Juan Pablo II, y luego indultados por Benedicto XVI, porque afirman que La Salvación es dificultosa, apoyándose en la tradición, que está refrendada por las enseñanzas de Jesús; la doctrina y el ejemplo de todos los Santos.


1º/ Dice Jesús:
 "Esforzaos en entrar por la puerta estrecha, porque digo que muchos intentarán entrar y no podrán. Cuando el amo de casa se levante y cierre la puerta, vosotros os quedaréis fuera, y aunque empecéis a aporrear la puerta, gritando:"¡Señor, ábrenos!", os responderá:"¡No sé de donde sois!". Entonces os pondréis a decir:"Hemos comido y bebido contigo, y tú has enseñado en nuestras plazas". Pero él os dirá:"¡No sé de donde sois! ¡Apartaos de mí malvados!".

(Lc 13-24,28).





2º/ Dice S. Juan de la Cruz en C. 1,1:



"Cayendo el alma en la cuenta de lo que está obligada a hacer; viendo que la vida es breve (Job 14,5), la senda de la vida estrecha (Mt 7,14), que el justo apenas se salva (1 Petr 4,18), que las cosas del mundo son vanas y engañosas (Eccl 1,2), que todo se acaba y falta como el agua que corre (2 Reg 14,14), el tiempo incierto, la cuenta estrecha, la perdición muy fácil, la salvación muy dificultosa; conociendo por otra parte la gran deuda que a Dios debe en haberla criado solamente para si, por lo cual le debe el servicio de toda la vida, y en haberla redimido solamente por si mismo, por lo cual le debe todo el resto y respondencia del amor de su voluntad, y otros mil beneficios en que se conoce obligada a Dios desde antes que naciese, y que gran parte de su vida se ha ido en el aire, y que todo esto ha de haber cuenta y razón, así como de lo primero como de lo postrero, hasta el último cuadrante (Mt 5, 26), cuando escudriñará a Jerusalén con lámparas encendidas (Soph 1,12) y que ya es tarde y por ventura lo postrero del día (Mt 20,6), para remediar tanto mal y daño mayormente sintiendo a Dios muy enojado y escondido por haberse querido ella olvidarse tanto de Él entre las criaturas; tocada ella de pavor y dolor de corazón interior sobre tanta perdición y peligro, renunciando a todas las cosas, dando de mano a todo negocio, sin dilatar un día ni una hora, con ansia y gemido salido del corazón herido ya del amor de Dios, comienza a invocar a su Amado y dice:


¿Adónde te escondiste,
Amado, y me dejaste con gemido?
Como el ciervo huiste;
habiéndome herido;
salí tras ti clamando, y eras ido."


Vemos pues que hoy día más que nunca - en donde la mayoría de la gente no quiere saber nada de sacrificio ni de renuncia, ya que se han hecho nuevos ídolos, y han abandonado la doctrina del Evangelio, - el Sacrificio de Jesús habrá sido en vano, ya que han vendido como Esaú su derecho de primogenitura por un plato de lentejas.

Solo nos queda rezar con fervor y con el ejemplo de una vida lo más perfecta posible, para así arrancar estas almas del poder de Satanás, como así lo hicieron todos los Santos, y orar por los pobres pecadores según lo dijo la Stma. Virgen María a los pastorcillos de Fátima, a los que le dijo: "Cuantas almas van al Infierno porque no hay nadie que rece por ellas".

Es pues curioso que muchos Pastores estén pregonando insistentemente que la Salvación es muy fácil, criticando abiertamente a los que le llevan la contraria como los Lefebvristas, que nunca han predicado ninguna herejía, y que hacen oídos sordos y que no busquen ninguna solución a las herejías que se están predicando por muchos Consagrados.

Predicadores que dicen que el demonio no existe, así como tampoco el Infierno, y que Dios quiere a todo el mundo por igual: al Santo y al gran pecador, condenando así las almas al quietismo y al inmovilismo, y anestesiándolas, ofendiendo a Dios, y causando gran regocijo a Satanás, que arrastra muchas almas a su maldito Reino.






viernes, 15 de abril de 2016

EL ALMA TIENE TODA UNA VIDA, Y LA AYUDA DE LOS SACRAMENTOS PARA AMAR A DIOS Y A SU PRÓJIMO, Y ASÍ TRANSFORMARSE EN HIJA DE DIOS.


