MENSAJE DE LA VIRGEN MARÍA

DIJO LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA:

“QUIERO QUE ASÍ COMO MI NOMBRE ES CONOCIDO POR TODO EL MUNDO, ASÍ TAMBIÉN CONOZCAN LA LLAMA DE AMOR DE MI CORAZÓN INMACULADO QUE NO PUEDO POR MÁS TIEMPO CONTENER EN MÍ, QUE SE DERRAMA CON FUERZA INVENCIBLE HACIA VOSOTROS. CON LA LLAMA DE MI CORAZÓN CEGARÉ A SATANÁS. LA LLAMA DE AMOR, EN UNIÓN CON VOSOTROS, VA A ABRASAR EL PECADO".

DIJO SAN JUAN DE LA CRUZ:

"Más quiere Dios de ti el menor grado de pureza de Conciencia que todas esas obras que quieres hacer"


A un compañero que le reprochaba su Penitencia:

"Si en algún tiempo, hermano mío, alguno sea Prelado o no, le persuadiere de Doctrina de anchura y más alivio, no lo crea ni le abrace, aunque se lo confirme con milagros, sino Penitencia y más Penitencia, y desasimiento de todas las cosas, y jamás, si quiere seguir a Cristo, lo busque sin la Cruz".

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lunes, 16 de julio de 2012

DESCRIPCIÓN DE LA SITUACIÓN ACTUAL DE LAS ALMAS CONSAGRADAS: HAY QUE REZAR INSISTENTEMENTE PARA LOS SACERDOTES

El Santo Cura de Ars, Patrón de los Sacerdotes de todo el mundo















En los cuadernos de María Valtorta, hay un pasaje en donde Jesús le explica la visión del Apocalipsis en donde el dragón barre con su cola la tercera parte de las estrellas del Cielo.

El significado es este: esas estrellas son los Sacerdotes, y el trabajo preliminar de Satán es hacerlos caer, ya que él sabe muy bien, como así lo dice Jesús, que una vez que han caído, tiene el campo libre para hacer caer igualmente y mucho más fácilmente a los fieles, para los cuales los sacerdotes son las lumbreras que iluminan la noche del Espíritu.
El Papa, dirigiéndose a los sacerdotes en el encuentro en Madrid de la J.M.J., no tuvo reparo en afirmar que el que no sienta verdadera vocación, es mejor que abandone el futuro ministerio, por la responsabilidad tan grande que tienen los sacerdotes para la comunidad.
Bajo mi punto de vista, igual que gracias a este Papa se expulsan los sacerdotes pederastas, se tendrían que expulsar igualmente a los sacerdotes que predican doctrinas contrarias a las enseñanzas de la Iglesia, a la tradición y a la Doctrina de los Santos Padres, negando el Infierno, la existencia del Demonio, y que pintan un Dios hecho a su semejanza y acorde con sus ideas heréticas.
No se trata de restablecer la Inquisición, pero hoy día, cualquier profesional que no cumple adecuadamente con su tarea, sea Ingeniero, Profesor o cualquier trabajador que no sabe ejercer su Profesión, es expulsado de su trabajo, lo mismo hay que hacer con ciertos Sacerdotes que están contaminando al Pueblo de Dios con su doctrina herética y contraria a las enseñanzas tradicionales de la Santa Iglesia, porque aquí se trata de un asunto más importante que cualquier oficio: La Salvación de las almas con la verdadera Doctrina de Jesús-Dios.
Si no se obra de esa manera, Satán tendrá las manos libres para corromper cada vez más a la gente incauta, y a los fieles que creen firmemente todo lo que dicen ciertos sacerdotes.

Dice Jesús:

“Ora, ofrenda y sufre mucho por mis sacerdotes. Mucha sal se ha vuelto insípida y las almas sufren por ello perdiendo el sabor de Mí y de mi Doctrina.
Hace algún tiempo que te digo esto, pero tú no quieres escucharlo. Y no quieres escribirlo. Te retraes. Entiendo el por qué. Pero antes que tú, otros han hablado de ello, por mi inspiración, y eran santos. Es inútil querer cerrar los ojos y los oídos para no ver y no oír: la verdad grita incluso con el silencio. Grita con los hechos que son la palabra más fuerte.
¿Por qué no repites la oración de M. Magdalena de Pazzi? Antes la decías siempre. ¿Por qué no ofreces parte de tus sufrimientos cotidianos para todo el sacerdocio? Oras y sufres por mi Vicario. Está bien. Oras y sufres por algún consagrado o consagrada que se encomiendan a ti o hacia los cuales tienes un especial deber de gratitud. Pero no es suficiente. Y por los otros ¿Qué haces? Has puesto una intención de sufrimiento por el clero el miércoles. No basta. Es necesario que todos los días ores por mis sacerdotes y que ofrezcas parte de tus sufrimientos por esto. No te canses nunca de orar por ellos que son los mayores responsables de la vida espiritual de los católicos.
Si basta que un laico haga por diez para no escandalizar, mis sacerdotes deben hacer por cien, por mil. Deberían ser semejantes a su Maestro en pureza, caridad, desapego de las cosas del mundo, humildad, generosidad. En cambio, el mismo relajamiento de vida cristiana que hay en los laicos está en mis sacerdotes y en general en todas las personas consagradas por votos especiales. Pero de estas hablaré después.

Ahora hablo de los sacerdotes, de quienes tienen el honor sublime de perpetuar desde el altar mi Sacrificio, de tocarme, de repetir mi Evangelio.


Deberían ser llamas. En cambio son humo. Hacen fatigosamente lo que deben hacer. No se aman entre ellos y no os aman a vosotros como pastores que deben estar preparados para darse completamente, incluso con el sacrificio de sus vidas, para sus ovejitas. Vienen a mi Altar con el corazón lleno de preocupaciones de la tierra. Me consagran con su mente en otra cosa y ni siquiera mi comunión enciende en su espíritu esa caridad que debe estar viva en todos, pero que debe ser vivísima en mis Sacerdotes.

Cuando pienso en los diáconos, en los sacerdotes de la Iglesia de las catacumbas, y los comparo con los de ahora, siento una infinita piedad por vosotros, multitudes que os quedáis sin o con demasiado poco alimento de mi Palabra.

Aquellos diáconos, aquellos sacerdotes  tenían en contra a toda una sociedad malévola, tenían en contra el poder constituido. Aquellos diáconos, aquellos sacerdotes debían desempeñar su ministerio entre mil dificultades; el más incauto movimiento les podía hacer caer en manos de los tiranos  y conducirlos a morir escarnecidos. Sin embargo, ¡cuanta fidelidad, cuanto amor, cuanta castidad, cuanto heroísmo había en ellos! Han cimentado con su sangre y con su amor a la Iglesia naciente y de cada uno de sus corazones han hecho un altar.

Ahora resplandecen en la Jerusalén Celestial como tantos altares eternos sobre los cuales Yo, el Cordero, descanso complaciéndome en ellos, mis intrépidos confesores, los puros que han sabido lavar las suciedades del paganismo que los había saturado de sí durante años y años antes de su conversión a la Fe, y que salpicaba su fango sobre ellos incluso después de su conversión, como un océano de barro sobre rocas inquebrantables.

