MENSAJE DE LA VIRGEN MARÍA

DIJO LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA:

“QUIERO QUE ASÍ COMO MI NOMBRE ES CONOCIDO POR TODO EL MUNDO, ASÍ TAMBIÉN CONOZCAN LA LLAMA DE AMOR DE MI CORAZÓN INMACULADO QUE NO PUEDO POR MÁS TIEMPO CONTENER EN MÍ, QUE SE DERRAMA CON FUERZA INVENCIBLE HACIA VOSOTROS. CON LA LLAMA DE MI CORAZÓN CEGARÉ A SATANÁS. LA LLAMA DE AMOR, EN UNIÓN CON VOSOTROS, VA A ABRASAR EL PECADO".

DIJO SAN JUAN DE LA CRUZ:

"Más quiere Dios de ti el menor grado de pureza de Conciencia que todas esas obras que quieres hacer"


A un compañero que le reprochaba su Penitencia:

"Si en algún tiempo, hermano mío, alguno sea Prelado o no, le persuadiere de Doctrina de anchura y más alivio, no lo crea ni le abrace, aunque se lo confirme con milagros, sino Penitencia y más Penitencia, y desasimiento de todas las cosas, y jamás, si quiere seguir a Cristo, lo busque sin la Cruz".

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miércoles, 17 de agosto de 2016

VIDA DE SAN PEDRO DE ALCÁNTARA QUE FUNDÓ LOS FRANCISCANOS ALCANTARINOS.






San Pedro de Alcántara, religioso franciscano, veía normal pasar varios días sin comer. Defendió a Santa Teresa cuando se ponía en duda su religiosidad.

Glorioso Tránsito:
Ante el agravarse de su enfermedad, el 12 de octubre de 1.562, se hace llevar a Arenas, donde quiere recibir la muerte rodeado de sus hermanos. En el amanecer del 18 de octubre, alegre de verse ya de partida para la gloria, después de pedir perdón a su cuerpo por las asperezas y rigores con que le había tratado todo el tiempo de su vida, comenzó a rezar el salmo «miserere», quedándose absorto en la contemplación de la Trinidad y de la Virgen María. Vuelto en sí, y diciendo: «¡Qué alegría cuando me dijeron, vamos a la casa del Señor!», entregaba su espíritu.

Se apareció después de muerto y pronunció la celebre frase: 

"Bendita penitencia que me dio tanta Gloria en el Cielo".




                                                      San Pedro de Alcántara

Por fray Frank DUMOIS, ofm.

En España, en el siglo XVI, coincidieron muchos santos de primera magnitud: san Ignacio de Loyola, fundador de la Compañía de Jesús (jesuitas); santa Teresa de Jesús, fundadora de las Carmelitas Descalzas; san Juan de la Cruz, fundador de la rama masculina (Carmelitas Descalzos); santo Tomás de Villanueva, agustino, arzobispo de Valencia; san Juan de Dios, portugués, fundador de la Orden Hospitalaria; san Francisco de Borja, tercer superior de la Compañía de Jesús; san Juan de Ribera, arzobispo de Valencia; san Pascual Bailón, hermano lego franciscano; san Juan de Ávila, sacerdote diocesano y el que nos ocupa, san Pedro de Alcántara, sacerdote franciscano.

Pedro Garabito Villela nace en Alcántara (Cáceres) en 1499. Llegó a ser uno de los grandes caracteres del gran siglo español. No brilló en las letras (aunque algo precioso escribió) ni en las armas ni en la política, pero como incansable buscador de Dios alcanzó la santidad. Su vida fue ejemplo desde la infancia, y aunque no le faltaron grandes combates interiores, su voluntad siempre se mantuvo firme, sin vacilaciones. Nació en cuna noble y rica.

Su padre era gobernador de la región extremeña. La desahogada economía de la familia le permitió estudiar de 1513 a 1515 en Salamanca, después de haber cursado los estudios elementales en Alcántara. A los 15 años había concluido el primer curso de Derecho.

Con su formación humana también se incrementaba su vida espiritual por la oración y los sacramentos. Joven aún definió su orientación de vida al ver pasar por delante de la puerta de su casa a un franciscano descalzo de reciente reforma. Decide entonces, abandonar el hogar y tomar el hábito franciscano… Transcurría el año 1515.

De 1519 a 1522, a pesar de su juventud y de no ser todavía sacerdote, lo nombran guardián del convento de Badajoz. Dos años más tarde fue ordenado de sacerdote y meses después, elegido superior de Robledillo. De allí pasó en 1528 a Plasencia, y desde 1532 a 1535 residió en la Lapa.

Tenía sólo 25 años cuando empieza su vida apostólica por tierras de Extremadura y se hace conocida su aptitud para los distintos cargos de la orden que citamos con anterioridad. Por sus excesivas mortificaciones parecía vivir en un mundo distinto, sin embargo era considerado por muchos un ser superior… ideal.

Era caritativo, humilde, vigilante, atento a los intereses materiales y espirituales, primero como guardián de varias casas, después como consejero provincial, visitador y comisario general. Funda conventos en España y Portugal, viaja constantemente, es excelente director espiritual. Despierta el fervor de sus hermanos franciscanos y crea, dentro de la Orden una nueva rama: los descalzos Alcantarinos, nombre que se le diera en honor a su fundador. El papa Pío IV le confirmó en 1562.

Vivir en la máxima expresión de pobreza era una de las condiciones instituidas por la nueva rama franciscana, la que también establecía que en los conventos no podían coexistir más de ocho miembros; ellos vivirían en celdas pequeñísimas, tendrían una esterilla por lecho y andarían descalzos todo el tiempo. Asimismo tendrían que abstenerse de comer carne, pescado, huevos y tomar vino.

En la época de mayor florecimiento, los Alcantarinos llegaron a tener 20 provincias entre España, Italia, América del Norte y del Sur y Filipinas. Entre los mártires de Nagasaki (1597) estaban seis alcantarinos, los que junto a 16 hermanos más fueron luego beatificados o canonizados. Entre ellos se encuentra san Pascual Bailón (muerto en 1592) y quien es considerado hoy patrono de los congresos y asociaciones eucarísticas.

Cuando el papa León XIII en 1897 decretó la disolución de familias “especiales” en los franciscanos, los alcantarinos quedaron incluidos en los Franciscanos a secas (OFM), a diferencia de los Capuchinos (OFM Cap) y Conventuales (OFM Conv) que permanecieron como ramas independientes de la primera Orden de San Francisco.

No exageramos si decimos que san Pedro de Alcántara fue uno de los grandes promotores del fervor religioso en la España del siglo XVI. Los pueblos escuchaban con lágrimas sus austeros discursos, los nobles se ponían bajo su dirección y muchos se unían a él en el claustro.

El rey de Portugal, Juan III, lo llama a su corte, la que queda embelesada por sus virtudes. El célebre fray Luis de Granada OP comparte su amistad, así como san Francisco de Borja SJ, con quien mantuvo interesante correspondencia. En 1557, el emperador Carlos V (Carlos I de España) retirado en el monasterio Jerónimo de Yuste (Cáceres), entabla con él este diálogo:

— Padre, mi intención y voluntad es que os encarguéis de mi alma y seáis mi confesor.
— Señor –responde el franciscano–, para ese oficio, a otro debe buscar vuestra majestad más digno, que yo no podría soportar las obligaciones de él.
— Haced vos lo que os mando, que yo sé lo que me conviene–, replicó el emperador contrariado.
— Señor, vuestra majestad tenga por bien y se sirva que en este negocio se haga la voluntad de Dios. Si no vuelvo, tenga vuestra majestad por respuesta que no se sirva de ella.

Pedro de Alcántara no volvió a aparecer delante del César.

Las penitencias de nuestro santo son más dignas de admiración que de imitación. Se agotaba con frecuencia, hacía una sola comida cada tres días, dormía sólo hora y media sentado. Su vestido era la túnica y el manto, bajo la túnica tenía un cilicio de hoja de lata… Llevaba siempre, nevara o hiciera sol, los pies desnudos y la cabeza descubierta.
Con todo, Pedro sabía bien que la ascesis cristiana no es un fin en sí misma sino que el fin es la unión con Dios. Y él era profundamente contemplativo. Oraba sin cesar y en todas partes. A veces quedaba en suspenso en el aire.

