MENSAJE DE LA VIRGEN MARÍA

DIJO LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA:

“QUIERO QUE ASÍ COMO MI NOMBRE ES CONOCIDO POR TODO EL MUNDO, ASÍ TAMBIÉN CONOZCAN LA LLAMA DE AMOR DE MI CORAZÓN INMACULADO QUE NO PUEDO POR MÁS TIEMPO CONTENER EN MÍ, QUE SE DERRAMA CON FUERZA INVENCIBLE HACIA VOSOTROS. CON LA LLAMA DE MI CORAZÓN CEGARÉ A SATANÁS. LA LLAMA DE AMOR, EN UNIÓN CON VOSOTROS, VA A ABRASAR EL PECADO".

DIJO SAN JUAN DE LA CRUZ:

"Más quiere Dios de ti el menor grado de pureza de Conciencia que todas esas obras que quieres hacer"


A un compañero que le reprochaba su Penitencia:

"Si en algún tiempo, hermano mío, alguno sea Prelado o no, le persuadiere de Doctrina de anchura y más alivio, no lo crea ni le abrace, aunque se lo confirme con milagros, sino Penitencia y más Penitencia, y desasimiento de todas las cosas, y jamás, si quiere seguir a Cristo, lo busque sin la Cruz".

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domingo, 12 de julio de 2015

LOS CAMINOS DE LA SALVACIÓN: LA OBEDIENCIA Y EL AMOR DE LOS SANTOS SON LO QUE SALVAN LAS ALMAS PARA DIOS


   EL BANQUETE DIVINO

Venid, Jesús mío,
venid a mi corazón, que no puede vivir sin vos
y que solo quiere vivir para vos 


Los Santos son los instrumentos de Dios para contribuir a la Salvación de las almas. La condición necesaria y suficiente para conseguirlo es la obediencia, fruto de la humildad, que hacen que la divinidad les transmita su poder para salvar a sus hermanos, y cumplir así los mandamientos de la Ley: Amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a si mismos.

Y el ejemplo más sublime de la perfecta obediencia es el "Fiat" de la Stma. Virgen María, que ha permitido la salvación de la Humanidad. Lo contrarios ha sido la rebelión de Lucifer y de sus siniestros y tenebrosos ministros y seguidores, que dijeron lo contrario de la Virgen: "No serviré".



Dice el Ángel Azarías: (palabra hebréa Harzayáh, que significa: Dios socorre) 

“Tanto en las grandes como en las pequeñas cosas, siempre te trata Dios con misericordia, exigiendo de ti únicamente la obediencia. Porqué como consecuencia de la obediencia, viene una vida sin mancha voluntaria y una conducta ajustada a la Ley del Señor y a su querer. Dios Santísimo, nada que no sea el bien de sus hijos puede querer y por eso el que obedece a su querer, practica el bien en la medida de su capacidad y Dios se conforma con esa proporción por ser equivalente a la totalidad de cuanto la criatura le puede dar.

Y aún reporta un nuevo fruto la obediencia: el de unir estrechamente con Dios. Dichoso aquellos que pueden decir lo que Jesucristo a quien le reconvenía: “Yo siempre hice y hago lo que quiere el Altísimo”. La obediencia, al unir estrechamente con Dios, y casi fusionar con Él mediante la identificación en el querer – pues Dios quiere el bien de la criatura y esta, a su vez, el bien que Dios quiere de ella – hace efectivamente que descienda Dios con su amor a habitar en quien le ama puesto que la obediencia es amor.

Y entonces, como el que predomina es siempre el más fuerte, - y aquí el más fuerte es Dios – sucede que quien opera es Dios, poseedor absoluto del espíritu fiel; y la criatura al hallarse tan penetrada y dominada por el Divino y en lo Divino, no realiza ya acciones propias sino divinas, que, por ser tales, no pueden ser sino acciones santas, privadas de contagios diabólicos, como así lo pide la Oración en su invocación. 

Esta unión absoluta, esta total donación a Dios, este anularse en Dios, despojándose del yo, para ser absorbidos en Dios – el yo es material y no se puede con él penetrar en el Señor que es puro Espíritu – predispone a esa unión, donación, humildad, caridad, paciencia y mansedumbre que Pablo asegura ser esenciales para poder ser verdaderos cristianos, unidos a Cristo, unidos a Dios y unidos al Espíritu con el vínculo de la paz entre hermanos y de la caridad en sus dos ramas que se extienden: una al cielo para abrazar el trono de Dios y la otra en la Tierra para acariciar al prójimo.

Entonces es cuando realmente formáis un solo cuerpo y un solo espíritu, todos unidos en el Señor, con una sola fe, un solo bautismo y un solo Padre que está sobre todos y en todo, especialmente en los miembros del cuerpo de Cristo, miembros vivientes en los que viven y vivifican realmente las gracias infusas. 

Estar bautizados, confirmados, absueltos y haber comulgado, poco es si tales dones resultan inertes; y, en cambio, es todo si la buena voluntad de la criatura hace que sean activos los dones recibidos a través de los sacramentos, convirtiendo en realidad eterna la esperanza que alegra el destierro de los llamados por Dios al gran pueblo de Dios. 

¡La buena voluntad! ¡Que arma tan poderosa para vencer! Como dice el Gradual, el Señor mira a sus hijos desde el Cielo y los ve animados al buen deseo de servirle, aunque incapaces de hacerlo perfectamente. Ahora bien, ¿acaso se desanimará Dios por vuestra incapacidad de obrar con perfección? ¿O por ventura dirá: “Por mucho que hagan, no podrán entrar aquí, a mi Paraíso, en el que tan solo entran las cosas perfectas y las criaturas perfectas, puesto que ellos son imperfectos, como también son imperfectos todos sus actos?”. 

¡Oh!, no. Aquel Dios, que con una palabra creó los Cielos, reuniendo las moléculas de los gases y formó los astros y la Tierra; y, agrupando las diversas partes esparcidas por el cosmos, hizo la masa sólida que es vuestro mundo, las otras ardientes que son los astros y las líquidas que son los mares, cosas todas ellas que, a partir de entonces constituyen el Universo, ¿no podrá tal vez hacer obras perfectas con vuestras acciones deformes e imperfectas, es cierto, pero realizadas con buena voluntad? 

(…) Todo lo podéis con solo que viváis como hijos con vuestro Padre que es Dios Altísimo, llegando a hablarle como a un amigo paternal, atreviéndoos a pedirle que anule el ya inminente castigo contra los perjuros que le ofenden y dé cumplimiento a esos deseos atrevidos que os brotan del corazón a impulsos de vuestro encendido amor. 

(…) ¡Oh vosotros, amadores, que hacéis vuestros los deseos de Dios hacia vosotros, sois los sublimes locos en el seguimiento del Divino Jesús, loco de amor hasta la muerte de Cruz! Sois los locos de la sublime locura del amor y del sacrificio. ¡Lanzaos! ¡No temáis! El mundo, si aún ha de obtener misericordia, necesita de santos locos como vosotros.

Y de vosotros tienen así mismo necesidad las almas si todavía se han de salvar. Ellas, las más, ya no saben salvarse a si mismas. Se encuentran con las alas rotas, desgarradas, quemadas. Se arrastran y caen a tierra. Vuestro sacrificio, vuestra locura de amor, les devuelven alas y pupilas, tornando a ellas el deseo de lo alto, y, resurgiendo buscan a Dios, abren las alas… 

Es vuestra sed de Amor, es vuestro inexhausto desear lo que Dios quiere y vuestro cumplir lo que Dios desea, lo que las arrastra al Cielo. La carne, el mundo y el demonio es el lazo que las retiene. Vosotros quemáis ese pesado lazo, colocáis en su cuello el áureo cordón de la caridad y las lleváis con vosotros a lo alto, a lo alto, al Cielo, a Dios. 