Se habían bañado en mi Sangre y habían venido a mí con blancas estolas que tenían por adorno su sangre generosa y su caridad vehemente. No tenían vestidos externos, ni signos materiales de su milicia sacerdotal. Pero eran sacerdotes en el ánimo.
Ahora existe el vestido externo pero su corazón ya no es mío.
Tengo piedad de vosotros, greyes sin pastores. Por esto todavía detengo mis rayos: porque tengo piedad. Se que mucho de lo que sois proviene de que no estáis sostenidos.
¡Son demasiado pocos los sacerdotes verdaderos que se parten a si mismos para prodigarse a sus hijos! Nunca como ahora es necesario rogar al Dueño de la mies, que mande verdaderos obreros a su mies, que cae mustia porque no es suficiente el número de verdaderos incansables obreros, sobre los cuales se posa mi ojo con bendiciones y amor infinitos y agradecidos.
Como me gustaría poder decir a todos mis sacerdotes: “¡Venid, siervos buenos y fieles, entrad en el gozo de vuestro Señor!”.
Reza por el clero secular y el conventual.
El día en que el mundo no hubiera más sacerdotes realmente sacerdotales, el mundo terminaría en un horror que la palabra no puede describir. Habría llegado el momento de la “abominación de la desolación”. Pero llegado con una violencia tan espantosa, de ser un infierno traído sobre la tierra.
Reza y di que se rece para que toda la sal no se haga insípida en todos menos en Uno, en el último Mártir que estará para la última Misa, porque hasta el último día existirá mi Iglesia militante y el Sacrificio será cumplido.

Cuantos más verdaderos Sacerdotes existan en el mundo cuando se hayan cumplido los tiempos, menos largo y cruel será el tiempo del Anticristo y las últimas convulsiones de la raza humana. Porque “los justos” de los que hablo cuando predigo el fin del mundo, son los verdaderos Sacerdotes, los verdaderos consagrados en los conventos esparcidos sobre la tierra, las almas víctimas, hilera desconocida de mártires que solo mi ojo conoce mientras que el mundo no los ve, y quienes actúan con verdadera pureza de Fe. 

Pero estos últimos son, aun sin que ellos lo sepan, consagrados y víctimas.



sábado, 14 de julio de 2012

LAS DESVIACIONES DE LA ORTODOXIA EN LA IGLESIA Y LA MISIÓN DE LAS “VOCES” EN LA IGLESIA DE HOY



Dios Todopoderoso se comunica con las almas que son como niños, nunca quiere hablar con los soberbios.






Proféticas palabras de Jesús acerca de los acontecimientos de la futura Iglesia, que por el tedio, y las presiones del medio ambiente, se irá alejando del camino, guiada por ciertos pastores que no han sabido conservar la auténtica esencia de las instituciones (Huida del sacrificio y de la Cruz de Cristo, antigua teología de la liberación con los curas obreros, y moderna teología de la secularización, con su relativismo, quietismo y alejamiento de las enseñanzas de Jesús y de la tradición de los Santos Padres de la Iglesia Católica, mutilando las Escrituras al no querer hablar del Infierno; del Demonio, de las posesiones y de los exorcismos, predicando insistentemente una doctrina "descafeinada".


Con su dios, completamente indiferente al pecado y al vicio, criticando con contundencia a los Santos Padres, que son los "faros" puestos por Dios para alumbrar a los creyentes - a este respecto, cuando estudiaba para ser profesor de Religión en Granada, me levanté y le dije a un profesor: "Ud. enseña una doctrina contraria a lo que decía S. Juan de la Cruz", a lo que me respondió: "Eso eran cosas de la Edad media" - (Sic).

         

Por esta razón, en caso de grave peligro, la Santísima Virgen se comunicó a la Iglesia a través de unos niños inocentes, que son los que están de verdad preparados para recibir a Dios, o de personas que son como niños. Y así la Santísima Virgen se apareció en Lourdes, para indicar que la Salvación está en el rezo del Santísimo Rosario, como así lo dijo siglos antes a un gran Santo:San Antonio María Claret: "La salvación de tu País está en el rezo del Santo Rosario". 



También se apareció a los pastorcillos de Fátima, explicando que la primera guerra mundial era debida a los pecados de la Humanidad, y que si no se arrepentía vendría otra peor, que fue la segunda guerra mundial, donde se produjo la mayor masacre de la historia de la Humanidad.



En este pasaje del Evangelio "ampliado", y no cambiado, de María Valtorta, Jesús explica que hoy día, Dios se comunica a través de ciertas almas escogidas que serán el desprecio de la Jerarquía, cuya misión profética es recordar las enseñanzas del Evangelio, y avisar de los errores doctrinales, que ciertos Pastores, sometidos a la presión del mundo de las modas, y de la mayoría, no son capaces de distinguir.


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EL ENCUENTRO CON LA MADRE Y LAS DISCÍPULAS
(Del Evangelio como me ha sido revelado de Mª Valtorta)


  [...] Están ahora en la otra parte del Jordán y andan ligeros en dirección sudoeste, dirigidos hacia una segunda cadena de montes – más elevada que la primera, que está formada por pequeñas colinas – pasada la cual se ve la llanura del Jordán. Por lo que comentan, comprendo que han evitado la llanura para evitar de caer de nuevo en el limo  que han dejado en la otra parte, y piensa dirigirse a su destino, siguiendo por los caminos interiores, mejor conservados y más transitables, sobre todo en periodo de lluvia.
“¿A qué altura estaremos?” pregunta Mateo, que se orienta mal.
“Sin duda entre Silo y Betel. Reconozco los montes” dice Tomás. “Pasamos hace poco por aquí, con Judas, que en Betel se hospedó donde algunos fariseos”.
“Te podían hospedar también a ti. No quisiste venir. Pero ni yo, ni ellos te dijimos: “No vengas”.
“Yo tampoco digo que no me lo dijerais. Digo solo que preferí quedarme con los discípulos que evangelizaban aquí”.
Y el incidente termina. Es más, Andrés manifiesta su alegría: “Si en Betel tenemos fariseos amigos, no vendrán contra nosotros”.
“Pero estamos volviendo, no estamos yendo a Jerusalén” le objetan.
“¡Tendremos que ir en todo caso para la Pascua! Y ya no se como nos las vamos a ingeniar…”.
“¡Sí, claro! ¿Por qué ha dicho que vuelve a Caná? Podían volver las mujeres, y nosotros cumplir el peregrinaje…”.
“¡Está escrito que mi mujer no celebre la Pascua en Jerusalén!” exclama Pedro.
Juan le consulta a Jesús, que está hablando animadamente con el Zelote: “Maestro, ¿cómo nos las vamos a ingeniar para ir y volver en tan poco tiempo?”.
“No lo sé. Me pongo en las manos de Dios. Si nos retrasamos, no será culpa mía”.

“Has hecho bien siendo prudente” dice el Zelote.
“¡Por mí, habría seguido! Porque no ha llegado todavía mi hora. Esto Yo lo siento. Pero, ¿Cómo habríais soportado, vosotros, la aventura; vosotros que de un tiempo a esta parte estáis tan… cansados?”.
“Maestro… tienes razón. Parece como si un demonio hubiera espirado su aliento sobre nosotros. ¡Estamos muy cambiados!”.