Dios lo escogió para guiar a santa Teresa de Jesús. Los dos santos se vieron por primera vez en 1560 cuando ella estaba muy turbada, como lo refiere en el siguiente escrito: “Fue el Señor servido remediar gran parte de mi trabajo, y para entonces todo con traer a este bendito Fray Pedro de Alcántara. Es autor de unos libros pequeños de oración, que ahora se tratan mucho, de romance, porque como bien lo había ejercitado, escribió harto provechosamente para los que la tienen”.

Al año siguiente se encuentran de nuevo y en abril de 1562 la santa le expuso las dificultades para establecer en su convento de San José de Ávila una pobreza absoluta.

Pedro le dijo: “En seguir los consejos evangélicos es infidelidad tomar consejo. El consejo de Dios no puede dejar de ser bueno. En casos de conciencia y de pleitos bien están los juristas y los teólogos, y mas en la perfección de la vida, no se ha de tratar sino con los que la viven”. Y añade irónicamente: “Si quiere tomar consejo de letrados sin espíritu, busque harta renta, a ver si le valen ellos, ni ella, más que el carecer de ella por seguir el consejo de Cristo. Creo más a Dios que a mi experiencia. No crea a los que le dijeran lo contrario por falta de luz o por incredulidad, o por no haber gustado cuán suave es el Señor”.

El “Tratado de la oración y meditación “que lleva su nombre, fue traducido a varios idiomas y se reimprimió más de 200 veces, sin embargo en los últimos tiempos ha sido objeto de discusión junto con el “Libro de la oración y meditación” de fray Luis de Granada OP. Pero el problema sigue en pie pues no hay argumentos conclusivos.

Para el último año de su vida (1562) estaba muy agotado y deshecho. Alto, huesudo parecía una de esas figuras que por aquellos días pintaba el Greco en Toledo. Hacía un año que santa Teresa le había avisado de la proximidad de su muerte, lo cual no le impidió seguir vigilando la observancia y visitando los conventos (sobre todo el de Pedroso, donde había surgido la reforma) en calidad de comisario general de los reformados (alcantarinos o descalzos). Murió en Arenas (Ávila).

Santa Teresa en su autobiografía se refiere a él cuando escribe:

“Y, ¡qué bueno nos le llevó Dios ahora en el bendito fray Pedro de Alcántara! No está ya el mundo para sufrir tanta perfección. Dicen que están las saludes más flacas y que no son los tiempos pasados. Este santo hombre de este tiempo era; estaba grueso en el espíritu como en los otros tiempos. Y así tenía el mundo debajo de los pies…

”A mujeres jamás miraba, estos muchos años; decíame que ya no se le daba más ver que no ver. Más era muy viejo cuando le vine a conocer, y tan extrema su flaqueza que no parecía sino hecho de raíces de árboles.

Con toda esta santidad, era muy afable, aunque de pocas palabras, si no era con preguntarlo; en éstas eran muy sabrosos, porque tenía lindo entendimiento… Fue su fin como la vida predicando y amonestando a sus frailes. Como vio ya se acababa, dijo el salmo. ‘Qué alegría cuando me dijeron vamos a la casa del Señor’, e, hincado de rodillas, murió”.

Pedro de Alcántara fue beatificado en 1622 y canonizado en 1660. Su fiesta es el 19 de octubre. Se le representa con hábito de la Orden, crucifijo y calavera y zurriago.







lunes, 15 de agosto de 2016

LA TRANSFIGURACIÓN DE LA VIRGEN MARÍA. JESÚS CORRE EL VELO DE HUMILDAD QUE OCULTA LAS SUBLIMES VIRTUDES DE LA Stma VIRGEN MARÍA

María, poderosísima Protectora; otorgad para mí,
por Jesús, la Corona inmortal. 



LA TRANSFIGURACIÓN DE LA VIRGEN MARÍA


DEL EVANGELIO COMO ME HA SIDO REVELADO
DE Mª VALTORTA


 Dice Jesús....

[...] "Bien, ven Simón. He querido que estuvierais aquí, para daros a conocer a María. Muchos de vosotros conocéis a la "madre" María; algunos a la "esposa" María. Pero ninguno conoce a la "virgen" María. Os la quiero dar a conocer en este jardín en flor, al cual vuestro corazón viene, con el deseo, en los momentos de lejanía forzada, como a un lugar de reposo, durante las fatigas del apostolado.

He oído lo que decíais, apóstoles, discípulos y parientes; he oído vuestras impresiones, vuestros recuerdos, vuestras afirmaciones acerca de mi Madre. Quiero transfiguraros todo esto - cargado de admiración, pero todavía muy humano - en conocimiento sobrenatural. Porque mi Madre antes de Mí, debe de ser transfigurada ante los ojos de los más merecedores, para ser mostrada cual Ella es. Veis a una mujer. Una mujer que por su santidad os parece distinta de las demás, y que véis en realidad como un alma envuelta en la carne, como todas sus hermanas de sexo. pero ahora quiero descubriros el alma de mi Madre, su verdadera y eterna belleza.

Ven aquí, Madre mía. No te ruborices. No te eches hacia atrás atemorizada, dulce paloma de Dios Tu Hijo es la Palabra de Dios, y puede hablar de tí y de tu misterio, de tus misterios, ¡oh sublime Misterio de Dios! Vamos a sentarnos aquí, bajo esta ligera sombra de árboles en flor, junto a la casa, junto a tu habitación santa. ¡Así! Vamos a descorrer esta cortina ondeante. Que salgan olas de santidad y de Paraíso de esta habitación virginal para saturarnos de tí a todos...  Sí. A mí también, y quede perfumado de tí, Virgen perfecta, para poder soportar los hedores del mundo, para, teniendo saturada la pupila de tu Candor, poder ver candor... Venid aquí, Margziam, Juan, Esteban y vosotras, discípulas, poneos bien de frente a la puerta abierta de la morada casta de la que es Casta entre todas las mujeres. Y detrás, vosotros, amigos míos. Y aquí a mi lado, tú, amada Madre mía. 

Pero antes he dicho:"la eterna belleza del alma de mi Madre". Soy la Palabra y por eso sé hacer uso de la palabra sin error. He dicho eterna, no inmortal. Y no lo he dicho sin una finalidad. Inmortal es quién , habiendo nacido, ya no muere. Así el alma de los justos es inmortal en el Cielo, el alma de los pecadores es inmortal en el Infierno; porque el alma, una vez creada, ya no muere sino a la Gracia. Pero el alma tiene vida, existe desde el momento que Dios la piensa. La crea el pensamiento de Dios. El alma de mi Madre desde siempre es pensada por Dios. Por lo tanto es eterna en su Belleza, en la cual Dios ha vertido todas las perfecciones para recibir de ella delicia y confortación.

Está escrito en el libro de nuestro antepasado Salomón, que te antevió, por lo tanto, puede ser llamado profeta tuyo: 

"Dios me poseyó al principio de sus obras, desde el mismo principio, antes de la Creación. Ab aeterno fuí establecida, al principio antes de que fuera hecha la Tierra. No existían todavía los abismos y yo había sido ya concebida. No manaban aún las fuentes de las aguas, no habían aún sido asentadas las montañas sobre su pesada mole y yo ya existía. Antes de las colinas había sido dada la luz. Él no había hecho todavía la Tierra, ni los ríos, ni los fundamentos del mundo, y yo ya existía. Cuando preparaba los cielos y el Cielo, estaba presente. Cuando con ley inviolable cerró debajo de la bóveda el abismo, cuando afianzó en lo alto la bóveda celeste y colgó de ella las fuentes de las aguas, cuando fijó al mar sus confines y dictó a las aguas la ley de no superarlos, mientras echaba los cimientos de la Tierra, yo estaba con Él, jugaba en su presencia continuamente. Jugaba en el orbe".

¡Sí, oh Madre de la que Dios, el Inmenso, el Sublime, el Virgen, el Increado, estaba grávido, y te llevaba como el dulcísimo de su seno, exultando al sentirse agitarte dentro de Él, dándole las sonrisas con las que hizo la Creación! Tú, a la que dio a luz el dolor para darte al mundo, alma suavísima, nacida del Virgen para ser la "Virgen", Perfección de la Creación, Luz del Paraíso, Consejo de Dios, el cual, mirándote, pudo perdonar la Culpa, porque solo Tú, tú sola, sabes amar como no sabe hacerlo toda la Humanidad junta. ¡En Ti, el perdón de Dios! En ti, la Medicina de Dios! ¡En ti, la Salud del mundo, Madre del Amor encarnado y del Redentor concedido!