Loado sea el Amor que inspira y alabado el amor que opera. Sean alabados el amor que salva y el Dios inspirador de las acciones de los Santos. Alabanzas a los Santos que cooperan con Cristo y ¡al Amor, al Amor, al Amor! 


Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo”"






viernes, 10 de julio de 2015

ESCOLÁSTICA SOBRE EL ÉXTASIS, EL INFINITO AMOR DE DIOS





He aquí ese Corazón que ha amado tanto a los hombres,
 que no ha ahorrado nada, hasta agotarse y consumirse
para darles testimonio de su amor 




Descripción del Éxtasis de la “presunta Santa”, María Valtorta, que me ha recordado las palabras de San Juan de la Cruz, que decía que cuando Dios se comunica al alma, por la dulzura y la intensidad del encuentro, le parece que es la única criatura del Universo y que Dios no tiene otra cosa que hacer que ocuparse de ella. 

Y al reflexionar sobre esta afirmación, sabiendo la multitud innombrable de Santos y de almas, uno se da cuenta de la inmensidad y de la infinidad de la Majestad Divina, y de lo que se pierden las almas que voluntariamente, se han alejado de Dios. 

“Después de esto, miré, y vi una muchedumbre enorme que nadie podía contar. Gentes de toda nación, raza, pueblo y lengua; estaban de pié delante del trono y del Cordero. Vestían de blanco, llevaban palmas en las manos y clamaban con voz potente diciendo: 

A nuestro Dios 
Que está sentado en el trono, 
Y al Cordero, se debe la Salvación. 

Y todos los Ángeles que estaban de pié alrededor del trono, alrededor de los ancianos y de los cuatro seres vivientes, cayeron rostro a tierra delante del trono y alabaron a Dios diciendo: 

Amén, Alabanza, gloria, sabiduría, 
Acción de gracias, honor, 
Poder y fuerza a nuestro Dios 
Por los siglos de los siglos. Amén. 

Entonces uno de los ancianos tomó la palabra y me preguntó: 
Estos que están vestidos de blanco, ¿quiénes Son y de donde han venido? 
Yo le respondí: 
- Tú eres quien lo sabe, Señor. 
Y él me dijo: 

-Estos son los que han venido de la gran tribulación, los que han lavado y blanqueado sus túnicas en la sangre del Cordero. Por eso están ante el trono de Dios, le rinden culto día y noche en su templo, y el que está sentado en el trono habitará con ellos. 

Ya nunca tendrán hambre ni sed, ni caerá sobre ellos el calor agobiante del sol. El Cordero que está en el medio del trono los apacentará y los conducirá a fuentes de aguas vivas. Y Dios enjugará las lágrimas de sus ojos.” (Ap 7-9,17) 

Maravillosas y alentadoras palabras de Dios, en donde entrevemos lo que ha costado a cada alma alcanzar la Gloria Eterna: Sangre del martirio, sudor y sacrificio de la carga de su propia cruz, y lágrimas por el dolor y la incomprensión producidas por el roce con sus semejantes: 

Mis hermanos se enfadaron conmigo, y me pusieron a guardar las viñas. (Cant 1-6) 

Aquí aparecen las dificultades tan grandes que encuentran las almas que se entregan de veras a Dios, es lo que tuvieron que padecer todos los Santos, y aquí hay que recordar las palabras de Jesús: 

“Todos os odiarán por causa mía, pero el que persevere hasta el fin, ese se salvará.” (Mt 10-22) 

“Dichosos seréis cuando os injurien y os persigan, y digan contra vosotros toda clase de calumnias por causa mía. Alegraos y regocijáos, porque será grande vuestra recompensa en los cielos, pues así persiguieron a los profetas anteriores a vosotros.” (Mt 5-11)

“Como azucena entre espinas, es mi amada entre las muchachas". (Cant 2-2) 

Aquí vemos como las almas de los Santos, que son las azucenas, han tenido que desarrollarse entre las espinas del sufrimiento causado por sus semejantes, que han contribuido a su gloria por su victoria sobre el mal. 



Del libro de Azarías, Ángel de Mª Valtorta: 

13-10-46, a las 16 horas. 

¿Hay quien puede hacer frente al fuego cuando flamea y a Dios-Amor, cuando quiere amar? No. Y lo experimento. Hoy se abate sobre mí uno de los trances de amor divino más violentos que yo haya jamás experimentado. 

Lo siento llegar…Con ser una oleada inmensa, no es un peso que oprime sino fuerza que más bien atrae, que te arranca de la Tierra y te lleve arriba, arriba, arriba… Lo siento acercarse, cada vez más extasiante y, antes de perder el conocimiento en fuerza de su inexpresable dulzura, acordándome de mi plegaria y ofrecimiento del 15 de Agosto, suplico: “¡Para mí, no! ¡Para mí, no! Para ellos. Para que te amen”. Está siempre en mí permanente la voluntad de renuncia a mis goces místicos a cambio de que ellos vean y comprendan. 

Pero con una más intensa dulzura dentro de la ya inconmensurable dulzura y del océano de Luz y Fuego que me inunda, desbordándose de los Cielos, me llega la Voz inexpresable del Dios Uno y Trino que dice: “No. En vano me rechazas por un sacrificio de amor. “Yo te quiero a ti, quiero entregarme a ti.” Busco consuelo para Mí mismo. Busco un corazón que me ame. No quiero ciencia sino amor. No quiero discutir, sino poseer. No quiero reprender sino amar. Te quiero a ti. Sáciame. Consuélame. Ámame. Me derramo donde encuentro quien me comprende en mi deseo infinito de comunicarme. Escribe y después ven…”. 

Y ya no hay sino abandonarse y … sentir que te dicen: “Tú debes amar incluso por ellos. Quiero que tu me sacies con el amor que ellos no saben darme como Yo quiero. Y quiero penetrarte de Mí para que tu les llegues a amar como yo amé a mis verdugos: desmesuradamente. Porque cuando se ama con perfección, se ama de un modo desmesurado a los más infelices, a aquellos que son nuestro dolor. Sin este amor nuestro, ellos se perderían". 

Y me embriago y ardo como no es posible describir. Y amo a Dios, y en Él a toda la Creación, con los habitantes del Cielo, los que viven en la Tierra y los que penan en el Purgatorio; a todos, en fin, a todos y… - ¡oh, ellos no lo creerían aunque se lo dijese! – les amo como una madre puede amar a su hijo enfermo, que, de no atenderlo con sumo amor, perecería; y sufre de que está enfermo que, de no atenderle con sumo amor, perecería; y sufre de que está enfermo, por más que él no crea estarlo, ni que su madre sufra. 

¡Señor, si has de servirte, no tanta violencia…! ¡Tú sabes de mi absoluta debilidad…! 

Más, cuando vuelvo a ser la pobre criatura de antes, recuerdo con una dulzura pacífica el huracán de amor de que fui presa y como no escuchó Dios mi plegaria, y entonces, el corazón, que si resistió fue tan solo por su querer, palpita extenuado como el pajarillo, que subió por demás arriba y cantó con fuerza desmedida… 

Más, si mi Señor recibió consuelo y mi nulidad prestó ese servicio al todo…¡Bravo por el amor! y dulce resulta el dolor del corazón cansado…¡llegar a morir por la violencia del amor…! ¿Qué supone vivir y que morir? Únicamente consolar a Dios.” 