“El hombre se cansa. Quiere las cosas rápidas. Y sueña cosas estúpidas. Cuando se percata que el sueño es distinto de la realidad, se agita y, si no tiene buena voluntad, cede.
Olvida que el Omnipotente, que hubiera podido, en un instante, hacer el Universo del cáos, lo hizo en fases ordenadas y separadas en espacios de tiempo que se han llamado días.

Yo debo sacar del cáos espiritual de todo un Mundo, el Reino de Dios. Y lo haré. Construiré sus bases. Ya las estoy construyendo. Y debo quebrar la roca durísima, para labrar dentro de ella los bases cimientos que no han de derrumbarse. Vosotros levantaréis lentamente los muros. Vuestros sucesores continuarán la obra, en anchura y altura. De la misma manera que Yo moriré en la obra, vosotros también moriréis, y habrán muchos otros que morirán cruenta o incruentamente, consumidos, de todas formas por este trabajo, que requiere espíritu de inmolación, de generosidad, y lágrimas y sangre y paciencia sin medida…”.

Pedro introduce su cabeza entrecana entre Jesús y Juan, y pregunta: “¿Se puede saber qué decís?”.
“¡Hombre, Simón! Ven aquí. Hablábamos de la futura Iglesia. Estaba explicando que, al contrario de vuestras prisas, cansancios, desánimos, etc. requiere calma, constancia, esfuerzo, confianza. Estaba explicando que requiere el sacrificio de todos sus miembros. Desde Mí, que soy su fundador, su Cabeza mística, hasta vosotros, hasta todos los discípulos, hasta todos aquellos que lleven el nombre de cristianos y el de pertenecientes a la Iglesia Universal.

 Y, en verdad, los que harán verdaderamente vital a la Iglesia, no pocas veces serán los más humildes de la gran escala de las jerarquías, es decir, aquellos que parezcan simplemente “números”. Verdaderamente, no pocas veces tendré que refugiarme en éstos para seguir manteniendo viva la fe y la fuerza de los colegios apostólicos que se renovarán siempre; y tendré que hacer de estos apóstoles personas atormentadas por Satanás y por los hombres envidiosos, soberbios e incrédulos. Y su martirio moral no será menos penoso que el martirio material: si, se verán entre la voluntad activa de Dios y la voluntad mala del hombre, instrumento de Satanás, que tratará por todas las artes y violencias de presentarlos embusteros, locos, obsesos, para paralizar mi obra en ellos y los frutos de mi obra, cada uno de los cuales es un golpe victorioso contra la bestia”.

“¿Y resistirán?”.

“Resistirán. Incluso sin tenerme materialmente a su lado. Deberán creer no solo en lo que se debe ser, sino también en su secreta misión; creerla santa, creerla útil, creerla proveniente de Mí. Y, mientras, en torno a ellos, Satanás, sibilante, tratará de aterrorizarles, y el mundo gritará para escarnecerlos, y gritarán los no siempre perfectamente luminosos ministros de Dios para condenarlos. Este es el destino de mis futuras voces. Y, con todo, no tendré otro modo de hacer reaccionar a los hombres y llevarlos al evangelio y a Cristo.

Ahora bien, como contrapartida a todo lo que les pida y les imponga y de todo lo que reciba de ellos, ¡Oh, les daré eterno gozo, una Gloria especial! En el Cielo hay un libro cerrado. Solo Dios puede leerlo. En él están todas las verdades. Pero Dios, alguna vez quita los sellos y despierta las verdades ya dichas a los hombres, y constriñe a un hombre, elegido para tal destino, a conocer el pasado, presente y futuro como están contenidos en el libro misterioso. ¿Habéis visto alguna vez a un hijo, el mejor de la familia, o a un alumno, el mejor de la escuela, ser convocados por el padre o el maestro para leer en un libro de adultos y para escuchar la explicación?

Está al lado de su padre o de su maestro, abarcado por uno de sus brazos, mientras la otra mano, del padre o del maestro, señala con el índice los renglones que quiera que lea y conozca el predilecto. Lo mismo hace Dios con sus consagrados para tal destino. Los acerca hacia sí, los tiene cogidos con su brazo, y los fuerza a leer lo que Él quiere, y a saber su significado, y luego a decirlo, y recibir a cambio burlas y dolor. Yo, el hombre encabezo la estirpe de los que dicen las Verdades del libro celeste; y recibo burlas, dolor y muerte. Pero el Padre ya prepara mi Gloria. Y Yo, cuando haya subido a ella, prepararé la gloria de aquellos a quien haya forzado a leer en el libro cerrado los puntos que quería que leyeran, y, en presencia de toda la Humanidad resucitada y de los coros angélicos, los señalaré como los que fueron, y los invitaré a acercarse; entonces abriré los sellos del Libro que ya será inútil tener cerrado, y ellos sonreirán al verlos de nuevo escritas, al volver a leer las palabras que ya les fueron iluminadas cuando sufrían en la Tierra”.

“¿Y los otros?” pregunta Juan, que está atentísimo a la lección.
“¿Qué otros?”.
“Los otros, que como yo no han leído en la Tierra aquel Libro, ¿no sabrán nunca lo que dice?”.
“Los bienaventurados en el Cielo, absorbidos en la Sabiduría infinita, sabrán todo”.
“¿Inmediatamente? ¿Nada más morir?”
“Nada más entrar en la Vida”.

“¿Pero entonces porqué en el Último día vas a hacer ver que los llamas para conocer el Libro?”.
“Porque no estarán solo los bienaventurados viendo esto, sino toda la Humanidad. Y muchos, en la parte de los condenados, serán de aquellos que se burlaron de las voces de Dios como de voces de locos y de endemoniados, y los atormentaron por causa de aquel don suyo. Tardía pero obligada revancha concedida a estos mártires del malvado embotamiento del Mundo”.
“¡Qué bonito será verlo!” exclama Juan arrobado.
“Sí. Y ver a todos los fariseos amolar los dientes de rabia” dice Pedro, y se frota las manos.

“¡Yo creo que miraré solo a Jesús y a los benditos que lean con Él el Libro!...” responde Juan con una sonrisa de niño en sus labios rojos, soñando con esa hora, perdido sus ojos en quien sabe que visión de Luz, ahora más brillantes por un acceso de llanto emotivo que no brota pero pone esplendorosos sus iris garzos.
El Zelote le mira, también Jesús le mira. Pero Jesús no dice nada. El Zelote, sin embargo dice: “¡Te mirarás entonces a ti mismo! Porqué si entre nosotros hay uno que será “voz de Dios” en la Tierra y será llamado a leer los puntos del Libro sellado, ése eres tú, Juan, predilecto de Jesús y amigo de Dios”.
“¡No digas eso!” Yo soy el más ignorante de todos. Soy tan negado para todo que, si Jesús no dijera que de los niños es el reino de Dios, pensaría que no podría nunca alcanzarlo. ¿No es verdad, Maestro, que yo valgo sólo porqué soy semejante a un niño?”.

“Sí, perteneces a la bienaventurada infancia. ¿Y bendito seas por ello!”.