¡Oh, el alma de mi Madre! ¡Fundida en el Amor con el Padre, te miraba dentro de Mí, oh alma de mi Madre!... Tu esplendor, tu oración, la idea de que tú me llevaras, eran eterno consuelo de mi destino de dolor y de experiencias inhumanas, de lo que significa para el Dios perfectísimo el mundo corrompido. ¡Gracias Madre! He venido ya saturado de tus consuelos, he descendido sintiéndote solo a Ti, tu perfume, tu canto, tu amor... ¡Alegría, alegría mía!
Pero oíd, vosotros que ahora sabéis que una sola es la mujer en la que no hay mancha, una sola la Criatura que no cuesta heridas al Redentor, oíd la segunda transfiguración de María, la Elegida de Dios.


ESTAS FLORES SIMBOLIZAN LAS VIRTUDES
DE LA Stma. VIRGEN MARÍA



Era una tarde serena de Adar. Estaban en flor los árboles en el jardín silencioso. María, desposada con José había cogido un rama del árbol florecido, para sustituir a la otra que había en su habitación. Hacía poco que María había venido a Nazaret, tomada del Templo para adornar una casa de santos. Y, con el alma tripartita (entre el Templo, la casa y el Cielo), miraba la rama florida pensando que con una parecida a esa, florida en modo insólito, una rama cortada en pleno invierno en este huertezuelo, que había echado flores como en primavera delante del Arca del Señor - quizás le había dado calor el Sol-Dios radiante en el lugar de su gloria - Dios le había expresado su voluntad... 

Y pensaba también que el día de la boda, José le había llevado otras flores, aunque no como esa primera, que tenía escrito en sus pétalos ligeros: "Te quiero unida a José"... Muchas cosas pensaba... Y pensando subió a Dios. Las manos se movían diligentes entre la rueca y el huso, e hilaban un hilo más delgado que un cabello de su joven cabeza...

El alma tejía un tapiz de amor, yendo diligente, como la lanzadera del telar, de la tierra al Cielo; de las necesidades de la casa, de su esposo, a las del alma, de Dios. Y cantaba y oraba. El tapiz se formaba en el místico telar, se desenrollaba desde la Tierra al Cielo, subía para perderse arriba... ¿Formado con qué? Con los hilos finos, perfectos, fuertes, de sus virtudes, con el veloz hilo de la lanzadera que ella creía suya, y que sin embargo era de Dios: la lanzadera de la voluntad de Dios en la cual estaba arrollada la voluntad de la pequeña, Grande Virgen de Israel, la Desconocida para el mundo, la Conocida de Dios; su voluntad arrollada, hecha una con la voluntad del Señor. 

Y el tapiz se adornaba con flores de amor, de pureza, con palmas de paz, de gloria con violetas, jazmines... Todas las virtudes florecían en el tapiz del amor que la Virgen de Dios extendía, invitante, desde la tierra hasta el Cielo. Y, no bastando el tapiz, lanzaba su corazón cantando: "Venga mi Amado a su jardín y coma el fruto de sus árboles frutales... Baje mi Amado a su Jardín, a la era de los aromas. a halagarse en los jardines, a recoger lirios. ¡Yo soy de mi Amado, y mi Amado es mío; Él, que se halaga entre los lirios!". (Cant 5, 1; 6, 2-3; 4, 1 y 11-12; 8, 6-7).

Y, desde lejanías infinitas, entre torrentes de Luz, venía una voz cual ningún oído humano puede oír, ni garganta humana formar. Decía: "¡Cuán hermosa eres, amiga mía! ¡Qué hermosa!... Miel gotean tus labios... ¡Un jardín cerrado eres tú, una fuente sellada, oh hermana, esposa mía!..." , y las dos voces se unían para cantar la eterna verdad: "El amor es más fuerte que la muerte. Nada puede extinguir o ahogar nuestro amor". La Virgen se transfiguraba así... así... así... mientras descendía Gabriel y la reclamaba, con su llamear, a la Tierra; uníale de nuevo el espíritu al cuerpo, para que ella pudiera oír y comprender la demanda de Aquel que la había llamado "Hermana" pero que la quería "Esposa".

Pues bien, allí tuvo lugar el Misterio... Y una púdica, la más púdica entre todas las mujeres, Aquella que ni siquiera conocía el estímulo instintivo de la carne, se turbó ante el ángel de Dios, porque un ángel turba la humildad y la verecundia de la Virgen; y sólo se calmó, oyéndole hablar; y creyó; y dijo la palabra por la que el amor "de Ella y de Él" se hizo Carne y vencerá a la Muerte, y no habrá agua que pueda apagarla ni maldad que puede sumergirle... ".
Jesús se inclina dulcemente hacia María, que ha caído a sus piés, casi extática, al rememorar la lejana hora, iluminada con una luz especial que parece exhalar del alma; y le pregunta quedo: "¿Cual fue, ¡Purísima!, tu respuesta a aquel que te aseguraba que viniendo a ser madre de Dios, no perderías tu perfecta Virginidad?".

Y María, casi en sueño, lentamente, sonriendo, con los ojos dilatados por un feliz llanto: "He aquí a la Sierva del Señor! Hágase en mi según tu Palabra" y reclina, adorando, la cabeza en las rodillas de su Hijo.

Jesús la cubre con su manto, celándola así a los ojos de todos, y dice: y se cumplió. Y se cumplirá hasta el final. Hasta sus otras transfiguraciones. Ella será siempre la "Sierva de Dios". Hará siempre lo que diga "la Palabra". ¡Esta es mi Madre! Bueno es que empecéis a conocerla en toda su santa Figura... ¡Madre! ¡Madre! Alza tu cara, Amada... llama a tus devotos a esta Tierra en que por ahora estamos... " dice mientras destapa a María, después de un rato en que no se ha oído ningún sonido aparte del zumbido de las abejas y el gorgoteo de la fuentecilla.

María levanta la cara, cubierta de llanto, y susurra: "¿Por qué me has hecho esto, Hijo? Los secretos del Rey son sagrados... ".

"Pero el Rey los puede revelar cuando quiere. Madre, lo he hecho para que se comprenda lo que dijo el Profeta: "Una mujer abarcará al hombre" (Jer 31, 22), y lo otro del otro Profeta: "La Virgen concebirá y dará a luz a un Hijo"( Isaías 7, 14). Y también para que ellos, que se horrorizan por demasiadas cosas del Verbo de Dios, que consideran humillantes, tengan como contrapeso otras muchas cosas que los confirmen en el gozo de ser "míos". Así, no se volverán a escandalizar, y conquistarán así también el Cielo... Ahora los que tengan que ir a las casas hospitalarias, que vayan. Yo me quedo aquí con las mujeres y Margziam. Que mañana, al alba, estén aquí todos los hombres; quiero llevaros a un lugar cercano. Luego regresaremos para saludar a las discípulas. Después volveremos a Cafarnaúm y reuniremos a otros discípulos para enviarlos detrás de ellas"...








sábado, 13 de agosto de 2016

SI ABRAHÁN ES EL PADRE DE LOS CREYENTES, SAN JOSÉ ES EL PADRE DE LOS REDIMIDOS.




EL PATRIARCA MÁS IMPORTANTE DE LA CREACIÓN DE DIOS, FUE SAN JOSÉ, DIOS LE ENCOMENDÓ LA CUSTODIA DE SU HIJO ÚNICO, Y LA DE LA OBRA MAESTRA DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD, QUE IBA A SER LA REINA DEL CIELO Y DE LA TIERRA, LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA.

