MENSAJE DE LA VIRGEN MARÍA

DIJO LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA:

“QUIERO QUE ASÍ COMO MI NOMBRE ES CONOCIDO POR TODO EL MUNDO, ASÍ TAMBIÉN CONOZCAN LA LLAMA DE AMOR DE MI CORAZÓN INMACULADO QUE NO PUEDO POR MÁS TIEMPO CONTENER EN MÍ, QUE SE DERRAMA CON FUERZA INVENCIBLE HACIA VOSOTROS. CON LA LLAMA DE MI CORAZÓN CEGARÉ A SATANÁS. LA LLAMA DE AMOR, EN UNIÓN CON VOSOTROS, VA A ABRASAR EL PECADO".

DIJO SAN JUAN DE LA CRUZ:

"Más quiere Dios de ti el menor grado de pureza de Conciencia que todas esas obras que quieres hacer"


A un compañero que le reprochaba su Penitencia:

"Si en algún tiempo, hermano mío, alguno sea Prelado o no, le persuadiere de Doctrina de anchura y más alivio, no lo crea ni le abrace, aunque se lo confirme con milagros, sino Penitencia y más Penitencia, y desasimiento de todas las cosas, y jamás, si quiere seguir a Cristo, lo busque sin la Cruz".

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miércoles, 17 de mayo de 2017

DURA ADVERTENCIA CONTRA LA IMPIEDAD DE LA EPÍSTOLA DE SAN PABLO A LOS HEBRÉOS




SAN PEDRO Y SAN PABLO LOS DOS PILARES DE
LA IGLESIA CATÓLICA



Los pastores y doctores de la Ley que han predicado incansablemente una doctrina relativista, para adaptarse a las modas de la sociedad actual, que es absolutamente permisiva, son los responsables de la degradación espiritual, y de la ausencia del Santo temor de ofender a Dios, que es un don del Espíritu Santo. No llegan a comprender que es el mundo el que tiene que adaptarse a la Ley de Dios, que es inmutable en su Doctrina, y quieren al revés adaptar a la Ley de Dios al mundo que en el transcurso del tiempo va siguiendo modas y costumbres que ahora nos parecen ridículas, de la misma manera que las modas de hoy parecerán ridículas en un futuro.  

Hace ya muchos años, Ricardo Franco, un conocido Jesuita, ya fallecido (R.I.P.), Doctor en teología por la Universidad Gregoriana de Roma y rector de 1.966 a 1.968 de la Facultad de Teología de Granada, teólogo, de los que saben Griego, Hebreo y Latín, y de los que publican multitud de libros, traducidos a muchas lenguas, escribió en una revista, que San Pablo tenía una visión Vetero-testamentaria, es decir anticuada, de la Ley de Dios. Lo cual es verdaderamente inaudito, y demuestra poca humildad, ya que cualquier religioso sabe que su Doctrina está inspirada por el Espíritu Santo, y por lo tanto despreciarla es despreciar a Dios, que la ha inspirado.

Le mandé una carta que no tuvo respuesta, en la cual le preguntaba: ¿Entre la visión de San Pablo, puesto por Dios como faro de la Iglesia pasada, presente y futura, y la interpretación personal suya, fruto de la moda de nuestros días, que quiere predicar al dios "relativista”, insensible al pecado, ¿Con cual hay que quedarse?
 






ADVERTENCIA CONTRA LA IMPIEDAD
De la Epístola de San Pablo a los Hebreos (Heb. 10, 26)


"Porque, si pecamos voluntariamente después de haber recibido el pleno conocimiento de la verdad, ya no hay más sacrificio por nuestros pecados, sino solo la terrible espera del juicio y el fuego vengativo que ha de devorar a los rebeldes.
 
Si el que quebranta la ley de Moisés es condenado sin compasión a muerte por la declaración de dos o tres testigos, ¿Cuánto mayor castigo no merecerá el que pisotee al Hijo de Dios, el que profane la sangre de la alianza con que fue consagrado, el que ultraje al espíritu de la Gracia? pues conocemos al que dijo:
 

Mía es la venganza;
Yo daré a cada uno según su merecido.

Y también:
El Señor juzgará a su pueblo.
¡¡Ha de ser terrible caer en manos del Dios vivo!!"











martes, 16 de mayo de 2017

INTERPRETACIÓN MÍSTICA DE LA ALEGORÍA DE LA VEJEZ (Sirac 11, 9-10. 12, 1-8)




Sta Teresita del Niño Jesús con 4 años, relatando sus practicas
 de Virtud con su hermana Celina





Alégrate, muchacho, mientras eres joven, y que tu corazón sea feliz en tus años juveniles. Sigue los impulsos de tu corazón y lo que es un incentivo para tus ojos; pero ten presente que por todo eso Dios te llamará a juicio.
Es el momento de seguir los impulsos que te incitan a conocer y aprender, para que puedas adquirir experiencia en la lucha que tendrás que mantener para lograr tu subsistencia,  mundo lleno de oportunistas, que está plagado de mentiras, y de gente que siempre se aprovecha y abusa de los indefensos. Se trata de disfrutar decentemente de la vida, siguiendo las Leyes de Dios. Pero existe siempre una limitación al disfrute de los deseos, por eso dice el libro de Sirac de tener cuidado, porque Dios, que aborrece el pecado, pedirá cuenta de todos tus actos.

Aparta de tu corazón la tristeza y aleja de tu carne el dolor, porque la juventud y la aurora de la vida pasan fugazmente.
Consejos muy acertados: la Juventud es para vivirla con alegría, ya que un joven triste será toda su vida un amargado, Por eso no solo en los humanos y también en los animales, el Creador ha puesto el poderoso instinto que los empuja al Juego, que es como “cargar las baterías” de la vida para así poder afrontar todas las dificultades venideras.

Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que lleguen los días penosos y vengan los años en los que dirás: "No encuentro en ellos ningún placer"; antes que se oscurezcan el sol y la luz, la luna y las estrellas, y vuelvan las nubes cargadas de lluvia.
La juventud es como una primavera, donde todo sonríe, esto lo vemos en la alegría de los niños, que siempre están felices, pero luego vendrá el verano y el otoño de la vida, donde los cinco sentidos corporales, que comunican al alma los sentimientos, empezarán a “desgastarse”, haciendo perder al hombre sus facultades, perdiendo poco a poco la intensidad del sentido del gusto, de la vista, del oído y del olfato, y debilitando sus fuerzas, lo que se traduce en las nubes cargadas de lluvia, preludio del Invierno, que es el final de la existencia humana.

En aquel día temblarán los guardianes de la casa y se encorvarán los hombres vigorosos; se detendrán las moledoras, que ya serán pocas, y se oscurecerán las que miran por las ventanas; se cerrarán las puertas de la calle, mientras declina el ruido del molino; cesará el canto de los pájaros y enmudecerán las que entonan canciones.
Los guardianes de la casa que son las tres potencias del alma, la memoria, el entendimiento y la voluntad, se debilitarán, que le ocurrirá hasta los hombres vigorosos, las moledoras que son los dientes, serán pocos, los ojos que son las que miran por las ventanas, perderán su acuidad visual, las puertas de la calle cerradas son el impedimento de los ancianos para desenvolverse en este mundo; no se percibirán los sonidos que es el declinar el ruido de los molinos, ya no se oirán por eso el canto de los pájaros, ni se podrán oír las canciones.