Siguen andando todavía un rato; luego Pedro, que mira hacia atrás por el camino de caravanas en que ya se encuentran, exclama: “¡Misericordiosa Providencia! ¡Aquel es el carro de las mujeres!”.
Todos se vuelven. Es realmente el pesado carro de Juana. Viene tirado por dos robustos caballos al trote. Se paran para esperarle. La cubierta de cuero, enteramente echada, impide ver a las personas que vienen dentro del carro. Pero Jesús hace un gesto para que se detenga, y el conductor reacciona con una exclamación de alegría cuando ve a Jesús erguido y con el brazo levantado al borde del camino.

Mientras el hombre para a los dos caballos que venían resoplando, se asoma por la apertura del tendal el rostro flaco de Isaac: “¡E Maestro!” grita. “¡Madre, alégrate! ¡Está aquí!”.
Se producen en el interior del carro voces de mujeres y confuso rumor de pisadas; pero antes de que una sola de las mujeres baje, ya han saltado al suelo Manahén, Margziam e Isaac, y corren para venerar al Maestro.
“¿Todavía aquí, Manahén?”.
“Fiel a la consigna. Y ahora más que nunca, porque las mujeres tenían miedo… Pero… Te hemos obedecido porque se debe obedecer, aunque – créelo -  no había nada preocupante. Sé con certeza que Pilatos ha llamado al orden a los turbulentos, diciendo que quienquiera que provoque sediciones en estos días de fiesta será castigado duramente. Creo que no es ajena a esta protección su mujer, y sobre todo, las damas amigas de su mujer. En la corte se sabe todo y nada. Pero se sabe lo suficiente…” y Manahén se aparta para dejar sitio a María, que ha bajado del carro y ha recorrido los pocos metros de camino, trémula y toda emocionada.
Se besan, mientras todas las discípulas, veneran al Maestro. Pero no están ni María ni Marta de Lázaro.

María susurra: “¡Cuanta congoja desde aquella noche! ¡Hijo, cómo te odian todos!” y unas lágrimas descienden siguiendo las líneas rojas, que son las señales de muchas otras, vertidas esos días.
“Pero ya ves que el Padre provee. ¡Así que no llores! Yo desafío con coraje a todo el odio del mundo. Pero una sola lágrima tuya me abate. ¡¡Ánimo, Madre Santa!!” y, teniéndola arrimada contra sí con un brazo, se vuelve hacia las discípulas para saludarlas; y dedica palabras especiales a Juana, que ha querido regresar para acompañar a María.

“¡Maestro, no es ningún esfuerzo estar con tu Madre! María está retenida en Betania por los sufrimientos de su hermano. He venido yo. He dejado a los niños al cuidado de la mujer del guardián del palacio; es una mujer buena y maternal. Y ya está también Cusa. ¡Fíjate Tú si le va a faltar algo a nuestro querido Matías, predilecto de mi marido! Pero también Cusa me dijo que partir era inútil. La medida de contención impuesta por el Procónsul le ha roto las uñas también a Herodías. Y además él, el Tetrarca, tiembla de miedo, y no tiene más que un pensamiento: vigilar para que Herodías no le destruya  ante los ojos de Roma. La muerte de Juan ha echado abajo muchas cosas que estaban a favor de Herodías. Y Herodes siente también, y muy bien, que el Pueblo está rebelado contra él por la muerte de Juan. La raposa intuye que el peor castigo sería perder la odiosa y humillante protección de Roma. El Pueblo arremetería contra él inmediatamente. . Por tanto, no dudes que no hará nada por propia iniciativa”.

“¡Entonces volvemos a Jerusalén! Podéis caminar tranquilos en cuanto a vuestra seguridad. Vamos. Que las mujeres monten de nuevo en el carro, y con ellas Mateo y quien esté cansado. Descansaremos en Betel. Vamos”.
Las mujeres obedecen, suben con ellas Mateo y Bartolomé. Los otros prefieren seguir al carro a pie junto con Manahén, Isaac y Margziam. Y Manahén cuenta como ha hecho las averiguaciones para saber lo que había de verdad en la bravata del herodiano, que había extendido un velo de dolor sobre el grupo tranquilo reunido en Betania en casa de Lázaro, “que sufre mucho” (dice Manahén).

“¿Ha ido una mujer a Betania?”.
“No, Señor. Pero nosotros hace tres días que faltamos de allí. “¿Quién es?”.
“Una discípula. Se la daré a Elisa, porque es joven, está sola y no tiene medios”.
“Elisa está en el palacio de Juana. Quería venir. Pero está muy resfriada. Ardía en deseos de verte. Decía: “¿Pero no comprendéis que mi paz está en verle?”.
“Voy a darle también una alegría con esta joven. ¿Y tú, Margziam, no hablas?”.
“Escucho, Maestro”.
“El muchacho escucha y escribe. De uno u otro requiere que le repitamos tus palabras, y escribe, escribe. ¿Pero las habremos dicho bien?” dice Isaac.

“Las miraré Yo y añadiré lo que falte en el trabajo de mi discípulo” dice Jesús acariciando al carrillo morenito de Margziam. Y pregunta: “¿Y el anciano padre? ¿Le has visto?”.
“¡Sí! No me reconocía. Lloró de alegría. Pero le veremos en el Templo porque Ismael los envía. Es más, les ha dado más días este año. Tiene miedo de Ti”.
“¡Claro, mira este! ¡Después de la bromita que le sucedió a Cananías en Sebat!” dice Pedro, y ríe.
“Pero el miedo a Dios no construye; al contrario, destruye. No es amistad. Es solo una espera que a menudo se transforma en odio. Pero cada uno da lo que puede…”.
Prosiguen el camino y los pierdo de vista.

  






jueves, 12 de julio de 2012

SOBRE LAS RELIGIONES QUE CREEN EN LA REINCARNACIÓN, Y LA EXISTENCIA DEL KARMA

¡Increíble  imaginación para crear
 y creer en ese dios!





LA ABERRACIÓN DE LA TEORÍA DE LA METEMPSICOSIS


En el Evangelio aparece la descripción del Juicio Final, de sobra conocido por todos y que por eso, creo inútil recopilar aquí. Esta descripción tan clara, que es prácticamente indiscutible, es sin embargo más que puesta en duda por todo una serie de personajes que intentan por todos los medios deformar las palabras de Jesús, porque no le gustan o porque le son incómodas, y afanosamente, rebuscan adaptarlas a su manera de pensar, para tranquilizar su conciencia, haciendo para ello verdaderas elucubraciones y malabarismos mentales.

El hecho de que hay un Dios, Creador del Universo es un axioma tan evidente, que ha sido aceptado prácticamente por casi todas las religiones en el transcurso de la Historia, por la sencilla razón que es inadmisible para la mente humana que  exista algo sin que nadie lo haya creado. Si se refuta esa teoría, y se intenta como lo hacen hoy día muchos, demostrar que la materia se ha autocreado a partir de la nada, no vale la pena ya seguir dialogando, porque todo análisis, exige ciertos teoremas, que son tan evidentes, que de no aceptarlas, impiden cualquier demostración.

El problema está pues en saber quien es, o quienes son esos seres creadores de todo lo que existe. Sabiendo que la verdad es única, y que también existe la mentira, el problema parece insoluble a primera vista, porque además, cada cual es libre de pensar lo que quiere, y el ser humano en general, se crea el mismo los dioses a su medida y a su gusto y de su conveniencia.