JESÚS, EL MESÍAS  TENÍA QUE APARECER COMO HOMBRE Y NO COMO UN ÁNGEL BAJADO DEL CIELO SIN INTERVENCIÓN DE LA NATURALEZA HUMANA, POR ESO ESCOGIÓ NACER EN LA SUBLIME PUREZA DE UNA MUJER, QUE IBA A SER LA ANTÍTESIS DE EVA, 

EVA CON LA AYUDA DE ADÁN PROPICIÓ LA DESGRACIA HUMANA, MARÍA CON LA AYUDA DE JOSÉ, PROPICIÓ LA GRACIA PARA LA HUMANIDAD, EVA QUISO SER COMO DIOS, MARÍA QUISO SER SU ESCLAVA. 




viernes, 12 de agosto de 2016

CÁNTICO ESPIRITUAL DE SAN JUAN DE LA CRUZ:

Jesús da unos toques al alma que pueden ser, como dice S. Juan de la Cruz, como una corta centellada, o como una profunda sensación, como cuando se toma un vino adobado, para que las almas se sientan atraídas hacia Él, y lo busquen afanosamente. 





LA ACCIÓN DE DIOS EN LAS ALMAS


Hoy día las enseñanzas de ciertos miembros de la Iglesia Católica, han cambiado totalmente de mentalidad, por lo que yo pienso que es la mala interpretación del último Concilio. En una revista publicada por cierta Congregación Religiosa, un miembro de la misma explicaba con sumo detalle la vida de un Santo religioso de su orden. Se relataba su vida de penitencia, de renuncia y de amor a Dios; el final del relato, concluía con una observación que me dejó un sabor amargo, por no decir que me escandalizó, y que explica muy bien lo que ocurre hoy día en la Iglesia. "Menos mal que el Concilio ha traído aires nuevos"(sic).
Le mandé una carta con mi dirección y teléfono, preguntándole si él creía que el Concilio había dado "barra libre", para entregarse a todos los apetitos, ¡aún estoy esperando la respuesta desde hace muchos años!

Es el Relativismo, que hace no ver diferencia alguna entre el pecado y la Virtud:, que es como decir que para ser Santo hoy día, gracias al Concilio, no se necesitan ni sacrificios, ni penitencias, para alcanzar la Vida Eterna, lo que es contrario a las enseñanzas de Jesús: "El que quiera venir en pos de Mí, que tome su Cruz y que me siga".

Las consecuencias son dramáticas: se predica una doctrina que va en contra de la Tradición de las enseñanzas de los Santos Padres, tomando de las Escrituras Sagradas los pasajes que les gustan, y desechando los pasajes que no están conformes a la mentalidad actual, como el Infierno, las posesiones que se atribuyen a enfermedades mentales, mentalidad que es cambiante como las modas, creyendo que es Dios que tiene que adaptarse a esas modas.

Y se afirma que todos somos hijos de Dios, y que Dios nos quiere tal como somos, y qué tenemos que estar a gusto con nuestros pecados, condenando las almas a la desaparición del Santo temor de Dios, que tuvieron todos los Patriarcas y todos los grandes Santos después de Cristo; llevando las almas al Relativismo al quietismo y a la más sublime mediocridad. En este pasaje del Cántico Espiritual de San Juan de la Cruz, se afirma citando a las Escrituras una verdad que hoy día sería tomada por muchos Consagrados como una gran herejía:

"Ningún hombre mortal puede saber si es digno de gracia o de aborrecimiento a los ojos de Dios (Ecc 9, 1)".

Conozco personalmente un Sacerdote, amigo mío, que critica abiertamente a los Lefebvrianos, porque habían dicho que la Salvación era dificultosa, ya que según él es muy fácil. Hace años, le mandé en su Blog estas palabras de San Juan de la Cruz, (La anotación) de las cuales no he tenido respuesta, sigue pensando de la misma manera, con su desprecio a los Lefebvrianos, a los cuales el Papa Benedicto ha levantado la excomunión, y admira a los Anglicanos cuyo fundador Enrique VIII, fue un sádico y lujurioso asesino, que con su hija, nacida de un matrimonio ilegítimo, con Ana Bolena, han asesinado a más católicos en Inglaterra, que la Inquisición española en toda su historia.



INTRODUCCIÓN AL CÁNTICO ESPIRITUAL DE
SAN JUAN DE LA CRUZ

ANOTACIÓN


1. Cayendo el alma en la cuenta de lo que está obligada a hacer, viendo que la vida es breve (Job 14, 15), la senda de la vida eterna estrecha (Mt 7, 14), que el justo a duras penas se salva (1 Pe 4, 18), que las cosas del mundo son vanas y engañosas (Eccl 1, 2), que todo se acaba y falta como el agua que corre (2 Re 14, 14), el tiempo incierto, la cuenta estrecha, la perdición muy fácil, la salvación muy dificultosa, conociendo, por otra parte, la gran deuda que a Dios debe en haberla criado solamente para sí, por lo cual le debe el servicio de toda la vida, y en haberla redimida solamente por sí mismo, por lo cual le debe todo el resto y correspondencia del amor de su voluntad, y otros mil beneficios en qué se ve y se conoce obligada a Dios desde antes que naciese, y que gran parte de su vida se ha ido en el aire, y que de todo esto tiene que dar cuenta y razón, desde lo primero hasta lo postrero, hasta el último cuadrante (Mat 20 6), cuando escudriñará Dios a Jerusalén con candelas encendidas (Soph 1, 12), y que ya es tarde y por ventura lo postrero del día (Mat 20,6), para remediar tanto mal y daño, mayormente, sintiendo a Dios muy enojado y escondido por haberse ella querido olvidar tanto de Él entre las criaturas; tocada ella de pavor y dolor de corazón interior sobre tanta perdición y peligro, renunciando a todas las cosas, dando de mano a todo negocio, sin dilatar un día ni una hora, con ansia y gemido salido del corazón herido ya del amor a Dios, comienza a invocar a su Amado y dice: 


CANCIÓN 1 

¿Adónde te escondiste, Amado y me dejaste con gemido?
Como el ciervo huiste, habiéndome herido;
salí tras de Tí, clamando y eras ido.

DECLARACIÓN

2. En esta canción, el alma enamorada del Verbo Hijo de Dios, su esposo, deseándose unirse a Él por clara y esencial visión, expone sus ansias de amor querellándose a Él por la ausencia, mayormente que, estando ella herida de su amor, por lo cual ha salido de todas las cosas y de si misma, todavía haya de padecer la ausencia de su Amado, no desatándola ya de la carne mortal para poder gozar en Gloria de eternidad. Y así dice:

¿Adónde te escondiste?

3. Y es como si dijera: "Verbo, Esposo mío, muéstrame el lugar donde estás escondido"; en lo cual le pide la manifestación de su divina esencia, porque el lugar donde está escondido el Hijo de Dios es, como dice San Juan (1, 18), el seno del Padre, que es la esencia divina, la cual es ajena y escondida a todo ojo mortal y a todo entendimiento, lo cual quiso decir Isaías (45, 15) cuando dijo: Verdaderamente Tú eres Dios escondido. Donde es de notar que por grandes comunicaciones y presencias y altas y subidas de Dios que una alma en esta vida tenga, no es aquello esencialmente Dios ni tiene que ver con Él, porque todavía, en la verdad, le está al alma escondido, y siempre le conviene al alma sobre todas esas grandezas tenerla por escondido y buscarle escondido, diciendo: " ¿Adónde te escondiste?". Porque ni la alta comunicación y presencia sensible es más testimonio de su presencia, ni la sequedad y carencia de todo esto en el alma es menos testimonio de su presencia en ella, por lo cual dice el Profeta Job (9, 11): Si venerit ad me, non videbo en me, et si abierit, non intelligam, que quiere decir: Si Viniere a mí (es a saber, Dios), no le veré, y si se fuere, no le entenderé.

4. En lo cual se hace entender que, si el alma sintiere grande comunicación o noticia de Dios o algún otro sentimiento, no por eso se ha de persuadir que eso sea tener más a Dios o estar más en Dios, ni tampoco que aquello que siente o entiende sea esencialmente Dios, aunque más ello sea; y que sí, todas esas comunicaciones sensibles e inteligibles le faltaren, no ha de pensar que por eso le falta Dios, pues que realmente ni por lo uno puede saber estar de cierto en su alma, ni por lo otro estar fuera de ella, diciendo el Sabio (Eccl 9, 1): Nemo scit utrum amore an odio dignus sit; que quiere decir: Ningún hombre mortal puede saber si es digno de gracia o de aborrecimiento de Dios. De manera que el intento principal del alma en este verso no es solo pedir la devoción afectiva y sensible, en que no hay certeza ni claridad de la posesión del Esposo en esta vida, sino principalmente la clara presencia y visión de su esencia con que desea estar certificada y satisfecha en la otra.