       Entonces se temerán las cuestas empinadas y los terrores acecharán por el camino. El almendro estará florecido, se pondrá pesada la langosta y la alcaparra perderá su eficacia. Porque el hombre se va a su morada eterna, mientras las plañideras rondan por la calle.
 Las fuerzas que han declinado por la vejez, hacen temer las cuestas empinadas, el miedo para enfrentarse a cualquier imprevisto, ante la falta de las fuerzas aumentará, el pelo se volverá blanco, como un almendro en flor, los ruidos en los oídos, que son como el sonido de la chicharra, se oirán en los oídos que son las alcaparras. Es la vida humana que se apaga, con los sufrimientos y las molestias de la vejez, comparadas a plañideras que rondan la calle.

       Sí, acuérdate de él antes que se corte la hebra de plata y se quiebre la ampolla de oro, antes que se haga pedazos el cántaro en la fuente y se rompa la cuerda del aljibe; antes que el polvo vuelva a la tierra, como lo que es, y el aliento vuelva a Dios, porque es él quien lo dio.
 Es entonces cuando el hombre tiene que prepararse para el encuentro con Dios, antes que sobrevenga la muerte, que ocurre cuando la hebra de plata se corta por mandato de Dios, liberando el alma que está contenida en esa ampolla de oro, que al romperse, retorna a su Creador, cuando se haga pedazos el cántaro que es el cuerpo mortal, al romperse la cuerda del aljibe, que es el que traía al alma el agua de la fuente de Vida. 


¡Vanidad, pura vanidad!, dice Cohélet. ¡Nada más que vanidad!



ACLARACIÓN DE JESÚS SOBRE LA VISIÓN DEL COSMOS




LA CONSTELACIÓN LLAMADA "EL OJO DE DIOS"






            La visión del Cosmos, relatada de una manera humana, es siempre imperfecta, a pesar de la ciencia que comunica la observación y el estudio. A ese efecto, relatan la trayectoria de algunos astros o cometas, que tienen trayectorias rectas, que se deslizan como serpientes, o que tienen recorridos sinuosos. Esto parece contradecirse con la Ciencia, que dice que la trayectoria de los astros sigue siempre unas leyes, que son una curva cónica como puede ser una parábola, una elipse o una hipérbola.

           Por esa razón, interviene ahora Jesús, explicando de una manera racional y exacta, sin que la Ciencia humana pueda contradecir alguna de sus palabras, lo que demuestra de una manera inequívoca que es realmente Él que habla, y que es el autor de todo lo que existe en el Universo, además, aclara magistralmente, la diferencia tan abismal que existe entre la creación material, perecedera, y en contigua agonía por el gasto y la degradación de la materia, y la Creación espiritual, indegradable y eterna.

          Esto es lo que explica tan bien San Juan de la Cruz, cuando dice: toda la belleza del mundo, comparada con la belleza de Dios es suma fealdad, toda la Ciencia, suma ignorancia, toda la riqueza, suma pobreza, y toda la gracia suma desgracia. El mundo pues al ser la imagen de Dios, es como un espejismo, que refleja de cierta manera al Creador, pero es como un mundo virtual, que está pero que no existe, ya que un día desaparecerá, mientras que Dios y la Creación espiritual permanecerán para siempre. Está escrito en la Epístola: “Nadie vio, nadie oyó, ni cayó en mente humana lo que Dios tiene reservado para sus elegidos”

        El mundo es pues un sueño de Dios, que se produce el séptimo día de la Creación, que es cuando Dios descansó, y digo que es un sueño, porque cuando soñamos, se producen acontecimientos en los cuales no interviene nuestra voluntad.

        En cierta manera el mundo es también una mentira, porque el reloj, indicando la hora miente continuamente, mientras que en la Eternidad, que es el “Medio día”, como lo dice San Juan de la Cruz, citando el Cantar de los Cantares de la Biblia, el reloj está parado a las doce y por eso no miente nunca. Eso es lo que pregunta al alma esposa al Divino Esposo: "Amado de mi alma, dime donde te apacientas y te recuestas al medio día" explicando San Juan de la Cruz que al medio día, que es la Eternidad, Dios Padre solo se recuesta en su divino Hijo Jesús con el amor del Espíritu Santo. Esta mentira del mundo, que es el tiempo, que es necesario para la recreación del alma, permite por eso la presencia de Satanás, que es el padre de la mentira, y que es necesario para esa recreación, ya que es el catalizador que separa los dos componentes que son el bien y el mal presentes en cada ser humano.




De los cuadernos de Mª Valtorta
  
          Dice Jesús:

          “Y ahora Yo te hablo:
           Te he mostrado solamente un ángel, un simple ángel. No era un serafín, un querubín, ni un arcángel. Era solo un ángel, diría que era el más pequeño, y te lo he mostrado para hacerte comprender que es un ángel común en las filas que exultan en el Cielo. Y has visto cómo su luz, que otorga un cuerpo etéreo a su esencia hecha solo de espíritu, ha ofuscado la luz de todos los astros juntos.

          Con el deseo de mi Pensamiento, he llamado a un ángel y ha venido desde el más lejano Empíreo, y entre mi llamado y el momento en que se ha postrado a mis pies, no ha pasado ni siquiera una fracción de tiempo que llamáis segundo.

          He querido esto para demostrarte cómo, los que creen ser sabios porque conocen los dogmas de la ciencia humana, no siempre exactos y nunca completos, y se creen dueños de un océano de luz, de verdad y de belleza, en realidad poseen solo una partícula de los mismos, y para colmo, unida a muchas escorias.

            Has dicho: “¡Cuántos misterios hay aquí arriba!”.
          Es así, ¡oh estrellita de tu Maestro! La vida no se detiene en esta creación. No se detiene en ninguna parte de ella. Y no se detendrá hasta que Yo haya dicho: “¡Basta!” y cambie, como está establecido en mi Pensamiento, los aspectos y las leyes que hace miles de siglos he dado a la Vida.

          Vida es la del éter, que con su ligera solidez facilita la carrera de los astros y sostiene su peso y que con su composición y frigidez permite la perfección cada vez mejor de los mismos hacia ese límite máximo que he establecido para cada vida. Aquí se obedece mi voluntad. Vida es la de los astros y planetas que, partiendo de nebulosas que podíamos llamar fetos de astros formados en el amplio seno del éter, van solidificándose lentamente, se nutren como voraces bocas del mismo modo que un niño arrebata alimento y zumo del seno de la nodriza. La misma insomne carrera de todas estas vidas estelares  permite al fluir de ellas de moléculas – gases y metales – que encienden las nebulosas y en el fuego se funden con el núcleo primitivo y se hacen cada vez más concretas y, al final, la llama se convierte en fuego y el fuego en astro. Se suceden esponsales y nacimientos, nacimientos y esponsales, y muerte de astros longevos  que, al disgregarse en la última convulsión vital, se hacen núcleos de otras vidas, latentes en el gran río de la Galatea. No hay una siquiera que no tenga una misión de amor también para vosotros, que estáis lejos, a distancias de miles de millones de kilómetros; para vosotros que estáis aún más lejos, porque ya no sabéis “ver” con los ojos de hijos de Dios.

          Te he mostrado ese polvo de astros, que es polvo respeto al fulgor de mi ángel. Más, ¡oh pequeña hija a quien alzo los velos del misterio para hacer olvidar la Tierra y enamorarse de cada vez más de mi Patria!, ¿Cómo hemos de llamar el polvo de los que son grandes solo en cuanto al orgullo, de los que llevan el nombre de hombre?

            ¿A esos podría decirles: “Mirad”? No, pues no verían. Y  no creerían aunque les hiciera ver por un milagro de Mi Potencia. Han masticado el pan y el fruto de su soberbia y de la ciencia humana. Y se han enloquecido. Di y doy páginas de verdad y de santidad. Más, para muchos, caen por los suelos como briznas de mísera paja. Los “hombres” – démosles el título de nobleza de acuerdo con el concepto que ellos tienen – no se cuidan de estas palabras.