Y esa es la razón por la cual existen y han existido una diversidad  tan grande de dioses, con un colorido y una variedad que proviene del fruto de una imaginación desbordante, la cual a su vez ha surgido de los gustos y de las modas de cada Civilización que ha nacido y se ha desarrollado en el transcurso de la Historia.

Otra idea común a casi todas las Religiones es que seremos juzgados cuando comparezcamos ante el Creador, de acuerdo con las acciones que hayamos realizado: Habrá una recompensa si hemos sido buenos, y un castigo si hemos sido malos, basta recordar la Religión egipcia para acordarse del dios con cabeza de chacal pesando en una balanza esos dos conceptos, inherentes en la conciencia de cada persona.

Luego existen otras Religiones como el Hinduismo o el Budismo que creen en la reencarnación, y que las almas van alcanzando la iluminación a través de sucesivas vidas en donde van purgando las imperfecciones de una vida anterior, para así poder llegar al “Nirvana”. Desde mi punto de vista, la creencia en la reencarnación, es una de las mayores aberraciones de la historia de las religiones, porque esa teoría, que se sustenta por las preguntas que se hacen a ciertos individuos en estado de trance, en las cuales se les pregunta que digan su vivencia en su vida pasada, y en donde relatan historias seculares, que nunca se pueden probar porque, curiosamente, nunca dicen lo que ocurrió justo antes de su nacimiento, hecho que sería muy fácil de comprobar.

Por este sencillo razonamiento, se puede fácilmente deducir, que todo lo que afirman en ese estado de “somnolencia”, es pura mentira  ya que querer consultar a los muertos y al pasado, como ocurre con el espiritismo, abre la puerta al demonio para que induzca a la gente a convencerla de que todo la doctrina católica es una pura falacia, y que no existe ni Juicio final, ni premio ni castigo.

Conocí a un Arquitecto que había ido de vacaciones a la India, y que se había quedado espantado por la inmensa miseria que había presenciado: moribundos abandonados a su suerte en las calles de la Ciudad, aquejados de enfermedades que los transformaban en seres deformes y pestilentes, y todo eso ante la indiferencia de los viandantes, ya que según su religión, estaban purgando los pecados de una vida pasada y se estaban purificando para así poder alcanzar el “Nirvana”.

Al mismo tiempo, decía que en el hotel en donde se hospedaba, ese arquitecto había experimentado un “lujo asiático” que nunca llegó ni a concebir: "En el cuarto de baño había papeles higiénicos de varias texturas". (sic).

Seguramente, ¡¡Ese era el premio para recompensar a los que en una vida pasada, habían vivido de una manera digna y ejemplar !!

Conocí igualmente a un misionero católico, que fue a evangelizar a la India, era un individuo alto y corpulento, lo volví a ver al cabo de unos años, delgado como un espárrago. Al relatarme los acontecimientos vividos en ese País, uno de ellos me dejó marcado para toda la vida: contaba que a pesar de que la división en castas estaba prohibida por el Gobierno, esta costumbre heredada desde siglos, aún subsistía en toda la sociedad.

Me contaba una conversación que tuvo con un individuo de la secta más privilegiada de la sociedad india, un Brahman que es la casta de los sacerdotes, que en una vida anterior había tenido una conducta ejemplar, y que por esa razón, ahora en su reencarnación, antes de tener la iluminación perfecta, disfrutaba de una vida con todos los honores y privilegios.

El misionero le preguntaba cómo, - después de haber dejado embarazada a una muchacha de una casta inferior, la de los pobres parias, que tienen que avisar de su presencia a los demás, haciendo sonar una campanilla y diciendo “¡Impuro!”,  - la había abandonado sin socorrerla, a lo cual el Brahman, le contestó vehementemente: “¿Cómo?, ¡Pero si es ella que tendría que estarme agradecida, porque soy de una casta muy superior!”

Agradezco a Dios, por el don de la vida en un País de tradición cristiana católica, que me ha apartado de todas esas creencias inhumanas y aberrantes, y en donde los seres humanos de una casta inferior son tratados peor que animales.






martes, 10 de julio de 2012

HORRIBLES IMÁGENES DE NIÑOS ABORTADOS, NO APTAS PARA TODOS LOS PÚBLICOS


HORRIBLES IMÁGENES DE NIÑOS ABORTADOS, NO APTAS PARA TODOS LOS PÚBLICOS, MUCHO PEORES EN CRUELDAD Y CANTIDAD, QUE LAS DE LOS CAMPOS NAZIS, VERDADERO CRIMEN CONTRA LA HUMANIDAD.

      Permíteme hacerte las observaciones siguientes acerca de los documentos tan impactantes que me has mandado, de fotografías yuxtapuestas, comparando la barbarie Nazi con la invasión Israelita de Gaza, a este respecto te advierto que:

       La razón del ser humano, tiene que seguir  siempre criterios propios, y no debe nunca dejarse influir por la propaganda de los falsos profetas, que siempre utilizan la mentira para hacer valer los despreciables argumentos de los izquierdistas, que tienen siempre dos varas de medir.

    Estas fotografías que me has enviado, son verdaderas y escalofriantes; están muy bien colocadas una al lado de la otra, mostrando por un lado, la barbarie Nazi; y por otro lado, la barbarie israelita, pero están hechas por grupos marxistas, cuya bestia negra son los Estados Unidos, los Judíos, y la Iglesia Católica.

       Pero sería mucho más impactante poner un trío de imágenes, en la última, poner las fotografías de los niños abortados, seres completamente inocentes. Esas imágenes son aún mucho más escalofriantes que las otras: aparecen los diminutos miembros, mutilados y descuartizados; trozos de piernas, brazos, cabezas, que han sido arrancadas de cuajo, por médicos sin escrúpulos y madres sin corazón.

         Luego, no reciben sepultura, ni  siquiera son incinerados: se disuelven en ácidos, y vertidos en las alcantarillas, o en algunos sitios, usados como cremas de belleza, o incluso en países comunistas como Vietnam, utilizados para alimentar a los cerdos.

        Y que no me vengan con la excusa de madres agobiadas por las circunstancias que se han visto abocadas a tomar esa decisión. Una madre de verdad, da su vida por amor a su hijo, y prefiere siempre sacrificarse y poner en peligro su vida para salvarlo a él. Estas personas solo buscan su bienestar personal aún a costa de la vida de sus propios hijos.

       Como decía la madre Teresa de Calcuta, ese es el crimen más execrable de todos, porque se liquida a un ser completamente inocente e indefenso. Decía "Si no queréis a vuestro hijo, dádmelo a mí". También hay muchas asociaciones, la mayoría religiosas, que son centros de acogida para esos niños, para los que quieren abortar.

     Tú, y los abortistas, también habéis sido fetos en el vientre de vuestras madres, las cuales sabían de sobra que vuestra venida al mundo, iba a ser para ellos un sin fin de sacrificios, de privaciones y de incomodidades. Pero también muchas, supieron descubrir el don de la alegría, y de la paz, que se encuentra siempre en el sacrificio y la entrega.