5. Eso mismo quiso decir la esposa en los Cantares divinos cuando, deseando unirse con la divinidad del Verbo Esposo suyo, le pidió al Padre diciendo: "Muéstrame dónde te apacientas y recuestas al medio día" (1, 6): porque en pedir le mostrase dónde se apacentaba era pedir le mostrase la esencia del Verbo divino, su Hijo, porque el Padre no se apacienta en otra cosa que en su único Hijo, pues es la gloria del Padre; y en pedir le mostrase el lugar dónde se recostaba era pedirle lo mismo , porque el Hijo es el deleite del Padre, el cual no se recuesta en otro lugar, ni cabe en otra cosa que en su amado Hijo, en el cual todo Él se recuesta comunicándole toda su esencia al mediodía, que es la eternidad, donde siempre le engendra y le tiene engendrado. Este pasto, pues, del Verbo Esposo donde el Padre se apacienta en infinita gloria, y este pecho florido donde con infinito deleite de amor se recuesta escondido profundamente de todo ojo mortal y de toda criatura, pide aquí el alma esposa cuando dice: ¿Adónde te escondiste?

6. Y para que esta sedienta alma venga a hallar a su Esposo y unirse con Él por unión de Amor en esta vida, según puede y entretenga su sed con esta gota que de él se pueda gustar en esta vida, bueno será (pues lo pide a su Esposo, tomando la mano por él) le respondamos mostrándole el lugar más cierto dónde está escondido, para que allí lo halle a lo cierto con la perfección y sabor que puede en esta vida, y así no comience a vaguear en vano tras las pisadas de las compañías. Para lo cual es de notar que el Verbo, Hijo de Dios, juntamente con el Padre y el Espíritu Santo, esencial y presencialmente está escondido en el íntimo ser del alma; por lo tanto el alma que le ha de hallar, conviene que salga de todas las cosas según la afección y la voluntad y entrarse en sumo recogimiento dentro de sí misma, siéndole todas las cosas cómo si no fuesen; que por eso San Agustín, hablando en los Soliloquios con Dios, decía: "No te hallaba, Señor, de fuera, porque mal te buscaba fuera, que estabas dentro". Está, pues, Dios en el alma escondido, y ahí lo ha de buscar con amor el buen contemplativo, diciendo: ¿A dónde te escondiste?



lunes, 8 de agosto de 2016

PALABRAS DEL APOCALIPSIS INCOMPRENSIBLES PARA MUCHOS CREYENTES





Libro del Apocalipsis (Ap. 6, 9-11)

Cuando abrió el quinto sello, vi debajo del altar las almas de los que habían sido degollados por la palabra de Dios y por el testimonio que guardaban. Clamaban a grandes voces diciendo: ¿hasta cuándo, Señor, Santo, verdadero, no juzgarás y vengarás nuestra sangre en los que moran sobre la Tierra? Y a cada uno le fue dada una túnica blanca, y le fue dicho que estuvieran callados un poco de tiempo aún, hasta que se cumpliera el número de sus consiervos y hermanos, que también habían de ser muertos como ellos.

Estas palabras son absolutamente incomprensibles para muchos: en un diálogo en un Blog religioso, cuando las cité, se me contestó diciendo que todos los mártires murieron perdonando y que esas palabras eran erróneas. Este razonamiento se parece a lo que hoy día, muchos creyentes, eclesiásticos, grandes teólogos y hasta obispos están predicando (no atreviéndose algunos a negar la existencia del Infierno, ya que es un dogma), afirman que el infierno está vacío, como me lo dijo cierto Obispo, afirmando que un Padre no puede mandar a un hijo suyo a ese lugar de suplicios eterno, ignorando lo que dijo Jesús a Nicodemo, explicándole que para ser Hijo de Dios, hay que volver a renacer a la vida de la Gracia.

Los mártires perdonaron porque también ellos eran pecadores, y sabían que estando en este mundo, sus verdugos aún pueden salvarse y que su muerte es un sacrificio para perdonar sus pecados, y los pecados de sus agresores, hacen lo que hizo Jesús en la Cruz, cuando murió y padeció para la salvación de la Humanidad, por eso dijo: "Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen". A pesar de esta petición de Jesús, Dios Padre permitió la destrucción del Templo, la deportación, masacre y esclavitud de los Judíos, como Jesús, camino del Calvario se lo profetizó a las mujeres que encontró llorando, a las que les adelantó lo que iba a ocurrir a Israel. Y también se produjo la persecución en el transcurso de la historia, ya que los Judíos le dijeron a Pilatos la crucifixión de Jesús, diciendo que la culpa recaiga sobre ellos y sobre sus hijos, cuyo culmen se produjo en la masacre de los los campos de exterminio nazis.

Siendo las palabras de Jesús inamovibles e imborrables, ¿Cómo es posible que se pueda dudar de lo que está escrito en el Evangelio, refrendado por todos los Santos y la tradición cristiana de todos los siglos?, son las palabras de Jesús dirigidas a los condenados en el Juicio final:

Y dirá a los de la Izquierda: "Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno, preparado para el diablo y sus ángeles" (Mat 25, 41).

Hoy día muchos predicadores olvidan esas palabras, y afirman que Dios no condena a nadie, que es el pecador que se aleja de Dios. Hace algún tiempo, en un sermón oí un sacerdote decir: Ya he comprendido porque hay gente que se condena: "Ven el Reino de los Cielos, y dicen: "¡Eso no es para mí!".

Hace muchos años entré en una Iglesia en donde, en una misa concelebrada de Navidad, repleta de gente, el celebrante dijo en el sermón unas palabras que recordaré toda mi vida, en especial a la hora de la muerte: "Os tenemos que pedir perdón nosotros los curas, ¡porque el Infierno lo hemos inventado nosotros!". Entré otra vez hace poco, esta vez, un sacerdote predicaba las Bienaventuranzas, y decía: "En el Antiguo testamento, Dios impuso las tablas de la Ley con sus obligaciones, pero ahora, sin olvidar esas leyes, ha venido Jesús y ha distribuido bendiciones", Mi mujer que estaba conmigo en la misa, me dijo, viendo mi disgusto: ve a hablar con él. Entré en la Sacristía y estaba hablando con algunas personas, le dije: 


-"Padre, se ha olvidado Ud. de algo".

-"Ah, sí, ¿De qué?"
-"De las imprecaciones de Jesús, cuando pronunció las palabras ¡Ay de vosotros!", lo que en lengua española es muy ambiguo, y en Francia el Evangelio dice: "Malheur a vous!", que traducido literalmente quiere decir: "Que la desgracia caiga sobre vosotros", lo que es una maldición.
-Si pero dije que tampoco hay que olvidar las tablas de la Ley

A continuación se marchó porque tenía mucha prisa. Esto es lo que se predica hoy día, creyendo que pintando a un Dios "merengue", van a atraer la gente, cuando en realidad ocurre todo lo contrario, las almas tienen sed de la palabra de Dios, y no quieren oír una doctrina adulterada, que quieren adaptar a la mentalidad de hoy, cuando es el mundo que tiene que adaptarse a Dios, y no al revés.







NUESTRA FE ES UNA LLAMA QUE ESTÁ OCULTA EN VASIJAS DE BARRO, SERÁ DESLUMBRANTE EN EL CIELO

EL TRIUNFO DE LA FE



San Juan de la Cruz tiene una extraordinaria explicación sobre la historia del capitán Gedeón que venció al ejército Madianito, muy superior al de Israel, con un puñado de hombres escogidos.
Está relatado en la Biblia que Yahvé mandó que los soldados de Israel llevar lámparas de fuego dentro de vasos de barro, y que atacaran el campamento enemigo de noche. Así se hizo, y al llegar al campamento enemigo, se rompieron las vasijas y los  soldados se despertaron llenos de terror, y se mataron entre ellos en la oscuridad, fue una victoria completa de Israel.