    “Hombre” debería querer decir: “hijo de Dios, hecho a imagen y semejanza del Padre en los pensamientos, en los afectos, en los actos, en los impulsos, en los deseos”. Los hijos son así. En cambio, actualmente “hombre” significa “el animal más soberbio, más vacuo, más cruel, más fútil, más contrario a Dios”. Cree serlo todo. Es una nada. Lo es porque es solamente “hombre” y ya no es más “Hijo de Dios”.

  ¿Dónde está el espíritu del hombre? ¿Quién lo posee aún?
Hija, dejemos a estos infelices librados a su triste suerte, a la que intentamos arrebatares con el Amor. Solo el Amor puede lo que ninguna otra cosa puede. Más, aún que sea “potente”, a menudo queda impotente porque choca contra una soberbia que permanece impertérrita ante todos los ataques del Bien.

     Se creen dioses porque tienen en los labios el agresivo fruto del saber humano. Adán que se perdió por querer conocer, por querer conocer para convertirse en “dios” (Gn 3, 1-7), no muere. Sus tendencias renacen en cada uno de los hombres.

Ven. Que a los Hijos de la Luz, a los Hijos de Dios, sea dado el pan y el fruto de la Verdad y la Sabiduría, que no se refieren solo a lo que es inherente a Dios, sino también a todo lo que existe en el Universo, puesto que todo vino de Dios.

Aspira al Cielo. Aquí ya no habrá disonancias entre ti y los que estén a tu lado. Aquí, ya no habrá contrastes entre tu desear y tu tener. Aquí descansarás feliz y regocijada. Aquí me tendrás… Si el tenerme en medio de las constricciones de tu condición de ser viviente en la Tierra te proporciona el gozo que te exalta, considera qué significará tenerme ya sin más límites.

La vida pasa. El Cielo llega. El dolor muere. La bienaventuranza permanece. Los que me amaron y me sirvieron serán las estrellas eternas cuando todos los astros hayan muerto en el final de la Creación. serán mis estrellas…”.






         





miércoles, 10 de mayo de 2017

ALEGATO CONTRA LA IDOLATRÍA ACTUAL QUE PRESCINDE DE DIOS: DEL LIBRO DE LA SABIDURÍA (13-1,9)


Andromeda, la galaxia más próxima a nosotros, está a 2.500.000 años luz, tiene una anchura
de 220.000 años Luz, y tiene billones de estrellas.


Hay que ser verdaderamente insensatos y obstinados, después de ver la inmensidad del universo para no querer ver la mano de un Ser infinito que lo ha creado. Es increíble que los científicos que razonan por pura lógica y que saben que una obra es proporcional a la capacidad del ser que la crea, no quieran admitir que Dios es infinito y en consecuencia eterno porque existe una relación entre la dimensión y el tiempo ya que para crear una dimensión ilimitada hace falta un tiempo también ilimitado.


DEL LIBRO DE LA SABIDURÍA



Totalmente insensatos son todos los hombres que no han conocido a Dios, los que por los bienes visibles no han descubierto al que es, ni por la consideración de sus obras han descubierto al artífice.

El mundo admira la insensatez de muchos científicos actuales, que no quieren ni oír hablar de Dios. Miran la naturaleza, que canta la Gloria de Dios, y no lo admiten, dicen que se basan en el razonamiento científico, pero anulan una premisa filosófica, sin la cual es inútil seguir dialogando, es la que afirma que cada efecto obedece a una causa.

En cambio, tomaron por dioses, rectores del mundo, al fuego, al viento, al aire sutil; a la bóveda estrellada, al agua impetuosa y a los luceros del cielo.

Admiran y veneran a los políticos, a los artistas, a los deportistas de éxito, a los científicos, que estudian las ciencias naturales, a los astrónomos, que escudriñan el cielo, a los fenómenos terrenales y astrales. Y llegan a razonamientos tan absurdos como la afirmación de que la materia se auto-crea ella misma, y que nunca se destruye, basándose en la afirmación científica de que la energía no desaparece, pero que se transforma. Ley que es verídica, pero que implica la degradación y el no retorno de la materia a su estado original. 

Y, si embelesados con su hermosura, los tuvieron por dioses, comprendan cuánto más hermoso es el Señor de todo eso, pues fue el mismo autor de la belleza el que los creó. 

Se dedican a mirar y a preservar a la naturaleza, pero no lo relacionan con el Creador, ni lo llegan a admirar por su grandeza, y su increíble belleza, siendo como las bestias, que son indiferentes ante la hermosura de todo lo creado, y son incapaces de alabar a la Sabiduría de Dios.

Y si tal poder y energía los llenó de admiración, entiendan cuánto más poderoso es, el que los formó; pues, en la grandeza y la hermosura de las criaturas se deja ver, por analogía, su Creador.

Se llenan de admiración hacia todo lo creado, pero en su ciencia no lo quieren relacionar con su Creador, creyendo que van a desvelar todos los misterios, queriéndose poner a la altura de Dios.

Estos, con todo, merecen más ligero reproche, porque quizás se extravían, buscando a Dios y queriendo hallarlo.

Algunos, son de buena fe y buscan sinceramente a Dios, pero por la presión ambiental y mediática, no encuentran respuesta a sus dudas y nadie les da ninguna aclaración a sus preguntas.

Se mueven entre sus obras y las investigan y quedan seducidos al contemplarlas, ¡Tan hermosas son las cosas que contemplamos!

E investigando, se quedan maravillados por la grandeza y la hermosura de la Creación, y a pesar de ver las leyes que las rigen, no van más allá; y se creen que lograrán encontrar una explicación finita a lo infinito, lo que es una aberración.

De todas formas, ni siquiera estos son excusables, porque, si fueron capaces de escudriñar el Universo ¿Cómo no hallaron primero al que es su Señor?

Pero de todas formas son unos insensatos, porque la razón natural, les clama que tiene que haber un sumo Hacedor, y una suma inteligencia que nos sobrepasa. Y todos los paleontólogos evolucionistas, que nunca quieren hablar de Dios, siempre tropiezan con dos muros infranqueables:

-¿Quien hizo el primer elemento de la creación, que luego fue evolucionando para adaptarse al medio?

-¿A donde va el hombre, y cual es el final de todo lo creado?

Respuesta: Dios lo creó todo en siete días, que simbolizan siete fases; moldeó el hombre en un largo periodo de tiempo, que para el hombre es una eternidad, pero que para Dios, es solo un instante. 

Ese ser se llamó hombre, cuando Dios le insufló el alma eterna e inmortal, dotada de una conciencia que es capaz de compadecerse de sus semejantes, la cual le repite sin cesar: "No hagas a los demás lo que no quieres que te hagan a ti". 