      Nadie habla tampoco de las atrocidades cometidas por el fanatismo mahometano, en los ataques a las comunidades Cristianas, quema de Iglesias con fieles dentro y asesinato de Cristianos degollándolos y crucificándolos hasta la muerte. Nadie habla de la pobre católica pakistaní, llamada Asia Bibí, condenada a muerte por haber bebido del agua de un pozo reservado a los mahometanos, ni del asesinato de un político de ese País, que era de creencia cristiana, solo por haber salido en su defensa.

        Y después, el Presidente Zapatero y sus secuaces hablan de “Alianza de Civilizaciones”, pero callan ante esos hechos, sin embargo, si solo el ataque a una mezquita sin causar ninguna muerte, hubiera sido cometida por cristianos, todos los millones de mahometanos se hubieran manifestado en el mundo entero, acompañados de las hordas marxistas, y toda la masonería, con los abanderados de esa Alianza de Civilizaciones a la cabeza.


sábado, 7 de julio de 2012

EL ALMA HUMILDE Y ENAMORADA DE DIOS NO LO PUEDE DISIMULARLO AÚN QUE LO QUIERA (S. JUAN DE LA CRUZ

EL CARISMA Y EL AMOR VERDADERO ESTÁ AQUÍ














     Tengo que confesar que este vídeo me ha arrancado las lágrimas, estos religiosos no pueden disimular su amor a Dios y a su Iglesia, sus rostros reflejan una fe profunda y mucha humildad, la canción habla del simbolismo del pelícano que nutre a sus crías con su sangre, verdadera imagen de Jesús que derramó su sangre por nosotros. Es emocionante ver a esos religiosos casi en éxtasis, completamente ausentes a lo que pasa alrededor suyo. Se palpa la presencia del Espíritu Santo, ¡Una verdadera maravilla!



         De Wikipedia


         Los medievales difundieron la creencia de que los pelícanos alimentaban a sus polluelos con su propia sangre, y por ello es habitual encontrar imágenes de pelícanos en el cuadrón de las cruces y en otros lugares, como símbolo del Sacramento cristiano (Católico y Ortodoxo) de la Eucaristía. Es una imagen poética de Cristo que da a comer su propia carne y a beber su propia sangre. El nombre de "pelícano bueno" es muy utilizado para referirse a Cristo en la literatura y litúrgia católicas indicando el amor hasta el extremo que tuvo Jesucristo hacia todos los hombres. 


Comentarios del Vídeo y su traducción:



           This mass was shown on tv canção nova from Brasil, catholic tv. I sang the latin musics. On the half of renovation charismatic there is no experience with the latin music. I sang alone tranlated to portuguese. In this mass 7 religios did the perpetual vows and 120 novice professed the simple vows. This community adore the blessed sacrament and help the people that live on the streets, they welcome the poors in the religious house. 

           Esta misa se transmitió en Brasil en la cadena Católica de T.V. Nova Cançao. En la renovación carismática, no se acostumbra a cantar en latín. En esa misa, 7 religiosos hicieron los votos perpetuos; y 120 novicios los votos sencillos. Esa comunidad adora el Santísimo Sacramento y ayuda a la gente que vive en la calle, acogen a los pobres en su congregación religiosa.


I'm an ex-protestant (I was during years)... When I met those people I became a CATHOLIC... I love Jesus Christ and HIS TRUE CHURCH...!

God bless you!

       Soy un ex protestante (lo fui durante años)...Cuando encontré esa gente, me volví CATÓLICO....¡Amo a Jesucristo y A SU IGLESIA VERDADERA....!

¡Que Dios os bendiga!



viernes, 6 de julio de 2012

SENSACIONES DEL ALMA ESPOSA EN EL PARAÍSO, EN CONTACTO CON SU ESPOSO, EL HIJO DE DIOS


Añadir ...Y DEJA TU CONDICIÓN.



Aquí están descritas de una manera admirable, lo que siente el alma en contacto con la divinidad, hasta ahora, nadie ha sido capaz de explicarlo, de una manera igual a como así lo ha hecho el Doctor místico San Juan de la Cruz, patrón de todos los poetas españoles – Es un tema de gran dificultad, ya que se trata de un lenguaje celestial -, y está descrito de una manera tan real, que solo el que lo ha vivido puede dar noticias de ello, son las sensaciones del alma ya purificada de todas sus imperfecciones, en presencia de su sumo Hacedor, en su Matrimonio espiritual de Amor, en un Paraíso de flores y de perfúmenes que son las virtudes del Alma y sus fragancias que el Austro, viento primaveral, que es el Espíritu Santo, esparce en ese Jardín vedado y secreto del alma humana, en unión mística, que es el matrimonio espiritual con el Hijo de Dios.

  En esto consiste el Paraíso, y aquí se comprende perfectamente el por qué las almas de los pecadores, que disfrutan en sus vicios y sus pecados, nunca podrán entrar en el Jardín del Edén, ya que no se han purificado con la espada de fuego de los Querubines que vigilan la entrada del Paraíso para guardar el camino del árbol de la Vida. (Gn 3,23); Al vencedor le daré a comer del árbol de la Vida que está en el Paraíso de Dios (Ap 2,7)

     Y aquí está perfectamente interpretado el significado espiritual del Cantar de los Cantares, en donde Salomón habla del amor carnal entre el hombre y la mujer, para tratar de explicar la unión entre el alma esposa y su divino Esposo el Hijo de Dios, ya que solo así se puede vislumbrar lo que será esa unión mística en el Reino de Dios. Y como existe para el que lo sabe ver,  una similitud y una correspondencia entre lo creado y el Creador, ya que Dios hizo el mundo y el hombre a su imagen y semejanza, el Santo Doctor nos enseña que los senos simbolizan el Amor del alma hacia su Dios; las caderas simbolizan la Humildad, el pelo las Ideas, la piel, la Virtud, el vientre la Voluntad, los ojos la Fe, los oídos y el olfato el conocimiento de las virtudes y de la perfección del alma y de Dios.




Oh Dios mío, habéis sobrepasado
 todas mis esperas


“Al vencedor le daré a comer del maná escondido, y le daré una piedra blanca, en la que hay escrito un nombre nuevo que solo conoce quien lo recibe” (Ap 2-17)

        Y cada alma, desde la más pequeña, como la más subida en Gloria, tendrá la sensación, como lo dice S. Juan de la Cruz, de sentirse amada de tal manera, que le parecerá que ella es el único ser de la Creación. 




Del Cántico Espiritual de San Juan de la Cruz 
(Canción 26)


Detente, cierzo muerto;
ven, Austro que recuerdas los amores,
aspira por mi huerto
Y corran sus olores,
y pacerá el Amado entre las flores.



Detente, cierzo muerto.

     (…) El cierzo es un viento frío y seco, que marchita las flores. Y porque la sequedad espiritual hace ese mismo efecto en el alma donde mora, la llama “cierzo”; y “muerto” porque apaga y mata la suavidad y jugo espiritual; por el efecto que hace, la llama “cierzo muerto”. Y deseando la esposa conservarse en la suavidad de su amor, dice a la sequedad que se detenga; lo cual se ha de entender que este dicho es cuidado de hacer obras que la detengan, conservando y guardando el alma de las ocasiones.


Ven, austro que recuerdas los amores.