San Juan de la Cruz dice que la llama dentro de las vasijas de barro, simboliza nuestra fe, que está escondida ante los hombres, y que al romper esas vasijas, es decir, al morir, que es  "cuando el cuerpo se rompe", aparecerá La Luz de la Santa Fe a los ojos de los ateos y de los impíos que son los enemigos de Dios, y por tanto nuestros enemigos. Esa divina Luz, que los cegará y que hará que queden estrepitosamente derrotados, ya que ellos, como los madianitas, que se mofaban de los judíos, al ser muy superiores en número, piensan que nos van a derrotar, por el gran desprecio que tienen a todos los creyentes. 



EL CAPITÁN GEDEÓN

En el libro de los Jueces de la Biblia, podemos leer la vocación de Gedeón, que en realidad se puede interpretar, como así lo explica  S. Juan de la Cruz, como la historia de los hijos de Dios y su paso en esta tierra hasta la entrada en el Reino de los Cielos. 
Podemos leer: 

"... El Ángel del Señor se le apareció y le dijo: 
-El Señor está contigo, valiente guerrero (...) Vete, que con tu fuerza salvarás a Israel del poder de Madián. Yo te envío (...) 
-Toma la carne y los panes sin levadura, ponlos sobre esta piedra y vierte el caldo. 
Gedeón lo hizo así. 
Entonces el Ángel del Señor extendió el bastón que tenía en su mano y tocó la piedra y los panes sin levadura, Salió fuego de la roca y consumió la ofrenda 
Gedeón dijo: 
- ¡Ah, Señor, Señor! ¿He visto cara a cara el Ángel del Señor? 
El Señor le respondió: 
-La Paz sea contigo. Nada temas no morirás. (...) 

Vemos aquí una magnífica alegoría de la verdadera misión de los Hijos de Dios: Hemos sido enviados a este mundo, y hemos sido escogidos, para que con nuestra lucha salvemos a Israel del poder de Madían, es decir nos salvemos y salvemos a nuestro prójimo del poder de Satán, y para eso, tenemos que fortalecernos con la ofrenda del pan y la carne, que representan el cuerpo de Cristo, y el caldo que representan su Sangre, lo cual nos procurará el favor de Dios, y la fuerza necesaria para el combate. 
Aquella misma noche el Señor dijo a Gedeón: 


Toma el toro de 7 años que tiene tu padre, derriba el altar de Baal que posee tu padre y tala el árbol sagrado que está junto a él. Edifica un altar bien preparado al Señor tu Dios en la cumbre de esta altura. Lleva el toro, y ofrécelo en holocausto con la leña del árbol talado. 

El toro de 7 años, que significa la fortaleza de los 7 Espíritus de Dios, en misión por toda la Tierra, como dice el Apocalipsis, y también de los 7 sacramentos, que son el mismo Jesucristo, la víctima perfecta y sin mancha, que ha venido para derribar el altar de Baal de nuestro padre Adán, al pié del árbol del conocimiento del bien y del mal, que es el pecado original.

En su lugar, por la Gracia de Dios, edificaremos un nuevo altar en donde ofreceremos el toro con la leña del árbol talado, que es la rememoración del Sacrificio de Jesús en la Cruz, que proviene del árbol talado, que significa la aniquilación del hombre antiguo, es decir con la desaparición de nuestros antiguos apetitos consecuencia del pecado original debido a  la caída de Adán. 

Antes vienen los diversos exámenes, para distinguir los verdaderos hijos de Dios: el del vellón y el de beber agua de la fuente, que son las diversas pruebas que Dios manda a cada uno de nosotros, para decantar los malos de los buenos es decir, el trigo de la cizaña. 

Luego viene el epílogo de la historia: el ataque de Gedeón a las tropas Madianitas, de noche con trompetas a la luz de las antorchas previamente escondidas en vasijas de barro, lo que provoca el pánico, la aniquilación de las tropas enemigas, destruyéndose entre ellas, y su posterior huida y captura.

Y aquí viene el significado espiritual más importante, según San Juan de la Cruz: las lámparas ocultas en las vasijas de barro son nuestra Fe en Cristo Jesús, que a la hora de nuestra muerte, es decir cuando se rompan las vasijas de barro, provocará en los enemigos de la Fe, una derrota y una desbandada masiva, cuando resplandezca la Gloria de Dios en el Juicio final.






lunes, 1 de agosto de 2016

PARA LLEGAR A SER UNA LINDA MARIPOSA, HA TENIDO QUE SER UN GUSANO QUE SE ARRASTRABA POR LA TIERRA, Y SE HA ENTERRADO EN UNA OSCURA CRISÁLIDA.

LA MARIPOSA ES LA ANALOGÍA DE LA RESURRECCIÓN DEL  CUERPO HUMANO
 AL CUERPO GLORIOSO





El Ángel Azarías, es el  ángel guardián de Mª Valtorta, la gran mística italiana, (Azarías palabra Arza ya, que en hebreo quiere decir Dios ayuda).
Como así lo dice el Ángel, existe una gran analogía entre el gusano que se arrastra por tierra, y que se transforma en una gloriosa mariposa, después de haber quedado encerrada en una crisálida, soportando las inclemencias del tiempo, y que ahora vuela de flor en flor alimentándose de su  delicioso néctar. 

Y aunque el hombre terreno, no es ningún gusano, ya que está hecho a imagen y semejanza de Dios, como así se lo dijo Jesús a Santa Teresa de Ávila, cuando la Santa le decía que era tan poca cosa, es cierto que el alma Santa ha tenido que hacer frente a los enemigos del alma que son mundo, demonio y carne, que le han presentado batalla, y que ha salido victoriosa, encerrándose en una crisálida, que es huir de todos los apetitos del mundo, soportando las inclemencias del invierno, para resucitar con esplendor en la primavera para poder volar y deleitarse con el néctar de las flores, que es el Paraíso de Dios.


Dice el Ángel Azarías: 


Fijaos en la crisálida oculta en el capullo: un bicho feo que se oculta de buen grado por la repugnancia que produce. Mas si la crisálida ha de esquivar su destrucción por parte del hombre, del hielo, de las aves, de las lluvias y sobrevivir, ha de permanecer pegada a su capullo allá donde el cuidado providente de quien la depositado la puso, y he aquí que entonces, en el momento fijado por leyes inmutables y sabias, se abre el capullo y el hombre contempla estupefacto como aquel gusano inerte y repugnante se convertía en una grácil y hermosa mariposa. 

Lo mismo hace Dios con sus fieles a favor de ellos. Toma los nefandos, crueles y repelentes hechos humanos, queridos por el egoísmo, el odio y la aridez de la mayor parte de los hombres, hechos que golpean como el granizo y hieren como flagelos a la parte mejor, a la vez que a aquella que merece torturarse mutuamente al perder la fraternidad humana, transformada como esta en una ingente turba de fieras y de demonios, y así con que los fieles de Dios sepan estar donde el providente cuidado de Dios los puso: en el radio de su Luz, los transforma en cosas óptimas y en dones perfectos. 

Por donde se ve que, de una común desventura, se deriva una selección y así los hijos de la Luz, porque saben ver, se hacen más luminosos y elegidos, al tiempo que los hijos de las tinieblas se hacen cada vez más tenebrosos y réprobos, ya que ni la constatación de tanto mal provocado por su malvado querer, les hace arrepentirse o recapacitar al menos para, de este modo, iniciar el retorno a Dios. 

Por eso, hijos buenos de mi Señor, sabed ver, ver sobrenaturalmente. Ver como de las torturas mundiales que sufrís, que son obra de los hombres, podríais obtener un aumento de méritos y de gloria. Ver por tanto, más allá de las manos garrudas del mal y de los malvados que os apresa y atormenta, la Mano Santísima del Padre que os proporciona el medio para poseer un don excelso y eterno por vuestra paciencia, vuestra fe y vuestra aceptación de lo que no se puede rechazar, atribuyéndolo todo a Dios. 

He aquí por qué puede sabiamente decirse que toda cosa optima y todo don perfecto vienen de lo Alto, mientras que las cosas malas e imperfectas salen de allá abajo, aflorando como esporas maléficas que las recogen aquellos que son siervos del bají­simo, esparciéndolas como lluvia tormentosa sobre toda la Humanidad. 

"Todo don perfecto procede de lo alto y desciende del Padre de las Luces". 