Maravillosas palabras que encierran una Ciencia Teológica que al desarrollarla, llenaría muchos libros y que resume toda la Doctrina Católica y las enseñanzas místicas de los Doctores de la Iglesia. 

Aquí está detallado como es el verdadero amor de Dios, como hay que amar a nuestros enemigos, considerándoles enfermos y desgraciados, porqué pueden caer, para toda la eternidad, en un abismo sin fondo de un horror indescriptible, que aún, mientras sus almas no comparezcan en el Juicio de Cristo, se pueden remediar con nuestras oraciones y nuestros sacrificios, y amando a Dios por los que lo desprecian, ya que están en peligro de muerte.



GLORIA AL PADRE; AL HIJO Y AL ESPÍRITU SANTO COMO ERA EN UN PRINCIPIO, AHORA Y SIEMPRE POR LOS SIGLOS DE LOS SIGLOS. AMEN 







viernes, 3 de julio de 2015

PENSAMIENTOS DE SAN J.-B. VIANNEY CURA DE ARS






    El amor de Dios es un antegusto del Cielo, si supiéramos saborearlo, ¡oh, que felices seriamos!.

      Más se conoce a Dios, más se le ama. Ese conocimiento abrasa el alma de un amor tan grande, que entonces, solo puede amar y desear a Dios.

     La oración no es sino una unión mística con Dios, cuando se tiene el corazón puro y unido con Dios, se siente dentro de sí una dulzura que embriaga, una luz que deslumbra. Dios y el alma son como dos trozos de cera fundidos entre sí: ya no se pueden separar.

      El mundo pasa, y nosotros pasamos con él. Los reyes pasan, los imperios desaparecen, todo se va. Nos precipitamos en la eternidad de donde nunca volveremos. Solo una cosa es importante: salvar a nuestra pobre alma…

      El corazón de María es todo amor y misericordia. La Santísima Virgen María está entre su Hijo y nosotros. Solo tenemos que dirigirnos a Ella para ser favorecidos.


REFLEXIÓN PERSONAL


-Solo un alma mística, en contacto directo con Dios puede hablar así, aquí está relatado lo que siente el alma unida con la Divinidad, la unión mística del alma con Dios, que San Juan de la Cruz explica como un fuego que transforma un leño sucio en unas deslumbrantes brasas de fuego, aquí el Santo Cura de Ars lo explica como dos trozos de cera fundidos.

-En la última parte explica la acción de la Santísima Virgen María, medianera de todas las gracias de Dios, Dogma que aún no ha sido aprobado por la Santa Iglesia Católica. 

-¡Pobres Protestantes!, el Santo Cura de Ars decía de ellos que son tan pobres que nos han copiado a nosotros los Católicos, hasta sus nombres de pila: nombres de Santos Católicos, Apostólicos y Romanos.


lunes, 29 de junio de 2015

LO QUE MAS ME IMPACTÓ SOBRE LA VIDA DEL SANTO CURA DE ARS


EL PATRÓN DE LOS SACERDOTES DEL MUNDO ENTERO




Del extenso volumen sobre la vida del Santo cura de Ars, Patrón de todos los sacerdotes del mundo entero, escrito magistralmente por Monseñor Francis Trochú, y que consta de 664 páginas, se me quedaron grabadas varios pasajes que me impactaron sobre manera, pasajes que voy a intentar rememorar. 

Lo que más me llamó la atención es como, por la acción del Espíritu Santo, un personaje de una inteligencia mediocre, ya que era prácticamente el último de la clase del Seminario, del cual se llegó a expulsar por su incapacidad de aprender latín, se llegó a transformar en un Santo de una capacidad teológica tal, que algunas personas lo quieren comparar con el mismísimo San Juan de la Cruz,  brillante estudiante de la Universidad de Salamanca.

Y digo que esa transformación, que solo se puede explicar por la acción del Espíritu Santo., viene a contradecir lo que muchos piensan, los cuales poniendo la Teología al nivel de cualquier otra ciencia  creen que se puede acceder a conocer mejor a Dios a través de conocimientos intelectuales como cualquier otra ciencia como la Medicina o la Ingeniería. 

Y aquí me vienen a la mente las palabras de Nuestro Salvador, el cual afirmó: "Te doy gracias Padre, porqué has querido revelar estas cosas a los humildes y las has ocultado a los sabios". Y esa manera de proceder del Padre de las lumbres es para mí algo maravilloso porqué si no fuera así, solo entrarían en el Reino los inteligentes y los cultos, cualidades que la mayoría de las veces, solo se obtienen gracias al nivel social, y quedan vedadas a los pobres y a los indigentes. 

Recuerdo también que S. Juan de la Cruz afirmó que el que se une a Dios místicamente, recibe la Ciencia infusa del conocimiento de las cosas de Dios, por esa razón, el Cántico Espiritual, obra maestra de la Mística, la dedicó el Santo Doctor a Sor Ana de Jesús, -fundadora del Carmelo de Granada con San Juan de la Cruz, estando santa Teresa enferma, y que luego fundó el Carmelo en Francia y en Bélgica -, diciéndole: Aúnque carezca Ud. de conocimientos escolásticos, esta obra la entenderá Ud., por su experiencia mística y por su unión con la Divinidad.



Pero volviendo al Santo cura de Ars: una de las virtudes que más destacan es su grandísima humildad, condición necesaria y suficiente para obtener la gracia de Dios, ya que su Majestad no puede comunicarse con los soberbios. 

Cuando su fama comenzaba a extenderse por las parroquias vecinas, empujados por la envidia, los otros párrocos se reunieron para mandar una carta al obispo del lugar diciendo que por su gran ignorancia y falta de preparación teológica, el cura de Ars tenía que ser cesado, ya que podía inducir a sus parroquianos a practicar una doctrina contraria a la moral cristiana. Esa carta, con las firmas de los párrocos, cayó en manos del Santo. Este, como se reconocía indigno de su ministerio, apoyó con su misma firma la solicitud, ¡diciendo que quería ir a llorar su pobre vida en un monasterio trapense! 

En otra ocasión recibió una carta anónima de otro párroco, en la cual se le indicaba su incapacidad, debida a su bajo nivel teológico, para desempeñar su cargo, el Santo reconoció la letra del párroco, y le escribió diciéndole que solo él lo había entendido, y que le ayudara para convencer al Obispo que lo trasladara a la trapa. Naturalmente, el sacerdote al ver esa humildad que no podía ser fingida, vino a pedirle perdón y se convirtió en uno de sus más firmes defensores. 

Cuando su fama empezó a extenderse, el Obispo lo quiso nombrar canónigo, y vino a imponerle la sobrepelliz, pero parecía un condenado con ella, de lo molesto que estaba. Al final, la vendió para dar de comer a los pobres del Pueblo.

Igualmente, el gobierno francés le concedió la famosa condecoración de la Legión de Honor, cuando ya iban diligencias desde París para ir a visitarle, preguntó si esa condecoración traía con ella alguna remuneración dineraria que quería para sus pobres, al decirle que no, la rechazó, diciendo: “No la quiero, el día del Juicio Dios me dirá: ¡Vete, ya has tenido tu premio con la Legión de Honor!”