Conciencia que no tienen los animales, que solo son autómatas, programados por Dios y que son incapaces de compadecerse de los que sufren, y menos aún de prestarles ayuda. Fue el Santo Espíritu de Dios que insufló en los animales su afán para alimentar a sus crías y para defenderlas de sus enemigos, no lo hacen por compasión o amor, sino por instinto.




jueves, 4 de mayo de 2017

PARA LOS QUE PREDICAN QUE TODOS SOMOS HIJOS DE DIOS, EN VEZ DE DECIR QUE MIENTRAS HAYA VIDA, TODOS PODEMOS ALCANZAR LA FILIACIÓN DIVINA

EL HOMBRE TIENE QUE ESCOGER ENTRE EL AMOR Y EL ODIO
Bella imagen del ángel tenebroso, teniendo en sus manos un dragón,
que es el odio; y el ángel de Dios, teniendo en su mano
 una preciosa ave, que es el Amor



         Este discurso del Ángel Azarías es para mí - aparte de la Biblia, y sobre todo de las Palabras de Jesús en el Evangelio, con las Epístolas de los Apóstoles -, el más sublime de los que se han pronunciado, y que han sido oídos por un ser humano. Estas palabras son una verdad que "muerde" a toda la retahíla de progresistas que predican insistentemente la Doctrina "descafeínada" de los teólogos progresistas tipo Hans Küng, Massiá, Queiruga y tantos otros que son los abanderados de la teología de la secularización, del relativismo, y del inmovilismo con sus discursos anestesistas: "Dios te quiere como eres, hagas lo que hagas, Dios siempre te querrá, ¡hay que estar a gusto con sus pecados!".

          El Ángel de la Guarda de María Valtorta, explica claramente que cuando se odia, se corta como con un cuchillo la unión con Dios, y el alma muere y se vuelve putrefacta, solo el arrepentimiento profundo y sincero opera el Milagro de Dios, que resucita el alma, hecho que solo es posible en esta Tierra cuando el trigo aún no ha madurado y está mezclado con la cizaña sembrada por Satanás, como lo dice el Evangelio.


PALABRAS DEL ÁNGEL AZARÍAS A LOS RELATIVISTAS (23-6-1.946)


           [...] El temor de Dios preserva de las culpas y dota de vista segura al espíritu del hombre, y el espíritu que "ve" no puede dejar de creer en Dios y en sus Palabras y, de esta suerte salvarse de la muerte espiritual. Juan, el Precursor, predicaba el temor de Dios para descombrar los caminos al Cristo que venía a salvar a su pueblo. Jesús, el Salvador, predicó el amor por los caminos de la Salvación.

             El temor precede siempre al amor; y diré así, la incubación del amor es la metamorfosis del sentimiento en un grado más elevado. El temor es todavía del hombre mientras que el amor es ya del espíritu. El hombre que teme a Dios se halla, a no dudar en el buen camino siempre que su temor a Dios sea justo, es decir, que no sea un ignorante e irracional miedo de Dios, más con todo, es siempre un camino trillado por quien no han desplegado las alas para volar a un desconocimiento más alto de lo que es Dios, esto es: Misericordia y Amor. El hombre que teme sigue sintiéndose el castigado por la culpa antigua y las suyas actuales. En cambio el hombre que ama, se siente el "perdonado" por los méritos de Cristo y revestido con ellos, de modo que el Padre ya no lo ve como súbdito, sino como hijo. El temor es bueno para tener sofrenada con las riendas a la materia; más el Amor es óptimo para dotar de calor de santidad al espíritu.

       Con solo el temor, el culpable se arrepiente; más su arrepentimiento es todavía mudo y oscuro al estar sofocado, cual llama bajo el celemín, por el temor al Dios Juez. El culpable que al temor añade el Amor, suspira y su alma se encuentra ya en una luz que le ayuda a hablar al Padre y a ver su estado espiritual porque, no ya las culpas graves, pero también las veniales e imperfecciones se le presentan cual pobre capa de hierba bajo árboles altísimos y, a su vista, puede, no solo talar los árboles, más también arrancar los brotes, limpiando así el terreno para sembrar en él las virtudes gratas a Dios.

               Por tanto el culpable cuya fortaleza estriba en el amor, no solo posee el arrepentimiento perfecto - porque se arrepiente, no ya por temor al castigo, pero por la pena de haber causado pena a su Dios amado - sino que en el mismo amor tiene su absolución primera. Y en verdad, pocas veces aquel que ama con todo lo que esto es, llega a las culpas mortales. Solo un asalto imprevisto y feroz de Satanás y de la carne podrán abatirle momentáneamente. Más en general, el amor preserva de caer y cuanto más fuerte es, tanto más débil será el pecar, lo mismo en número que en gravedad, hasta ir menguando el pecado, quedan solo imperfecciones apenas aparentes en aquellos que alcanzaron el perfecto amor, es decir la Santidad.

               El Apóstol Juan, el bendito y amoroso Juan, os da en la Epístola la medida de lo que puede la caridad y las cumbres que alcanza. Y, en contraposición, os hace ver el abismo en que se precipita quien no tiene la caridad:

"Nosotros sabemos haber sido transportados de la muerte a la Vida porque amamos a los hermanos"-

                ¡De la muerte a la Vida! María, ¡que frase tan lapidaria!  El hombre, si no ama, ha muerto, es un muerto. Y si ama, el hombre, tras haber sido muerto, resucita y adquiere la Vida. ¿Como puede ser? ¡Esto es un verdadero milagro! Los pobres, los verdaderos pobres del mundo, es decir aquellos que no conocen a Dios, no pueden asimilar esa verdad y se ríen de ella, como palabras de locos. Más el que cree, el que realmente cree la comprende perfectamente.

              Dios es caridad, por eso el que ama está en Dios ¿Quien es el que da y devuelve la vida? Dios. Sea que traiga al hombre del barro y lo vivifique con el aliento divino espirando sobre la forma de creta, sea que coopere a la formación de los hombres creando un alma para el embrión animal que fue concebido en un seno, el alma: la vida del hombre que no es un bruto y que, sin esta vida de su existencia, no estaría ni materialmente vivo porque a él para estarlo, no le basta tener como los animales, la respiración en las narices sino que debe poseer esta alhaja espiritual, esta vena espiritual que le mantiene unido al Seno Santísimo de su Creador y nutrido por el que es Espíritu, Luz, Sabiduría y Amor. Y sea por fin a aquel que entregó su alma, el que la vuelva a infundir resucitándolo, es siempre el "Quiero" Divino el que hace vivir a la criatura.

    Y quiero aquí añadir unas observaciones personal: efectivamente el mono dicen que comparte el 99% de los genes del ser humano, pero el mono al no tener alma es un ser virtual, es decir un espejismo, porque para Dios que es eterno, solo lo importante es lo que es también eterno, ya que está escrito que Dios hizo el hombre a su imagen y semejanza, naturalmente la mayoría de los antropólogos obcecados y soberbios, que siendo finitos quieren explicar la Creación que es infinita, consideran el mono como un ser humano y algunos están empeñados en clasificarlos en esa categoría.

           El alma humana puede por el pecado morir, pero en este mundo gracias a la Comunión de los Santos, gracias a las oraciones de los hermanos, puede lograr en esa alma abrir un resquicio para que penetre en ella la Luz divina, y lograr el arrepentimiento que es la sublimidad del amor, en ese caso Dios puede resucitar al alma muerta y devolverle la Vida, hecho que será imposible a la muerte de la persona, porque la mies estando segada no puede volver a crecer, y el trigo irá en los graneros de Dios y la cizaña al fuego eterno, como así lo explica Jesús.

           Mas la criatura  tiene una vida en su vida: su alma, y esta que, al ser inmortal, no muere por la muerte física, puede muy bien morir si, como antes he dicho, se separa del seno de su Señor. El odio, cualquiera que sea su forma y testimonio, es el cuchillo que corta la ligadura que une el Señor con el alma, una vez separada del Señor, muere.

            Por eso únicamente la caridad es la que de los muertos hace vivos. Porque sin Caridad estáis muertos. Y muertos estaban muchos, y más antes que la Caridad hecha Carne viniera a enseñar el Amor como Salud.