Ved cuánta seguridad proporciona esta frase: “Desciende del Padre de las luces". Si, es Padre de las luces, ¿Como ha de poder ser jamás como el que bracea entre tinieblas y escoge al azar lo que la oscuridad le viene a la mano, desconociendo por tanto, su naturaleza y efectos? No, no puede ser tal. Así­ pues, estad confiados, queridos hijos de este Padre de las luces, estad confiados. El sabe que, cuando y cómo daros los dones perfectos para haceros perfectos. No lo rechaceis, no uséis mal de ellos y no los corrompais. Aceptadlos con humildad, con tanta mayor humildad cuanto los dones sean mas extraordinarios. (…) 


Lo dice Santiago: "del Padre de las luces en el cual no hay variación ni sombra de mutación". 


(…) Nuestro Santísimo Señor Jesús, por ser igual al Padre, no mudó su corazón con los Apóstoles. Aún no ignorando quien era Judas, el voluble por excelencia, no cambió Jesús. Hasta el postrero instante trató a Judas como Apóstol y amigo. En la cena, lo purificó como a los otros, se dio a él en comunión como a los demás y en Getsemaní le saludo una vez más como amigo. 

Y, si por un suponer Judas, en vez de ahorcarse, hubiera corrido al pie de la Cruz, el Moribundo hubiera hecho acopio de de sus fuerzas para decirle de nuevo. "Amigo, ¿a qué has venido? ¿Para conseguir el perdón? Ahí lo tienes, y completo. Vete y no peques más. Ámame y haz que me amen”. 

Y habríale dicho a su Madre: “Mujer, ahí tienes a tus hijos”, acumulando el inocente al deicida arrepentido. 

Y NI SIQUIERA LA MUJER SANTÍSIMA, LA CRIATURA MAS GRANDE DESPUÉS DE DIOS, HABRÍALE RECHAZADO POR CUANTO ELLA ES LA SANTA, SEGUNDA TAN SOLO EN PERFECCIÓN RESPETO DE DIOS.

EL LLANTO DE JUDAS AL PIE DE LA CRUZ HABRÍA SIDO PARA EL MUNDO LA PLEGARIA SUPER PERFECTA DE JESÚS A FAVOR DEL PECADOR. MAS EL MUNDO NO ERA MERECEDOR DE CONTAR CON LA EXACTA MEDIDA DE LO QUE ES EL AMOR MISERICORDIOSO. Y ASÍ TAL PLEGARIA NO SE PRONUNCIÓ. 


Ahora bien, Jesús, Dios como el Padre, jamás mudó su corazón ni su pensamiento respecto a los elegidos. El no, sino Judas fue el que mudó de corazón y de pensamiento, condenandose libremente. Él, dice Santiago, de su voluntad nos engendró con la palabra de verdad a fin de que seamos cual las primicias de sus criaturas".







jueves, 21 de julio de 2016

LOS QUE AMAN A DIOS, CONFÍAN EN ÉL, Y RENUEVAN LAS FUERZAS, YA QUE EL AMOR ASEMEJA EL ALMA CON LO QUE AMA.





En el amor humano, entre un hombre y una mujer, existe una unión material entre los esposos, que según S. Pablo es la imagen del Amor que existe entre Jesús y la Iglesia por el fundada; así como la unión material entre los esposos, se traduce en una fusión entre ellos, como así lo dijo Jesús: El hombre dejará a sus padres y se unirá con su mujer, y serán ambos una misma carne. 
San Juan Evangelista dice que en la unión mística entre Jesús y el alma, nos transformaremos en el mismo Dios, ya que lo veremos tal cual es, es decir que ver a Dios es conocerlo y confiar en Él, ya que solo se ama lo que se conoce, es lo que ocurre en este mundo, en donde el hombre ama a la mujer al verla, y conocerla.

En el mundo espiritual el alma ama a Dios también al conocerlo con los ojos del alma, en este mundo pero de una manera infusa y misteriosa, se conoce a Dios cuando el alma ama la Virtud y se aparta del pecado, ya que Dios es la Virtud elevada hasta lo infinito. Por esa razón se puede afirmar con toda seguridad que el alma virtuosa ve a Dios, y se comunica con él con el diálogo amoroso, que, como tan bien lo explica S. Juan de la Cruz en sus escritos, es un diálogo que no está echo de palabras, pero de sentimientos, y así explica los intercambios de Amor entre el alma que lo ama y el Divino esposo.

Dios manda los sentimientos que impregnan al alma de unas caricias espirituales que el Santo dice que empiezan como centellas que iluminan y regalan el alma, es lo que ocurre a los principiantes, cuando esa alma realiza una buena acción, que es como una caricia de Dios. Poco a poca, cuando el alma va creciendo en la Virtud, recibe muestras de amor cada vez más profundas, que son como el vino adobado, que inunda todo su ser, y que lo reconfortan haciendo el alma cada vez más fuerte para resistir a los embates de sus tres enemigos, los cuales son cada vez más intensos, ya que el diablo intenta por todos los medios a su alcance, cerrarle el paso.

Cuando el alma logra subir la escala mística, en sus últimos peldaños, el amor es tan intenso, que se produce una unión mística llamada arrobamiento, que es una acción temporal de Dios, en la cual produce una emancipación del alma, y una dormición del cuerpo, para que la acción tan potente de Dios no deteriore la parte material del hombre, por eso en esos instantes, el cuerpo está ausente de todos los acontecimientos que ocurren a su alrededor.
Eso es lo que relatan en la Vida de S. Juan de la Cruz, siendo prior del convento de Segovia, cuando estando encerrado en un ermita oculta en el jardín del convento, venía a avisarle un hermano para un asunto que había que resolver en el monasterio. El hermano tenía que permanecer en espera un buen rato para que el santo pueda volver en sí, al atravesar el claustro, se daba con los nudillos de la mano en las paredes para poder volver en sí, tano se daba, que tenía los artejos "descalabrados".

Estas palabras del Profeta Isaías, reflejan bien el intercambio que se produce entre la divinidad y el alma, que se encuentra fortalecida de tal manera que se puede comparar a un águila que emprende el vuelo que la llevará a lo alto de la contemplación, pudiendo como ese animal, mirar el sol cara a cara, sin dejarse deslumbrar y así, ser el ave más poderosa de todos los otros pájaros, que simbolizan a las almas que no han llegado tan alto como ella.



viernes, 15 de julio de 2016

REFLEXIONES SOBRE EL LIBRO DE LA VIDA, EL DRAMA DE LOS CONDENADOS, LA SEGUNDA MUERTE.





Solo el pecado mortal, cuya denominación se ha cambiado hoy día por "pecado grave", para querer aparecer como muy tolerantes, borra el nombre del que lo comete del libro de la Vida. Es la peor desgracia que le puede sobrevenir a un ser humano, ya que estar fuera de Dios, es vivir en las tinieblas eternas, siendo esclavo de Satanás, al recibir la maldición de Dios Todopoderoso.

Blanca de Castilla, madre de San Luis Rey de Francia, le decía: "Prefiero verte muerto, antes que verte cometer un pecado mortal".
El santo Cura de Ars, como lo relata monseñor Trochú en el libro sobre su vida, hablaba a menudo en sus predicaciones del Infierno, cuando hoy día la gran mayoría de los predicadores lo olvidan, o si no lo niegan, porque saben que es un dogma, dicen que ¡está vacío, por la gran misericordia de Dios! (sic). El Santo Cura de Ars, en su prédica dejaba a la asamblea espantada, cuando hablaba del Infierno clamando: "¡malditos de Dios por toda la eternidad! ¡malditos de Dios! ¡Qué horror!".

Y ese es el gran drama actual al cual no han sabido, ni querido evitar muchos miembros de la Iglesia que siempre ha querido adaptarse a la mentalidad de la sociedad, cuando es la sociedad que tiene que adaptarse a la Iglesia. Así, como lo relata Daniel Rops en su extensa obra titulada "Histoire de l´Eglise", en la Edad Media los que querían quemar vivos a los herejes, eran los ciudadanos, que quemaban las barbas de los condenados por la Inquisición, cuando iban en procesión por las calles con los sambenitos.  