Otra cosa que llama la atención era su grado de Penitencia: en cierta ocasión fue a predicar un retiro en un pueblo vecino y se alojó en casa de una anciana viuda, al final del retiro, el obispo fue a visitar a la viuda para pagarle los gastos de manutención del sacerdote, la viuda dijo que no había hecho ningún gasto, y que no se le debía nada, Todos se preguntaron cómo había sobrevivido estos días, hasta que la criada declaró que al llegar, le había pedido que le preparara una olla de patatas hervidas, de las cuales se había alimentado durante su estancia. 

 Los religiosos trapenses que lo conocieron dijeron en cierta ocasión que les era imposible llegar a ese grado tan grande de sacrificio.

A un Sacerdote de una parroquia vecina que se quejaba de la falta de devoción de sus fieles, el Santo le preguntó: "¿hace Ud. penitencia y ofrece esos sacrificios para sus feligreses?". 

Para una alma espiritual, la santidad de una persona se descubre, como lo dice San Juan de la Cruz, por sus actitudes, sus ademanes y sus gestos, y la verdadera humildad, aunque se quiera, no se puede disimular. Esto es lo que ocurría con el Santo cura de Ars. 

Vemos que muchas almas se convertían solo al contemplarlo: en cierta ocasión, un ateo asistió a una misa celebrada por el santo: al observarlo celebrar con el rito lionés, con las manos levantadas mucho tiempo al cielo, después de la consagración, al verlo, en la acción de gracias después de la misa, arrodillado un largo rato en el suelo ante el altar, ajeno a todo lo que le rodeaba, le causó tal impresión que se convirtió en el acto. 

En otra ocasión, un ateo empedernido, que vino a Ars solo a acompañar una devota, tuvo la ocasión de hablar con el santo, éste le enseñó un crucifijo vertiendo abundantes lágrimas, lo que provocó una conversión inmediata. 

Por fin terminaré citando otras dos anécdotas importantísimas: 

-Contra la mentalidad relativista que impera hoy día: la del “dios-merengue”, que predican muchos consagrados: que por la gran misericordia de Dios, el infierno está vacío: el Santo cura pasaba noches enteras delante del Santísimo para que no se condenara ninguno de sus feligreses. 

-Contra la indiferencia que predican es decir el relativismo de Dios ante el pecado: en cierta ocasión un joven confesó todos sus pecados de juventud, el Santo cura, después de oírlo pasó un largo rato llorando, este le preguntó: "¿Padre, porqué llora Ud.?, a lo cual le contestó: "¡hijo mío lloro por todos los pecados que has cometido y que tú no has sabido llorar!".




martes, 23 de junio de 2015

COMENTARIOS SOBRE LA PELÍCULA LA ÚLTIMA TENTACIÓN DE CRISTO


Satanás ha dado el fruto envenenado que causa la muerte del alma
La Virgen María nos da el fruto de sus entrañas
 el Pan de la Vida del alma




          Hace unos años, haciendo "Zapping" en la T.V. caí sobre el final de la película "La última Tentación de Cristo", en el momento que una niña le quita primero la corona de espinas a Jesús-Dios, y luego con su consentimiento, los clavos de la Santa Cruz, y cogido de la mano lo lleva como anonadado a una siniestra boda, y digo siniestra porque los acompañantes iban vestidos de blanco y con la cara tapada. Ahí se encuentra con María Magdalena y se celebra la boda, luego se ven imágenes en donde esta última, limpia las terribles heridas de la Cruz, que parecen desaparecer, y la película termina con un beso sensual a un Jesús, tendido en el suelo. 

        Digo sin ambages, que es una película satánica, es decir inspirada por Satán, y voy a dar mis razones: Partiendo del convencimiento de que la Humanidad, que estaba creada por Dios a su imagen y semejanza, y que, por el pecado de Adán y Eva, estaba perdida, ya que libremente y conscientemente, por desobediencia y soberbia, había escogido la filiación espiritual satánica, por eso se puedo afirmar:

           1º/ Si Jesús no hubiera muerto en la Cruz, toda la obra de Dios hubiera sido un fracaso, por la sencilla razón de que la humanidad entera hubiera sido esclava de Satán, ya que no se habría producido el rescate. 

          2º/ Satán que fue el primero que se rebeló contra Dios con sus ángeles, en su lucha contra su Creador hubiera triunfado, y ya que Jesús habría sido derrotado por él, su rebelión estaría en cierta manera justificada, ya que podría afirmar con razón a Dios; "Si yo caí, Tú también caíste, no tienes pues derecho a condenarme, devuélveme el Poder y la Gloria que tenía en el Cielo"

           3º/ Gracias a la Victoria de Jesús, al morir en la Cruz, Satán ha quedado definitivamente derrotado, y el solaz del que ahora disfruta, es por razones de Justicia, ya que Dios, permite en este mundo las seducciones del Mal-Satán y del Bien-Jesús, que es lo que permite el libre albedrío, para así poder separar en la cosecha, la buena semilla de la cizaña.  Estas seducciones terminarán en cada persona a la hora de su muerte y para toda la Humanidad, en el Juicio Universal, y entonces las puertas del Infierno quedarán eternamente selladas, y sus moradores sufrirán el horrible castigo merecido. 

         El error grave, es creer que, porque Jesús a muerto por nosotros, estamos todos salvados, la Salvación requiere por parte de los hombres un reconocimiento y una total entrega, que se indica en el primer mandamiento de la Ley de Dios: "Amarás a tu Dios con todas tus fuerzas, con toda tu alma y todo tu corazón, y al prójimo como a ti mismo".

            Exige igualmente un santo temor de Dios, que es el miedo de ofenderle y de perderle, en una palabra, es necesario volver a nacer a una nueva existencia con la Gracia de Dios, para alcanzar la Vida Eterna, como así lo explicó Jesús a Nicodemo.

         El pecado grave, que la Iglesia llama "Mortal", destruye en nosotros esa filiación Divina, y nos vuelve a hacer hijos de Satanás, el cual, al estar vencido por Jesús, quiere morir matando, y sabiendo el final tan horroroso que le espera, lucha con todas sus fuerzas para poder corromper otra vez a la humanidad y poder decirle a Jesús: "A pesar de tu Rescate, la Humanidad ha vuelto a escogerme a mí", creyendo que así, volviendo a triunfar, evitará el castigo infernal, ya que quiere demostrar que la Ley de Dios es de imposible aplicación para la humanidad. 

             Pero al final de los tiempos, como dice Jesús en su Parábola, "Los Ángeles harán la cosecha, y el trigo se guardará en los Graneros de Dios, y la cizaña será quemada en la hoguera".

13.10.11 

sábado, 20 de junio de 2015

LA ORACION SEGÚN EL SANTO CURA DE ARS



Cuerpo incorrupto de San Juan María Vianney " El Santo Cura de Ars" 




Nació en 1786 en Dardilly, cerca de Lyon, de una familia de campesinos muy humilde. De poca aptitud para los estudios (fue rechazado en el seminario) logró ordenarse Sacerdote gracias al apoyo constante del párroco de Balley. Sin embargo durante tres años no obtuvo el permiso de sus superiores para poder confesar. Nombrado párroco de Ars, un pueblo de apenas trescientos habitantes, desplegó un celo sobrehumano en la cura pastoral de sus feligreses alejados de la iglesia y en las miles de almas que acudían a él atraídos por su fama de santidad y vida austera. 

Tras cuarenta y dos años dedicados de forma incansable a la predicación de la palabra, la penitencia (dedicaba más de diez horas al día al confesionario) y la caridad con los pobres, murió en 1859. Fue beatificado en 1905 por Pío X y declarado santo en 1925 por Pío XI. Es el patrono de los párrocos. Su fiesta se celebra el 4 de agosto.