        Por eso puede muy bien decir el Apóstol Juan, que los verdaderos cristianos han sido trasladados de la muerte a la Vida por la Caridad que tiene su mandamiento de amar a los hermanos hasta el holocausto, dando así el ejemplo del Amor perfecto. El mandamiento del Amor, que los buenos acogen, es como el soplo de Vida inspirado al barro para hacer de él a Adán, o el Fiat que se repite en cada infusión del alma en un germen de hombre y, sobre todo, como el grito del Resucitador: "¡Yo te lo digo: levántate!" y el "¡Lázaro, ven afuera!" a los resucitados de Palestina.

              Dios, que vuelve a entrar con el Amor, devuelve la Vida a los muertos mediante el Amor. Más el que no ama continúa en la muerte, esto es en el pecado, porque el pecado en todas sus formas es odio. El hijo que no respeta a sus padres y los oprime con exigencias y egoísmos, el que daña a su prójimo con la violencia, el hurto, la calumnia y el adulterio es un homicida. Lo es igualmente al que hace morir de vergüenza o de dolor, lo mismo que quien lleva las almas a la desesperación con actos que le arrebatan la paz, la fe, el honor, la estima y el medio de trabajar, de vivir y de procurar la vida a sus familiares, como también el que con su ferocidad sanguinaria o sutiles persecuciones morales lleva a hacer desesperar de Dios y a morir odiándole, son homicidas de sus hermanos y es como si tratasen de matar a Dios en una nueva crucifixión, porque Dios está en vuestros hermanos y vuestros hermanos en Dios del que son hijos, y el homicida de sus hermanos, aquel que, material, moral o espiritualmente odia a sus hermanos, no hiere tan solo a estos sino que, a través de ellos, hiere también a Dios y, como todos los deicidas, está muerto. 

               En el Reino de Dios, no entran los muertos. El Reino de Dios se inicia en el espíritu del hombre sobre la Tierra mediante la unión de Dios y se completa en el Cielo con su plena posesión. Aquí en la Tierra, Dios en vosotros; y en el Cielo vosotros en Dios. Más Dios no entra en la putrefacción de muerte y la putrefacción de muerte no entra en el Cielo.

 En la Jerusalén Eterna, como no habrá Templos "Porque su Templo es el Señor en el que todos estaremos"; como no habrá necesidad de sol ni de luna porque su esplendor es Dios y su luminaria el Cordero; como no habrá puertas por no ser necesarias para Ella, ni Tiniebla para odiarla; así tampoco habrá en ella nada impuro y corrompido, nada muerto sino que tan solo estarán quienes hayan escrito sus nombres en el libro de la Vida, o sea en la Caridad que es la Vida. "En eso conocemos la Caridad de Dios: en que dio su Vida por nosotros".

domingo, 30 de abril de 2017

JESÚS RELATÓ A LOS DISCÍPULOS DE EMAÚS TODAS LAS PROFECÍAS QUE SE REFERÍAN A ÉL


EL CAYADO QUE ABRE LAS AGUAS, SIMBOLIZA LA CRUZ DE CRISTO QUE
ABRE LA VÍA ESPIRITUAL AL ALMA, APARTANDOLA DE
 LAS MENTIRAS DEL MUNDO, QUE ES EL MAR ROJO


            Entonces dijo Yahveh a Moisés: “Mira, te he constituido como un Dios respeto a Faraón, y Aarón, tu hermano será tu profeta. Tú le expresarás cuanto te ordene, y Aarón, tu hermano, hablará a Faraón para que deje salir de su País a los hijos de Israel". (Ex. 7-1,2) 

            Toda la Historia del Éxodo es una imagen profética que anuncia la futura Salvación del Género Humano por el Mesías Jesús-Dios. Y así como Moisés, el símbolo de la naturaleza Divina de Cristo, no podía expresarse al Faraón, por su dificultad para hablar (Mira, te he constituido como un Dios respeto a Faráon), tuvo que asociarse con su hermano Aarón (tu hermano será tu profeta), símbolo de su naturaleza Humana. 

       Ambos tuvieron que enfrentarse al Faraón para liberar al Pueblo Judío de la esclavitud, Jesús-Dios tuvo que enfrentarse a Satán y a sus secuaces, para liberar a la Humanidad, esclava del pecado, con sus dos naturalezas: La Humana y la Divina. 

          Y de la misma manera que Yahveh dotó a Moisés de su cayado, el arma adecuada para derrotar al Faraón, Dios Padre dotó a Jesús de una arma aún más poderosa: La Cruz, en donde rescató a la humanidad entera, y digo más poderosa porqué el cayado solo rescató al Pueblo Judío, mientras que el rescate de Jesús es un rescate a nivel Universal. 


PRIMERA PROFECÍA
el cayado transformado en serpiente

            Luego habló Yahveh a Moisés y Aarón, diciendo: “Cuando Faraón os hable de este modo: “¡Presentad en vuestro favor un portento!” diréis a Aarón: “Toma tu cayado y arrójalo ante Faraón”, y se convertirá en serpiente.” 

          Llegaron, pues, Moisés y Aarón a Faraón y obraron conforme había ordenado Yahveh. Aarón arrojó su cayado ante Faraón y sus servidores y se trocó en serpiente. Entonces, Faraón convocó también a los sabios y magos, y también ellos, los adivinos de Egipto, hicieron lo mismo mediante sus sortilegios. Cada uno arrojó su cayado, los cuales se convirtieron en serpientes; pero el cayado de Aarón se tragó los cayados de ellos. (Ex. 7-8,12) 

          El cayado de Moisés-Aarón se transforma en serpiente, y los magos del Faraón hacen lo mismo con sus bastones, pero la serpiente de Moisés-Aarón devora a las serpientes de los magos. 

        El significado profético dice que la Cruz y Cristo es, al igual que el árbol del jardín del Edén, el reclamo para atraer a los hombres a la salvación, pero los enemigos del alma, a su vez, con el permiso de Dios, por razones de equidad, son capaces ellos también de presentar a los ojos de los hombres, otros atractivos para apartarlos de Dios. 

         Pero el Hijo de Dios vencerá todas las seducciones del mundo que se ofrecen a sus elegidos, eso es lo que está simbolizado por la serpiente de Moisés-Aarón, que se enfrenta a las de los magos y acaba tragándoselas.



SEGUNDA PROFECÍA: la travesía del mar rojo 

         El Ángel de Elohim que marchaba delante del ejército de Israel movióse y pasó detrás de ellos. También la columna de nube se retiró de delante y se colocó detrás de aquellos. Metiose, pues, entre el real de Egipto y el real de Israel. Ahora bien, resultó que la nube vino a oscurecer y a iluminar la noche, de suerte que no se acercó el uno del otro de los ejércitos durante la noche. (Ex. 14-19, 20) 

        Esto es precisamente lo que ocurre al alma que ha sido rescatada y que toma el camino de la Salvación: El enemigo trata por todos los medios a su alcance de que no se le escape, atravesando el mayor obstáculo que encuentra hacia la tierra prometida que es la Vida Eterna: la frontera entre el hombre-animal y el hombre-ángel: el infranqueable mar Rojo. 

          El Ángel del Señor que guiaba el alma, es el que se interpone entre ella y Satán; y la columna de humo que es la Santa fe que la guía, se interpone para oscurecer es decir, apagar el atractivo del mundo, y al mismo tiempo iluminar, enseñándole al alma todas las mentiras y los peligros del mundo, impidiendo que el enemigo muy superior al alma, pueda volver a esclavizarla. 