SOLO EL AMOR A DIOS, PUEDE AYUDAR A
 CUMPLIR ESAS RECOMENDACIONES


No guardes rencores, guarda recuerdos. No llores recuerdos, recuerda alegrías: 

El que guarde rencores, es porque se siente ofendido en su amor propio, y no sabe perdonar, porque es soberbio.  Toda persona que nos ofende tiene algo bueno; con los rencores nunca mejorará, solo guardando los buenos recuerdos, y no llorando los sufrimientos pasados que nos causó, podemos hacerlo cambiar, es la fuerza del Amor que sana, que es muy superior a la fuerza del odio, que enferma el alma. Guardar rencores es mirar para atrás; y ya sabemos lo que le pasó a la mujer de Lot: se transformó en estatua de sal.

No vivas del pasado, aprovecha el presente. Prepara el mañana, tu puedes y debes. Escucha el rol de tu vida, olvida lo que ya pasó, que ya no volverá jamás. Haz la dieta de la alegría: Una sonrisa cada mañana, y un agradecimiento al final del día.

El pasado solo nos puede servir para recordar nuestros pecados, y así tratar de no volver a caer en ellos, tenemos que aprovechar el presente para mejorar así nuestra condición, ya que Dios da una vida para poder lograrlo, obrando de esa manera preparamos el mañana, es nuestra obligación y nuestro deber, como así está escrito: El que no amasa dispersa; el que no está conmigo, está contra Mí. Tenemos que ser como las vírgenes sabias que conservaron el aceite para las lamparas pensando en el día de la venida del Esposo.

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Dice San Juan de la Cruz en sus dichos
 de Luz y Amor: 

"El que la ocasión pierde, es como el que soltó el ave de la mano, que no lo volverá a cobrar".

"Pues que en la hora de la cuenta te ha de pesar de no haber empleado este tiempo en servicio de Dios. ¿Por qué no lo empleas y ordenas ahora como lo querías haber hecho a la hora que te estés muriendo?".


Llama de amor viva Canción 1,2


        “Y esta es la operación del Espíritu Santo, en el alma transformada en amor, que los actos que hace interiores es llamear, que son inflamaciones de amor, en que, unida la voluntad del alma, ama subidísimamente, hecha un amor con aquella llama.

         Y así estos actos de Amor del alma son preciosísimos, y merece más en uno y vale más que cuanto había hecho en toda su vida sin esta transformación por más que ella fuese, etc".




DE LOS CUADERNOS DE MARÍA VALTORTA
(21 DE OCTUBRE DE 1.943)


[...] Recordad que un verdadero latido de amor, que sube como una nube de incienso de las llamas de vuestro corazón enamorado de Mí, tiene para Mí un valor infinitas veces mayor que miles y miles de oraciones y ceremonias realizadas con el corazón tibio o frío.

Atraed mi Misericordia con vuestro amor. ¡Si supierais que activa y grande es mi Misericordia hacia quien me ama! Es una ola que pasa y lava cuanto constituye mancha en vosotros. Os da una estola cándida para entrar en la Ciudad santa del Cielo, en la que la Caridad del Cordero que se ha dejado inmolar por vosotros resplandece como el sol.




miércoles, 13 de abril de 2016

LAS ALMAS QUE SIGUEN LAS ENSEÑANZAS DE SU CONCIENCIA, COMO EL EMPERADOR ROMANO MARCO AURELIO, SABEN AGRADECER EL DON DE LA VIDA


CUANDO TE LEVANTAS POR LA MAÑANA, ACUÉRDATE 
HASTA QUE PUNTO, ES UN PRIVILEGIO IMPORTANTE
EL ESTAR VIVO, EL RESPIRAR, EL PENSAR,
 SABOREAR, Y AMAR.
(MARCO AURELIO)


Impresionantes declaraciones de Jesús, que critica abiertamente algunos prudentísimos Jerarcas, verdaderos zánganos, que Jesús llama "eunucos espirituales", ya que por cobardía, no quieren enfrentarse a los poderes del mundo pagano, que atacan directamente a la Iglesia Católica, votando y aplicando leyes que van directamente contra la Doctrina del Evangelio, y el ejemplo de la vida de Jesús, que no tuvo reparo en criticar abiertamente la mentalidad de los Fariseos, los Escribas y los Sacerdotes del Templo de Jerusalén, que predicaban una Doctrina adulterada, para su provecho, y que desconocían la caridad hacia el prójimo.