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Oración


¡Oh tipo acabado del Pastor de almas! El supremo Jerarca de la Iglesia Pío XI, te declaró Patrón de todo el Clero secular. Mira desde el Cielo a esta Sagrada Institución, la Iglesia de Cristo, para que estando ella a la altura de su misión, ejerza su altísimo Ministerio en mayor gloria de Dios y para el bien del rebaño de Jesucristo.


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1. "La oración es la elevación de nuestro corazón a Dios, una dulce conversación entre la criatura y su Criador". (Sermón sobre la oración).

2. "Con la oración todo lo podéis, sois dueños, por decirlo así, del querer de Dios". (Sermón sobre la perseverancia).

3. "La oración abre los ojos del alma, le hace sentir la magnitud de su miseria, la necesidad de recurrir a Dios y de temer su propia debilidad".(Sermón sobre la oración).

4. "Todos los males que nos agobian en la tierra vienen precisamente de que no oramos o lo hacemos mal". (Sermón sobre la oración).

5. "Todos los santos comenzaron su conversión por la oración y por ella perseveraron; y todos los condenados se perdieron por su negligencia en la oración. Digo, pues, que la oración nos es absolutamente necesaria para perseverar". (Sermón sobre la perseverancia).

6. "¡Cuántas veces venimos a la iglesia sin saber a qué venimos ni qué queremos pedir! Sin embargo, cuando se va a casa de cualquiera, se sabe muy bien por qué uno se dirige a ella. Los hay que parecen decirle a Dios: «Vengo a decirte dos palabras para cumplir contigo...». Con frecuencia pienso que, cuando venimos a adorar a nuestro Señor, conseguiríamos todo lo que quisiéramos, con tal de pedirle con fe viva y un corazón puro". (Sobre la oración).

7. "Nuestras oraciones han de ser hechas con confianza, y con una esperanza firme de que Dios puede y quiere concedernos lo que le pedimos, mientras se lo supliquemos debidamente". (Sermón sobre la oración).

8. "Hemos de orar con frecuencia, pero debemos redoblar nuestras oraciones en las horas de prueba, en los momentos en que sentimos el ataque de la tentación". (Sermón sobre la oración).

9. "Por muchas que sean las penas que experimentemos, si oramos, tendremos la dicha de soportarlas enteramente resignados a la voluntad de Dios; y por violentas que sean las tentaciones, si recurrimos a la oración, las dominaremos" (Sermón sobre la oración).

10. "La tercera condición que debe reunir la oración para ser agradable a Dios, es la perseverancia. Vemos muchas veces que el Señor no nos concede enseguida lo que pedimos; esto lo hace para que lo deseemos con más ardor, o para que apreciemos mejor lo que vale. Tal retraso no es una negativa, sino una prueba que nos dispone a recibir más abundantemente lo que pedimos".(Sermón sobre la oración).






miércoles, 17 de junio de 2015

EL MISTERIO DE LA ETERNIDAD EXPLICADO AL ABAD VIRILA DEL MONASTERIO DE LEYRE



Y como Dios es infinito, nunca llegaremos a conocerlo del todo,
siempre será novedoso para las almas

             Dice San Juan de la Cruz que los ángeles más subidos, que son los Serafines y los Querubines, son los que mejor se dan cuenta de lo que les falta por conocer a Dios. Y Dios que es eterno, es lo que quiso decir a Moisés cuando este le preguntó por su nombre, a lo cual le contestó: "Yo soy el que soy", lo que espiritualmente hablando significa Yo soy el que existió, el que existe y el que existirá, es un Ser infinito y por tanto hace falta la eternidad que también es infinita para poder aprehenderlo, pero al no tener ni principio ni fin, nunca se podrá alcanzar.

              El santo Doctor místico, dijo también que toda la riqueza, belleza, la gracia y toda la alegría del mundo, comparadas con la Riqueza, la Belleza, la Gracia y la Alegría de Dios, son suma pobreza, suma fealdad, suma desgracia y sumo dolor. Pobreza, porque tarde o temprano perderemos esa riqueza material, fealdad, porque la belleza es perecedera, y hasta la flor más hermosa se marchita, desgracia porque la vida siempre está empañada de amarguras de enfermedades, de imprevistos y por tantos acontecimientos, que siempre ocasionan dolor y aflicción para nosotros y para nuestros seres queridos, en el mundo en que vivimos.

       Muy al contrario de todo eso, en el Cielo, la Riqueza, como dice Jesús, será un tesoro imperecedero y eterno, donde no tiene acceso el ladrón, ni el gusano o la polilla que lo roban o lo corroen todo, La Belleza será inmarchitable ya que quedará fijada fuera del tiempo que lo degrada todo, la Gracia y la Belleza de Dios, que si la pudiéramos ver aunque sea un instante, pasaríamos por mil horribles agonías para poder verla otra vez, como así lo dice el Santo Doctor que estuvo en contacto con la Divinidad en sus numerosos arrobamientos.



        Cántico espiritual de San Juan de la Cruz



38 Allí me mostrarías
aquello que mi alma pretendía,
y luego me darías
allí, tú, vida mía,
aquello que me distes el otro día:
39 El aspirar del aire,
el canto de la dulce filomena, 
el soto y su donaire
en la noche serena, 
con llama que consume y no da pena.


Me permito aquí aclarar que en Castellano antiguo se llamaba al canto del Ruiseñor el canto de la filomena, que es, según lo que se cuenta en la Leyenda de San Virila, lo que lo entretuvo durante 300 años.

       

Leyenda de San Virila

La leyenda cuenta que Virila, abad del monasterio de Leyre, en Navarra, era un monje muy preocupado por entender el misterio de la eternidad. Por comprender cómo era posible vivir eternamente sin llegar a aburrirse y, por lo tanto, dejar de ser feliz. En aras de comprender dicho misterio, Virila pedía a Dios en sus oraciones que le diera la clave de su comprensión, la ayuda necesaria para poder desvelar la preocupación.

Un día se encontraba el abad paseando por los alrededores del monasterio, llegó a una fuente y se dispuso a descansar. En aquel mismo momento el canto de un ruiseñor lo ensimismó y allí quedó Virila escuchándolo. Cuando reaccionó ya era tarde y se dirigió, rápidamente, al monasterio para llegar a las obligaciones del día. Cuando llegó a la puerta, el monje portero le impidió el paso puesto que no conocía al que debía ser su abad. 

Virila tampoco reconoció al monje. Tanto insistió que le dejaron pasar y se fue integrando en la vida monástica sin entender cómo era posible que todos los monjes de Leyre le fueran desconocidos, y los mismos no le reconocieran a él. Pasado el tiempo un monje curioseando en los antiguos libros de historia de la congregación descubrió que hacía más de 300 años había existido un abad llamado Virila que desapareció en el bosque.

       Hecha la revelación cuando todos estaban reunidos en la sala capitular, se abrió la bóveda de la misma y una voz se dirigió a Virila diciéndole: "si tan pronto te pasaron los trescientos años escuchando el canto de un ruiseñor, imagina cómo pasará el tiempo en compañía del Altísimo". De esta forma Virila comprendió el misterio de la eternidad.



martes, 16 de junio de 2015

ORACIÓN DE MADAME ELISABETH HERMANA DE LUIS XVI, ANTES DE MORIR GUILLOTINADA


ORACIÓN DESDE LA PRISIÓN DEL TEMPLO












ORACIÓN

¿Que me ha de ocurrir hoy, oh Dios mío?, lo ignoro.
Todo lo que sé, es que no me ocurrirá nada que no hayáis previsto de toda eternidad. Adoro vuestras decisiones eternas, me someto a ellas de todo corazón, lo quiero todo, lo acepto todo, ofrezco en sacrificio todo ello, y uno ese sacrificio al de vuestro querido Hijo, mi Salvador, pidiéndoos por su Sagrado Corazón, y sus méritos infinitos, la paciencia en nuestros sufrimientos, y el perfecto sometimiento que os debemos, para todo lo que queráis y permitáis.