          Dijo entonces Yahveh a Moisés: “¿Por qué clamas a mí? ¡Dí a los hijos de Israel que emprendan la marcha! Tú alza tu cayado, extiende tu mano sobre el mar e hiéndelo para que los hijos de Israel penetren en medio del mar a pie enjuto. (Ex. 14-15,16) 

           Entonces, Cristo ruega al Padre Eterno, que indica que, al estar alzado el cayado, que es la Cruz con su sacrificio, y con su mano, es decir con su ejemplo y su doctrina, hendirán el mar, lo que significa apartar todas las mentiras y las seducciones que obstaculizan al alma, para permitirle tomar el camino de la tierra prometida, aniquilando por completo el poderoso ejército enemigo. 

       El alma, victoriosa de sus enemigos, puede entonces emprender su camino hacia la tierra prometida, dándose cuenta del poder de su Dios, y recobrando fuerzas para el largo camino que aún le espera, e ignorando las dificultades y las trabas que aún tendrá que vencer para alcanzar la tierra prometida. 

          Aquí hay que anotar el canto de la profetisa María, que la Escritura identifica como hermana de Aarón, es la viva imágen de la Stma. Virgen María, hermana de Aaron, que era la naturaleza humana de Jesús, la que le comunicó al Redentor esa naturaleza humana, curiosamente es también hermana de Moisés, pero no lo menciona la Escritura para querer afirmar que La Virgen María es la que comunicó a Jesús su naturaleza humana: 

          Entonces María, la profetisa, hermana de Aarón, tomó el adufe en su mano y todas las mujeres salieron tras ella con adufes y en coros. María les entonaba: 

“¡Cantad a Yahveh, pues se ha henchido de gloria, 
Al caballo y su jinete ha sumido en la mar!” (Ex.15-20,21) 

TERCERA PROFECÍA: El agua amarga de Mará. 

         Llegaron a Mará, mas no pudieron beber las aguas de Mará porque eran amargas. Por eso se le llamó con el nombre de Mará (=amargura). El pueblo murmuró contra Moisés, diciendo: “¿Qué vamos a beber?” Moisés clamó a Yahveh, y Yahveh le señaló un madero para que lo lanzara al agua, y las aguas se tornaron dulces. Allí Yahveh le impuso al pueblo ley y derecho, y allí le puso a prueba. 
       Dijo: “Si escuchas atentamente la voz de Yahveh, tu Dios, obras lo recto a sus ojos, das oído a sus mandatos y observas todas sus leyes, no te impondré ninguna de las dolencias que impuse a los egipcios, porque yo soy Yahveh que te curo.” 

      Luego llegaron a Elim, donde había doce fuentes y setenta palmeras, y acamparon allí junto al agua. (Ex. 15-23, 27) 


       Todas las pruebas y dificultades de la vida, con sus sufrimientos correspondientes, simbolizadas por las aguas amargas de Mará, quedan aliviados por el madero que simboliza la Cruz de Jesús-Dios, la cual quita el amargor de todas las cruces de este mundo, y las vuelve dulces, al compararlas por la Santa Cruz y los sufrimientos tan atroces del Sublime Redentor. 

      Y aquí, Yahveh advierte que todas las pruebas son consecuencia de no escuchar su voz, no cometer lo recto a sus ojos, no oír sus mandatos y no observar sus leyes, en caso contrario, nos castigará con las plagas de Egipto, que nos mandará para curarnos. 


CUARTA PROFECÍA: La institución de la Eucaristía 

         Entonces dijo Yahveh a Moisés: “He aquí que os voy a hacer llover pan desde el cielo y saldrá el pueblo y recogerá la ración diaria cada día, afín de que yo lo ponga a prueba, examinando si camina según mi Ley o no. (Ex.16-4) 

        Y sucedió que mientras hablaba Aarón a la comunidad de los israelitas, volvieron la cara hacia el desierto y he aquí que la Gloria de Yahveh se apareció en la nube. Entonces habló Yahveh a Moisés diciendo: “He oído las murmuraciones de los hijos de Israel. Háblales de este modo: “Al atardecer comeréis carne y a la mañana os saciaréis de pan. “¡Conoceréis pues que soy Yahveh, vuestro Dios!”. (Ex.16-10, 12) 

             Extraordinaria profecía sobre el alimento espiritual del alma que es el cuerpo de Jesús, el pan del cielo. La gloria de Yahveh en la nube es Jesús oculto en la Eucaristía, en donde aparece oculto su cuerpo (verdadera carne) y su sangre, verdadera bebida, como así dice Jesús por el apóstol S. Juan

              (…) Replicóles entonces Jesús: “En verdad, en verdad os digo: No os ha dado Moisés el pan del cielo, antes bien, mi Padre os da el verdadero pan celestial; porque el pan de Dios es el que baja del cielo y da vida al mundo”. Dijéronle entonces: “Señor, danos perpetuamente ese pan.” Díjoles entonces Jesús: “Yo soy el pan de vida; y el que viniere a mí, no tendrá de cierto hambre, y el que creyere en mí, no sentirá de cierto sed. (Juan 6-32) 



QUINTA PROFECÍA: El agua viva de la roca de Horeb 


Así, pues, el pueblo sintió allí sed de agua, y murmuró contra Moisés, y dijo: “¿A que fin nos has sacado de Egipto, para matar de sed a mí, a mis hijos y mis ganados?” Entonces, clamó Moisés a Yahveh, diciendo: “¿Qué haré a ese pueblo? ¡Por poco me apedrean!” Dijo Yahveh a Moisés: “Pasa al frente del pueblo y toma contigo a alguno de los ancianos de Israel. Coge con tu mano al cayado, con que golpeaste al Nilo, y marcha. He aquí que yo me mantendré contra ti, allá sobre la roca en Horeb: golpearás en la roca y saldrá de ella agua para que beba el pueblo.” Hízolo así Moisés ante los ancianos de Israel. (Ex. 17-4,6) 

          El significado de esta profecía de la roca, golpeada por el cayado de Moisés, de la cual salió el agua, es decir hablando espiritualmente: Jesús la roca rechazada, atravesado con la lanza, vierte su Divina Sangre, precio del rescate, y también el agua que apaga la sed de su Pueblo, se cumple con las palabras de Jesús a los Fariseos: 

        “¿Ni habéis leído aquella escritura: la piedra que rechazaron los constructores vino a ponerse en el vértice del ángulo de parte del Señor, se hizo esto y es admirable a nuestros ojos” (Marc.12-10,11) 

            Y en las palabras de Jesús a la Samaritana: 

          “(…) Contestóle Jesús diciendo: “Si supieras el don de Dios y quien es que te dice: “dame de beber”, tú le implorarías a él, y te daría agua viva.” (Juan 3-10)

            Y la visión del Paraíso por S. Juan en el Apocalipsis: 

            “Y me mostró un río de agua de vida brillante como cristal, que venía del trono de Dios y del Cordero. En mitad de la plaza y de un lado al otro del río se da el árbol de la vida, que produce doce frutos, rindiendo cada mes el suyo; y las hojas del árbol sirven para curación de las gentes. 

          Y no habrá ya nada maldito, y el trono de Dios y del Cordero estará en ella, y los siervos de aquel le adorarán, y verán su Faz, y el nombre de él estará en la frente de ellos. Y no habrá más noche y no tendrán necesidad de luz de lámpara, ni de luz de sol, porque el señor Dios dará luz sobre ellos y ellos reinarán por los siglos de los siglos". (Ap. 22-1,5) 


SEXTA PROFECÍA: La serpiente de bronce 


       "Desde Hor, la montaña, partieron camino del Mar Rojo, contorneando el País de Edom, pero en el camino se desalentó el pueblo. Habló, pues, el pueblo contra Elohim y contra Moisés: "¿Por qué nos habéis hecho subir de Egipto, para morir en el desierto, pues no hay ni pan ni agua, y nuestra alma está hastiada de este alimento miserable? 