       El austro es otro viento, que vulgarmente se llama ábrego. Este es aire apacible, causa lluvias y hace germinar las hierbas y plantas y abrir las flores,  y derramar su olor, tiene los efectos contrarios al cierzo. Y así, por este aire entiende aquí el alma al Espíritu Santo; el cual dice que recuerda los amores, porque, cuando este divino aire embiste en el alma, de tal manera la inflama toda y regala y aviva y recuerda la voluntad y levanta los apetitos que antes estaban caídos y dormidos al amor de Dios, que se puede bien decir que recuerda los amores de él y de ella.

    (…) Pero algunas veces hace Dios tales  mercedes al alma esposa, que aspirando con su Espíritu Divino por este florido huerto suyo, abre todos esos cogollos de virtudes y descubre estas especies aromáticas de dones y perfecciones y riquezas del alma, y, abriendo el tesoro y caudal interior, descubre toda la hermosura de ella; y entonces, es cosa admirable de ver y suave de sentir las riquezas de los dones que se descubren al alma y  la hermosura de estas flores ya todas abiertas, y darle cada una de si el olor de suavidad que le pertenece. Y esto llama correr los olores en el huerto, cuando en el verso siguiente dice:


Y corran sus olores.


Los cuales son de tanta abundancia algunas veces, que al alma le parece estar vestida de deleites y bañada en gloria inestimable; tanto, que no solo ella lo siente de dentro, pero aún suele redundar tanto de fuera, que lo conocen los que saben advertir, y les parece estar esa alma como un delicioso jardín, lleno de deleites y riqueza de Dios. Y no solo cuando esas flores están abiertas se echan de ver esto en esas almas, pero ordinariamente traen de si un no se que de grandeza y dignidad que causa detenimiento y respeto a los demás por el efecto sobrenatural que se difunde en el sujeto de la próxima y familiar comunicación con Dios; como así se escribe en el Éxodo de Moisés, que no podían mirar a su rostro por la gloria y honra que quedaba en su persona por haber tratado cara a cara con Dios.

(…) Y por tanto, hay que desear mucho que cada alma pida este aire del Espíritu Santo para que aspire por su huerto y que fluyan sus divinos olores. Y por ser esto tan necesario y de tanto bien y gloria para el alma, lo deseó la esposa en los Cantares y lo pidió diciendo: Surge, aquil, et veni auster, perfla hortum deum, et fluent aromata illius (4,16), y todo esto lo que hemos descrito en esta canción hasta aquí, y quiere decir: Levántate, cierzo, y vete; y tú, ábrego, viento suave y provechoso, ven y corre, y aspira por mi huerto; y correrán sus olorosas y preciosas esencias. Y esto todo lo desea el alma, no por el deleite y gloria que le corresponde, sino porque sabe que en esto se deleita su Esposo, y que esto es predisposición y premonición para ella de que su amado Esposo, el Hijo de Dios, venga a deleitarse en ella. Y por eso dice a continuación:


Y pacerá el Amado entre las flores



        El alma quiere aquí indicar el deleite que el Hijo de Dios tiene con ella en esta sazón, e indica la palabra “pasto” ya que esta palabra da a entender una cosa que no solo da gusto, pero que además sustenta. Y así el Hijo de Dios se deleita en el alma en esos deleites de ella, y se sustenta en ella, esto es, persevera en ella, como en lugar donde grandemente se deleita, porque el lugar se deleita de veras en El. Y eso entiendo que es lo que Él mismo quiso decir por la boca de Salomón en los Proverbios, diciendo: Mis deleites son con los hijos de los hombres (8, 31); es decir, cuando sus deleites son estar conmigo, que soy el Hijo de Dios. Y es de notar que no dice que pacerá “las flores”, sino “entre las flores”, porque la comunicación suya y deleite del Esposo se produce en el alma mediante el arreo ya dicho de las virtudes, y lo que pace es la misma alma transformándola en sí, sazonada ya y guisada y salada con las flores de virtudes y dones y perfecciones, que son la salsa con que y entre que le pace; las cuales, por medio del Aposentador ya dicho, están dando a Dios  con el alma sabor y suavidad.

           Y esta es la condición del Esposo, pacer al alma entre la fragancia de estas flores. Y así también la esposa en los Cantares, como tan bien sabe la condición del Esposo, dice ella estas palabras: Dilectus meus discendit in hortum tuum al areolam aromatum, ut pascatur in hortis, et lilia colligat (6,1); que quiere decir: Mi Amado descendió a su huerto, a la erica y aire de sus especias aromáticas olerosas, para apacentarse en los huertos y coger lirios para sí; y luego dice: Yo para mi Amado, y mi Amado para mí, que se apaciente entre los lirios (2,16); lo que quiere decir: que se deleita en mi alma (que es el huerto), entre los lirios de mis virtudes y perfecciones y gracias.






lunes, 2 de julio de 2012

LA FLOR DE LA PASIÓN, SÍMBOLO DE LA REDENCIÓN DE CRISTO



DE LOS CUADERNOS DE MARÍA VALTORTA (24-8-1943)


LA FLOR DE LA PASIÓN, SÍMBOLO DE CRISTO




En esta maravillosa flor de la Pasión, se ven las cinco llagas de Cristo, y los tres clavos de las manos y los pies, ella simboliza el Sacrificio de la Cruz, con la irradiación de las gracias que se desprenden de él que es la acción purificadora y redentora del Sacrificio de Jesús, que se expande en todas las direcciones del orbe y que rescata a toda la Humanidad que era esclava de Satán. 

Este es el precio del rescate que tuvo que pagar Jesús - por culpa de la desobediencia de Adán y Eva, al comer del fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal, con la soberbia intención de ser iguales a Dios - para reparar la ofensa hecha a Dios, y así poder arrancar a la Humanidad de las garras de Satán, que por ese pecado, suscitado por él, se había adueñado de la Condición humana. Esta ofensa al Creador, es de una gravedad tal, que solo podía ser reparada por el mismo Dios, y esto es un razonamiento de Ciencias físicas, ya que la ley dice que para mover una masa determinada, hay que aplicar una fuerza proporcional a esa masa, y así, una ofensa hecha a Dios solo puede ser borrada por el mismo Dios, por una fuerza también divina que es la acción del Espíritu Santo.
Esta agonía de Jesús, estuvo agravada, como lo narra este relato, por la certeza de que esta dolorosa Pasión y muerte, iba a ser inútil para millones de seres, y que además se iba a producir en nuestros tiempos la destrucción espiritual de más de dos tercios de la humanidad, debido a la soberbia, la ira y la lujuria de los seres humanos.
Esta amarga realidad, era la que Satán recordaba insistentemente desde la agonía en el Huerto de los Olivos, que solo podía ser contrarrestada por Gabriel, el Ángel Consolador, cuando dio de beber a Jesús el Cáliz del  recuerdo de la cantidad de almas que serían salvadas por su tremendo Sacrificio, y que se lo iban a agradecer por toda la eternidad, con un júbilo indescriptible.





Dice Jesús:

Ánimo, María. Piensa que sufres los dolores de mi agonía. También Yo tenía muy mal los pulmones y el diafragma, y cada respiro, cada movimiento, cada latido, era un dolor añadido al dolor. Y no estaba como tú sobre una cama, sino cargado de un peso y por calles en cuesta. Y después suspendido, bajo el sol, con tanta fiebre que me golpeaba en las venas como si fueran infinitos martillos.