Madame Elisabeth de Francia
Prisión del Templo 1.793






miércoles, 3 de junio de 2015

LA MISIÓN DE LAS VOCES EN LA IGLESIA DE HOY


María la Reina de los ángeles







         Proféticas palabras de Jesús acerca de los acontecimientos de la futura Iglesia, que por el tedio, y las presiones del medio ambiente, se irá alejando del camino, guiada por unos pastores que no han sabido conservar la auténtica esencia de las instituciones (Huida del sacrificio y de la Cruz de Cristo, Teologí­a de la liberación, relativismo, quietismo y alejamiento de las enseñanzas de Jesús y de la tradición de los Santos Padres de la Iglesia católica.)



          Aquí está perfectamente reflejada lo que ha pasado a través de los siglos, cuando hay desviaciones contra la fe en la Iglesia, Dios no interviene casi nunca directamente advirtiendo a la alta Jerarquía del peligro de estas desviaciones, y como hay que solucionarlas, y eso es así porque para eso están las Santas Escrituras, la tradición de los Santos Padres, el ejemplo de los Santos, y la propia conciencia de los Cristianos y la razón que Dios nos ha dado, razón que si está iluminada por Dios, lo que ocurre siempre, cuando el alma es fiel a la Gracia, es infalible. 

          Y así lo refleja San Juan de la Cruz, que en sus escritos dice que a algunas almas que tienen la gracia de comunicarse directamente con Dios, en el día del Juicio, serán castigadas por unos defectos que no han sabido corregir, y de los cuales no les avisó, porque tenían la capacidad de conocerlos.

        Lo mismo ocurre en la Iglesia, basta el ejemplo de Cristo, y la fidelidad a la Gracia, que se obtiene con humildad, ya que Dios no se comunica nunca con los soberbios, por muy alto Jerarcas que sean, para descubrir el Camino y la Verdad.

        Por esta razón, en caso de grave peligro, la Santísima Virgen se comunicó a la Iglesia a través de unos niños inocentes, que son los que están de verdad preparados para recibir a Dios, o de personas que son como niños. Y así la Santísima Virgen se apareció en Lourdes, para indicar que la Salvación está en el rezo del Santísimo Rosario, como así lo dijo siglos antes a San Antonio María Claret: "La salvación de tu País está en el rezo del Santo Rosario". 

       También se apareció a los pastorcillos de Fátima explicando que la primera guerra mundial era debida a los pecados de la Humanidad, y que si no se arrepentía vendría otra peor, que fue la segunda guerra mundial, donde se produjo la mayor masacre de la historia de la Humanidad.

        En este pasaje del Evangelio "ampliado", y no cambiado, de María Valtorta, Jesús explica que hoy día, Dios se comunica a través de ciertas almas escogidas que serán el desprecio de la Jerarquía, cuya misión profética es recordar las enseñanzas del Evangelio, y avisar de los errores doctrinales, que los Pastores, sometidos a la presión del mundo de las modas y de la mayoría, no son capaces de distinguir. 


                       




DEL EVANGELIO COMO ME HA SIDO REVELADO 
DE MARÍA VALTORTA.


EL ENCUENTRO CON LA MADRE Y LAS DISCÍPULAS

[...] Están ahora en la otra parte del Jordán y andan ligeros en dirección sudoeste, dirigidos hacia una segunda cadena de montes más elevada que la primera, que estaba formada por pequeñas colinas – pasada la cual se ve la llanura del Jordán - . Por lo que comentan, comprendo que han evitado la llanura para evitar de caer de nuevo en el limo que han dejado en la otra parte, y piensa dirigirse a su destino, siguiendo por los caminos interiores, mejor conservados y más transitables, sobre todo en periodo de lluvia.

“¿A qué altura estaremos?” pregunta Mateo, que se orienta mal.

“Sin duda entre Silo y Betel. Reconozco los montes” dice Tomás. “Pasamos hace poco por aquí, con Judas, que en Betel se hospeda donde algunos fariseos”.

“Te podrí­an hospedar también a ti. No quisiste venir. Pero ni yo, ni ellos te dijimos: “No vengas”.

“Yo tampoco digo que no me lo dijerais. Digo solo que prefería quedarme con los discí­pulos que evangelizaban aquí”.

Y el incidente termina. Es más, Andrés manifiesta su alegrí­a “Si en Betel tenemos fariseos amigos, no vendrán contra nosotros”.

“Pero estamos volviendo, no estamos yendo a Jerusalén”, le objetan.

“¡Tendremos que ir en todo caso para la Pascua! Y ya no sé cómo nos las vamos a ingeniar”.

"¡Sí­, claro! ¿Por qué ha dicho que vuelve a Caná? Podrí­an volver las mujeres, y nosotros cumplir el peregrinaje”.

¡Está escrito que mi mujer no celebre la Pascua en Jerusalén!” exclama Pedro.

Juan le consulta a Jesús, que está hablando animadamente con el Zelote: “Maestro, ¿cómo nos las vamos a ingeniar para ir y volver en tan poco tiempo?”.

“No lo sé. Me pongo en las manos de Dios. Si nos retrasamos, no será culpa mía”.

“Has hecho bien siendo prudente” dice el Zelote.

¡Por mí­, habrí­a seguido! Porque no ha llegado todaví­a mi hora. Esto Yo lo siento. Pero, ¿Cómo habrí­ais soportado, vosotros, la aventura; vosotros que de un tiempo a esta parte estáis tan… cansados?”.


“Maestro… tienes razón. Parece como si un demonio hubiera expirado su aliento sobre nosotros. ¡Estamos muy cambiados!”.

“El hombre se cansa. Quiere las cosas rápidas. Y sueña cosas estúpidas. Cuando se percata que el sueño es distinto de la realidad, se agita y, si no tiene buena voluntad, cede".

Olvida que el Omnipotente, que hubiera podido, en un instante, hacer el Universo del cáos, lo hizo en fases ordenadas y separadas en espacios de tiempo que se han llamado días.


Yo debo sacar del Cáos espiritual de todo un Mundo, el Reino de Dios. Y lo haré. Construiré sus bases. Ya las estoy construyendo. Y debo quebrar la roca durísima, para labrar dentro de ella las bases, cimientos que no han de derrumbarse. Vosotros levantaréis lentamente los muros. Vuestros sucesores continuarán la obra, en anchura y altura. De la misma manera que Yo moriré en la obra, vosotros también moriréis, y habrán muchos otros que morirán cruenta o incruentamente, consumidos, de todas formas por este trabajo, que requiere espíritu­ de inmolación, de generosidad, y lágrimas y sangre y paciencia sin medida”.

Pedro introduce su cabeza entrecana entre Jesús y Juan, y pregunta: "¿Se puede saber qué decíais?”.

¡Hombre, Simón! Ven aquí­. Hablábamos de la futura Iglesia. Estaba explicando que, al contrario de vuestras prisas, cansancios, desánimos, etc. requiere calma, constancia, esfuerzo, confianza. Estaba explicando que requiere el sacrificio de todos sus miembros. Desde Mí, que soy su fundador, su Cabeza mística, hasta vosotros, hasta todos los discípulos, hasta todos aquellos que lleven el nombre de cristianos y el de pertenecientes a la Iglesia Universal.