        Yahveh mandó entonces contra el pueblo a las serpientes abrasadoras, que mordieron al pueblo muriendo mucha gente de Israel. El pueblo acudió a Moisés y dijeron: "¡Hemos pecado, pues hemos hablado contra Yahveh y contra ti; ruega pues a Yahveh, para que aparte de sobre nosotros a las serpientes!" Moisés rogó, en efecto, por el pueblo, y Yahveh dijo a Moisés: "hazte una serpiente abrasadora y colócala sobre una pértiga y acaecerá que todo el que hubiere sido mordido y la mire, vivirá" 

         Moisés, fabricó efectivamente, una serpiente de bronce y la colocó sobre la pértiga; ahora bien, si mordía una serpiente a un individuo, y este miraba a la serpiente de bronce, conservaba la vida. (Num. 21-4,9) 



Aquí está sin duda alguna, una de las mayores profecías sobre Jesús-Redentor: El que mira a la Serpiente de bronce, elevada sobre la pértiga, es decir el que mira (mirar en el sentido espiritual, significa hacer suyo a Jesús), verdadero Dios y verdadero Hombre (El bronce es la aleación de dos metales: el cobre y el aluminio), elevado en la cruz, se queda liberado de la muerte ocasionada por el veneno inoculado por Satán, que representa el que se entrega al pecado mortal, y se arrepiente al "mirar" a la Cruz.

martes, 25 de abril de 2017

LOS QUE VIVEN OLVIDANDO DELIBERADAMENTE A DIOS, SERÁN ENTREGADOS AL ESPÍRITU DEL MAL, LAS ACCIONES IGNOMINIOSAS QUE COMETEN, LO TESTIFICA



En este mundo el enemigo de Dios ofrece el bienestar
pasajero, que siempre conduce a su maldito
Reino que es la muerte del alma





En este mundo estamos para cumplir lo que está escrito en la Biblia: "Un abismo llama a otro abismo". Y sin darnos cuenta, como la semilla crece día y noche y se transforma en espiga por la Gracia de Dios, que es la lluvia del cielo, y por su bondad que es el sol que la alumbra, esta espiga da sus frutos. Es lo que ocurre con las almas, las que siguen los mandamientos de Dios, crecen hasta transformarse en Hijas de Dios, y las que rechazan esta Doctrina se vuelven cada vez más y más perversos, hasta alcanzar la condición de hijas de las tinieblas.

Es lo que está escrito en los Evangelios, en la Parábola del trigo y de la cizaña. En este mundo, para poder distinguir una buena semilla como el trigo que irá a los graneros de Dios, y la cizaña que será quemada en el horno, hay que dejar en libertad el hombre para que pueda escoger entre lo que le ofrece Dios que es el Amor y lo que le ofrece Satanás que es el odio.

Por eso podemos decir que esta situación es semejante a lo que ocurrió en el Jardín del Edén, en donde nuestros primeros padres podían escoger entre comer o desechar el fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal, que es el pecado, pero con la diferencia que entonces Dios dio una segunda oportunidad, que es un rescate que se puede llevar a cabo comiendo del árbol de la Vida, que es asimilando la Doctrina de Jesús. Pero ahora, no existe otra oportunidad, es decir que es imposible que Jesús vuelva a morir en la Cruz para rescatarnos, ya ha muerto una sola vez, y su Sacrificio se rememora cada día en el altar hasta el fin del mundo.



Epístola de San Pablo a los romanos 1, 21-32


Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido. Profesando ser sabios, se hicieron necios, y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles. 
 
Por lo cual también Dios los entregó a la inmundicia, en las concupiscencias de sus corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos, ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén.  

Por esto Dios los entregó a pasiones vergonzosas; pues aun sus mujeres cambiaron el uso natural por el que es contra naturaleza,   y de igual modo también los hombres, dejando el uso natural de la mujer, se encendieron en su lascivia unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos la retribución debida a su extravío.
  
Y como ellos no aprobaron tener en cuenta a Dios, Dios los entregó a una mente reprobada, para hacer cosas que no convienen; estando atestados de toda injusticia, fornicación, perversidad, avaricia, maldad; llenos de envidia, homicidios, contiendas, engaños y malignidades; murmuradores, detractores, aborrecedores de Dios, injuriosos, soberbios, altivos, inventores de males, desobedientes a los padres,  necios, desleales, sin afecto natural, implacables, sin misericordia; quienes habiendo entendido el juicio de Dios, que los que practican tales cosas son dignos de muerte, no sólo las hacen, sino que también se complacen con los que las practican. 





Salmo 90(89) 3, 4-5-6. 12,13-14-17.

Tú haces que los hombres vuelvan al polvo,
con sólo decirles: “Vuelvan, seres humanos”.
Porque mil años son ante tus ojos
como el día de ayer, que ya pasó,
como una vigilia de la noche.

Tú los arrebatas, y son como un sueño,
como la hierba que brota de mañana:
por la mañana brota y florece,
y por la tarde se seca y se marchita.

Enséñanos a calcular nuestros años,
para que nuestro corazón alcance la sabiduría.
¡Vuélvete, Señor! ¿Hasta cuándo...?
Ten compasión de tus servidores.

Sácianos en seguida con tu amor,
y cantaremos felices toda nuestra vida.
Que descienda hasta nosotros
la bondad del Señor;
que el Señor, nuestro Dios,
haga prosperar la obra de nuestras manos.








lunes, 24 de abril de 2017

UN SER TERRENAL NUNCA PODRÁ CONOCER TOTALMENTE A DIOS, PORQUE LO INFINITO NO CABE EN LO FINITO.


Apareció una en el cielo una señal grande: Una mujer envuelta en el sol, con la luna bajo sus pies y coronada con doce estrellas. (Ap. 12-1)





    Dios que es la sublimación del Amor, está creando constantemente nuevos seres y nuevos mundos, ya que la característica del Amor es entregarse y darse a los demás.

         Extraordinario espectáculo del cosmos, con la visión de las estrellas y los planetas, y la explicación de cómo nacen y mueren, de cómo se forman  los cometas y  los  planetas, en su recorrido por el firmamento, alimentándose del polvo estelar. Se  compara con el Universo celestial, y se comprueba como el más pequeño ángel, tiene mayor esplendor. Es verdaderamente increíble que en el año 1.944, se revelara como se crean y desplazan las estrellas, se observe la vibración de los pulsares que liberan rayos gamma, y como se forman y mueren los astros, hecho completamente desconocido por la Ciencia humana en esos años, ya que no había aún radiotelescopios capaces de observar esos fenómenos estelares.

          Y aquí me viene a la mente lo que dice la escritura: El Espiritual y humilde, todo lo abarca, llega a entrever los misterios de Dios y de la Creación, y alcanza a entrever no solo el Universo invisible, al comunicarle Dios una ciencia infusa que le hace penetrar en el mundo celestial, y comprender su belleza, infinidad, armonía, y también el mundo material, porque está hecho a imagen y semejanza de Dios, ya que se puede juzgar a alguien, como lo dice Jesús, por sus hechos: “A sus frutos los conoceréis”.

          Y eso ocurre a los místicos, que quiere decir a los enamorados y a los humildes, porque como lo dice San Juan de la Cruz, místico significa enamorado de Dios, y solo se enamoran de Dios los humildes, ya que el enamorado, como lo explica tan bien el Santo Doctor, se iguala con el Amado y ambos se funden en una misma cosa, fusión que será perfecta en la otra vida con la visión directa de Dios, y entonces, como lo dice el Apóstol, seremos semejantes a Él porque le veremos tal cual es, ya que la visión espiritual transforma el alma en lo que ve, el alma adquiere entonces la dimensión infinita de Dios, ya que será Dios por participación.  Por eso los réprobos serán también semejantes a su padre Lucifer.