Naturalmente, la Sociedad actual que pone en plan de igualdad al pecado y a la virtud, o incluso, coloca por delante al pecado como es el caso de la homosexualidad o la transexualidad, ahora pinta a la Iglesia como la gran culpable de las barbaries de esa Inquisición. Pero esos "maestros" de la Iglesia no escarmientan, como esta sociedad no puede comprender el Infierno, dicen que no existe o que está vacío, como me dijo el Señor arzobispo, ya que un Padre no puede mandar a un hijo suyo al Infierno, ignorando lo más elemental de la doctrina cristiana, que la filiación divina se adquiere en este mundo volviendo a renacer, y enterrando el hombre viejo, como así lo dijo Jesús a Nicodemo.







jueves, 14 de julio de 2016

EL PECADO ES UNA OFENSA A DIOS Y UNA ALABANZA A SATANÁS, VICE-VERSA, LA VIRTUD ES UNA ALABANZA A DIOS Y UNA OFENSA A SATANÁS.

Las orquídeas son flores místicas, que relatan con su lenguaje
 apocalíptico la gloria de Dios






Los 24 ancianos simbolizan las 12 tribus de Israel, son todos los elegidos de antes de la venida del Mesías, y los doce Apóstoles, los elegidos de después de la venida del Redentor, es decir todos los que han sido fieles a la verdadera Religión fundada por el verdadero Dios, a la cual pertenecen todos los hombres que cumplen con la Ley, los cuales junto a los cuatro seres vivientes que simbolizan el don de la fe de Dios Padre, son todos los hombres de fe y de buena voluntad de todo el mundo, los que han llevado una vida digna, cumpliendo con su conciencia que es la "huella o los genes" que Dios ha dejado en el alma  al crearla  y que alaban a Dios "in Saecula Saeculorum".

Es lo que está relatado en el Apocalipsis, con esta visión de las almas, adorando a Dios, y también en la visión de los elegidos con palmas en las manos, que han venido de la gran tribulación, ya que todos los elegidos han tenido que soportar los sufrimientos, las explotaciones, el desprecio y la burla de los hijos de Satanás, y que han tenido la fortaleza de vencer el odio y el desprecio que les dominaba, soportando con paciencia y resignación todos los sufrimientos, sin intentar ni desear venganza.


Apocalipsis 7, 9-17

"Después de esto, miré y vi una muchedumbre grande, que nadie podía contar, de toda nación, tribu, pueblo y lengua, que estaban delante del trono y del Cordero, vestidos de túnicas blancas y con palmas en las manos. Clamaban con grandes voces diciendo: Salud a nuestro Dios, al que está sentado en el trono, y al Cordero. Y todos los ángeles estaban en pie alrededor del trono y los ancianos y de los cuatro vivientes, y cayeron sobre sus rostros delante del trono y adoraron a Dios, diciendo: Amén. Bendición, gloria y sabiduría, acción de gracias, honor, poder y fortaleza a nuestro Dios por los siglos de los siglos. Amén.

Tomó la palabra uno de los ancianos y me dijo: Estos, vestidos de túnicas blancas, ¿quiénes son y de donde vinieron? Le respondí, Señor mío, eso solo tú lo sabes. Y me replicó: Estos son los que vienen de la gran tribulación, y lavaron sus túnicas y las blanquearon en la Sangre del Cordero. 

Por eso están delante del trono de Dios, y le sirven día y noche en su templo, y el que está sentado en el trono extiende sobre ellos su tabernáculo. Ya no tendrán hambre, ni tendrán ya sed ni caerá sobre ellos el sol ni ardor alguno, porque el Cordero que está en medio del trono, los apacentará y guiará a las fuentes de agua viva, y Dios enjugará toda lágrima de sus ojos".

Estas últimas palabras demuestran con claridad meridiana un hecho trascendental, que los Fariseos de hoy día no llegan a entender: No solo se salvan solo y unicamente los que pertenecen a la Religión Católica, creyendo que ellos solo se salvarán, y que todos los demás serán rechazados, con el agravante de que esta mentalidad soberbia arrastra consigo un gran desprecio a los que no piensan como ellos, como se ve en la parábola del Fariseo y del Publicano. 

Tampoco lo pueden entender tantos progresistas de hoy, que creen y predican con insistencia que esta vida es un alegre peregrinaje, olvidando que los elegidos tienen en este mundo hambre y sed de Justicia, cayendo sobre ellos el sol y el ardor mandado por Dios para purificar sus almas, y que además afirman que no hay diferencia alguna entre el pecado y la virtud, cuando en realidad todo pecado es un ofensa a Dios, y una alabanza a Satanás, y la virtud es una alabanza al Creador, y una ofensa a Satanás. 





martes, 12 de julio de 2016

EL HOMBRE TIENE QUE VOLVER A RENACER PARA PODER ALCANZAR LA VIDA ETERNA, PARA ESO, LA Stma TRINIDAD ELEVA EL ALMA DE HUMANA A DIVINA


Jesús ha venido para salvar a todos los hombres de buena
 voluntad, por eso solo van tras Él los que han recibido
del Padre el don de la Santa Fé.



La Santa Fe es un don de Dios; la Esperanza se obtiene por el cumplimiento de la Ley, los que la incumplen son como la flor central de la imagen, que mira a la Izquierda, es decir que no quiere seguir su Doctrina.
Solo el cumplimiento de la Ley, gracias a Cristo y a la Iglesia Católica, fundada por Él, nos dará el Espíritu Santo, que es el descanso en Dios para toda la Eternidad.


Dios Padre da la Fé: 

Mateo 16: 13 – 20

13 Llegado Jesús a la región de Cesarea de Filipo, hizo esta pregunta a sus discípulos: «¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del hombre?»
14 Ellos dijeron: «Unos, que Juan el Bautista; otros, que Elías, otros, que Jeremías o uno de los profetas.»
15 Díceles él: «Y vosotros ¿quién decís que soy yo?»
16 Simón Pedro contestó: «Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo.»

17 Replicando Jesús le dijo: «Bienaventurado eres Simón, hijo de Jonás, porque no te ha revelado esto la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los cielos.

18 Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.
19 A ti te daré las llaves del Reino de los Cielos; y lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos.»
20 Entonces mandó a sus discípulos que no dijesen a nadie que él era el Cristo.


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Dios Hijo es la Esperanza



Cristo Jesús es el camino para alcanzar la Vida eterna, el Reino deseado por la humanidad, que tiene solo un camino y un modelo para alcanzarlo: el que siguió Jesús.

Lucas 9, 23-24

"Decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de Mí, niéguese a sí mismo, tome cada día su cruz y sígame. Porque quien quiera salvar su vida la perderá, pero quien perdiere su vida por amor a Mí, la salvará".

Dios Hijo es la esperanza, como dice la imagen de las flores, ya que por Él, y gracias a Él, recibimos el Espíritu Santo, que es el séptimo día de la creación material y espiritual: El descanso de Dios, día en el que la Iglesia militante se transforma en Iglesia triunfante.



Jn 16, 5-11 

"Pero ahora me voy a Aquel que me ha enviado, y ninguno de vosotros me pregunta: "¿Dónde vas?" 
Sino que por haberos dicho esto, vuestros corazones se han llenado de tristeza. 
Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me voy, no vendrá a vosotros el Paráclito; pero si me voy, os lo enviaré..."

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EL ESPÍRITU SANTO ES LA META


El Espíritu Santo es el que produce la unión mística, es decir por amor, entre la esposa que es el alma, y el Divino Esposo que es Cristo Jesús, con el visto bueno de Dios Padre, que es el que ha propiciado esa unión, entregando al alma el precioso don de la fe, que esta ha sabido hacer fructificar, como está relatado en la Parábola de las minas, gracias a la acción de la sublime Redención, y el renacimiento del alma que ha tomado por modelo a Jesús.

Esa unión mística del alma con Dios, es el que produce su fusión con la Divinidad, que se transforma en el mismo Dios, volviéndose a entregar a su Creador, gracias a la divina Gracia, que la purificó en esta tierra, saliendo vencedora de todas las pruebas y de las emboscadas que el enemigo de Dios y del alma le ha presentado. Jesús, con su muerte en la Cruz ha venido para entregar su vida, y volverla a tomar con su Gloriosa Resurrección, la ha entregado y vuelto a tomar, no solo su Vida, pero también los elegidos que son una parte suya, como así lo dice por S. Juan. 
 S. Juan (10, 17-18)

10:17 Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida, para volverla a tomar. 
10:18 Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre.

Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, como era en el principio, ahora y siempre in Saecula Saeculorum. Amen.