Y, en verdad, los que harán verdaderamente vital a la Iglesia, no pocas veces serán los más humildes de la gran escala de las Jerarquí­as, es decir, aquellos que parezcan simplemente “números”. Verdaderamente, no pocas veces tendrán que refugiarme en estos para seguir manteniendo viva la fe y la fuerza de los colegios apostólicos que se renovarán siempre; y tendrán que hacer de estos apóstoles personas atormentadas por Satanás y por los hombres envidiosos, soberbios e incrédulos. 


Y su martirio moral no será menos penoso que el martirio material: si, se verán entre la voluntad activa de Dios y la voluntad mala de del hombre, instrumento de Satanás, que tratará por todas las artes y violencias de presentarlos embusteros, locos, obsesos, para paralizar mi obra en ellos y los frutos de mi obra, cada uno de los cuales es un golpe victorioso contra la bestia”.
¿Y resistirán”.

“Resistirán. Incluso sin tenerme materialmente a su lado. deberán creer no solo en lo que se debe ser, sino también en su secreta misión; creerla santa, creerla útil, creerla proveniente de Mí­. Y, mientras, en torno a ellos, Satanás, sibilante, tratará de aterrorizarles, y el mundo gritará para escarnecerlos, y gritarán los no siempre perfectamente luminosos ministros de Dios para condenarlos. Este es el destino de mis futuras voces. Y, con todo, no tendrán otro modo de hacer reaccionar a los hombres y llevarlos al Evangelio y a Cristo.

Ahora bien, como contrapartida a todo lo que les pida y les imponga y de todo lo que reciba de ellos, ¡Oh, les daré eterno gozo, una Gloria especial! En el Cielo hay un libro cerrado. Solo Dios puede leerlo. En él están todas las verdades. Pero Dios, alguna vez quita los sellos y despierta las verdades ya dichas a los hombres, y construye a un hombre, elegido para tal destino, a conocer el pasado, presente y futuro como están contenidos en el libro misterioso. ¿Habéis visto alguna vez a un hijo, el mejor de la familia, o a un alumno, el mejor de la escuela, ser convocados por el padre o el maestro para leer en un libro de adultos y para escuchar la explicación?

Está al lado de su padre o de su maestro, abarcado por uno de sus brazos, mientras la otra mano, del padre o del maestro, señala con el í­ndice los renglones que quiera que lea y conozca el predilecto. Lo mismo hace Dios con sus consagrados para tal destino. Los acerca hacia Sí­, los tiene cogidos con su brazo, y los fuerza a leer lo que Él quiere, y a saber su significado, y luego a decirlo, y recibir a cambio burlas y dolor.


Yo, el hombre encabezo la estirpe de los que dicen las Verdades del libro celeste; y recibo burlas, dolor y muerte. Pero el Padre ya prepara mi Gloria. Y Yo, cuando haya subido a ella, prepararé la gloria de aquellos a quien haya forzado a leer en el libro cerrado los puntos que quería que leyeran, y, en presencia de toda la Humanidad resucitada y de los coros angélicos, los señalará como los que fueron, y los invitará a acercarse; entonces abrirá los sellos del Libro que ya será inútil tener cerrado, y ellos sonreirán al verlos de nuevo escritas, al volver a leer las palabras que ya les fueron iluminadas cuando sufrían en la Tierra”.

"¿Y los otros?” pregunta Juan, que estaba atentísimo a la lección.

"¿Qué otros?”.

“Los otros, que como yo, no han leí­do en la Tierra aquel Libro, ¿no sabrán nunca lo que dice?”.

“Los bienaventurados en el Cielo, absorbidos en la Sabidurí­a infinita, sabrán todo”.

"¿Inmediatamente? ¿Nada más morir?”

“Nada más entrar en la Vida”.

"¿Pero entonces por qué en el último día, vas a hacer ver que los llamas para conocer el Libro?”.

“Porque no estarán solo los bienaventurados viendo esto, sino toda la Humanidad. Y muchos, en la parte de los condenados, serán de aquellos que se burlaron de las voces de Dios como de voces de locos y de endemoniados, y los atormentaron por causa de aquel don suyo. Tardía pero obligada revancha concedida a estos mártires del malvado embotamiento del Mundo”.

"¡Qué bonito será verlo!” exclama Juan arrobado.

“Sí. Y ver a todos los Fariseos amolar los dientes de rabia” dice Pedro, y se frota las manos.

"¡Yo creo que miraré solo a Jesús y a los benditos que lean con Él el Libro!...” responde Juan con una sonrisa de niño en sus labios rojos, soñando con esa hora, perdido sus ojos en quien sabe que visión de Luz, ahora más brillantes por un acceso de llanto emotivo que no brota pero pone esplendorosos sus iris garzos.

El Zelote le mira, también Jesús le mira. Pero Jesús no dice nada. El Zelote, sin embargo dice: "¡Te mirarás entonces a ti mismo! Porque si entre nosotros hay uno que será “voz de Dios” en la Tierra y será llamado a leer los puntos del Libro sellado, ese eres tú, Juan, predilecto de Jesús y amigo de Dios”.

“¡No digas eso!” Yo soy el más ignorante de todos. Soy tan negado para todo que, si Jesús no dijera que de los niños es el Reino de Dios, pensarí­a que no podría nunca alcanzarlo. ¿No es verdad, Maestro, que yo valgo sólo porqué soy semejante a un niño?”.

“Sí­, perteneces a la bienaventurada infancia. ¿Y bendito seas por ello!”.

Siguen andando todavía un rato; luego Pedro, que mira hacia atrás por el camino de caravanas en que ya se encuentran, exclama: "¡Misericordiosa Providencia¡ ¡Aquel es el carro de las mujeres!”.

Todos se vuelven. Es realmente el pesado carro de Juana. Viene tirado por dos robustos caballos al trote. Se paran para esperarle. La cubierta de cuero, enteramente echada, impide ver a las personas que vienen dentro del carro. Pero Jesús hace un gesto para que se detenga, y el conductor reacciona con una exclamación de alegrí­a, cuando ve a Jesús erguido y con el brazo levantado al borde del camino.

Mientras el hombre para a los dos caballos que venían resoplando, se asoma por la apertura del tendal el rostro flaco de Isaac: “¡El Maestro!” grita. "¡Madre, alégrate! ¡Está aquí!”.

Se producen en el interior del carro voces de mujeres y confuso rumor de pisadas; pero antes de que una sola de las mujeres baje, ya han saltado al suelo Manahén, Margziam e Isaac, y corren para venerar al Maestro.

¿Todavía aquí­, Manahén?”.

“Fiel a la consigna. Y ahora más que nunca, porque las mujeres tení­an miedo… Pero… Te hemos obedecido porque se debe obedecer, - aunque creedlo - no había nada preocupante. Con certeza, Pilatos ha llamado al orden a los turbulentos, diciendo que quienquiera que provoque sediciones en estos días de fiesta será castigado duramente. Creo que no es ajena a esta protección su mujer, y sobre todo, las damas amigas de su mujer. En la corte se sabe todo y nada. Pero se sabe lo suficiente…” y Manahén se aparta para dejar sitio a María, que ha bajado del carro y ha recorrido los pocos metros de camino, trémula y toda emocionada.

Se besan, mientras todas las discípulas, veneran al Maestro. Pero no están ni Marí­a ni Marta de Lázaro.