        Ya en este mundo, Dios quiere favorecer, no a los Científicos soberbios que son capaces de ver la Creación, de una forma muy limitada, pero que nunca llegarán a conocer el infinito, ya que algo finito es incapaz de acceder a lo infinito. Y por eso, por culpa de su soberbia, son incapaces de ver al Creador. Y esa es la gran diferencia que existe entre la Sabiduría que viene de Dios, y que por eso es eterna, e infinita, y la Ciencia humana, que terminará con el fin del Universo, y que por eso es perecedera, y será siempre incompleta y finita.




JESÚS ENSEÑA COMO SE MUEVEN Y SE GENERAN
LAS ESTRELLAS Y LOS PLANETAS

Dictado del 8-8-1.944

      Dice Jesús:
    
                […] ¡Oh, que luminosos horizontes de ciencia divina puede alumbraros con una sola palabra de mi Evangelio! ¡Qué gran misterio de perfecto amor y perfecta Justicia está encerrado en esas palabras del Evangelio de mi infancia: se fortalecía, crecía! Leéis y proseguís. O bien leéis y meditáis, pero lo hacéis embebidos en substancia humana lo que es sobrenatural. En vosotros la carne es tan fuerte que sobrepasa las fuerzas intelectivas del espíritu. De lo que se desprende que solo a los que han matado la carne en cuanto a sus reclamos y sus prepotencias, y han hecho de estos restos la base del trono para el espíritu-rey, se les conceden los conocimientos, sea a través de la palabra divina, como por la divina infusión de una inteligencia que raya lo perfecto porque proviene del Paráclito. Este, por una espiritual encarnación del Verbo en vosotros, ¡oh, espíritus vírgenes deseosos únicamente de bodas eternas!, os impregna de Sí y os impregna en vosotros la Palabra que os hace “portadores de Cristo”, como lo era la Esposa Virginal en sus ardores septiformes.

          He dicho de la inteligencia “que raya lo perfecto”. Es perfecta porque proviene de Dios, más una criatura humana no podría poseer la Perfección tal como es. Se disolvería, porque el corazón y la mente de un ser terrenal no pueden contener la cognición total de lo que es Dios. Lo infinito no cabe en lo finito.

          Para el espíritu separado de la carne, conocer a Dios es vida y es júbilo. Para una criatura en el exilio, sería una fulguración. El éxtasis demasiado sublime destruiría su inteligencia y su vida al despedir la chispa proveniente de la Verdad. Por eso la Verdad – que es buena – siempre se reviste con un velo de carne, de modo que vuestra debilidad pueda soportarla, de modo que vuestra limitación pueda conocer a Dios, y vivir en su conocimiento, llevando el Cielo en vosotros sin que por eso tengáis que morir antes de que llegue la hora.

         


DE LOS CUADERNOS DE MARÍA VALTORTA
(18-10-1.944)


          […] Hete aquí: te veo, oh mi Dios encarnado, deslumbrante y majestuoso, erguido en el éter más puro. Estás solo. Te veo solamente a Ti, con el glorioso aspecto de Rey de la Creación. Tu atavío de etéreo y perlífera materia resplandece y aún más resplandece tu Carne glorificada, que es carne y luz a la vez. ¡Oh, Belleza desconocida a los muchos que no se ocupan de obrar de modo tal que puedan conocerte un día! ¡Oh, Belleza mía, que borras todas mis penas solo con mostrarte!
         
           Jesús no habla, pero me invita con la mirada a ir hacia Él. Y yo voy. Alentada por su deseo, impulsada por el mío, mi espíritu asciende hacia mi Rey.
          Y Él dice: “Mira. Conoce. Compara”, Y con su luminosa mano, en la que resalta el rubí de la llaga, indica un ilimitado horizonte celeste. Pues, en efecto, estoy en lo alto, más allá de la atmósfera, más allá de la estratosfera, en la zona donde hay solamente astros y éter. No hay nubes, ni polvo, ni vientos. Aunque en realidad, un viento queda, es el viento musical, armónico, creado por el movimiento de los astros.

          Comprendo que Jesús quiere mostrarme, sin palabras, la verdad de este signo estelar. ¡Oh, cuán diferente es del pobre concepto enunciado hace poco y de todos los que hasta hoy he conocido! Me esfuerzo por explicarlo.

          Transitan nítidos astros, unos en línea recta como una bala de cañón, otros, deslizándose como serpientes en el azul; unos girando en su eje mientras recorren la propia órbita, otros, danzando como infantes gozosos en el prado del éter. A cada movimiento, la luz palpita como si, el gozo del movimiento y de la obediencia a las leyes del Creador aumentara la incandescencia de su cuerpo ardiente, solo el sol está fijo e irradia su luz uniforme como un enorme globo de oro fundido con ardientes topacios y ese metal y esas gemas son tales que nuestras joyas más bellas son como sucios guijarros o sucio latón. Ese sol parece una enorme lámpara votiva que adora la majestad de Dios.

          ¡Cuántos astros hay! Mi mirada gira, gira, gira… y por doquier ve astros y planetas… ¡Cuántas vidas estelares desconocidas hay aquí arriba y cuantos ignorados fulgores! ¡Qué lenguajes misteriosos y qué vidas misteriosas se hallan aquí!

          Hay astros que, en su fulmíneo recorrido, se purifican, perdiendo efluvios y escorias, que se funden con las de otras estrellas y crean el núcleo de nuevas vidas; así el polvo de los astros forma una senda de innumerables y pequeñas vidas que, en realidad, son pequeñas respeto a los planetas, pero incalculablemente grandes respeto a la nada que es el cuerpo humano. Y esta senda, completamente luminosa, que es como un verdadero vivero de estrellas, deja escapar cada tanto una de sus relucientes vidas que, como una flor, se abandona en el viento del firmamento, se aparta del cuadro natal y, por un proceso que no sé explicar, nutriéndose de las sustancias que atrapa en su camino, va a plasmarse definitivamente… así ha nacido una nueva estrella. O mejor dicho: esta estrella se ha aislado para decirle al hombre que la descubra: “Yo también existo”. Y aún hay otras estrellas que están en proceso de formación y transitan con la estela de su combustión y solidificación como un manto llameante o una cabellera suelta, desplegada por el aura de su mismo recorrido. Todo esto sucede en un prado de etéreo azul que hace perder el valor a la turquesa más pura y al más precioso zafiro pues, si se compara con él, se muestran pálidos y opacos.

          ¡Oh, luz de los campos celestes!, ¿Por qué no sé explicar mejor estas conjunciones, estas formaciones, estas disgregaciones, este inexplicable fermentar de vidas, esta obediencia, belleza y majestad del mundo estelar?

          Jesús hace un movimiento: su mirada se aparta de las estrellas y se vuelve hacia atrás y hacia la izquierda. Probablemente, de su Pensamiento parte una orden, un deseo, aunque no oigo palabra alguna. Un ángel llega velozmente, y se postra adorandole, a los pies del Salvador. Jesús me dice: “compara esta luz con esas luces”. No dice nada más. En efecto, por más que la luz de este ilimitado jardín de astros, que es el firmamento sea tal que no hay mente de poeta o de científico que pueda imaginarla ni siquiera lejanamente, el ángel, ese único ángel, resplandece más que todos los astros juntos…