Eso es lo que está ocurriendo hoy día, con muchos "dirigentes" progresistas, que como esos Fariseos, quieren interpretar al pie de la letra las Escrituras, a la manera de la mentalidad protestante, olvidándose de la Tradición y del ejemplo de tantos Santos que han entregado su vida para la defensa de la Fe. Y no tienen reparo alguno en enfrentarse abiertamente a Dios, para defender sus ideas, que están impregnadas de una falta absoluta de caridad cristiana, que les impide comprender, que la Ley está hecha en este mundo, no para contentar materialmente a las almas, pero antes de todo para convertirlas y socorrerlas en sus sufrimientos y desgracias, y explicarles que es necesario llevar la Cruz de Cristo con paciencia y resignación.

Extraordinario milagro de Jesús, que endereza a un niño completamente deformado, en forma de S, que se llama Masala, y al que le dice: "Enderézate y sigue los caminos del Señor", palabras que se aplican no solo a ese niño, pero que parecen estar dirigidas también a ese tipo de creyentes, que tienen el espíritu distorsionado por la falta absoluta de Caridad cristiana hacia su prójimo.



DEL POEMA DEL HOMBRE-DIOS DE MARÍA VALTORTA
211. Regreso a Hebrón, patria del Bautista
(Dictado del 7-7- 1.945)


Dice Jesús:
 [...] ¡No, no es lícito! Ninguna moneda puede comprar la conciencia, y menos aún la de los sacerdotes y los maestros. No es lícito encontrarse sumiso ante las cosas fuertes de la Tierra cuando quieren conducirnos a obrar en contra de lo que Dios ha establecido: esto no es sino impotencia espiritual, y está escrito: "El eunuco no entrará en la asamblea del Señor"Si, pues, no puede ser del Pueblo de Dios el impotente por naturaleza, ¿podrá ser su ministro el impotente de espíritu? En verdad os digo que muchos sacerdotes y maestros, habiendo perdido su virilidad espiritual, han venido a ser, culpablemente, eunucos espirituales. Muchos. ¡Demasiados!

    Meditad, observad, comparad, y os daréis cuenta que tenemos muchos ídolos y pocos ministros del Bien, que es Dios. Ahora se ve porque las ciudades-refugios no son ya tales. Ya no se respeta nada en Israel. Los santos mueren por el odio hacia ellos de los no santos.
    [...] ¡Venid!, es el Amor que pasa, quien quiera puede seguirle, porque para ser acogido por Él se requiere solamente buena voluntad".
     Jesús ha terminado en medio de un silencio atónito. Parece que muchos han sopesado las palabras que han escuchado, prueban su sabor; las degustan, las confrontan.

        Mientras esto sucede y Jesús, cansado y sudoroso, se sienta a hablar con Juan y Judas, he aquí que se alza un clamor al otro lado del muro: gritos confusos, luego más claros: "¿Está aquí el Mesías? ¿Está?". La respuesta es afirmativa. Entonces pasan adelante a un hombre contrahecho, que de tan torcido como está parece una "S".

        "¡Es Masala !".
       "¡Demasiado contrahecho! ¿Qué puede esperar?".
       "¡Ahí está su madre! ¡Pobrecilla!"
       "Maestro, su marido la rechaza por ese aborto de hombre de su hijo, así que vive aquí de la caridad pero ahora es ya anciana y le queda poca vida...".
         El aborto de hombre - realmente es así - está ante Jesús. No puede ni siquiera ver su rostro de lo encorvado y torcido que está. Parece una caricatura de hombre-chimpancé o de un camello humanizado.
        La madre anciana y mísera, ni siquiera habla, solo gime: "Señor... creo...".
         
         Jesús pone sus manos sobre los hombros sesgados del hombre, que apenas si le llega a la cintura; alza su rostro hacia el Cielo y dice con voz potente: "Enderézate y sigue los caminos del Señor". El hombre experimenta un brusco movimiento y, como impulsado por un resorte, queda derecho como el más recto de los hombres. El movimiento ha sido tan repentino, que parece como si se hubieran roto unos resortes que le hubieran contenido en esa posición anómala. Ahora le llega a Jesús a los hombros; le mira y cae de rodillas, con su madre, ante su Salvador, y ambos le besan los pies.

        Es indescriptible la reacción de la muchedumbre... A pesar de todas las resistencias, Jesús se ve obligado a permanecer en Hebrón, porque la gente está dispuesta a formar barreras en las salidas para impedirle marcharse.

          Así... entra en la casa del anciano arquisinagogo, que tan cambiado está respecto al año pasado...