María susurra: "¡Cuanta congoja desde aquella noche! Hijo!, ¡cómo te odian todos!” y unas lágrimas descienden siguiendo las líneas rojas, que son las señales de muchas otras, vertidas esos días.

“Pero ya ves que el Padre provee. ¡ que no llores! Yo desafío con coraje a todo el odio del mundo. Pero una sola lágrima tuya me abate. Ánimo, Madre Santa!” y, teniéndola arrimada contra Sí­ con un brazo, se vuelve hacia las discí­pulas para saludarlas; y dedica palabras especiales a Juana, que ha querido regresar para acompañar a Marí­a.

¡Maestro, no es ningún esfuerzo estar con tu Madre! Marí­a está retenida en Betania por los sufrimientos de su hermano. He venido yo. He dejado a los niños al cuidado de la mujer del guardián del palacio; es una mujer buena y maternal. Y ya está también Cusa. ¡Fíjate si le va a faltar algo a nuestro querido Matías, predilecto de mi marido! Pero también Cusa me dijo que partir era inútil. La medida de contención impuesta por el Procónsul le ha roto las uñas también a Herodí­as. Y además, el Tetrarca, tiembla de miedo, y no tiene más que un pensamiento: vigilar para que Herodí­as no le destruya ante los ojos de Roma. La muerte de Juan ha echado abajo muchas cosas que estaban a favor de Herodí­as. Y Herodes siente también, y muy bien, que el Pueblo está rebelado contra él por la muerte de Juan. La raposa intuye que el peor castigo serí­a perder la odiosa y humillante protección de Roma. El Pueblo arremetería contra él inmediatamente. Por tanto, no dudes que no hará nada por propia iniciativa”.

“Entonces volvamos a Jerusalén” Podéis caminar tranquilos en cuanto a vuestra seguridad. Vamos. Que las mujeres monten de nuevo en el carro, y con ellas Mateo y quien está cansado. Descansaremos en Betel. Vamos”.

Las mujeres obedecen, suben con ellas Mateo y Bartolomé. Los otros prefieren seguir al carro a pie junto con Manahén, Isaac y Margziam. Y Manahén cuenta como ha hecho las averiguaciones para saber lo que habí­a de verdad en la bravata del herodiano, que había extendido un velo de dolor sobre el grupo tranquilo reunido en Betania en casa de Lázaro, “que sufre mucho” (dice Manahén).

“¿Ha ido una mujer a Betania?”.

“No, Sé. Pero nosotros hace tres dí­as que faltamos de allí­. ¿Quién es?”.

“Una discí­pula. Se la dará a Elisa, porque es joven, está sola y no tiene medios”.
“Elisa está en el palacio de Juana. Querí­a venir. Pero está muy resfriada. Ardí­a en deseos de verte. Decía: ¿Pero no comprendéis que mi paz está en verle?”.

“Voy a darle también una alegrí­a con esta joven. ¿Y tú, Margziam, no hablas?”.

“Escucho, Maestro”.

“El muchacho escucha y escribe. De uno u otro requiere que le repitamos tus palabras, y escribe, escribe. ¿Pero las habremos dicho bien?” dice Isaac.

“Las miraré Yo y añadiré lo que falte en el trabajo de mi discípulo” dice Jesús acariciando al carrillo morenito de Margziam. Y pregunta: “¿Y el anciano padre? ¿Le has visto?”.

“¡Sí­! No me reconocí­a. Lloró de alegrí­a. Pero le veremos en el Templo porque Ismael los envía. Es más, les ha dado más días este año. Tiene miedo de Tí”.

“¡Claro, mira este! ¡Después de la bromita que le sucedió a Cananías en Sebat!” dice Pedro, y ríe.

“Pero el miedo a Dios no construye; al contrario, destruye. No es amistad. Es solo una espera que a menudo se transforma en odio. Pero cada uno da lo que puede…”.


Prosiguen el camino y los pierdo de vista.

martes, 2 de junio de 2015

LA FUERZA DEL AMOR: EL AMOR PRODUCE FUERZAS SALUDABLES, EL ODIO FUERZAS MALIGNAS


Dijo San Agustín: "Ninguna de las cosas graves
 y pesadas las ha hecho el Amor"



El hecho de que el Amor, cuando está ordenado según los mandamientos de la Ley de Dios, que está representado en la Santísima Trinidad por el Espíritu Santo, que es la fuerza que da la vida y la salud espiritual al alma, y el motor que mueve todos los engranajes materiales y espirituales, está afirmado por la célebre frase de San Agustín:

"NINGUNA DE LAS COSAS GRAVES Y PESADAS LAS HA HECHO EL AMOR". 


           Para entenderlo, basta observar como lo que atrae a un niño o a cualquier persona, nunca les causa molestias, y no ahorra fatigas hasta conseguirlo, porque se trata de algo deseado. Por ejemplo cuando se le dice a un hijo que ayude en los trabajos caseros, contestará: "Estoy cansado", porque no le gusta, sin embargo, ese mismo niño es infatigable para los juegos, que necesitan grandes dosis de energía, y lo mismo ocurre con todas las personas, para conseguir sus deseos más íntimos. 

           También el odio, lo opuesto al Amor, es lo que mueve a Satán y a sus hijos a obrar el mal, pero la gran diferencia que hay entre los dos, es que el Amor verdadero nunca cansa, e infunde en el alma, paz y sosiego, mientras que el odio infunde guerra y rabia, en una palabra, el Amor produce el bienestar y la salud del alma, mientras que el odio produce el malestar y la enfermedad del alma. 

            Y aquí, se podrían aportar multitud de pruebas en las parábolas de Jesús y en los escritos de San Juan de la Cruz, y de todos los Santos: Es por amor que Abél entregó sus mejores ofrendas a Yahvé, y por la falta de él, que Caín entregó sus peores ofrendas, de la misma manera, todos los que recibieron los talentos, de la Parábola lograron multiplicarlos, y la falta de amor fue lo que hizo que el que recibió solo uno, lo enterró, ya que para él, el Amo era un ser desagradable, exigente e interesado, mientras que para los otros, el Amo era un Padre al que amaban, y por eso obraban con diligencia para aumentar su riqueza y su gloria. 

       También están aquí las famosas palabras de San Pablo, describiendo tan acertadamente todas las cualidades del Amor: "El Amor es humilde, paciente, nunca se ofende, todo lo perdona no se vanagloria". 

        Pero en la Descripción del Amor Espiritual, y como es correspondido por Dios, nadie ha sabido describirlo tan bien como San Juan de la Cruz, en los peldaños de la escala Mística, desde que el Alma está tocada y cae enferma por el Amor de Dios, pasando por un continuo obrar sin fatigarse, luego a necesitar a Dios de una manera tal, que si no se comunica con ella, morirá de pena, hasta que en el último peldaño de la escala, el alma está totalmente poseída por Dios y se funde y transforma en Él. 

       Y por fin, las Palabras que se pronunciarán, y que todos, los elegidos, oirán en la Resurrección y el Juicio final: 

"VENIR A TOMAR POSESIÓN DE MI REINO, PORQUÉ TUVE HAMBRE Y ME DISTEIS DE COMER, ESTABA SEDIENTO Y ME DISTEIS DE BEBER, ENFERMO Y EN LA CÁRCEL Y ME VISITASTEIS" 


Por el contrario, los que incumplieron los mandamientos del Amor, oirán las terribles palabras de Jesús-Dios: 

"MALDITOS, ID AL FUEGO ETERNO, PREPARADO PARA SATÁN Y SUS ÁNGELES"