Pero no eran estos los dolores más graves. Lo que me eran más espantosos era la agonía del Corazón y del Espíritu. Y mucho más tormentosa después, la certeza de que para millones de hombres, mi sufrimiento era inútil. No obstante, esa certeza no ha disminuido en un átomo mi voluntad de sufrir por vosotros.

¡Oh! ¡Dulce sufrir, María porque ofrecido para reparación del Padre y por vuestra salvación! Saber que aquel signo que había quedado sobre vosotros, ofensa que hubiera sido eterna, de la raza humana a Dios, era lavada con mi Sangre, y que por morir os daba de nuevo la Vida. Saber que, pasada la hora de la Justicia, el Amor os hubiera mirado a través de Mí, inmolado con Amor. Todo esto injertaba una vena de bálsamo en el océano de la amargura tal que a su lado es poco menos que nada la mayor de las amarguras padecidas sobre la tierra desde que el hombre existe, porque sobre Mí, pesaban las culpas de toda una humanidad y la ira divina.

He dicho: “Sed semejantes a Mi que soy manso y humilde de corazón”. Lo he dicho a todos porque sabía que en esta imitación estaba la llave de vuestra felicidad sobre esta Tierra y en el Cielo.

Tenéis todas las calamidades que tenéis, porque no sois mansos y no sois humildes. Ni en las familias, ni en vuestras ocupaciones y profesiones, ni en el ámbito más grande de las Naciones. La soberbia y la ira os dominan y generan tantos de vuestros delitos.

El tercer agente de delitos es vuestra lujuria; esto os parece individual, pero este y los dos primeros implican a muchos, muchos y muchos individuos, continentes enteros, tales que trastocan la Tierra, solo con haber alcanzado la perfección del mal en el alma en unos pocos hijos de Satanás, que le obedecen para colmar de mieses malditas los graneros de su padre.

 Y en verdad, os digo que ahora es un momento en el que, por orden del padre de la mentira, sus hijos siembran entre las almas, que estaban creadas por Mí y que inútilmente he fertilizado con mi Sangre. Mieses más abundantes de cuanto pudiera concebir toda diabólica esperanza, y los Cielos se estremecen por el llanto del Redentor que ve la destrucción de los dos tercios del mundo de los cristianos. Y decir dos tercios es todavía poco.

He dicho a todos: “Sed mansos y humildes de corazón para ser semejantes a Mí”. Pero a mis benditos, amadísimos hijos, a los predilectos de mi corazón, a mis pequeños redentores, cuyo sacrificio que mana gota a gota da continuidad al fluir del manantial redentor que brota de mi Cuerpo desangrado, Yo digo, y lo digo estrechándoles al Corazón y besándolos en la frente: “Sed semejantes a Mí que fui generoso en el sufrimiento por el gran amor que todo me infundía”.

Más se ama y más se es generoso, María. Sube. Toca la cumbre. Yo te espero en la cima para llevarte conmigo al Reino del Amor.

Gloria al Padre; al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amen.




viernes, 29 de junio de 2012

LA VENIDA DEL ANTECRISTO; LA CONVERSIÓN DE LOS JUDÍOS Y LA RESURRECCIÓN FINAL


El Arcángel San Miguel, vencedor de Satanás



En este relato sobre la venida del Antecristo, se contempla como la decadencia espiritual de la Sociedad que entonces llegará a su máximo auge, necesitará la intervención directa de Dios, y provocará el fin del mundo, ya que Jesús solo ha venido una vez, y habiendo rescatado por su Pasión y Muerte a toda la humanidad, no permitirá que Satán se adueñe otra vez, como después del pecado de Eva, de la humanidad.

En el mundo actual, hay ya señales precursoras del fin del mundo, como son el relativismo, la teología de la secularización, la aparición en el seno mismo de la Iglesia de toda una serie de Prelados y Jerarcas, que anulan las Palabras de Jesús, o las interpretan a su manera, en un sentido hedonista.

Los Antecristos de los cuales hablaba San Pablo, son los lobos disfrazados de ovejas que se han introducido en la Iglesia, y que están apartando del camino de la Vida Eterna a las ovejas incautas con predicaciones y consejos que son contrarios al Evangelio.



DE LOS CUADERNOS DE MARÍA VALTORTA
 ( Daniel 12)


Dice Jesús:

“El Arcángel que derrotó a Lucifer y que guarda mi Reino y los hijos del mismo, será el que surgirá como signo celeste en el tiempo último. Será el tiempo en que Israel se unirá con la Roma de Cristo y ya no habrá más dos ramos del pueblo de Dios, o sea el bendito y el maldito por culpa de su deicidio, sino un único tronco, llamado de Cristo porque vive en Mí.
Entonces, dado que se habrá completado el número de los salvados vendrá la resurrección de la carne y los muertos, que yacen en los infinitos cementerios, en los desiertos, en los mares, donde quiera que repose uno que fue un hombre, se alzarán para venir a Mí, el Juez supremo, como la multitud dormida a la que despierta el toque del clarín que llama a asamblea.
¡Como te derramarás jubilosamente sobre mis bienaventurados ese día, oh Luz, tú que eres un atributo mío y que harás relucir como estrellas a los que conocieron la sabiduría y enseñaron y vivieron la Justicia!
El último periodo – tres años y seis meses – será el más tremendo     de los vividos por el hombre y en él Satanás, a través de su hijo, consumido por un supremo rencor – porque y ya no existirá la división entre los dos ramos del pueblo de Dios, la división que fue causa de tantos males 
materiales, morales y espirituales -, empleará sus perfectas, pero también últimas astucias, para dañar, a aarruinar, matar a Cristo en los corazones y matar los corazones destinados a Cristo.
Los Sabios comprenderán la artimaña de Satanás, las innumerables artimañas de Satanás, porque el que posee la verdadera Sabiduría está iluminado, y, por su fidelidad a la Gracia se volverán puros e indudables como el fuego, dignos de ser elegidos para el Cielo. Los impíos seguirán el Mal y practicarán el mal, pues no comprenden el Bien, dado que por espontánea voluntad colmaron su corazón de Mal.

Entonces vendrá el tiempo en que la Iglesia, mancillada más que nunca, ya no podrá celebrar el Sacrificio perpetuo y la abominable desolación se alzará en el Lugar Santo y en los lugares santos, tal como han dicho los profetas y como he repetido Yo, que nunca erro.
Dice Daniel: “Esta abominable desolación durará 1290 días. Bienaventurado el que espera y llega a 1335”.
Esto quiere decir que en los tres años y seis meses que precederán el fin, se reservará un breve tiempo  para que los fieles se reúnan con el fin de escuchar la última Palabra, que resonará en el espíritu de cada uno de ellos como invitación al Cielo, mientras Miguel con sus ángeles vencerá a Satanás y a sus demonios.
“Bienaventurado el que espera y llega a 1335 días”, quiere decir: “Bienaventurado el que persevere hasta el fin”, pues será salvado.

A ti te digo: “Ve hasta el plazo establecido (De tu tiempo de vida en la Tierra) y tendrás sosiego, y permanecerás en tu suerte hasta el fin de los días”.  


ET EXPECTO RESURRECTIONEM MORTUORUM ET VITAM VENTURI SAECULI. AMEN.